Etapas

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Varios hechos se acumulan. Pero tal vez el más relevante aquí sea que la semana pasada cerré una nueva etapa en cuanto a juegos de rol. Dí por concluida, al menos por ahora, una mesa de Star Wars Saga Edition que tuvo una duración considerable. Sinceramente no recuerdo la cantidad de partidas, pero calculo que fueron unas 7/8, cada quince días. Lo único que tengo que lamentar es que tuvo un gran bache entre la cuarta y la quinta, creo, y que a veces no logré mantener a los jugadores totalmente enfocados en la misma (ellos hicieron su parte, yo tal vez no tuve las ganas suficientes como para encarar todas las cosas que debería haber encarado).

La causa del cierre, al menos temporal, es principalmente la falta del tiempo que me gustaría tener para preparar una partida como se debe. Soy de tener ideas rápidas y por lo general, terminaba arreglando todo el viernes. No sé si mis jugadores lo notaron o no; tal vez no buscaban LA CAMPAÑA QUE CAMBIARÁ MI VIDA y lo que les daba era suficiente.

Por otra parte, si bien tengo mucho respeto por el sistema de reglas, y me gustaría volver a usarlo (como jugador o DJ), no termino de congeniar con él. Soy lento para aprender las reglas, me pierdo en los manuales, y siempre termino improvisando o preguntando. Y como mis jugadores no tienen los manuales y saben algunas cosas de oídas, no siempre estábamos de acuerdo conmigo o tenían el dato necesario. Supongo que todo se solucionaría con jugadores más informados y por eso no puedo decir que el reglamento sea malo: de hecho me ha parecido muy bueno, incluso cuando no le saqué todo el jugo que tenía.

¿Qué sigue? Por ahora, creo, unos sábados sin rol, o participaciones esporádicas si en el club (donde nos reuníamos) surge algo interesante. Me gustaría probar Marvel, por ejemplo, ya que hay una mesa, o algo así. No lo sé. Lo cierto es que por ahora quiero ir de jugador habitual, algo que hace mucho, mucho tiempo no hago.

Para el año que viene, volveré como DJ, pero de algo totalmente nuevo. Un anhelo muy grande que ahora encaja perfectamente con otro de mis planes. Ya verán.

Looper (2012)

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Cada tanto me encuentro con alguna película que resulta difícil de reseñar sin destruir la sensación del espectador. Más allá de los spoilers, que evito, hay comentarios, críticas y reflexiones que debo dejar de lado para no revelar demasiado. Looper es una de ellas. Y sin embargo, no lo es por lo que muchos podrían llegar a pensar.

Entonces, ¿qué se puede decir? Pues poco más de lo que menciona el trailer. Looper tiene lugar en un 2044 caótico, no postapocalíptico pero sí al borde del desastre. Un mundo actual llevado al extremo por la falta de recursos, en donde la vida vale poco y nadie llamará a la policía para denunciar un tiroteo en la puerta de casa.

En ese momento no existe la tecnología para viajar en el tiempo, pero esta es inventada unos treinta años más adelante. Como para ese entonces resulta muy difícil matar a alguien y eliminar su cuerpo sin dejar rastro, las organizaciones criminales hacen un uso muy inteligente de esta tecnología prohibida: capturan a sus presas y las mandan al pasado.

En ese momento entran en acción los loopers, matones que ejecutan en el instante a los viajeros, quedándose con la paga en lingotes de plata y oro, que viene junto con la víctima. Luego del asesinato, el looper elimina el cuerpo y se queda esperando su próximo trabajo.

El personaje principal de la historia es Joe, interpretado por Joseph Gordon-Levitt. Se trata de un joven looper, bastante respetado por sus colegas, que se dedica a su trabajo de manera bastante normal, gastando su dinero en drogas, prostíbulos y coches de lujo como el resto de los de su casta.

