Días de descubrimientos (II)

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Jueves de tensión en el trabajo. Cambio de horario, voy más temprano. Muchas cosas para hacer bien en poco tiempo. Todo sale bien, excelente. Alegría. Nada podría ser mejor. Por fin hay frutos después de tanto esfuerzo.

Salgo más temprano por el cambio de horario, aunque no tan temprano como me gustaría. De nuevo llego con poco tiempo a la comiquería. Tengo que comprar algo muy importante.


Corto Maltés. Recopilatorio en italiano, gran tamaño, tabla blanda con letras y detalles en dorado, excelente estado. Buena calidad de papel. $59 pesos. Según me avisan, en castellano material similar está tres veces ese precio. La contratapa explica que es un suplemento opcional del diario La Reppublica, que costaba 6,90 euros. Más o menos la mitad del libro ya lo tengo en la edición de tapa dura que sacó la revista Ñ, pero en formato económico y de páginas pequeñas y delgadas. La otra mitad es la legendaria Mu, la ciudad perdida, que no tengo. La yapa del formato: puedo seguir practicando mi oxidado italiano con material nuevo (basta de revistas sobre aeronáutica militar de los 70's!!).

Me voy a entrenar con una felicidad enorme. Por si fuera poco, la clase me resulta genial, sin un sólo punto bajo. Ejercicios de combate a un paso, formales, y también algo de combate. Finalizamos con media hora de formas de cinturones negros, desgranando yo solito Choong Jang. Me gusta mucho la forma, y terminé agotado porque no me tomé ningún descanso. Por suerte pude agregar varios movimientos a los que ya tenía de antes.

Día perfecto, se podría decir. Casi tenía miedo de regresar a casa y tener alguna mala noticia. Pero no.


PD: recientemente, ordenando cosas, descubrí el libro de Umberto Eco que dedica un capítulo a Corto Maltés. Haré el intento con el original en italiano; también encontré un boceto adelantado de la traducción, así que veremos.

Días de descubrimientos (I)

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Como siempre, cuando uno no busca, encuentra.

El martes, aprovechando que no tenía clases de taekwondo, llegué con lo justo a Milenario Comics. Mi idea era comprar un comic que hacía MESES que veía de reojo: Cisplatino. El hecho de que su autor iba a estar en Crack Bang Boom me había hecho decidir, además de su escaso precio de 10 pesos. Con lo justo, llegué a dicha comiquería ya que tuve que quedarme hasta más tarde en el trabajo.

Como debía ser, el comic no estaba, ni ninguno de los demás que yo recordaba haber visto junto a él. En su lugar encontré una gran cantidad de material batmaniano usado, a precios inigualables y en buenas condiciones. Sin pensarlo mucho, y con plata en el bolsillo, me compré tres tomos de Batman que ni siquiera conocía (bueno, uno sí).

En primer lugar, un Elseworld: La hermandad del Murciélago. No me gustaba y estuve a punto de venderla nuevamente. Floja en guión, narración acelerada y entrecortada, poca profundidad. Para colmo cada "capítulo" (algunos son de dos páginas!) está dibujado por un artista diferente, con lo cual el resultado es bastante raro. Lo único que lo salvó era que el tomo (de Editorial Vid) incluye una galería de posibles trajes de Batman y Robin que el primero descartó por diferentes motivos, además de un diseño del batimóvil que vale lo que pagué por todo el tomo. Lo terminé de leer hoy en el colectivo.

En segundo lugar, otro Elseworld: Catwoman Guardián de Ciudad Gótica. Una interesante mezcla de dibujo muy bueno (un aplauso para el dibujante, que logra que Catwoman muestre tetas y/o culo en cada viñeta, sin forzar las poses). Aunque la tenía como una historia del montón y la compré más por los dibujos que por otra cosa, entretiene y es interesante al mostrar a un Batman que no duda en apelar a la fuerza letal para obtener lo que busca: justicia. Recién comencé a leerla.

En tercer lugar, sin lugar a dudas la que más me atrajo, y que quité de la góndola al segundo de verla. Batman/Flecha Verde: El veneno de mañana (sí, por fin una edición de Zinco!!). Para mí la historia de este comic es muy rara. Leí una reseña en un número de Las Leyendas de Batman hace más de una década, y me encantó lo que opinaban. Claro que nunca vi el comic en sí, y renuncié pronto a encontrarlo. Mucho tiempo después lo encuentro, casi regalado y en buen estado. Dos páginas y ya estoy leyéndolo como loco. Denny O'Neil es garantía de que me va a gustar, y el dibujo promete.

