Qué está mal en la segunda parte de El Hobbit

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Dije cuando escribía la reseña de este videojuego esta película que no iba a puntualizar muchas cosas que estaban mal, en parte porque no quería perder tiempo, en parte porque no quería tirar spoilers. Pero mientras la escribía iban creciendo en mi interior las ganas de explicar mejor por qué considero que narrativamente la película está rota. Me parece un buen ejercicio de análisis narrativo, y desde ese punto de vista voy a encararlo.

Por supuesto, que aquí sí pondré spoilers, así que cuidado los que no la hayan visto y/o no hayan leído el libro.

Puntualizaré, en primera medida, lo que considero un acierto dentro de la película:
  • La incorporación de Tauriel, elfa que ayuda a plantear un interesante tira y afloja entre Thranduil, el rey elfo del Bosque Negro, y su hijo Legolas (que tampoco aparecía en el libro). Me pareció muy bueno cómo el rey comete el error de muchos reyes elfos de antaño, pensando que protegerá su reino simplemente cerrando mágicamente sus fronteras y desapareciendo del mapa, mientras que Tauriel incita a Legolas a desobedecerlo haciéndole ver que la Tierra Media corre peligro de ser copada por las fuerzas de la oscuridad. Esto, además, da una explicación interesante de por qué Legolas se implica en la siguiente trilogía.
  • La presentación de la lucha entre el Nigromante y Gandalf, visualmente muy lograda, que llena un hueco enorme que tenía la obra original.
  • La presentación alternativa de Bardo, y cómo se unieron algunos trozos que en el original eran muy diferentes, agregándole o quitándole algo de humor. En esto incluyo la presentación de Beorn, que en el libro era muy de cuento para niños.
  • La visita de Gandalf y Radagast a las tumbas de los Nueves Reyes de los Hombres, cuyos cuerpos habían desaparecido. Si bien no era necesaria para la trama, me pareció una adición muy cuidada, un detalle que quedó perfecto al unir las dos trilogías.
Ahora me dedicaré a lo que considero que estuvo mal, y por qué, en el argumento. Como verán, la lista es más grande y profusa:
  • la inclusión del personaje de Tauriel, que yo celebré en un primer momento, terminó siendo muy mal utilizada por los realizadores. El personaje parecía puesto para plantear a una mujer de acción (un poco como se hizo en ESDLA, adaptando algo el personaje de Arwen en la primera película). Sin embargo, terminó siendo agregada, de manera algo sexista, sólo para plantear un pseudo triángulo amoroso, incluyendo a un personaje que no tenía nada que ver con ella. Hubiera estado bien que se planteara un tira y afloja entre ella y Legolas, pero no, tenían que meter a un tercero en discordia, ¡¡¡que para colmo era un enano!!! Realmente un abuso del personaje y un exceso forzado. Si querían poner una historia de amor más fuerte, podrían haberla planteado por ejemplo, entre Bardo y otra mujer (¿no hubiera estado interesante que ella fuera la hija del jefe de la Ciudad del Lago?). Las historias de viudos con hijos siempre caen bien :D
  • el exceso de elfos en una historia que es sobre enanos es particularmente molesto. Con tantos personajes, con tanto tiempo para definir sus personalidades y problemas internos, ¿por qué poner tantos elfos? Ciertamente, me pareció bien que pusieran a Legolas y lo aprovecharan para ligar las películas con las de ESDLA, y para plantear el dilema de seguir a su padre o a Tauriel. Pero la forma de incluirlos y de meterlos hasta en la sopa es contraproducente. Un ejemplo claro es la escena de las arañas, en el Bosque Negro. En el libro se trata de una escena muy angustiante, en la que uno piensa que alguno de los protagonistas morirá. Los enanos y Bilbo luchan hasta el límite de sus fuerzas contra hordas de arañas que parecen no tener fin, hasta que estas se cansan y se van, dejando al grupo en una situación desesperada. Sin embargo, aquí los elfos "vienen al rescate", aplastando toda emoción. La escena iba muy bien hasta esa parte, pero se desinfla totalmente. Se destruye el climax de toda esa porción de la película. ¿Por qué no hacer que los elfos los emboscaran al estar patrullando la zona, por ejemplo?
  • Otra de las escenas que sufre mucho es una de las más interesantes, junto con los acertijos de Gollum. Smaug es descrito como una criatura muy astuta, que puede hacerte decir cosas que tú no querías. Es así como, en el libro, Bilbo se envalentona y arruina todo al llamarse "jinete del barril", dándole el dato a Smaug de que han pasado por la Ciudad del Lago. Aquí eso se pierde. Por un lado, Bilbo se "suicida" al sacarse el Anillo, algo que NO sucede en el libro, porque desafía toda lógica. Por otro lado, Smaug, que era una criatura vil, codiciosa pero astuta, de pronto pasa a ser un personaje plano, un destructor sin sentido, que para colmo falla en matar a una docena de personas que se han colado en sus aposentos, tratando de morderlos y aplastarlos cuando puede quemarlos con fuego a una enorme distancia. Pero me dedicaré a las escenas exageradas en el siguiente punto.