Sin embargo, sucederá algo que cambiará totalmente su forma de vida. Un día en particular, aparece frente a su arma un blanco diferente... ¡él mismo, 30 años más viejo! El Joe más adulto, protagonizado por Bruce Willis, logra escapar de su ejecución y comienza una carrera contra el tiempo. O, si somos más exacto, varias carreras contra el tiempo.

Tal vez esta es la mayor riqueza de la película, el hecho de que tiene varios niveles. Por un lado es una película de ciencia ficción que explora tópicos del viaje en el tiempo y futuros nada deseables.

Por otro lado, es una película de gangsters, que nos mete en una sociedad corrupta en donde la vida vale poco y a veces ni siquiera el dinero es suficiente.

Finalmente, en un tercer nivel están las historias íntimas de los personajes, sólidos y bien armados, quienes tendrán que tomar decisiones morales complejas, de profundas consecuencias. Sobre todo teniendo en cuenta que lo que hagan influirá doblemente, sobre el futuro y presente que viven.


Una película fuera de serie
Es lo primero que pensé apenas comenzaron a pasar los títulos, después del silencio que se llenó de aplausos. Lo cierto es que esta película puede confundir a algunos, ya que si bien es una historia de acción y suspenso, no es simplemente eso. Particularmente, la presencia de Willis puede llevar al cine a muchos espectadores que luego no disfruten de la misma.

Si comparamos películas de este actor, estamos frente a un papel más cercano a 12 monos, salvando las claras diferencias. Looper no es una película de acción adrenalínica, llena de explosiones y persecuciones, y plagada de efectos especiales. De la misma manera, aunque incluye viajes en el tiempo, tampoco es una película que se centre en estos, sino que simplemente son una herramienta más para narrar la historia.

Por otra parte, se agradece que a pesar de los varios niveles de género (como dije antes, se mezcla la ciencia ficción con ciertos tópicos de las películas de gangsters, amén de algunas meta-referencias a otras cuestiones), la narrativa está bien cuidada y la historia no presenta vueltas de tuerca absurdas ni situaciones forzadas. Como bien comenta el director y guionista, él como fan de la ciencia ficción sentía muchas ganas de contar muchas más cosas sobre el futuro, pero no cayó en la tentación de poner personajes que explicaran estos detalles en largas e inútiles líneas de diálogo. Todo se nos presenta a la vista, y lo que no está explicado da espacio para la acción y el movimiento de la trama.

Ciertamente, la película está perfectamente afinada para contar la historia que debe contar, no sobra y falta nada, logrando una armonía casi perfecta entre guión, personajes, puesta en escena y actores. Tema que merece un capítulo aparte.

Las actuaciones
Sin duda, una de los principales desafíos de la película era presentar a un personaje durante dos etapas de su vida muy separadas, ambas interpretadas por actores de renombre (siendo uno una leyenda).

Solamente por esto ya tenemos que aplaudir a Joseph Gordon-Levitt, y de pie. Más allá del maquillaje o lo que sea que han hecho para que sus facciones se aproximen a la de Bruce Willis, su estudiada interpretación de posturas, miradas y actitudes logran convencernos de que estamos frente a la misma persona. Algo que, junto con sus papeles en Inception y The Dark Knight Rises, nos termina de confirmar que es un actor de esos que hacen historia.

Pero por si fuera poco, contamos con un Willis sólido, en un papel más que interesante, a una Emily Blunt que sigue siendo muy efectiva (la conocí en El diablo viste a la moda, y la volví a ver en The Wolfman). Mención aparte a un par de personajes que no puedo nombrar, llevamos adelante por actores también muy interesantes.

En resumen
Nos encontramos frente a una película que, sin estridencias, exageraciones ni falsos artilugios, nos cuenta una historia muy interesante, que muchos, espero, sabrán apreciar. Una historia que invita a desenterrar muchas cosas y a volver a ver la película, además de ameritar una buena charla de café o cena con amigos.

