Satoshi Kon

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Hace unos días, leía con gran tristeza la noticia de la muerte de Satoshi Kon, gigantesco director de anime.

Aquí he reseñado dos de sus impactantes obras: Perfect Blue y Paprika. Para cualquiera que no sepa de sus enormes aportes al género del suspenso, valga el recordatorio.

Kon también colaboró en otras de las joyas, a veces olvidadas en Occidente, del anime: Memories, de Katsuhiro Otomo (yo, hereje, todavía no la he reseñado). Kon, en un impactacte debut, escribió el guión de la primera parte de esta antología, Magnetic Rose, al basarse en una historia de Otomo. Previamente había trabajado con él en otros proyectos de animación.

Dos años más tarde, Kon lanzaba Perfect Blue, sin duda una obra maestra, y comenzaba a recibir premios y alabanzas por su trabajo en otras películas y series animadas. Su marca argumental distintiva siempre fue el borrar la línea entre el sueño y la realidad, o la realidad y la ficción narrada por personajes dentro de la historia. Sus personajes son característicamente profundos y pasionales.

Con apenas 47 años, nos dejó a causa de un cáncer de páncreas, en medio de la producción de una nueva película, Yume Miru Kikai (La máquina de los sueños), la cual aparentemente iba a estar protagonizada por robot (!).

Afortunadamente, aunque su obra haya quedado trunca, no ha sido escasa, y siempre ha mantenido una gran calidad. No puedo hacer menos que recomendar las dos películas ya citadas.

Satoshi, te recordaremos siempre, y espero encontrarme con tus sueños en mi realidad, una y otra vez.

Hombres y animales

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- Tú eres un niño grande, Nippur, y crees que me haces reír. Tú hablas de hombres y amores. Y eso no existe. Los hombres son perros.

-He visto a los perros lamer a sus crías y morir peleando por sus amos, Ram. ¿Son los hombres menos capaces de eso?

Nippur de Lagash y Ram el Arquero, en Enathim y los enviados de la Muerte.

Green Lantern: First Flight (2009)

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Quinta en la ya larga lista de películas animadas directamente para DVD por DC, este primer vuelo de Hal Jordan como Linterna Verde es una buena opción para cualquier rato libre. Su cómoda duración de 75 minutos (como la mayoría de sus hermanas) y su rápida narración está acompañada, como es usual, por una muy buena calidad de animación y producción general.


Una historia muy contada, pero interesante
Un extraterrestre moribundo aterriza en la Tierra, cargando un extraño anillo con un poder que parece ilimitado. Dispuesto a no morir en vano, le pide a su Anillo que busque a un digno sucesor que continúe su tarea. El elegido es Hal Jordan, un piloto de pruebas que no se imagina la que se viene.

El Anillo lo transforma rápidamente en un superhéroe justiciero, pero también en miembro de una comunidad de policías intergalácticos conocido como el Cuerpo de Linternas Verdes.

Hasta aquí, la historia es la misma de todos los orígenes ya contados de este personaje. La historia de la película se articula sobre la base del subtítulo: Primer Vuelo. Hal Jordan debe aprender no sólo a usar su anillo, sino que debe demostrar a todos sus compañeros y a sus superiores, los Guardianes de Oa, que es lo suficientemente bueno para el puesto. Y si a eso le agregamos que se cuecen habas muy particulares dentro del Cuerpo, que hay traidores y apariencias que engañan, la acción está servida. Y en la mejor de las bandejas.


Producción
De nuevo sin descuidar ningún detalle, DC Entertainment nos presenta una película redonda por todas partes. Con la dirección de Lauren Montgomery, la directora de Wonder Woman (y posteriormente co-directora de Justice League: Crisis in two Earths), la película mantiene un ritmo de acción muy bueno, apoyado por una animación muy fluida y detallada.

Los diseños de personaje, si bien se puede decir que mantienen una estética a lo Bruce Timm, se apartan de la misma y presentan más detalles. Particularmente interesante es el vistazo que se nos proporciona a toda una galaxia de seres alienígenas, pertenecientes tanto al Cuerpo de Linternas Verdes como a simples civiles o malhechores. Como si fuera Star Wars, no vemos a dos iguales.



