Fin de etapa

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Afuera llueve, de nuevo, como hace ya dos días. Las calles apenas terminan de desagotarse, y por suerte no estamos viendo el sol. Amo este clima.

Esta noche terminé lo que me quedaba del segundo semestre del Profesorado Superior. Rendí Teología y Doctrina Social de la Iglesia. Por suerte fue algo menos riguroso de lo esperado (yo siempre me preparo para lo peor, o casi). Desde ya que no me arrepiento de haber estudiado "de más", porque no podía preverlo y porque nunca está de más saber un poco extra. Y después de todo, a mí tampoco me la regalaron, y dos de las cuatro preguntas principales pudieron haber sido escollos difíciles de sortear de no haber mediado mi exigencia previa.

Los últimos días me costó muchísimo concentrarme, no daba más, estaba harto. Y eso que no era mucho material, y Antropología Filosófica, la materia que rendí antes, tenía un formato de examen que no exigía saberse todo de memoria. Estoy más que contento de haber dejado atrás esta etapa, no sólo porque cierra totalmente los dos semestres del año pasado, sino también porque me deja descansar!! Tengo tres semanas antes de comenzar las clases con todo, y una de ellas es de vacaciones del trabajo. Siendo que en la semana anterior de vacaciones hice casi todo lo que tenía pendiente, esto me permite dedicar mucho tiempo a escribir, descansar, leer, ver películas y series, escuchar música, salir con amigos y todo lo demás que hace rato largo no podía hacer. Ah, y también, descansar y malcriarme.

Estoy cansadísimo. Se suponía que esta noche iba a escribir y a comenzar a ordenar todo para mi viaje del sábado a Santa Fe Dibuja, pero no doy más. Ya se me fue casi todo el tiempo mirando cosas en Internet, mirando Facebook y ordenando pequeñas cosas acá y allá. Termino esta entrada y me voy a acostar. Entra un lindo vientito por la ventana, muy fresco. Por las dudas me voy a abrigar.

200 años de la Bandera Argentina

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Como algunos sabrán, estoy muy orgulloso de mi ciudad y su historia. La cual tiene un hito casi fundacional: el 27 de febrero de 1812 fue el lugar elegido para enarbolar por primera vez la bandera patria, en una de las baterías que mandó construir el entonces coronel Manuel Belgrano.

Sin ir más lejos, uno de mis grandes fallos de este año es no haber podido encontrar recursos y ayuda suficiente como para poder hacer un homenaje acorde a esta gran personalidad de la historia argentina, abogado brillante que fue además, según el país lo necesitó, militar, diplomático, pensador y funcionario. Todavía hay chances porque el año no termina, y espero poder hacer algo pronto, incluso cuando hace años que me vengo preparando y todos los proyectos murieron en el aire.

Esta mañana se realizó el izamiento de la bandera, como todos los días, pero con un pequeño acto que según vi y me cuenta, fue muy emotivo. Lamentablemente no pude participar, ya que a pesar del feriado nacional decretado, estoy metido hasta las orejas en el estudio. Sin embargo un amigo me pasará algunas fotos y videos del evento, que quiero poner aquí apenas me lleguen y tenga un rato libre.

Como sucede casi siempre que hay un gobierno nacional "peronista" (es decir, desde hace ya una década), los actos son vilmente ensuciados por pancartas y banderas políticas en apoyo al dirigente de turno, los cantos patrióticos son cambiados por patrioterismo y los funcionarios provinciales y municipales (siempre socialistas) son silbados e insultados al hablar.