Y eso fue solamente el martes. El jueves fue todavía mejor. O bueno, al menos tan bueno como el martes. Pero para contar eso necesito otro día!

Días de cosecha

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Los últimos diez días han sido algo problemáticos y complejos en ciertos aspectos, pero también muy provechosos a nivel personal. Ahora que tengo un rato no viene mal hacer una reseña.

En primer lugar, he tenido una frenética actividad de edición de comics. Fernando Kern y Juan Fioramonti me han provisto constantemente de nuevas páginas para nuestros proyectos, los cuales queremos mostrar en Dibujantes 2010 y Crack Bang Boom. Juan Vázquez y Sebastián Zalazar, por motivos personales, me han acercado menos páginas, pero todo siempre de gran calidad. Finalmente, hace unos días Mercedes Grazzini ha rematado el asunto enviándome una nueva versión de las páginas ya publicadas de la primera historia de Rayo de Luna.

De manera que estuve poniendo globos y cuadros de texto a dos manos, durante varios días.

Recibir tantas interpretaciones de mis personajes en tan poco tiempo, de tan alta calidad, me alegró mucho. Por primera vez en mucho tiempo siento que lo lucho contra nada, y que la gente que colabora conmigo no sólo tiene la buena voluntad y la garra de siempre, sino que han superado diferentes cuestiones personales y laborales (algunas lamentablemente todavía persisten) que les permiten no sólo trabajar con buen ritmo sino con excelentes resultados. En ellos (sin ser dibujante, pero teniendo algo de ojo) he visto muchos progresos, derivados sin lugar a dudas de un hecho simple. Dibujan más y dibujan más seguido.

Pero no ha sido lo único bueno de esta semana. El viernes recordé abrir mi casilla de Studio Ergo Sum, ya que había recibido una notificación de compra de un ejemplar de Cómo crear un mundo de juego. Mucha será mi sorpresa al ver que en realidad ese día 16 había vendido 3 copias!!! Las cuales han sido enviadas para el momento en que escribo estas líneas. La causa, tengo que suponer, es esta entrada del blog Veinticinco, del querido Pedro J. Ramos, a la sazón colaborador de NSR y primer comprador del mencionado libro (en versión digital). Desde ya, un enorme abrazo y un gran agradecimiento por su buena onda, el apoyo que me ha dado en lo personal con esa reseña y los mails que hemos intercambiado.

Y si eso hubiera sido poco... pues también veo en la casilla un mail que ya estaba por reclamar, en el que una importante tienda española de rol y frikeadas me confirma que ya estaría cerrado el acuerdo para vender en la misma el libro de marras. Más noticias al respecto, muuuy pronto.

Finalmente, me están entrevistando sobre todos estos temas para una radio. Apenas pueda colgaré de la web el audio de la charla. El responsable es Fernando, un copado rolero de Santiago del Estero que conocimos en Rosario Juega Rol 2010. Aunque la entrevista estaba captada desde hace tiempo, recién ahora nos correspondieron los horarios a los dos. Menuda "coincidencia" (pues yo no creo en ellas).

¿Qué más puedo decir? La preparación de las carpetas para presentar en ambas convenciones de comics avanzan aceleradamente. Y por si fuera poco, se agrega un proyecto más, concretado justamente esta semana. Un comic, adaptación de un cuento de terror que escribí hace ya tiempo, que dibujará Mauro Mussi (a. k. a. Drake). Sí sí, el mismo que colaboró con sus dibujos para mi Kabolta.

En realidad sí puedo decir más, pero por ahora me lo guardo. Ya son muchas cosas. No es raro que todas estas menciones y enlaces estén enlazadas con mi vida, como un resumen de todo lo que yo hice este año (ayudado por otras personas, justamente). Pero todavía falta más.

Varios años después...

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... encuentro en Star Wars Saga todo lo que quise hacer por mi cuenta en RPM, y no me atreví a pensar posible.

Están las armas con diferentes niveles de alcance, cada uno con diferente dificultad a la hora de acertar a blancos más o menos lejanos.

Están las armas exóticas, a una o dos manos, en este caso con mayor bonificación.