A esto hay que sumarle, por si fuera poco, las actuaciones de varios famosos y talentosos actores, lo cual no sólo agrega chapa al proyecto (por el peso de los nombres), sino también mucha calidad, ya que nunca son personas elegidas al azar. No por nada Andrea Romano sigue haciendo bien su trabajo. Detrás de la producción y los guiones, la gente de siempre: Bruce Timm y Alan Burnett, en colaboración con otros. ¿Se puede pedir más?


Luces y sombras
Una de los principales puntos fuertes de la película son las voces. Michael Madsen como Kilowog y Tricia Helfer como Boodikka la rompen. Además, hay diálogos y frases realmente muy buenos, aunque hay que decir que lo fundamental es la acción, y hay poco tiempo para profundizar en los personajes.

El punto no tan fuerte de la película es justamente ese. Si bien podríamos perdonar que ciertos personajes secundarios quedaran algo relegados, el hecho es que el protagonista tampoco está muy desarrollado. Rápidamente vemos a Hal Jordan pasando de ser un piloto de pruebas a ser un policía intergaláctico... y decís rápidamente es decir poco. Apenas unos minutos cubren todo. Esto, claro, no fue accidental ni un error, aunque pueda disgustar a muchos. El hecho es que una de las anteriores películas de la iniciativa animada de DC, Justice League: The New Frontier, trataba extensamente este tema, ya que el personaje y su origen eran centrales. No queriendo mostrar de nuevo lo mismo, y sin necesidad de meter mano en algo que no estaba roto, la directora y los guionistas prefirieron acelerar la historia del origen del personaje y dejar en segundo plano sus relaciones terrestres, para saltar casi directamente al espacio, verdadero escenario central de la trama.

En este sentido, descubrimos rápidamente que lo que la película promete, cumple. Es una buddy-movie de policías intergalácticos, un novato y un veterano, acción, suspenso y sorpresas a partes iguales.

De todas maneras, aunque esta falta de desarrollo esté justificada, sí se puede lamentar que ciertos personajes apenas tengan líneas o no hablen, a pesar de tener bastante espacio de pantalla. Un ejemplo es Arisia, quien podría funcionar perfectamente bien como interés romántico de Jordan a partir de la mitad de la historia (y/o en una deseable secuela), pero que pareciera ser muda, quedando más como damisela en apuros que como una Linterna Verde.



La edición argentina
Como comentario personal, tengo que decir que recién ahora veo la película, a pesar de haber sido editada el año pasado. Esto se debe a que, al enterarme de que existía una edición nacional, desistí de bajarla por Internet. Hipócrita sería quejarme de que no editan este material en Argentina, sino ayudo a las empresas que ponen el dinero para hacerlo y les demuestro que se vende.

La razón de haber tardado tanto fue principalmente que me resultó difícil encontrarla en los lugares de siempre. Después de haberla buscado durante meses con los billetes en mano, aproveché una promoción de un sitio de venta online y la compré junto con otras preciosidades como Appleeseed Ex Machina.

La edición es muy buena, con una sola y grave excepción: no tiene subtítulos en castellano!!! He de suponer que, como se trata de una película infantil (porque es de dibujitos, claro), el audio en castellano es más que suficiente, y el audio en inglés está para cumplir, porque venía gratis. Menos mal que, por las dudas, tenemos los subtítulos pra sordos en inglés, para los que teman no entender el audio original.

De todas maneras, no existe excusa para no verla. Si bien no la podemos calificar de magistral, es un buen entretenimiento y una buena película, con algunos momentos de acción realmente memorables y una buena base para una continuación, aunque esto, lamentablemente, no suele ser el caso con este emprendimiento animado de DC.


Destruyendo la cultura

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No tienes que quemar libros para destruir la cultura. Sólo conseguir que la gente deje de leerlos.
Ray Bradbury
(si no sabes quién es, ya te han atrapado!!!)

Inception (2010)

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El domingo pasado me escapé a ver Inception. Tuve que soportar toneladas de gente haciendo cola, gente que comía en el cine como desaforada, e incluso alguien que conversaba por teléfono hacia el final (no la maté a golpes por obvias razones: quería seguir viendo la película).

Nada de eso importa.