Sinceramente no esperaba esto, esperaba justamente lo que dije antes: una buena película de acción y ciencia ficción, sin demasiado relleno. Pero de pronto ves que el relleno es más importante que la galleta que nos muestran, y eso es algo poco común hoy en día. Tengo que decir que, en algún punto, Looper me ha hecho recuperar la esperanza en el cine de Hollywood. Es una película muy recomendable, que algunos ya marcan como clásica o de culto. Si bien hay que esperar para ver si esto sucede, creo que envejecerá muy pero muy bien, y marcará uno o dos puntos a tener en cuenta el día de mañana.

El director admite que está preparando otras películas, también de ciencia ficción, y no puedo esperar a ver qué salen. Mientras tanto, espero también que otros directores y productoras empiecen a pensar en cosas mejores, ahora que el auge de las remakes, secuelas y precuelas vacías parece estar pasando de moda.

Para las que la vean, más adelante haré una entrada para plantear algunas de las lecturas que hice luego de verla; un poco como pasó con The Dark Knight Rises.

Dredd (2012)

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Hace tiempo venía esperando la oportunidad de ver esta película, reboot de un personaje emblemático para el ciberpunk y la ciencia ficción más sucia y violenta de los últimos años. El resultado de esta espera es en general muy bueno, y todo lo que podemos decir es positivo.

La historia es conocida para muchos, pero no está de más revisitarla. En un futuro distópico y postapocalíptico, la ciudad de Mega City Uno es un gigantesco conglomerado de edificios antiguos y de unidades habitacionales, equivalentes a pequeñas ciudades, que se extiende por gran parte de la superficie estadounidense, en medio de un desierto mortal producido por una guerra atómica.
En esta gigantesca megalopolis, las tasas de delito son alarmantes, y como bien reza la cinta al inicio, "lo único que lucha por poner orden en el caos son los hombres y mujeres del Departamento de Justicia". Estos son los Jueces, individuos que son jueces, jurados y ejecutores.

Con una ciudad de semejante tamaño y complejidad, en la que la vida no vale nada, no es de extrañar que incluso a los Jueces (que no se caracterizan precisamente por su misericordia) la situación se les esté yendo de las manos. La situación es crítica, muchos jueces novatos mueren en sus primeros días, y las pandillas que viven a costa de la venta de drogas sintéticas se vuelven cada vez más peligrosas y sanguinarias.

En este contexto, a uno de los Jueces más duros del Departamento (Dredd) se le asigna la supervisión de la novata Juez Anderson, quien en realidad todavía no está totalmente autorizada ejercer como tal. Con un aspecto frágil e inocente, Anderson no ha alcanzado, técnicamente, los estandares necesarios para ser una Juez en pleno derecho, pero algo la distingue del resto. Es una mutante que tiene fuertes capacidades psíquicas. Esto la pone por encima del resto, convirtiéndola en una de las esperanzas del departamento.

Es entonces, en un típico "día de entrenamiento", en el cual Anderson debe ser aprobada o rechazada por Dredd, cuando los dos jueces muerden algo más de lo que esperaban y terminan enfrentándose a un reto que parece imposible de superar.


Los actores y las actuaciones
Uno de los detalles que me interesó de la producción de la película es que su presupuesto era bastante modesto para lo que se estila ahora: apenas 45 millones de dólares. Siendo producto de una serie de empresas británicas, se filmó en Sudáfrica y empleó a actores poco conocidos pero muy efectivos en lo suyo. Se trata de una cinta que se basa más que nada en una historia simple, pero buena, en un guión directo, vacío de falsas pretenciones y giros imposibles (a los que Hollywood nos tiene muy acostumbrados) y que depende más de los actores que de explosiones y efectos especiales absurdos.

En este sentido, hay que mencionar que el protagonismo es total: Dredd y Anderson, interpretados magistralmente por Karl Urban y Olivia Thirlby. Pocas veces he visto una dupla tan bien pensada y realizada, tanto en cuanto a lo argumental como a lo actoral.