  • Un compañero de foro en mi club de rol lo definió perfectamente al decir más o menos lo siguiente: Jackson lo arruinó al tratar de agregarle "grandiosidad" a la trama, que se trataba de un viaje de aventuras, para hacerla similar a ESDLA. No puedo estar más de acuerdo.
    Esto se refleja, para mí, en la adición y estiramiento innecesario de dos escenas: la de la fuga de los enanos en los barriles y la persecusión de los enanos por parte de Smaug dentro de la Montaña Solitaria.
    En el primer caso, la escena es una consecuencia lógica de otra adición: la de los orcos que son enviados a matar a los enanos. Esta parte no estaba mal; en todo caso lo negativo es el exceso. De pronto un reino elfo se llena de decenas de decenas de orcos (los elfos, que tienen sentidos tan agudos y que mantienen su reino cerrado, dejan que pase). Después, el exceso de protagonismo: Tauriel y Legolas son armas de matar, la película se convierte en una secuela de Matrix, y de nuevo, en una película de enanos, los elfos hacen la mayor masacre de orcos. La escena está tristemente hecha para lucrar con el 3D, porque hasta la mitad, no está mal, pero es estirada artificialmente una y otra vez, hasta llegar al ridículo de Legolas caminando por las cabezas de varios enanos. Al final todo es tan exagerado que pierde el sentido.
    La segunda escena es totalmente gratuita, porque no deriva lógicamente de ninguna necesidad narrativa: de nuevo, está solamente pensada para lucrar con los efectos y el 3D, tratando de "comprar" a la audiencia con luces de colores. Ciertamente, el plan de los enanos en el libro no era brillante, y no estaría mal que aquí se planteara un cambio en la trama. Pero en lugar de eso, tenemos un híbrido. En la novela, Smaug tiene una larga plática con Bilbo, quien termina revelando varias cosas que no debería: que vino de Ciudad del Lago, que vino con otros buscando oro, que vino por venganza, que vino con enanos, que es un saqueador... Smaug astutamente logra sacarle esas verdades, y luego no lo mata por poco. Pero, siendo tan astuto, lo que hace es parecer tranquilo: deja que el tiempo pase y ataca por sorpresa, casi matando a los enanos y encerrándolos en la Montaña Solitaria, para luego ir a cobrarles el favor a los de la Ciudad del Lago. Aquí, en cambio, el diálogo entre Smaug y Bilbo es cortado al poco tiempo, Bilbo actúa de manera suicida sin ninguna necesidad (no veo necesidad en que el Ojo de Sauron lo presione a quitarse el Anillo, ni a que Smaug sepa qué anillo es el que tiene). Luego, de manera muy tonta, el dragón se pone a perseguir a los enanos por toda la Montaña Solitaria, ni raspando a uno solo, casi sin usar su principal arma, y actuando como un idiota. ¿Qué más puedo decir? Desperdicieron un tremendo personaje, porque Smaug es puro carisma y maldad. ¿Qué se ganó? Una escena totalmente rocambolesca, con mecanismos enanos raros, persecusiones con abismos (de nuevo, hechos para justificar el 3D), y estatuas de oro completamente absurdas.
    Mi conclusión es que, de haberse quitado esas dos escenas, se habrían ahorrado unos 30/40 minutos que hubieran logrado una película más sólida, pareja, en lugar de tener una excesiva e innecesariamente larga.
  • Un detalle no menor que Jackson y todo su equipo pasaron por alto: a los enanos se les quitan TODAS las armas, pero nunca se les descubre el mapa y la llave con el que abrirán la puerta secreta. En el libro, la descripción de la escena es muy vaga y puede suponerse que no registraron a fondo las pertenencias de los enanos, pero después de las cómicas y largas escenas en donde se les quita todo a los enanos, menos la ropa, esto requiere explicación. ¿Por qué no una escena donde Bilbo deba, peligrosamente, recuperarlas de un lugar muy guardado? Pues no, y la película se quiebra en un detalle fundamental.
  • Un punto tonto, pero que sepultó mi decepción todavía más abajo: la película termina en un momento de gran fanfarria, cuando muchas cosas importantes están por ocurrir, cuando se juega la vida de los protagonistas y el destino de toda la Tierra Media... y nos ponen una canción folk muy blanda, que no tiene nada de onda ni de épica, nada de la "grandiosidad" que Jackson estaba buscando, de manera exagerada.
En estos dos últimos detalles he hilado muy muy fino, pero en los demás, creo que muchos coincidirán que tengo algo de razón. Lamentablemente, una buena película puede ser arruinada por un par de escenas y una falta de enfoque sobre lo que realmente le conviene a la historia.