No voy a decir nada más sobre la película. Es tan excelente que simplemente saber algo arruinaría todo. Simplemente vayan a verla. Puede ser que nos les parezca magistral, como a mí, pero no creo que les disguste. Como mucho, no la entenderán :D

Gracias a dioses como Nolan, el cine sigue vivo.

El Día del Tentáculo, parte 3 (domingo)

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Después de comer, mi principal preocupación fue la charla. No presumo de ser "EL orador", pero sé sobre qué puedo hablar durante un buen rato sin pisarme, así que, al igual que en la charla que di en Rosario Juega Rol, no había preparado nada. Después de todo, ¡estuve como 8 meses con ese libro!

Una vez localizado el lugar de la charla, me dediqué con la ayuda de algunos amigos a llevar las correspondientes sillas y ordenar todo. La convocatoria tardó un poco, pero pronto la sala se llenó bastante, y arranqué. A los pocos minutos comenzó a llegar más gente, hasta el punto en que en ciertos momentos hubo personas paradas. Yo calculo unas 30 personas, lo cual no está nada mal.

Fernando, el muchacho de Santiago del Estero que fue uno de los primeros compradores de mi libro, me preguntó si esta vez la charla podría ser más interactiva. Acepté gustoso. Por otra parte, Necrocow me había planteado que la charla durara media hora, al igual que la que di en Rosario. Pero como la charla en sí se había demorado mucho en iniciarse, había varias mesas que ya habían terminado (eran las 15 horas), y Necro se sentó como un oyente más. Así que decidí que, si nadie se quejaba, yo seguía.

Y seguí. Lo bueno de agregarle preguntas y comentarios fue que el público era educado, generalmente experimentado y para nada del tipo "vos no me vas a venir a enseñar a mí como hacer esto". La combinación fue buena, con interesantes aportes y preguntas que me permitían ahondar sobre algún aspecto en particular.

Se nos fue así casi una hora, poco más o poco menos. Detrás de la charla venía la Trivia de SW, algo que yo no sabía, pero en fin. Lo único que podía detener la charla era llegar al final del libro. Y la llegada de un amigo mío, con quien había acordado tener una buena charla.

Así que cuando Lisandro me avisó por teléfono que estaba ya en el Centro Cultural, comencé a cerrar la charla, y terminé cuando él se presentó en la sala. De serles sincero, me pareció un poco egoísta en un punto, pero sabía que pronto iba a tener que volver a Rosario y él se había tomado parte de la tarde para charlar. No quería hacerlo esperar, y además, la charla ya había duplicado su duración estimada. No creo que muchos se hayan molestado.


Mi charla con Lisandro
Nos une la amistad, pero también el espanto. Bueno, algo así. Con Lisandro y otros dibujantes he creado una amistad basada en mails, participaciones en FaceBook y alguna que otra, muy aislada, conversación personal. En ella el tema de la vocación y de la búsqueda de un trabajo en donde uno pueda desarrollar todo su potencial es central. No son pocas las personas que conocemos que, teniendo un talento y una dedicación completa al dibujo, tienen que vivir de cualquier otra cosa, a veces con resultados algo tristes. Claro que somos partidarios de intentarlo hasta la muerte. Pero a veces hace falta algo de ayuda mutua, de sobrellevar las penas en conjunto.

En realidad, la charla fue bastante interesante y esperanzadora. Viene Crack Bang Boom y también Dibujantes 2010. Un mes de octubre que todos ansiamos ver en el horizonte (aunque no falta mucho). Fue una charla sobre trabajo duro, sobre lo que hace falta para ser grande: trabajo, trabajo y trabajo. Dedicación total, completa y absoluta. Fue una charla sobre las oportunidades del futuro, sobre cómo nos gusta trabajar, sobre lo que estamos haciendo y lo que queremos hacer.

Lo único malo es que estas charlas las tengo cada muchos meses. Pero bueno, espero que en octubre podamos tener varias más.

Sorteos!!!
Mientras yo hablaba con Lisandro, el evento iba concluyendo. Varios stands fueron desarmados, incluyendo uno en donde yo quería comprar (pero mejor, porque hubiera sido de gula, y este mes venía complicado).