Por un lado, Dredd encierra todo lo que es el trabajo como Juez. Se trata de un individuo frío, de pocas palabras, eficiente como una máquina, rápido para citar el código legal y sin ningún tipo de misericordia a la hora de obedecerlo, incluso aunque arriesgue vidas inocentes. Urban logra en esta actuación una nota muy alta: su personaje nunca se quita el casco, por lo que no podemos saber realmente qué está pensando al no ver sus ojos. Su actuación se reduce a lo físico, a su boca (siempre con un rictus de dureza y desagrado) y a una voz rasposa y dura que según comenta, le costaba mantener. De nuevo, como con el presupuesto para efectos especiales, la película muestra como al tener pocos recursos y usarlos bien, los resultados son muy buenos.

Su contraparte, no podría ser más diferente. Frágil y tímida, decidida en cuanto a lo físico pero temiendo las consecuencias morales de sus acciones como Juez, Anderson es una persona idealista, que quiere ese cargo para marcar una diferencia. Más que matar criminales, busca separar la paja del trigo en una sociedad en la cual muchos son obligados por las circunstancias a no ser tan buenos como querrían. Esto es algo que sus poderes le facilitan, pero también es lo que la enfrenta con Dredd: donde el Juez ve a culpable, ella ve con su mente por qué esa persona terminó siendo como es. Lo cual le agrega dudas cada vez que debe apretar el gatillo.

El resto del protagonismo cae sobre la villana, Ma-Ma, jefa de un cartel de narcotraficantes de una droga llamada Slo-Mo, la cual está haciendo estragos en toda Mega City. Los secundarios son menores y están bien ubicados como para hacer mover la trama, pero no exhiben más desarrollo que lo necesario.


Acción sin prejuicios
Sin mostrar asco por la anatomía humana siendo destrozada de diversas maneras, incluyendo incendios, tiroteos, explosiones y defenestraciones, la película es más que fiel al género. De todas maneras, el director sabe hasta donde mostrar para que tampoco sea una película gore, o una exageración sin sentido.

Aunque obligado a verla en 3D (no sé si salió en 2D), rápidamente me olvidé que la estaba viendo en este formato, en parte porque fue filmada directamente en él y no sufre las aberraciones de la pos producción. En parte, también, porque la película no busca abusar del formato y no siempre hay escenas que lo aprovechen del todo.

Visualmente se trata de un producto sólido, que no sobresale sobre otros, pero justamente porque estamos viendo una sociedad en decadencia, sucia, mortal, oxidada, sangrienta y corrupta. La estridencia hubiera sido contraproducente.

A diferencia del comic y de la adaptación de 1995, las armas, los uniformes y los vehículos son bastante realistas y prácticos para los personajes. Mención aparte para la moto de los Jueces, la Lawmaster, que suena como nada que haya escuchado antes y a pesar de ser sencilla, es imponente. Se lamenta un poco no verla más a causa de cuestiones argumentales. Tampoco nos podemos olvidar de la famosa Lawgiver, el arma de los Jueces, capaz de disparar todo tipo de munición y poner orden en el caos.

Una de las razones por las que me interesaba ver la película era por la aparición del Slo-Mo (por "slow motion"), la droga que está destruyendo Mega City y que los Jueces deben destruir. La misma hace que el sujeto alucine al ver la realidad en cámara lenta, algo que ya desde el trailer vemos como un interesante recurso visual.

La acción de la película, es decir, tiroteos y explosiones, transcurren en tiempo real y son, justamente, bastante realistas (hasta donde el género lo permite, claro). Sin embargo queda dentro del arsenal del director el recurrir al uso del slo-mo para ver el mundo de los narcotraficantes y los adictos, y cómo ven ellos lo que sucede cuando los jueces intervienen. Uno de los puntos positivos de la película es, justamente, que no se abusa de un recurso ya gastado en Hollywood sino que se le da un peso interesante, útil para la trama visual.


El veredicto
Se trata, en suma, de una película recomendable, que no aburre ni satura porque dura lo que debe durar (95 minutos), sin aguar el argumento para meter las malas vueltas de tuerca de siempre. Aquí y allá se lamenta la falta de alguna pequeña escenita o momento, sobre todo del lado de Anderson, pero no podemos dejar de lado que Dredd es el protagonista.