The Hobbit: The desolation of Smaug

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Hablar sobre la segunda parte de este videojuego film que "adapta" la seminal obra de J. R. R. Tolkien implicaría, si tuviera tiempo, una interesante exégesis tanto en cuanto a lo que aporta el autor original a su universo (del cual esta novela es el primer ladrillo publicado) como a lo que agrega el alguna vez buen director Peter Jackson.

Sin embargo, seré breve, en parte porque no quiero hacer un análisis lleno de spoilers, en parte porque sinceramente no vale la pena gastar tiempo en algo que vale menos que la primera parte, en una obra despareja y por lo tanto, mediocre.

Vayamos por partes, o mejor dicho, por capas. La primera parte hizo, para horror de muchos, algo muy interesante: agregar elementos creados por Tolkien en obras posteriores para "rellenar" los numerosos huecos del libro. Recordemos que el autor creó esta novela como un cuento para sus hijos, no tenía una idea firme sobre lo que buscaba para la Tierra Media y sólo después del enorme éxito que tuvo, comenzó a escribir El Señor de los Anillos. Es sabido que Tolkien quería reescribir El Hobbit para pulirlo y relacionarlo más con los personajes y situaciones de sus obras posteriores, pero debido a su muerte, todo quedó en la nada.

De manera que la intención de Jackson no era mala, y de hecho, en la primera parte parecía haber sido un gran acierto. Los elementos agregados aportaron solidez a una trama que a veces, en la obra original, era demasiado vaga e imprecisa.

Sin embargo, en esta cinta los agregados tomaron vida propia y sumando elementos totalmente innecesarios. Basta ver que la película dura 2 horas con 40 minutos (¡casi lo mismo que la anterior!) para darse cuenta que Jackson se cebó, se pasó de rosca y no sabe realmente qué hacer con un libro que apenas llega a las 300 páginas. Se llega a un punto en donde ya casi no parece una adaptación, sino una obra nueva, "basada libremente" en la original.

¿Qué se agregó bien, qué se agregó mal? En el primer caso, todo lo que relaciona a esta trilogía con la anterior: la relación del Nigromante con Sauron, el efecto que tiene el Único sobre Bilbo, algunos personajes (como el caso de Legolas, que está bien utilizado como enlace), etc. Estos sí suman metraje justificado, y en general, están bien insertados en la cinta.

