El domingo amaneció amenazante, si me permiten la cacofonía (:D). Pasé a buscar a Guido para darle una visita guiada por el centro de la ciudad, llena de la arquitectura antigua que tanto me apasiona y me gusta presumir. Una intensa lluvia y un fuerte viento nos empaparon de pies a cabeza en la mitad del recorrido. Esperamos a que terminara la tormenta primaveral y seguimos caminando, secándonos en el proceso. Después de pasar por muchos edificios emblemáticos, llegamos finalmente al Monumento a la Bandera, donde planeaba terminar el tour para dar paso al almuerzo.

Esta coincidencia nos permitía colarnos en la visita guiada por dentro del Monumento a la Bandera, a la Sala de las Banderas de América, así que esperamos la llegada del contingente. El grupo venía de haber realizado una visita guiada por el Centro Municipal de Distrito Norte (también conocido como Villa Hortensia, ya que era un palacete de una importante familia del pueblo de Alberdi, cuando todavía no era parte de Rosario). Se desplazaban en la mítica Merenguita, un colectivo disfrazado de tren que sirve para fiestas juveniles. Más de uno quería verlo al señor Horacio Lalia al frente de tan alocado grupo, pero parece que no fue, y no podemos culparlo. El sábado nos había dejado agotados a todos, y más de uno tengo entendido que se perdió la expedición o estuvo cerca de hacerlo.

Para esa hora (entre las 14 y las 15, creo) ya el evento tenía una buena cantidad de público y empezaron a aparecer amigos y conocidos, con las obvias presentaciones y charlas sobre temas que iba desde el rol hasta la lluvia. Lamentablemente ese día muchos de mis amigos tampoco pudieron venir, con lo cual las presentaciones fueron muchas menos. Por lo menos algunos sí lograron llegar, enterados a último momento.

La única cosa no tan buena fue que, como las actividades de ese día se habían ido atrasando más y más, ya estábamos en el borde. Para esa altura el horario de cierre del evento había sido superado. Guido se tuvo que ir antes de escuchar la charla, que estuvo precedida por una gran actuación de la banda juvenil del Distrito Sur. Finalmente, la charla en sí no fue muy larga, yo calculo menos de una hora, en la cual cada uno se presentó y contó algo de su experiencia, motivando a los jóvenes artistas a seguir adelante, y a explorar todas las posibilidades laborales, editoriales y artísticas. Muy positivo, a pesar de lo corto que fue.
Después de esto vino la entrega de plaquetas y medallas a todos los invitados especiales, que como eran muchos, se tomó también su tiempo. Este momento estuvo amenizado con todo tipo de ocurrencias por parte de los dibujantes, así como también del presentador Carlos Barocelli, como para remarcar la naturaleza familiar del evento. A nadie le hubiera importado un pequeño discursito por parte de los agazajados, pero realmente ya no quedaba tiempo, y no todos pudieron darlo.
Finalizado con esto el evento, los más fieles se quedaron a charlar con los invitados de honor, mientras la gente de la ADL comenzaba a desarmar las cosas que ya no estaban en uso. Pasados algunos minutos de caos, porque había mucha gente yéndose, fuimos quedando solamente los invitados que venían de lejos y los de la organización, y entre todos terminamos de levantar y guardar las cosas propias del distrito, y de separar las cosas nuestras para el retorno a casa. Para muchos, el regreso en colectivo fue complicado por el cierre de la Feria de las Colectividades (ya habíamos tenido problemas el sábado). De todas maneras, con un cansancio para muchos pocas veces visto, nos manteníamos de pie gracias a lo contento que estábamos, tanto por los resultados obtenidos como por el hecho de saber que lo habíamos hecho entre todos, a pulmón, y con la ayuda de tanta pero tanta gente linda.
La tercera parte, el sábado.
3 comentarios:
Lalia y su señora si viajaron y compartieron los locos bailes dentro de la merenguita... Solo que se bajaron en su hotel, antes de el arribo al monumento a la bandera. Muy bueno el raconto amigo Gaston!!!!!!
Un misterio develado. Ahora me quedo tranquilo, pensé que se lo habían perdido. Pero supongo que lo que pasó en la Merenguita, queda en la Merenguita... :D
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