Hoy no fue la excepción, y el acto de la tarde, en el que participó la presidente, fue un ejemplo más del país por el cual hace ya mucho tiempo, el General San Martín no quiso bajarse del barco y partió hacia el exilio autoimpuesto en Francia. Cansado de luchar contra los realistas por la Independencia, decidió que era absurso continuar soportando la caterva de buitres, cuervos y chacales que enfrentaban Buenos Aires al resto de las provincias, buscando su propio interés en lugar del nacional. Una vez más los cantos fueron de discordia, las banderas de separación, las palabras de estupidez. En la jura de la bandera había personas haciendo la V del peronismo y casi casi juraron por Nestor Kirchner en lugar de la patria, una aberración por la cual, a esta alma generalmente calma, le invadió una furia asesina. Porque ahora que tanto insultamos a los ingleses por Malvinas, la realidad es que tenemos al enemigo de la división bien dentro nuestro, y esas personas que vistieron colores e insignias de La Cámpora son, además de miembros de una organización nefasta, verdaderos cipayos que juran por la persona que les dio poder, y no por la Patria que les pide servir. Que ardan en la hoguera del olvido de la Historia, pues ni nombre ni rostro tienen, de cobardes que son.

Del "discurso" de la presidente ni hablaré porque no la soporto y ni lo vi, pero por lo que me cuentan varias fuentes no tuvo nada que ver con Belgrano y solamente lo mencionaba aquí y allá para quedar bien. De nuevo, todo lo mismo de siempre.

En fin, lo bueno de este año es que las personas realmente patriotas y que podían levantarse temprano pudieron ir a un acto real de conmemoración, con pequeño desfile militar, con personalidades que sí saben hablar, como el genial Jack Benoliel, con funcionarios que no eran silbados, aplausos sinceros y los veteranos de Malvinas y su hermosa ofrenda a la Galería de las Banderas del Monumento.

Como hace 200 años, la villa del Rosario rindió verdadero tributo a la bandera, que en ese momento nacía con la nación, y ahora sigue viva en una nación que sigue sin terminar de nacer.


Editado el 11/03/12: extremadamente tarde subo las fotos y el video prometido. Hay un video más, sobre el izamiento en sí, que se resiste a ser subido al servidor; veré si luego puedo solucionar el problema, pero es en parte la causa de la demora. Aquí les dejo las imágenes. MUCHAS imágenes. Y al final, el video previo al izamiento. Tengan paciencia mientras se carga todo.















































Izamiento Bicentenario de la Bandera Argentina from Gastón Flores on Vimeo.

Agua bajo el puente

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Como siempre que me demoro en crear una entrada, es porque estuve muy ocupado, y entonces tengo que compensar haciendo una entrada más grande.


Hace dos semanas rendí Antropología Filosófica, que costó bastante porque la metodología no fue exactamente la esperada. Supongo que aprobé, pero todavía no sé por cuanto. Igualmente, ya no es algo para preocuparse.

Este miércoles 29 rindo Teología y Doctrina Social de la Iglesia, materia que en sí no es larga pero sí bastante complicada porque tiene muchos vericuetos históricos. La verdad, me gustaría haber rendido anteayer, estoy ansioso, quiero sacármela de encima porque es la última que me queda del año pasado, aunque agradezco haber tenido tiempo para estudiarla. De nuevo encontré textos que no había leído, una de las peores sorpresas que uno puede tener en estos momentos, cuando se supone que solamente queda repasar lo leído.

Otro de los motivos es que termina febrero y ya al empezar marzo tengo algo lindo para compartir, que es la convención Santa Fe Dibuja. El 4 de marzo estaré en la capital de la provincia ofreciendo los fanzines de Cuna de Héroes y varias ilustraciones de los artistas que pasaron por el blog, como Mery Allison Thompson, Juan Fioramonti y Fernando Kern. Así que tengo que preparar un poco de todo (acabo de acordarme de algo que había olvidado!!!).

Lo bueno es que todo ha coincidido sin siquiera planearlo, después de la convención tengo otra semana de vacaciones que puedo usar para todo un poco. Mientras tanto, a escribir guiones, a troche y moche. Tanto para el concurso de Crack Bang Boom 3 como para algunos proyectos más.

Así que ya saben, si demoro es por varias buenas causas.

Mis niños interiores (y II)

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Así llegamos a unos meses atrás. En una comiquería local, de pura casualidad, vi una serie de figuras de DC, que identifiqué rápidamente. Pero esto es normal en cualquier comiquería, ¿verdad? En realidad, lo llamativo era que aquellas figuras pertenecían a la línea correspondiente a una de mis series de animación favorita: Justice League Unlimited.

