Una reflexión más sobre The Dark Knight Rises

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Ante todo: Spoiler Alert. Voy a hablar de la trama de la película así que los que no la hayan visto y no quieran enterarse de lo que va a pasar, no sigan leyendo.

Participé el otro día de una de las encendidas discusiones sobre las bondades de la película, con alguien a quien le encantó y a alguien a quien le desagradó bastante, sobre todo luego de la primera hora.

Lo cierto es que uno de mis amigos no estaba para nada de acuerdo con el enfoque que Nolan había tenido con Batman, aunque no desmerecía los méritos técnicos de la película. Su principal queja era que no le parecía correcto que Bruce Wayne abandonara al manto por propia voluntad, algo que en el comic nunca había hecho.

Si repasamos esto, es cierto. Recientemente Dick Grayson fue Batman en los comics, pero porque Bruce había sido enviado al pasado por Darkseid. Ni hablar de cuando Bane le quebró la espalda y hubo que buscar un sustituto que luego no estuvo a la altura. O cuando en la animación (Batman Beyond), Bruce tuvo que buscar a un discípulo porque su corazón no le dio para más.

Allí mi amigo tenía un punto. Mi otro amigo lo refutó desde el punto de vista de que los comics plantean una forma narrativa diferente que las películas. Una obra de ficción colectiva, un personajes como Batman que sigue siendo escrito desde hace décadas, es mucho más laxo. TIENE QUE SEGUIR ADELANTE porque lo pide la misma lógica del mercado. Lo cierto es que muchas veces los héroes grandes han tenido que desaparecer por un rato, y la industria ha puesto reemplazos temporales (pasó también con Superman, con el Capitán América, ahora con Daredevil, etc.). Es parte de las recetas disponibles, la cual siempre termina con el regreso triunfante para que todo siga "como antes".

Mi amigo continuó defendiendo la idea de Nolan en el sentido, compartido conmigo, de que durante toda la trilogía se enfatizó el tema de los símbolos. No por nada esta parte del entrenamiento en la Liga de las Sombras le llegó tanto a Bruce: los símbolos te hacen inmortal, hacen imperecedera una idea que puede ser perseguida por otros una vez que tú ya no estás ahí. Entonces era algo lógico dentro de la premisa de Nolan que hubiera alguien que tomara el manto.

Pero el punto tocado por mi otro amigo era cierto. Porque una cosa es que alguien tome el manto de Batman, ya ha pasado, pero él nunca lo había dejado de esa manera.

Terminé de armar la conclusión de esa animada charla después de ver la película por segunda vez, hace poco más de una semana. Y lo hice en parte pensando en la muchas veces mencionada búsqueda de realismo por parte de Nolan, en crear un Batman que casi pudiera existir en la vida real.

Durante décadas, el Batman del comic ha estado en perpetuo equilibrio: tan cuerdo que está loco, tan loco que está cuerdo. Hay interpretaciones para todos los gustos y muchas formas de verlo, principalmente en contraposición con Joker. Sin embargo, en la vida real, ¿podría existir una persona así? Batman Beyond lo exploró muy bien en este sentido: en la serie, Bruce es un viejo amargado y solitario, que ha arruinado todas sus relaciones personales a golpes de exigencias imposibles de cumplir, que vive con un perro en una mansión abandonada y no quiere saber nada con el resto del mundo.

En The Dark Knight Rises tenemos un personaje similar, que no ha perdido su motivación pero sí su voluntad. Es algo muy interesante lo que plantea el guión con respecto a Alfred, quien siempre deseó que su patrón no regresara a su vida en Gotham. Allí todos son malos recuerdos y lo que él necesita es alejarse, comenzar de nuevo. Nolan reenvía el centro de la crisis al pasado, no lo deja solamente en el presente. Bruce estaba mejor perdido en el mundo, pero tenía que enfrentar todo lo que enfrentó como Batman para poder volver afuera y comenzar de nuevo. El camino del héroe no termina donde empezó, sino en otra parte.