Están las tablas de sustancias y HP por centímetro de espesor.

Están los puntos de Destino.

Están los detallecitos tácticos en todas partes, que se pueden amoldar hermosamente a la historia del personaje.

No digo que esté todo, ni que todo lo que está me guste, pero en fin... muchos años después, realmente descubro la (in)utilidad de haber diseñado RPM. Prueba de laboratorio que duró algo así como 8 años y me enseñó mucho: particularmente, que uno tiene que saber qué es lo que quiere diseñar, antes de sentarse a hacerlo.

Porque en realidad yo quería un juego táctico-narrativo sobre ambientaciones de anime, pero lo narrativo no estaba donde debía estar.

Sueños y pesadillas

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-Las mujeres alimentan sueños que sólo pueden hacerse realidad por medio de un hombre. Y yo no me atrevo a ser responsable de los sueños de otro.

-¿Por qué no? Es hermoso.

-También puede ser terrible. Un sueño puede ser más terrible que una espada.

Nippur de Lagash y Uttu, conversando sobre el amor en Los sueños peligrosos.

El sutil arte de mudar libros

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Ayer era un día esperado. Llegaban dos nuevas bibliotecas a mi casa, una pequeña gran mudanza de cosas. Desde hace ya tiempo, el exceso de libros, comics, revistas y CD/DVDs creaban un pequeño caos.

Lamentablemente terminé el día un poco contrariado, en parte por cuestiones anímicas que no vienen al caso, en parte porque todo salió medio torcido. Después de un rato de desarmar una gran biblioteca que había que mover, dejarla en su lugar, montar la primera nueva biblioteca, nos encontramos con una sorpresita: la segunda no cabía. Por 20 centímetros de más. Semejante error, creo yo, sólo lo puedo atribuir al hecho de que enviamos los planos a la mueblería hace dos o tres meses, y por diferentes cuestiones edilicias y financieras veníamos dilatando el tema, además de los cambios de diseño que hubo en el camino (larga historia).

Como consecuencia de esto, tuvimos que improvisar, dejar esta biblioteca en otra parte, sacar cuadros y posters, mover una mesa para cubrir temporalmente el hueco... Con lo cual perdí casi toda la mañana. Todavía tengo cosas que acomodar.

Para sumarle detalles, la madera es buena pero no está barnizada ni nada especial, para mantenernos el precio de hace tres meses (claro, cierto que la INFLACIÓN NO EXISTE EN ARGENTINA) nos la dieron así nomás. Los libros no se deslizan igual. Y los prácticos listones de madera que refuerzan los estantes empeoran el hecho de que algunos de ellos no tienen la altura especificada (pensada para las ediciones absolute de comics de Planeta de Agostini y para alguna que otra enciclopedia). Con lo cual, todo sigue por la mitad.

Era conciente de que la mudanza iba a tardar semanas, ya que lentamente iré reacomodando todo. Pero esto estropeó bastante la linda experiencia. La única solución ya fue tomada, comprar una biblioteca más chica para el hueco que quedó en el rincón. La que "sobra" la va a utilizar mi madre (de hecho, de todas maneras ella iba a usar una de las dos que comprábamos, o al menos una parte).

No sé, me bajoneó el tema, se me pinchó la ilusión. Por lo demás, la pieza queda muy linda con una pared-biblioteca. Todo luce mucho más ordenado y accesible, y ahora el escritorio está en el medio, y no tirado a un costado.

Finalmente, y como yapa, recuperé un libro que ni recordaba haber perdido: una edición barata de Robinson Crusoe que se había deslizado por detrás de dicho escritorio, llegando a una parte inaccesible. No es la gran cosa, pero es un detalle. Si a eso le sumamos, en estos días, la reparación de la vieja biblioteca, que está muy combada en su parte inferior, no me puedo quejar. Pero todavía estoy cansado de tanto mover cosas.

Batman: Under the Red Hood (2010)

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A finales de la década de 1980, en una controversial historia (por donde se la mire), Batman se enfrentaba a uno de sus peores miedos: la muerte de uno más de sus seres queridos. En este caso era el joven Jason Todd, entonces su segundo Robin (ya que el primero, más crecido, se había establecido como Nightwing, un héroe por derecho propio).

En este arco argumental nunca mejor llamado Una muerte en la familia, Jason salía a buscar su verdadero origen, solamente para encontrar la muerte a manos de un sádico Joker.