Al ver que el precio era más que bueno, y se trataba de personajes conocidos y que tenían un hermoso rol en la serie (Question y Huntress, por si preguntan), los compré. Y pregunté si habría más. Me dijeron que posiblemente sí. Qué bueno, pensé.

Días más tarde volví a comprar otros personajes que seguían en exposición. Se trataba de figuras sueltas, a veces con algún detalle de uso, y en promoción, de manera que hubiera seguido comprando de no ser porque eran pocas.

Como recordarán los que sigan el blog, o podrán ver en el enlace anterior, JLU es una serie que me encanta, sobre personajes que me gustan mucho y que, para colmo, está enlazada directamente con otras series que también me gustan mucho (principalmente Batman: The Animated Series, que en su época me voló la cabeza, y Batman Beyond).

No había duda: era lo que estaba buscando.

Antes había considerado la idea de comenzar una colección de figuras de algún tipo, sobre todo si eran de bajo costo. Había pasado por los gashapones de ciertas series de anime y por supuesto, las enormes ganas de comprar vehículos transformables de Macross (difíciles de coleccionar a 300 pesos cada uno).

Con el tiempo lo fui meditando. Una de las influencias en ese sentido fue el programa de TV El coleccionador, en el cual se presentaron coleccionistas de Argentina y España, los cuales daban consejos sobre cómo iniciar y encarar la afición. Curiosamente, uno de estos consejos se repetía: enfocarse en unas pocas cosas, y no ponerse a juntar simplemente porque "me gusta". En resumen, saber elegir lo que vamos a coleccionar, y quedarse con eso.

Terminé decidiendo entonces que, si iba a iniciar una colección, esta línea reunía importantes requisitos:
  • precio accesible
  • disponibilidad (no localmente en ese momento, pero sí por sitios de subasta y compra online)
  • atractivo visual y emocional (me encantan los diseños basados en el trabajo de Bruce Timm)
  • buena calidad de las figuras
  • buena cantidad de modelos disponibles, incluso con personajes que no aparecieron en la serie
Por ese entonces (2010-2011) la línea se estaba cerrando, de manera que también había otra cuestión, que no iban a seguir saliendo toneladas de figuras (ya habían salido); por otra parte había sido una línea muy querida por los fans de las figuras y reunía mucho apoyo, había mucho para conseguir pero no en exceso.

Así comencé a comprar, principalmente por Internet, y de a poco, diversas figuras que me interesaban. Fui escalando un poco más acá y allá, aprendiendo sobre costos promedio y muchas cosas. Otra de las ventajas del coleccionismo es que tenés que investigar y vas aprendiendo cosas de todo tipo.

Luego de varios meses, y con 64 figuras en la colección (más tres en camino), he decidido abrir un blog sobre la misma (más que nada para mantener cada cosa en su lugar y no mezclar este blog con otros temas). Lo pueden encontrar aquí: jlunlimited.blogspot.com

¿Qué más puedo decir?

Mis niños interiores (I)

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Tengo una relación algo particular con los juguetes. Evidentemente, cosa de mi infancia. Con mi hermano éramos de jugar por horas, en nuestra pieza o en el jardín, armando civilizaciones con todo lo que teníamos a mano. Ya he mencionado antes mi experiencia con los Playmobils, que derivaron luego, según creo, en mi gusto por los juegos de rol, la creación de mundos y sociedades, etc.

Tengo también, claro, experiencias no tan agradables. Cuando eres niño te regalan todo lo que se puede; recordamos con mi hermano que, justamente, los sets más grandes de los Playmobils (el galeón, la nave espacial, etc.) eran inalcanzables para el bolsillo de nuestos padres, sobre todo en una época de cierre de importaciones. Ellos nos explicaban que no podían y lo entendíamos, y por eso nunca hubo "rencor". De ser honestos, en aquella época nuestros padres nos compraron muchas cosas, siendo que los juguetes eran de mayor calidad y más caros que ahora. No nos podíamos quejar.