Lamentablemente, en el segundo apartado tenemos muchas más cosas. En primer lugar, se cayó en la estúpida obligación de Hollywood de poner una historia de amor, forzando tontamente un personaje nuevo, que no está en el libro, que podría haber sido interesante. No caeré en el spoiler, sólo diré que es totalmente innecesaria, y que se podría haber pensado en otra alternativa mucho menos tonta y más creativa.

Este añadido desencadena otros muchos cambios, que al apilarse no hacen más que desbarrancar la película. Decíamos que sobra metraje, y esto sucede porque se adoptó un argumento innecesariamente recargado con situaciones que no sólo no estaban en el libro original sino que Tolkien hubiera detestado (¿elfos torturando orcos?). Escenas que he vivido en pésimas partidas de rol, con personajes planos y forzados, como un Thranduil afeminado, un dragón que no usa su fuego y actúa nada astutamente, persecusiones absurdas, luchas al peor estilo Matrix y lugares totalmente imposibles.

Jackson tiró todo por la borda, exageró demasiado la nota (me viene a la cabeza la la expresión en inglés over-the-top, porque resulta perfecta). Muchas de estas escenas comienzan siendo entretenidas, y algunos de los cambios son necesarios para comprimir la acción para que encaje en una película. Teniendo en cuenta la extensión del viaje de Bilbo, Gandalf y los enanos, podemos perdonar que se resuman varias semanas de viaje por el Bosque Negro en un par de escenas (las cuales, por otra parte, creo que son un acierto, aunque modifican bastante la letra del libro). Sin embargo, muchas de estas situaciones terminan siendo como esos chistes malos de Homero, cuando los Simpsons perdieron su gracia: nos hace reír cuando se golpea una vez, pero a la número 5 ya perdió la gracia y cambias de canal. Están simplemente porque ocupan un espacio que los guionistas simplemente no sabían cómo llenar.

En este sentido, las burdas exageraciones de ciertas escenas de pelea que fueron creadas simplemente para ser utilizadas en el videojuego de la película, son las peores adiciones. Hay dos persecusiones agregadas, a la mitad y al final de la cinta, que son totalmente innecesarias, yendo la segunda directamente contra el espíritu de un personaje muy importante. Si se eliminaran o se redujeran razonablemente, tendríamos una película mucho mejor armada, de algo así como dos horas, que cumpliría mucho mejor su cometido de traducción de la obra de Tolkien.

No me considero un purista. Quiero cerrar con esto. La película no me gustó porque fuera poco fiel al libro; de hecho, la primera no lo fue tampoco, pero me gustó bastante. Me atrajo la idea de Peter Jackson de agrandar la trama original, muy sencilla, y complejizarla con elementos de El Señor de los Anillos.

Esta película no me gustó porque resultó narrativamente muy despareja. Había agregados y cambios muy interesantes, que elevaban su valor, pero los que eran malos fueron los mayores. Había escenas demasiado largas y otras que eran muy interesantes fueron recortadas. En suma, mi crítica va al hecho de que el guión era malo: si había que conceder a Hollywood ciertas cuestiones, como la historia de amor, personajes nuevos para hacer más muñecos y escenas para el videojuego, se podría haber hecho de manera mucho más inteligente y entretenida, sin sobrecargar la película en exceso, rompiéndola en el proceso.

Más adelante, con tiempo, tal vez me dedique a plantear, con spoilers, todo lo que vi mal. Lo cierto es fue la película fue una decepción inesperada, tanto como la anterior cumplió y superó mis expectativas. Lamentablemente la tercera parte ya está manchada por muchas cuestiones narrativas y argumentales que no se pueden solucionar fácilmente, y me preparo para ver otra decepción. Pero eso será el año que viene; mientras tanto seguiré viendo buen cine, esperando que Peter Jackson, al igual que Tim Burton, salgan del Lado Oscuro y vuelvan a la Luz que representa la libertad creativa, sin buscar poner lo que los demás quieren ver, o lo que los estudios le pagan por poner.