Retrasamos un poco la partida, pautada para las 18 horas, para poder participar correctamente de los sorteos de grandes cantidades de material rolero. Perra suerte la mía, con algo así como 15 números y nada. Pero bueno, es así el azar. Lo bueno es ver que alguien gane, no importa si soy yo.

Una vez terminado este trámite, nos fuimos con relativa rapidez (tardamos como 20 minutos en organizarnos), muy contentos de haber participado de algo tan lindo.


Otras conclusiones
El evento me sirvió también para vender 3 de 4 libros que llevé impresos. Uno quedó en Paraná, en manos de Necrocow, quien ya me los había pedido antes en Rosario Juega Rol. Los otros dos fueron a compañeros del club. Espero que todos lo disfruten por igual de mucho.

El viaje de regreso fue una experiencia épica en sí misma. Estaba muy cansado, no físicamente pero sí algo molesto por cuestiones personales que no vienen al caso (ningún problema con mis compañeros de aventuras o anfitriones, aclaro por las dudas). Pero creo que me animó mucho y me levantó el ánimo, no paramos de reirnos en todo el viaje, sobre todo teniendo en cuenta que nos perdimos un par de veces (gracias a que el vehículo guía no usaba el GPS como debía, pero en fin...)

Espero que a los organizadores el evento les haya resultado muy provechoso, y pronto tengamos otra excusa para pasar uno o dos días en Paraná.

El Día del Tentáculo, parte 2 (domingo)

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Sin tener un horario fijo para llegar, y sin el compromiso de jugar de mañana (de hecho, casi nadie de nuestro grupo iba a jugar, sino simplemente a pasar el día y hacer sociales), nos despertamos cada uno por separado. Mi pieza fue la primera, a eso de las 8. Había dormido tan bien que no me costó ni un poco.

Desayunamos acompañados de choferes brasileros, y nos tomamos tanto tiempo que yo pude hacer lo que creí imposible: ver gran parte de la carrera de Fórmula 1 que se disputaba en Hungría. Si hasta pude observar cuando el tramposo de Hamilton se quedó por problemas mecánicos!!! El día empezaba muy bueno, ciertamente, con Alonso entre los tres primeros. En fin, que para las 10 ya se habían despertado todos y estaban comiendo o terminando de hacerlo. Luego partimos raudamente en los dos autos que formaban la comitiva.

Las subidas y bajadas de la ciudad guardaban hermosos paisajes urbanísticos. Quedé encantado con lo que vi: Paraná está lleno de casas antiguas, como las que pueblan Rosario, y desprovisto de esos edificios aberrantemente incrustados en cualquier parte sin ton ni son. Claro que, por lo que me dijeron dos amigos paranaenses, es una ciudad mucho más aburrida, pero me quedé con muchas ganas de volver con una cámara y pasar días retratándola.

Confundidos por una dirección que no era, finalmente nos encontramos con el Centro Cultural Juan L. Ortiz. De entrada, me sorprendió el entorno: un precioso día soleado, palmeras, pájaros gritando, el río y trenes antiguos en una estación olvidada. Nada más entrar veo una sorpresa que me deja mudo: hay un tren dentro del Centro Cultural!!! Y los vagones son oficinas!!! Ni hablar de la hermosa locomotora marca Fiat que, perfectamente preservada, posa junto a las pasarelas.

A todo esto el grupo ya había pagado su contribución, comprado rifas y exploraba las opciones de compras. El stand de miniaturas de plomo de Thule era un lugar obligado, en el centro de la escena. También había remeras pintadas, comida casera, accesorios para otakus y un gran stand de El Nido Rol. ¡Y yo con poca plata!

Bizarreamos una partida loca entre nosotros, hasta que las acusaciones (en cierto punto, ciertas) de nuestro compañero Satch nos alertaron de que no estabamos haciendo las sociales que pretendíamos. Así que Ibex se fue a jugar un wargame alucinante de aviones de la Gran Guerra, y cada uno por su lado. Yo me quedé dando vuelta y mirando cosas que no podía comprar, charlando con Necrocow y alguno más de los organizadores, etc. Hasta que nos empezó a picar el estómago y pedimos comida, que llegó aberrantemente tarde y fría. Pero era lo menos importante, ya que la estábamos pasando muy bien.