Creo que ahí está la osadía de Nolan, que podemos compartir o no, esa originalidad tan elaborada. En tomar un personaje y hacerlo más humano, al tener que cambiar de medio y de lenguaje. Este Bruce, como cualquier persona real, no podría enfrentar durante tantos años al crimen de una ciudad y a sus propios demonios, sin que su mente se resintiera. En algún momento perdería su cordura o tendría que decidir alejarse de esa vida y recomenzar para evitar que el peso de todos los errores cometidos, y de las cuestiones sin cerrar, pudieran mitigarse.

Como dije antes, podemos aceptar o no la interpretación, pero que tiene sentido, tiene sentido.

Ted (2012)

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Como fan de Family Guy (Padre de Familia) y American Dad, no podía menos que interesarme por esta graciosa película, que desde el trailer plantea de manera directa su objetivo: hacernos reir con el mismo humor ácido, excéntrico y sacado de estos shows tan irreverentes.

Tomando como inicio una de las premisas más tontas de las típicas películas de Navidad, la de un niño que pide un deseo que se cumple, Seth MacFarlane, por primera vez escribiendo y dirigiendo un largometraje, nos lleva por una historia tan desopilante como surrealista.

El deseo del pequeño John Bennett (sí, Mark Wahlberg) se cumple: su osito Ted se convierte en su mejor amigo al adquirir la capacidad de hablar, caminar y hacer (casi) cualquier cosa como un ser humano normal. Pero lo que parece algo tierno cuando uno tiene ocho años se convierte en un problema cuando John llega a la adultez y los malos hábitos que comparte con su amiguito (celebridad instantánea luego caida en desgracia) lo arrastran a una vida de drogas, alcohol y descontrol. John vive en pareja con Lori (una muy bien utilizada Mila Kunis), quien obviamente se está hartando de la mala influencia que el osito hablador tiene sobre su novio.


Obviamente la situación explota (de hecho, varias veces) con todo tipo de consecuencias para los tres protagonistas. Si bien la historia es simple, funciona muy bien al no dejar de moverse, y ayuda a explorar de manera inteligente y graciosa muchos temas, desde la celebridades infantiles (Ted se convierte en esto al descubrirse su origen mágico, pero luego no es más que una curiosidad y nadie lo toma en serio) hasta las relaciones de parejas y amigos, pasando obviamente por los problemas para alcanzar la madurez y la importancia que tienen las relaciones de la infancia.

Pero Ted no es una película más sobre la madurez en las relaciones o temas similares. La cuestión está ahí pero sin tratar de dar sermones, como algo que el protagonista tiene que afrontar, y como los tres tienen que aprender a darse un espacio nuevo al redefinirse ciertas cuestiones de sus vidas.

Lo bueno es que la película, mientras nos dice todo esto, nos ametralla con gag tras gag, todos los cuales hacen estallar de risa a cualquiera que esté habituado el humor de las dos series de MacFarlane (quien hace la voz del tierno osito). Incluso los chistes sobre flatulencias son escasos y están bien colocados (no son de mi gusto, y deploro su abuso en muchas malas comedias estadounidenses). Un poco menos surrealista que las series (las cuales a veces tienen chistes que disparan la trama hacia cualquier parte), el tono del humor sin embargo es el mismo y hace que la cinta brille con luz propia.

Con "apenas" una duración de hora y media, en un principio pensé que se iba a quedar corta pero sinceramente parece una película más larga, porque te hace pasar muy buenos momentos sin caer en romanticonadas ni en sermones ni lecciones de vida ni nada por el estilo. Es una comedia y punto, y con un gran creador que sabe que las cosas no hay que tomarlas tan en serio y sigue siendo trasgresor, tocando aquí y allá puntos suceptibles de la cultura estadounidense con su particular toque.



A un mes de Crack Bang Boom 3

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Hoy me di cuenta de que había pasado un mes exacto desde el último día de la convención. Ya se aquietó mucho del revuelo, y se han dicho todas las cosas que se han podido.

Me parece un buen momento para poner, todos juntos, los videos que fui subiendo. Se agrega una charla más que interesante, la de apertura, con Ervin Rustemagic. ¡¡Subtitulada y todo!!