Para finalizar, quería dejarles este enlace en donde se comenta uno de los casos del abuso del CGI por parte del director, en escenas y personajes que no lo necesitaban. Comparto muchas de sus impresiones, y me parece algo hipócrita que Jackson se enorgullezca de filmar en escenarios naturales de su querida Nueva Zelanda, cuando en realidad sólo los usa de fondo y utiliza toneladas de CGI para muchísimos escenarios que se podrían haber hecho mucho más creíbles. Es por eso que esta trilogía ha perdido mucho de lo que la anterior le había dado al cine en fastuosidad y épica, al reemplazar elementos reales por otros simulados, cuando no hacía falta.

Super Dimension Cavalry Southern Cross

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Desde que me enteré que Robotech no era más que una amalgama, un frankenstein de otras tres series de anime, he querido verlas por separado para comprender mejor sus historias, descubrir todo lo borrado por la reescritura del guión y encontrar las obras originales enterradas debajo.

Pero también, porque me traía recuerdos muy gratos de una buena infancia llena de animación excelente. Tengan en cuenta que yo tenía seis o siete años cuando comencé a ver Robotech y me cambió la vida. Creo que me inspiró a buscar otro tipo de cosas para ver en la televisión, series de ficción elaboradas y complejas para leer, ver y después, escribir.

Ahora, gracias a la magia de Internet, que resucita muchas cosas, he podido conseguir las tres series japonesas originales. Todavía no he podido sentarme a ver Super Dimensional Fortress Macross (o tal vez la estoy dejando inconscientemente para el final). Por el contrario, comencé por la segunda saga de Robotech, que hemos conocido como Los Maestros de la Robotecnia.

Así que ahí va mi reseña, para el que pueda interesarle. Mi idea es reseñar también las otras dos, para todos aquellos que quieran enterarse de más detalles. Trataré de no poner spoilers, pero de todas maneras supondré que los lectores vieron Robotech y recordarán la mayoría de las cosas que allí pasaron, aunque no siempre fueron las mismas que pasaron en cada serie original.


Odiosas comparaciones
En primer lugar debo comentar que, según creo, al 95% de los aficionados de Robotech esta saga les pareció fea, o tonta, o vacía, o lenta, o algo negativo. Creo que todos o casi todos la consideramos, lejos, la más floja de las tres, así como la mayoría disfrutó más de la saga Macross. De hecho, una de las razones que tenía para verla era, justamente, ver si esta mediocridad era por causa de la reescritura del guión (no es divertido quedar en la mitad de un sandwich argumental tan complejo) o si ya de por sí la serie venía siendo del montón.

Una de las cosas que me llamó la atención de la serie es la
enorme cantidad de mechas y armaduras personales de las
que hacen gala los glorianos. Cuesta trabajo diseñar estas
cosas, y sin embargo en una serie sin mucho presupuesto,
vemos un gigantesco despliegue de ellos.
Tenía algunos recuerdos de haber visto la saga en televisión y de las impresiones que me había causado; de hecho, recordé pocos episodios, y no sé si es porque la vi pocas veces, porque no me gustó y entonces no los recordé, o porque la reescritura fue tan salvaje que no puedo asociar dos cosas entre sí.

De todas maneras, al poco tiempo se me hizo evidente que la segunda opción era la correcta: la serie fue una más, desde el principio, y ni de lejos tenía lo que hacía falta para acercarse a Macross. Si bien los diseños técnicos son buenos, la animación y el dibujo no destacan, y de hecho cada tanto se ve alguna escena mal dibujada. Investigando, descubrí que la etiqueta "Super Dimensional" que comparte con Macross no es casualidad. La productora japonesa creó tres series con esta etiqueta: Super Dimensional Fortress Macross, Super Dimensional Century Orguss y finalmente Super Dimensional Cavalry Southern Cross. La primera fue super exitosa, desperdigando todo tipo de secuelas y precuelas; la segunda fue más o menos exitosa, terminando en su espacio acordado de 35 episodios. La tercera, que es la que nos ocupa ahora, fue un fracaso: el rating era tan malo que se decidió acortarla drásticamente, de unos 36 capítulos (como Macross) a unos meros 23. Lo cual explica el final algo abrupto, uno de los mayores puntos flojos de la serie.

