Girando en la rueda

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Tengo vacaciones y, en estos días, a veces caminaba por las paredes.

Bueno, parecerá exagerado, pero aunque solo fueron algunos ratos, la ansiedad me comía por dentro. Tengo dos semanas de receso escolar por el invierno, no tengo trabajo atrasado... de hecho, NADA QUE HACER. Ya terminé todo: correcciones de trabajos y pruebas, lo administrativo, los guiones... Incluso terminé el último cuento de mi antología de ciencia ficción, ese que comenté en mi última entrada. Lo cerré hace un par de semanas, muy contento por el proceso y el resultado.
Pero la ansiedad me come. La ansiedad por hacer ALGO.

Lo cierto es que no me puedo quejar: pronto se publicará otro comic con guiones míos en Alquimia Comics (uno que disfruté mucho escribiendo, ya lo comentaré), terminé otra antología, ya tengo asegurado otro comic para el año que viene... Y sin embargo, una parte mía sigue mirando el vaso medio vacío. Ese comic que es para el año que viene se suponía que era para este año, y tuvo que ser pospuesto. La antología no la leerá... ¿nadie?; tengo que ponerme a editarla y a venderla y promoverla, y ya estoy algo cansado de eso. No es lo que más me interesa hacer, y no sé si sé hacerlo bien.

Quiero seguir activo, enganchado con la creación, pero me está desanimando mucho la falta de espacios de publicación y la caída de ciertos proyectos, y la inaccesibilidad de algunos dibujantes, con los que quiero trabajar desde hace tiempo pero nunca se puede concretar nada (no por culpa de ellos ni mía, ojo).

Tengo una novela gráfica a medio terminar, pero después de chocar varias veces con la misma parte, la dejé descansar, porque no sé si la estoy llevando hacia buen puerto y no tengo a nadie con quien conversarlo, ni dibujante ni editor.

Tengo un guión completo de otra novela gráfica entregado a un dibujante y ninguna seguridad de si podrá comenzar a dibujarlo.

Como dije antes, mi antología de ciencia ficción requiere trabajo de edición y promoción... e incluso así posiblemente muy pocas personas lean mis cuentos.

Tengo además un juego de rol, Aerith, ya terminado y listo para ser probado, pero sin jugadores. Es cierto, no los busqué todavía, pero cuando terminé la versión anterior de este juego y la hice disponible para recibir críticas, casi nadie dijo nada y todos los intentos que realicé para encontrar grupo de juego terminaron en silencio: los que primero se presentaron como voluntarios luego desaparecieron.

Sé que hay que seguir adelante, pero resulta un poco descorazonador a veces.

Parece que estuviera sufriendo, ¿no? Bueno, no me siento así, sino más bien algo angustiado, contrariado. Son cosas que pasan, a veces diversas cuestiones se suman y todo es un poco más difícil de sobrellevar. La cuestión es que, con las vacaciones enfrente, de pronto no quiero "perder" el tiempo leyendo y viendo videos, descansando y viendo películas, teniendo ratos para cuestiones personales y esos pequeños disfrutes tan importantes. De pronto quiero encerrarme para escribir y crear y hacer todas esas cosas... pero me encuentro con que no tengo proyectos, o estos están anclados. Y entonces es un falso dilema.

Esa es la cuestión. Quiero que las cosas avancen, pero de pronto me encuentro con varios escollos a la vez, y quiero sacarlos del camino todos al mismo tiempo. Y no se puede.

En ese sentido, no viene mal parar un poco, descansar, examinar las cosas bajo otra perspectiva y encontrar otro tipo de soluciones y propuestas. Tal vez esa sea la solución: dejar de girar y dejar que las cosas giren por su cuenta, si tienen que girar, y sino, que se queden quietas.

Después de todo, son dos semanas solamente. Puedo volver a subir cuando quiera.