Pero la experiencia más traumática es cuando tienes que separarte de ellos. "Ya estás grande" te dicen. Jugar con soldaditos (bueno, nunca tuve soldaditos, en serio!) queda tan mal como si jugaras con una Barbie. Ni siquiera te los admiten como adorno. Mis autitos a fricción y algunos avioncitos estaban en estanterías donde no habían nada, pero tuve que empezar a guardar mis figuras de He-man y She-ra, mi vehículo transformable de MASK, y todo eso. Y cuando guardar no fue suficiente, aumentó la presión para simplemente regalarlos (en esa época ni pensar en venderlos en alguna parte y al menos sacar algo de dinero).

Y cuando esa presión aumentó demasiado, terminé de perder parte de mi infancia. Así como perdí mis rastis, las partes del mecano y cosas así. Fueron a parar a un primo que no los apreciaba ni un tercio, ni un quinto, ni un décimo de lo que yo quería esas cosas, aunque ya no jugara con ellas. Porque en el fondo, ciertamente, ya no te sientas, con 10/12 años, a pretender que He-man le gana a Skeletor. Simplemente lo sabes.

¿Qué se le va a hacer? Perdido por perdido, al igual que otras partes de mi infancia/adolescencia, como la Olivetti portátil o la CZ Spectrum. Ni para recuerdos.

¿A qué va esto? A que son heridas que no cierran, a que hay cosas que vuelven, a que hay necesidades o gustos que no son satisfechos y quedan ahí, por años.

Porque también había ahí algo de coleccionismo. Recuerdo cuando mi padre, que trabajaba para una distribuidora de gaseosas, consiguió todos los camioncitos de una conocida bebida. Una promoción de canjear tapitas por modelos históricos de camiones se convirtió en una hazaña. Al igual  que lo era completar los álbums de los Go-Bots, las Madballs (me faltó una sola!), los Simpsons o V Invasión Extraterrestre (que me daba algo de impresión).

Con el tiempo, y ya con algo de dinero, esas ansias por el coleccionismo volvieron. Hubo intentos, en la niñez y parte de la adolescencia, con capitas de gaseosa, cajas de cigarillos, estampillas, tarjetas de varios tipos y otras cosas. Luego fueron con cards de superhéroes o de Star Wars. Finalmente pasé a las monedas de la Segunda Guerra Mundial y a los libros antiguos. Lo primero quedó también en la nada, y lo segundo sigue estando ahí, pero no puedo calificarlo de coleccionismo porque es más un gusto amplio, una pasión, y no tengo listados de libros buscados o de colecciones a completar.

Abandonaba estas colecciones por diferentes motivos, principalmente falta de ganas. A veces se demoraban por el dinero, como es el caso de las monedas, pero en realidad, solían ser antojos pasajeros que no sobrevivían la primera o segunda docena de cosas. No terminaba de "engancharme".

Y entonces, encontré lo que buscaba. Pero eso es para otra entrada.

Shopping spree (ahora sin libros)

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Quiso la casualidad y el consumismo que esta semana, en apenas dos días, mi casa se viera inundada de muchas cosas que hace rato quería tener.

En primer lugar, un paquete de música y más música y más música:



En orden de pedido:
  1. Pearl Jam Live in Texas 2009
  2. Pearl Jam Benaroya Live 2003 (disco doble)
  3. Pearl Jam Live in Ten Legs
  4. Queen Live at Wembley Stadium 1986 (edición aniversario, disco doble)
De ser sincero, al armar este pedido me asusté un poco por lo fácil que puede resultar comprar por Internet. No me considero adicto, no soy consumista ni nada, pero soy de planear todo y de pronto tuve ganas de esto. Ayudaron mucho dos cosas: los precios muy buenos (todos los items son producidos en Argentina, si fueran importados tendría que vender drogas para comprar al menos uno) y la disponibilidad.

Hace poco leía un artículo en Microsiervos sobre cómo el comercio digital puede desbancar dentro de poco tiempo al físico, al menos en cierto tipo de productos. Este es un caso típico, porque de estos cuatro items, a tres los había visto en las bateas de disquerías pero nunca juntos, y el cuarto no recuerdo haberlo visto nunca en ninguna parte.