¿Pero cuál es la historia? Al ver Robotech, las incongruencias eran enormes, y las confusiones estaban a la orden del día. Aquí eso no está, y por eso la serie termina siendo mejor que el recuerdo, a pesar de sus limitaciones.

Todo comienza en el planeta Glorie, una colonia humana en crecimiento, comandada por un gobierno militar. Por eso los personajes, principalmente Jeanne Francaix, quien en Robotech nos querían hacer pasar por hija de Max y Miriya, son militares. La mayoría son parte del 15º escuadrón del Cuerpo Acorazado Táctico, que utiliza los vistosos Spartas en combate.

Spartas vs. bioroids. Me encantaban los primeros como
tanques, pero me gustaban más los segundos por su diseño
globular.
Lamentablemente, aparecen los Zor, una extraña raza alienígena que busca conquistar Glorie y destruir o esclavizar a los humanos. Poseedores de una tecnología más avanzada, la flota de naves se ancla en la órbita del planeta y ataca constantemente, por lo que a los pocos episodios tenemos instalada una guerra de desgaste entre ambas fuerzas, ninguna de las cuales quiere ceder.

Así, mientras vemos volar algunos tópicos interesantes, como el soldado que no quiere serlo (Bowie, hijo de un general muy particular, que quiere ser músico a pesar de la tradición familiar), el líder "vamos a matarlos a todos" versus el militar que busca la paz y la diplomacia antes que la guerra, y las rencillas personales de algunos de los protagonistas y secundarios (ya que Jeanne es un simple chica de 17 años, aunque sea teniente, y es muy indisciplinada), van pasando los episodios.

La serie tiene un ritmo lento, más o menos justificado por esta "guerra de prueba", en la que los contendientes van testeándose de a poco uno al otro. Sin embargo hacia la mitad de la serie el ritmo avanza, cuando la guerra va escalando hacia posiciones ya totalmente irreconciliables.

Aquí aparece otro elemento que en Robotech estaba algo confuso: Zor, que es en realidad Seifreit. Los guionistas estadounidenses no tuvieron mejor idea que usar el nombre real de la raza para ponérsela a uno de los protagonistas, que de hecho no pertenecía a la misma. En fin, Siefreit es un Zor capturado, del que se termina descubriendo que es un espía, sin que él lo sepa. Uno de los tópicos interesantes de la serie es que los Zor capturan humanos para manipularlos a su gusto, haciendo que obedezcan sus órdenes y registren lo que ven, sirviendo tanto como pilotos de sus bioroids como también espías inconscientes.

Saifurito, como pronuncian Seifreit en japonés. Aprendes
a odiar el nombre cuando lo escuchas una docena de
veces por episodio, generalmente siendo gritado
varias veces seguidas por una protagonista algo histérica.
Aquí la trama tiene un punto fuerte, cuando parte de los militares quiere hacer público el descubrimiento, pero sus superiores quieren borrar toda huella para evitar la desmoralización general.

¿Recuerdan que en Robotech de pronto la Protocultura aparecía como una flor, y estaba relacionada con los restos de la SDF-1? Nada de eso, aquí tenemos una explicación bien clara y precisa de qué diablos estaba en esos tres montículos regulares que misteriosamente nadie se había puesto a investigar. No spoileo por si alguien quiere ver la serie, ya que, a diferencia de lo que sucedía en Robotech, acá tenemos una explicación interesante, muy ligada a la naturaleza de los Zor.

Otra de las comparaciones con las que sale bien parada la serie original con el enchastre de Robotech es la ausencia de la voz en off. Ciertos personajes tienen momentos muy especiales, y la serie plantea sutilmente los sentimientos (principalmente los amorosos) de los personajes: a veces con miradas o actitudes, sin siquiera una línea de diálogo, vamos viendo qué le pasa a cada personaje principal. A veces supones que un personaje gusta de otro, pero no ves ninguna señal de que esto sea así, y entras en la duda, y como hay poco o nulo espacio para la introspección, vas descubriendo con los hechos qué es lo que cada uno piensa o desea.