Así se fue la mitad del día. En mi experiencia al menos, la segunda parte fue la más divertida y enriquecedora, así que la contaré aparte.

El Día del Tentáculo, parte 1 (sábado)

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Invitados hace ya un buen tiempo por nuestros amigos de Paraná, que se acercaron a Rosario Juega Rol 2010, nos veníamos organizando para ir en caravana hasta su hermosa ciudad costera, del otro lado del río que le presta su nombre.

El evento: El Día del Tentáculo, que tendría lugar el domingo 1º de agosto en un centro cultural de dicha ciudad. Se prometía rol, juegos de tableros, venta de miniaturas y otras cosas. Por mi parte, estaba también invitado a dar una charla sobre mi reciente libro, Cómo crear un mundo de juego.

Si bien por motivos personales no pude acompañar al grupo rosarino en el temprano viaje de ida, el sábado por la mañana, no dudé en tomarme un colectivo y aburrirme por tres horas viendo una película que
  1. ya había visto en otro viaje
  2. estaba rayada, saltaba y se tildaba hasta que finalmente no pudo más y murió.
Como se hizo de noche tampoco pude leer, así que no me quedó otra más que mirar por fuera de la ventanilla, deporte que por otra parte practico frecuentemente.

En fin, que llegado a la terminal y taxi mediante, aterricé en plena celebración rolera. Me recibió una larga mesa llena de exóticas pizzas colmadas de cebolla y aceitunas negras, palmitos y salsa golf, ananá y otras cosas que en mi vida soportaría comer sobre masa de pizza. Intrigado sobre la escasa variedad del menú, ya que todas era iguales, y muerto de hambre porque había olvidado comprar comida para el viaje, comí varias porciones mientras las pasaba con cerveza y anécdotas roleras. No me puedo quejar, una cosa hermosa del rol es poder hablar del mismo con un grupo de amigos mientras se come y se bebe bien.

Como todo lo malo termina, finalmente llegaron las pizzas de roquefort y las especiales de queso y jamón de toda la vida, y lo bueno continuó por un buen rato. En la mesa había una decena de rosarinos, todos integrantes de Sierpes del Sur, además de un santiagueño, un porteño (gracias Satch por todo!!), además de gente de Paraná y de Santa Fe.

A todo esto, ya había descubierto que ninguna de los dos pares de pilas que llevé para la cámara tenía carga (mala coincidencia), así que decidí depender de las imágenes ajenas. Detalle aparte, nos fuimos antes de terminar de comer todas esas exóticas pizzas de ananá y aceituna (sigo sin comprender para qué pidieron tantas si después no se las comían - ya sé que era un pizza libre, pero no desperdicien!) y cada uno partió para su lugar de hospedaje.

El nuestro era un hostel bastante bueno pero económico, en el cual nos recibieron sin problemas. Tardamos mucho en acomodarnos, y para colmo, después nos quedamos jugando In a Wicked Age. Yo tiré la toalla a eso de las 03.30, con la promesa de que estaban por terminar en poco tiempo. Después me enteré que siguieron una hora más, y murieron casi todos. A todo esto, el muchacho que atendía el hostel a esa hora se quedó un buen rato viéndonos rolear. Fue una experiencia rara, porque el juego plantea argumentos duros y para colmo, varios personajes eran femeninos, lo cual sumaba a la discusión iniciada en el foro recientemente, sobre si un rolero debería/podría interpretar a una mujer. Lo que destaco es que en ningún momento se hicieron bromas al respecto ni nadie hizo chistes estúpidos, etc.

En fin, me acomodé como pude en la parte superior de la cucheta de la pieza de cuatro, tratando de no despertar a los dos compañeros de habitación que ya dormían. Fue el final del primer día, y faltaba tanto!!

Altered states

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El niño sonámbulo (en realidad, hombre que recuerda su pasado) se desdobla, al igual que la imagen en el agua-espejo que es la piscina nocturna, mientras corre, sin saberlo, hacia el descubrimiento del hecho que cambiará su vida. Esta imagen, de una película que vi recientemente (no la mencionaré para no matar el suspenso) me puso a pensar en el recorrido muy gratificante que vengo haciendo sobre los estados mentales alterados, y principalmente la dinámica entre realidad, sueño, recuerdo y percepciones únicas.