Y justamente de los cuatro el recital de Wembley es uno de los items que tengo más tiempo deseando. Descubrí a Queen a través de Highlander, si no recuerdo mal. Por esa época los reproductores de CD eran relativamente caros (pero teníamos uno) y los discos originales también, era algo novedoso, y recuerdo que comprar un CD doble era algo difícil de pensar para un adolescente de una familia de clase media (y hacia esa época tuvimos algunos problemas financieros, o antes o después). Es decir que llevo quince años, media vida, deseando escuchar ese recital; ni siquiera lo bajé de Internet, deseando siempre tenerlo original. Y ahora en DVD, con edición de lujo, librillo con fotos impresionantes, una calidad envidiable, más material disponible, etc., es una verdadera alegría.

Sobre Pearl Jam, pues que es mi banda favorita, son buenos discos y estaban casi regalados. Incluso más, el de Benaroya lo tengo bajado de Internet, pero fue grabado a beneficio de una fundación que ayuda a los jóvenes sin hogar en Seattle, de manera que me resultaba particularmente malo el escucharlo "sin pagar".

Pero esa es la mitad del postre... o casi un tercio. Lo que sigue:




Hace un tiempo comencé a coleccionar figuras de acción de DC, de la línea de la serie de animación Justice League Unlimited. A falta de presentación oficial de dicha colección (viene en camino),
sólo me queda decir que estos son los dos primeros blisters triples que compro:
  • Lex Luthor, Copperhead y Mirror Master
  • Superman, Wonder Woman y Batman (Justice Lords)
Los dos a muy buen precio, pero comprados en lugares diferentes, el primer paquete me salió bastante más barato. Espero que sigan trayendolos porque comprarlos sin gastos de envío en una comiquería local me ahorra mucho dinero!

Finalmente, el último tercio.






Pues sí, tal como decía James Gordon en Batman Begins: "Tengo que conseguirme uno de esos".

Desde que salió esta película y vi en una juguetería este batimóvil me quedé fascinado con la idea de tener uno, más teniendo en cuenta que en esa época estaba a un precio bastante bueno. Muchos años más tarde, ajustado por inflación, calculo que pagué más o menos lo mismo, pero aunque fuera más, lo pagué con gusto para finalmente tener otra joya más que adorne mi habitación.

El detalle final. ¡Tengo que conseguir una figura que vaya dentro! Sí, se abre y hasta volante tiene...

Que no se piense mal de mí. Publico esto porque me produce alegría poder darme estos gustos, poder comprar cosas que significan mucho para mí, sobre todo después de muchos años de esperarlos y desearlos. Pero no es un ataque de consumismo súbito, ni ganas de suicidar mi sueldo. Todo está debidamente financiado y planeado.

Después de todo, soy de los que piensan que al dinero hay que gastarlo sabiamente antes que ahorrarlo para nada. Ya tendré tiempo más adelante para usarlo en cosas más "serias".

¿Qué viene ahora?

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Always in motion is the future, solía decir el Gran Maestro Yoda, y una vez más tenía razón.

Lo planeado, para bien o para mal, siempre debe ajustarse a lo pasado. Y a lo por venir.

Aunque nada de lo planeado hasta ahora (algo se ha mencionado aquí) está siendo modificado o cambiado, se me ocurre que va a ser un poco más difícil lograr todo: trabajo, estudio, escritura, lo personal...

Soy de los que se preocupan cuando están ya en el medio del problema, no soy de anticipar problemas para llorar sobre la leche que todavía no se derramó. Pero hay dando vuelta una poco saludable sensación, no de desastre, pero sí de tormenta.

Espero ansioso mis vacaciones para poder sacar mi primera materia de febrero, luego unos días más de trabajo, mezclados con varios feriados, sacar la segunda y quedar libre para empezar el último semestre. Marzo es un parteaguas en muchos sentidos.

Hacía tiempo que no me quedaba sin palabras. Pero decir más ya sería entrar en lo dicho antes: escribir sobre algo que no ha sucedido y tal vez no suceda. Así que no tiene sentido.