Esto es algo que me gustó, porque recuerdo lo burdo y repetitivo que era tener una voz en off que constantemente nos recordaba o explicaba lo que era evidente al final de cada capítulo.


En frío
Como dijimos antes, la serie tiene varios puntos fuertes al ser comparada con su adaptamutación protoculturosa. Principalmente, se entiende mejor: al no necesitar ser masacrada para soportar una locomotora y un vagón de cola, se defiende por sí misma y descubrimos varios puntos fuertes del guión. A diferencia de muchas series japonesas, que cuando terminan uno sigue sin entenderlas, quedan claros los puntos centrales de la trama: quienes son los Zor, por qué actúan como lo hacen, las motivaciones de los protagonistas, etc.

Sin embargo, a pesar de que la serie tiene varios de estos puntos interesantes, lamentablemente naufraga por su lentitud. Dije antes que hacia la mitad, se acelera, pero no demasiado, y sólo lo hace para repetir frenéticamente ciertos temas. Yo creo que la reescritura a la que se vio expuesta la serie la afectó, pero no se entiende cómo, teniendo menos tiempo, de hecho pareciera que los guionistas estuvieran estirando la trama como chicle. ¿Qué hubieran contado de haber tenido una docena más de episodios? En este sentido, los descubrimientos de muchas cuestiones relacionadas a los Zor siguen siendo "descubiertas", una y otra vez, por los personajes, incluso varios episodios después de haber sido develadas de manera bastante evidente, como si los guionistas pensaran que somos idiotas y vamos a olvidarlo.

Creo recordar que ciertos personajes nos eran vendidos en Robotech más exagerados de lo que aquí aparecen; no puedo decir si esto es así. Lo cierto es que Jeanne como protagonista no tiene mucha fuerza, es el típico chico/a que sigue su corazón y de milagro todo sale bien. A pesar de la trama fuertemente militar no hay nada de desarrollo técnico de los mechas, nada de estrategia. Cada uno de los contendientes prepara ataques supermasivos en apenas horas (o eso pareciera, porque no queda claro el tiempo que pasa entre episodio y episodio, creo que toda la serie podría suceder en menos de un mes o en un año). Hay muchos tiros y lo de siempre, a los protagonistas nunca los toca nadie, y todos los demás son carne de cañón.

¿Qué más puedo decir? La serie aprueba, no es mala, pero creo que sólo la disfrutarás si eres un maniático de Robotech como yo y quieras ir a la fuente y hacer algo como lo que hice yo, comparar impresiones de la infancia o adolescencia. Por lo demás, creo que no tiene mucho sentido verla.

Thor: The Dark World

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Sabemos que las secuelas son difíciles, y si encima resulta un cambio de un engranaje importante (en este caso, el director), a veces uno teme por los resultados.

Sin embargo, Thor: The Dark World emerge como una película sólida, entretenida, que aporta cambios interesantes al status quo del personaje, con cuidadas cuotas de humor, mucha acción (no sofisticada, pero tampoco del montón) y un guión completo y atractivo. Teniendo en cuenta que además reinciden los mismos actores y actrices de gran talento, el resultado es más que positivo.

Básicamente, lo que hace sólida a la película es la repetición de mucho de lo que estaba bien en la primera (los efectos especiales, la aparición importante de personajes secundarios interesantes, principalmente Heimdall y Sif) y le agrega algo de acción más al estilo de Avengers, aunque menos cómica y más "seria", por así decirlo. No es una película tan liviana como la que agrupa a la gran franquicia, y la ausencia de personajes que hagan bromas constantemente ayudan a pensar en que los riesgos que involucran a los personajes son más reales.


Reiniciando
¿Cómo comienza todo? La cinta tiene que continur tanto a Thor como a The Avengers, y sin embargo, en ninguna de las dos han quedado grandes cabos sin atar. Entonces se usa el viejo truco de buscar en el pasado un enemigo dormido al que se pueda enfrentar el día de hoy. Se nos cuenta entonces que una raza antiquísima de seres poseían el poder de dominar el Aether, una sustancia que disolvía la realidad y que tiene un origen tan extraño como misterioso, que se pierde en el origen del universo como tal.