Sinceramente me quedo esperando una secuela, tanto para ver más de este mundo decadente como para saber qué sucede con Anderson y Dredd. Pero también, para ver a las productoras pequeñas mostrando cómo se puede hacer cine para adultos, de acción y violencia, fiel al género, y con gran calidad visual, argumental y narrativa, por la mitad de cualquier superproducción de Hollywood.



De nuevo, ¿qué hacen los niños aquí?
Los que leen mis reseñas de películas sabrán que ya lo he contado varias veces. Pues aquí va de nuevo: en una función de medianoche, una pareja lleva a un niño de 5 años a ver una película para mayores de 18, llena de violencia muy, muy explícita.

Obviamente después de varios chistidos y de preguntar y decir cosas que no vienen al caso, los padres le ordenaron que durmiera, tras lo cual el niño seguramente se dedicó a tener una pesadilla que involucraba personas siendo asesinadas en cámara lenta. Es realmente lamentable que siga pasando esto, no sólo porque moleste a los otros espectadores, sino porque puede realmente causarle problemas a un niño tan pequeño.

Que que claro que disfruto de una película de acción como cualquier otro, pero es una irresponsabilidad que un padre lleve a un niño de esa edad a ver una.

Revista Terminus, a imprenta

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Como comentaba en una entrada anterior, hace tiempo venimos trabajando con un gran grupo de dibujantes y guionistas rosarinos (y algunos felizmente infiltrados de otros lugares) para crear una revista de comics de género policial, fantástico, de ciencia ficción y terror.

Bueno, pues finalmente tengo la oportunidad de avisar que la revista se encuentra en imprenta desde hace unos días.

Con esta magnífica portada obra de Maximiliano Bartomucci en lápices (ex alumno de Marcelo Frusín) y Germán Peralta (actual asistente y colaborador de Eduardo Risso), Terminus reúne numerosas historias e ilustraciones de los géneros ya mencionados (entre las que se encuentra una guionada por mí).

La revista estará a la venta a partir de los primeros días de noviembre, aunque posiblemente en Rosario la tengamos disponible unos días antes.

Espero que les interese, les guste y nos ayuden a continuar con la misma, particularmente dándola a conocer y recomendándola a sus amigos y conocidos comiqueros.

La verdad es que todavía no me lo creo, pero hemos trabajando tanto que definitivamente no es un sueño.

Llenando huecos

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Hasta hace unos días, estaba un poco bloqueado. Tenía en mente un solo gran proyecto, el cual, casi como el monocultivo de soja, me dejó algo cansado y aburrido. Así que me tomé unos días para hacer otras cosas y comprendí, justamente, que tenía que hacer otras cosas.

De hecho tenía muchas pequeñas cosas para hacer acá y allá, así que me motivó el tener que hacer cosas menores todos los días. Es decir, proyectos más chicos.

Así que entré en una etapa de mayor actividad, aunque a menor escala.

Actualmente estoy escribiendo guiones para varias cosas, repasando mi libro sobre personajes de rol para Studio Ergo Sum, releyendo un texto de rol que tengo que corregir, y cada tanto con algún cuento, además de terminar los videos de Crack Bang Boom que faltan.

Como verán, ocupadito, pero contento.

Más videos de Crack Bang Boom 3: Robin Wood

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Sí, después de tanto tiempo sin dar novedades, aquí va una.

Tuve que renegar mucho con todo tipo de inconvenientes técnicos: el sonido, problemas de edición, errores al subir los archivos (tuve que volver a subirlos todos de nuevo!!), pero en fin, aquí está la charla de Robin Wood del día sábado 11/08/12. Bien vale la pena el esfuerzo.

Actualizo además la entrada anterior agregando estos videos. Mi idea es que antes de cumplirse dos meses de terminada la convención (12/10/12) estén subidos todos. Solamente falta la segunda charla de Ervin Rustemagic, así que estoy en camino.