Actualización 4/10/12: subida la charla de Robin Wood del día Sábado 11/08/12, después de mucho renegar.

Falta solamente una charla: la segunda de Ervin Rustemagic, del domingo, que si bien es bastante corta (grabé solamente una mitad) tiene que ir subtitulada. Pero tengan misericordia, que no me da el tiempo para todo. Cuando las tenga actualizaré esto y avisaré en entrada nueva.

Así que vamos en orden cronológico:

Jueves 9/8

Charla con Rustemagic y apertura de la convención con Eduardo Risso.






Entrega de los premios del concurso de comics del evento, con la presencia de algunos de los ganadores.



Viernes 10/8

Charla con Eduardo Risso, Carlos Gómez, Carlos Pedrazzini y Enrique Alcatena.









Sábado 11/8
Charla de Robin Wood en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia (ahora Roberto Fontanarrosa).










Domingo 12/8

Ceremonia de cierre, con todos los invitados.


Diario imposible

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Estoy considerando seriamente la posibilidad de escribir entradas sobre las causas que me impiden escribir entradas en este blog.

Por ahora sigo bien ocupado, tratando deno dejar caer ninguna de las cosas con las que hago malabares. Lo bueno es que se divisan ya cambios. Hay cosas de las gruesas que van avanzando, y si bien por ahí se demoraron, van a llegar.

Debo reseñas de películas, porque sigo yendo al cine, y algunos comentarios más que tengo por ahí. Ya llegarán. Lamentablemente hay prioridades que no se pueden demorar mucho.

Nos vemos dentro de unos días.

Revista Terminus

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Como comentaba en una entrada anterior, durante mucho tiempo me pregunté por qué no existían revistas que recuperaran ciertos géneros para el comic nacional. Casi todo lo referente a la aventura, la ciencia ficción, la fantasía, el misterio, el terror, etc., no eran producciones nuevas sino recopilaciones de los grandes clásicos de décadas pasadas.

Afortunadamente, comentando esto con otras personas, descubrí que no era el único que echaba de menos estas historias, las cuales iluminaron la adolescencia de muchos a través de las editoriales Columba y Record. Fue así que me encontré hablando del tema con Maximiliano Bartomucci, a quien conocí a través de los juegos de rol y una mutua predilección por La Llamada de Cthulhu.

Los dos comenzamos a pensar en una idea y empezamos a convocar a otros dibujantes, casi todos (ex)alumnos de Marcelo Frusín o Eduardo Risso, los cuales se fueron sumando de a poco. Lo mismo pasó con algunos guionistas, que son bastante más difíciles de encontrar (:D).

Así, en unos meses terminó de cuajar la idea de armar una revista con historias cortas, algunas continuadas, otras no, sin privilegiar a un género en particular. Por el contrario, la idea era tener vía libre para experimentar, para hacer cosas nuevas, para innovar y contar esas historias que teníamos en la cabeza desde hacía tiempo.

Sería muy complejo relatar todos los pasos seguidos. Lo cierto es que las cuestiones de la vida y la carga de trabajo de muchos de los implicados nos impidió llegar con la revista lista para Crack Bang Boom 3. Sin embargo, con mucho trabajo hecho y la convicción de que íbamos a llegar en las próximas semanas, nos lanzamos ya a la tarea de difusión del emprendimiento.

Es por eso que quería invitarlos a que visiten nuestra página, en la cual podrán ver algunas de las páginas que estarán en la edición final, así como bocetos de la tapa, etc. etc. Los invito también a que se inscriban en la misma para poder recibir las novedades, hacernos preguntas y comentarios, enterarse de la fecha de salida y lugares disponibles para comprarla, etc.

Se trata de un emprendimiento que recién arranca, de manera que cualquier ayuda en cuanto a difusión es más que bienvenida. Si todo sale bien, esperamos poder lanzar un segundo número para 2013, pero todo eso depende del apoyo que tenga del público. ¡Y eso te incluye a ti!