Esta raza, los Elfos Oscuros de Svartalfheim, se enfrentó con los asgardianos, eones atrás. Su objetivo era destruir el universo para reformarlo utilizando el Aether. Sin embargo, en una épica batalla, Bor, el abuelo de Thor, logró vencerlos, con enorme sacrificio de sus tropas, y con lo justo. Sin embargo unos pocos de estos elfos oscuros, liderados por Malekith, sobrevivieron, y como el Aether no puede ser destruido, se mantuvieron dormidos por eones, esperando el momento de regresar para cobrar venganza por su mundo devastado. Lamentablemente, este despertar involucrará a Jane, la amada de Thor, obligándolo a regresar a la Tierra, a pesar de los problemas que todavía tiene Asgard manteniendo la paz en otros lugares.


En conclusión
Como hemos dicho antes, la película toma muchas soluciones ya probadas, y logra combinarlas de una manera a veces refrescante, a veces algo previscible, pero no por eso menos efectiva. El enemigo vive para la destrucción y la venganza, de la misma manera que lo hicieron en la anterior entrega los gigantes de hielo. Por si fuera poco, los personajes secundarios que rodean a Jane están para agregar el toque cómico, incluso cuando no haga mucha falta.

Sin embargo, hay algunas novedades y desarrollos muy interesantes, principalmente la relación de los personajes con un Loki prisionero en Asgard, que también termina enredado en los acontecimientos y que vemos nuevamente desplegando toda su retorcida astucia, de la mano de la perfecta actuación de Tom Hiddleston. Loki no sólo tiene muchas caras porque las inventa, sino porque él mismo es un personaje complicado, lleno de contradicciones, como el guión y el actor nos lo muestra de manera muy convincente. Mientras tanto, también vemos un progreso interesante en un Thor que deja de lado el uso excesivo de su martillo para intentar ser un buen líder y un buen rey el día de mañana.

En resumen, Thor: The Dark World, resulta una más que digna secuela de la anterior, siendo también una de las mejores películas de los superhéroes Marvel hasta la fecha, y una elección muy recomendable.

Cerrando las puertas

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El año se va como granos de arena. Aunque algunos días se mantienen en la mano, inevitablemente se caen; otros desaparecen rápido, muy rápido. ¡Ya se fue una semana!

En ese interín, temo haber perdido algunas oportunidades; el reajuste después de mi reemplazo, que terminó algo abruptamente, me dejó fuera de balance, y para cuando me doy cuenta, es diciembre. Y sin embargo, también se abren puertas, nuevas oportunidades.

Pude volver a dirigir mi juego, Aerith, lo cual representa para mi un pequeño logro y un gran avance. Para dentro de unos días tengo una mesa más grande, con tres jugadores, lo que me permitirá probarlo más intensivamente. Ya tengo listo un nuevo borrador, que quiero revisar para finalmente descartar el anterior, que está lleno de cosas anotadas en birome y con faltantes. En el verano quiero terminar los detalles de la ambientación. Y después, seguir probándolo y pasar a su edición. COMO SEA.

Ahora me estoy concentrando en los guiones, que se necesitan a raudales. Manejo varios proyectos y sigo involucrado con Términus. No pude contribuir en el número 4 por varias cuestiones, pero son experiencias de esas que uno tiene que tener cada tanto, para aprender de ellas. En resumen, no murió nadie, así que tampoco es para tanto; por lo pronto tengo mucho para escribir y aprender, y eso me encanta. 2014, con suerte, encontrará mi nombre y firma en varios lugares.

¿Qué más puedo decir? Me colgué un poco con este blog, y lo siento. Espero ahora poder darle algo más de contenido, particularmente volviendo a las reseñas de películas y comics, que tanto aprecio. Estoy comprando y leyendo más comics, muchos, muchos más comics, y tengo ya varios que merecen la pena ser recomendados.

En fin, cosas para hacer, cosas para mejorar, cosas para ampliar el día de mañana. Hay que pensar cada vez en más grande.