Lo cual me lleva a Nosferatu, a El Gabinete del Doctor Calegari y el descubrimiento algo tardío del profundo significado del expresionismo, que tuve en los últimos años de la universidad. Ciertamente había leído algo del tema, ya que asistí a un buen secundario y siempre fui de leer de todo. Pero la fuerza de esas imágenes me moldeó el alma artística. Los zigzags, las proporciones desproporcionadas, los fuertes contrastes (no solamente lumínicos), los movimientos bruscos, todo eso me quedó grabado de una manera especial. Aún ahora, tengo ideas de mover todo eso a una serie de historias gráficas. No puedo filmar, apenas puedo pretender hacer guiones de comics. Y me resultaría hermoso experimentar con eso.

Le comentaba a un amigo la escena de la película ya citada, y el goce que me había dado, él me citó otras en donde hay una experimentación similar. Yo recuerdo Donnie Darko y ese ir y venir entre lo que fue y será, lo que es y ya no es. Particularmente en la edición del director, que tiene un final apenas más sutil, justamente por ser más explicado.

I find it kinda funny, I find it kinda sad
The dreams in wich I'm dying are the best I ever had

...dice bien clarito el estribillo de la genial Mad World, que le da un final mágico a esa película. No pocas veces he soñado cosas extrañas que me han relajado más que los sueños placenteros. Sin ir muy lejos, hace poco he soñado (premonitoriamente, sólo si ocurre) con la muerte de un familiar que ahora tiene unos problemas de salud, potencialmente graves. He llorado, he hecho duelo y varias cosas más en unas pocas horas de sueño. Y me parece lo más normal del mundo, como si viajara al futuro.

Los últimos días, fríos y oscuros días de invierno, estuve leyendo frenéticamente Mort Cinder, de la genial dupla Oesterheld/Breccia. Un dejo de la prosa del Eternauta más un descubrimiento, también tardío, del genial artista del comic en blanco y negro. Breccia presenta una realidad borrosa, y a veces los textos de Oesterheld parecieran estar ahí para explicar que esa mancha es un manojo de manos, o que el zigzag negro es una sombra ominosa. Y es que el protagonista recién los ha visto, y su mente no termina de comprender qué es, y cómo puede estar allí algo tan terrible, tan innombrable. Recuerdo las viñetas de las adaptaciones de Lovecraft que hizo Breccia, y comprendo totalmente lo que menciona Saccomano en la introducción al libro que leo. Mientras Lalia (a saber, discípulo de Breccia, y próximo homenajeado de nuestra Dibujantes 2011) nos presenta una adaptación más decimonónica, con grandes decorados destruidos por el tiempo y la ruina y rostros igualmente deformados por la locura y el espanto sin edad, su maestro, con una visión más expresionista, onírica y surrealista, nos pinta la falla de la percepción racional que los protagonistas sufren al ver algo que no tiene nombre. Saccomano, en el prólogo, cita a Massota: "el horror no está aquí representado directamente, sino que representa el modo de representarlo".

De tanto leer Mort Cinder, de tanto descifrar las manchas de sus viñetas, el otro día soñé que quedaba perdido en una región extraña de mi ciudad, conocida pero al mismo tiempo irreconocible. Edificios en decadencia y largas matas de hierbas poblaban el lugar. Me había confiado al creer poder orientarme, pero todo era diferente al doblar la esquina. Me desperté algo asustado. Después recordé que el lugar sí me era conocido. Era el mismo, pero era otro.

No puedo menos que cerrar con una pequeña parte de Come Back, una de mis canciones favoritas de Pearl Jam. Si Black me acuchillaba el alma, en una época en donde una desilución amorosa muy fuerte me impedía escucharla, esta me reclama los recuerdos de mujeres que nunca he conocido.


If I don't fall apart, will the memories stay clear?
So you had to go, and I had to remain here

[...]

And the days, they linger on
And every night, what I'm waiting for
Is the real possibility I may meet you in my dream

And sometimes you're there
And you're talking back to me
Come the morning I could swear you're next to me

And it's okay.