Mucho tiempo después, las idas y venidas creativas de DC planteaba una serie de historias que tocaban este punto tan crucial de la historia batmaniana. Y la tocaban de una manera bastante cruda, retorcida y, para algunos, innecesaria, redefiniendo nuevamente los cimientos de todo lo que conocíamos.

Unter the Red Hood planteaba la aparición de un nuevo vigilante en Gotham. Uno que poseía tantos recursos como Batman, pero ninguna de sus guías morales. Red Hood viene a controlar el crimen matando. ¿Quién es este misterioso personaje, que se atreve a usar el manto que previamente llevar el Joker? ¿Qué relación pasada tiene con Batman, ya que parece conocer todos sus secretos y tácticas?




Resumen + adaptación
Como en otros casos, la película retoma, adapta y condensa elementos de comics publicados. Esto hace que, si bien la base de las historias sean las mismas, los hechos puntuales no siempre sean iguales, y podamos sorprendernos aquí y allá con elementos nuevos, en el caso de que hayamos leído los comics en cuestión.

En este caso, Under the Red Hood comienza contando el momento cúlmine de A death in the family, cambiando varios elementos. Luego pasa a adaptar lo acontecido en el comic que da nombre a la cinta, teniendo en cuenta que no hay suficiente espacio como para contarlo todo. Hay que decir que en ningún momento la historia tropieza o se acelera, y mantiene siempre un ritmo perfecto.


El secreto del éxito
Under the Red Hood es simplemente una película excelente por donde se la mire. Esto se debe a una perfecta combinación de elementos, desde lo visual hasta lo argumental.

El diseño de personajes, si bien sigue la línea marcada por el DC Animated Universe, no deja de ser elaborado. A esto se le une el uso indiscriminado de la violencia visual; si bien no vemos mucha sangre, se trata de una película fuerte, incluso más que algunas como Wonder Woman. La violencia de Gotham City bulle en todas partes, en los tiroteos, en los asesinatos de los mafiosos, en las ejecuciones de Red Hood y el Joker y en las brutales palizas que dan y reciben los personajes. La cinta recupera lo mejor de muchas historias batmanianas: es urbana, oscura, con ribetes sobrenaturales, historias sórdidas y algo de tortura emocional en todos los protagonistas. La guerra de Batman contra el crimen está allí en todos los detalles.

De más está decir que en todo momento la animación también es muy buena. Se le suma una buena actuación vocal, algo particularmente necesaria en escenas cargadas de emoción y dramatismo. Si bien el argumento no da un minuto de respiro, entre tiros y persecusiones extremadamente largas y elaboradas, no se trata de una simple película de acción.

Under the Red Hood explora uno de los costados psicológicos más usados de los últimos tiempos: el de Batman torturado, enfrentado ya no a la muerte de sus padres (que no podía evitar de ninguna manera), sino a la de un niño que era su responsabilidad, y que él mismo guió por el camino de la justicia, con horribles resultados. Hacia el final, la película estalla con algunas de las mejores preguntas siempre formuladas a Batman, particularmente el por qué ha decidido no matar a sus enemigos.

Si sumamos todos estos elementos, la conclusión es una sola. ¡Hay que verla ya mismo!




Una buena historia que nunca debió ser contada
Mucho se dijo sobre la historia en la que se basó esta película. Tal vez una de las más ciertas y curiosas fue que, si bien la historia estaba muy bien narrada, no debía ser contada. Dentro de la continuidad, quedaba muy mal que un personaje volviera de entre los muertos sin que mediara una buena razón. El origen de Red Hood era interesante y enlazaba con la genial Broma Asesina de Alan Moore, y había muchas cosas para decir al respecto... Y sin embargo, todo aquello desentonaba porque tocaba uno de los grandes traumas de Batman: la muerte de su segundo sidekick.

En este sentido, si no nos gusta la idea central del comic, podemos disfrutar de la película como algo aparte. Lo único que espero es que muy pronto sea editada en Argentina, para que más personas puedan disfrutarla. Para cualquiera que se haya enganchado con el personaje después de ver las dos excelentes películas de Christopher Nolan, Under the Red Hood es una alternativa perfecta mientras esperamos la tercera, y es una de esas cintas con las que podemos hacer activismo en favor de la animación occidental para adultos.