Las razones de mi escritura: "Atados al viento"

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A veces uno está escribiendo algo, o explorando un género, y surgen ideas para obras totalmente diferentes. Es algo de lo que me sucedió hacia 2009, sino me equivoco, cuando una pequeña editorial argentina abrió una convocatoria para un concurso literario.

Había que escribir una novela corta. Yo venía de escribir obras más largas, de unas 150 páginas, y centradas más que nada en la fantasía medieval y la ciencia ficción, así como montones de cuentos de estos géneros. Y sin embargo, me animé.

Tenía una idea, pero también muchas cosas que decir. Mucho que compartía con los protagonistas, mucho que quería reflexionar, mucho que quería expresar de alguna manera. Las cosas no habían estado bien en mi vida, y en la vida de mi familia. Había pérdidas, que todavía no se manifestaban pero estaban a la vuelta de la esquina. Estas, tanto materiales como afectivas, estaban muy entremezcladas. No era el fin del mundo, nos habíamos acostumbrado a ciertas cosas, pero el peso constante, la nostalgia por las épocas pasadas, mejores, y la melancolía, pisaban fuerte, al menos en mí. Los últimos rastros de mi infancia, de muchas cosas tan amadas y respetadas, estaban yéndose, de a poco, y no se podía hacer nada.

Y es por eso que "Atados al viento", creo yo, es mi obra más personal. Porque en mis cuentos y novelas digo cosas que me importan, que siento, pero a veces son ideas y sentimientos generales, que no tienen época, ni en el mundo ni en mi historia personal. Puedo hablar de conceptos más o menos abstractos como el honor, la gloria, la curiosidad del ser humano, sus puntos bajos y altos, la ambición y la locura, pero eso no siempre se refleja en situaciones personales.

"Atados al viento" es un título que se me ocurrió al pensar en cómo uno quiere seguir siendo igual, en cómo uno quiere refugiarse en lo cómodo de cada día, en la rutina. Cómo queremos aferrarnos a ese presente que se nos escapa, que pronto será un pasado irrecuperable. Pero la vida nos arrastra, las anclas no alcanzan, y en algún momento nos chocamos con esa realidad: todo cambió, no quisimos aceptarlo, no podemos cambiarlo. Algunos lo soportan y lo enfrentan, otros no.

No gané el concurso, pero de nuevo, no me importó. Me sentí realmente un escritor, y uno bueno (modestamente) porque en pocas páginas había podido contar una historia íntima, muy personal, tanto mía como de los personajes, mientras también exploraba tópicos de la fantasía contemporánea. He intentado mejorar algunas cuestiones sobre las que tenía dudas, o que me recomendaron cambiar. Y no he podido. No lo achaco a la falta de habilidad, sino al hecho de que la obra salió así, casi perfecta. He modificado algunos detalles, pero no hacía falta más: dice todo lo que tenía para decir.

Lucas, el protagonista, es una persona que se encuentra atrapado en una vida que no ha elegido por acción, sino por inacción, por no saber qué hacer. Una vida marcada por la falta, la tragedia, los errores de los adultos. Y ahora, al tener que decidir, no logra decidirse, no sabe arriesgarse. Cuando la vida le presenta riesgos que pueden darle muchas alegrías, casi prefiere la rutina, esa que odia por su vacío, pero que ama por la misma razón. La seguridad.

Y cuando en su tienda de antigüedades, una muy especial, por cierto, aparece una presencia particularmente sobrenatural, que sacude su mundo, no tiene más remedio que empezar a arriesgarse.

En los días que siguen seguiré hablando de mis obras, incluso publicando algunos fragmentos aquí y allá. Pero les recomendo mucho la lectura de esta obra, incluso por sobre otras que tengo. Es, creo, mi favorita hasta la fecha. Espero que también sea la suya.

Mi propia editorial digital: encontrando ilustrador (y II)

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En la entrada anterior hablaba de por qué quería trabajar con Mauro Mussi (a.k.a Drake), de su experiencia y capacidad... Uno no encuentra fácilmente alguien que esté formado en Bellas Artes y que ame la fantasía medieval, que tenga una formación clásica pero que también conozca a los grandes ilustradores de las últimas décadas, que pueda pintar en una tableta y con un pincel, que sepa de escultura, y de tantas otras cosas. Creo que eso lo hace especial para mí: el hecho de que no desperdicia oportunidad para aprender, que no se cierra en los viejo ni en lo nuevo.

Pero siendo ilustrador, supongo que querrán ver su trabajo y no hablar sobre el mismo. Les recuerdo que lo que vemos aquí es una muestra del mismo, y de lo que mostrará el día de mañana en las portadas de mis novelas si el proyecto de mi editorial digital finalmente se concreta, como espero se hará. Este proyecto de crowdfunding o financiamiento colectivo estará activo hasta el 28 de junio de 2014, así que entérate de qué hablo si no sabes nada todavía!







Ilustración realizada para el primer número de la Revista Términus.

Ilustración realizada para la Revista Términus #2.

Mi propia editorial digital: encontrando ilustrador (I)

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El trabajo de escritor es algo solitario. No tiene nada de malo; hay ventajas. Pero también, sobre todo desde que incursioné en los comics, hay algo que a veces se extraña, se necesita, se busca: el compartir con alguien más ese misterio que uno ha creado, el darle tu idea a otra persona y ver cómo la interpreta, cómo la hace visible, cómo la entiende y la transmite.

He trabajado con varios grandes ilustradores y dibujantes de comics, y casi siempre ha sido un enorme placer.

Pero cada tanto hay alguna "figurita difícil", algún dibujante que con el que quiero trabajar pero que no puede por compromisos previos, mucho trabajo, o cualquier otra razón.

Entre ellos, de alguna manera, estaba Mauro Mussi, a quien conozco desde hace mucho tiempo por otras cuestiones, principalmente por partidas compartidas de rol. Por eso no fue nada extraño elegirlo, sin pensar siquiera en alternativas, cuando comencé a pensar en el proyecto de crear mi propia editorial digital.

Mauro no es ajeno a la ilustración editorial. Además de conocer su capacidad, conozco de cerca su trayectoria: ha ilustrado juegos de cartas coleccionables, así como juegos de rol de varias empresas, principalmente en el extranjero. También ha realizado el arte de tapa de CDs y de otros formatos de obras artísticas.

Es por eso que mi elección es perfecta desde varios puntos de vista. Es bueno conocer al ilustrador de tus obras, porque ayuda a transmitirle lo que quieres decir, y siendo amigos desde hace tiempo, eso está asegurado. Me quito las ganas de trabajar con él, algo que hasta ahora me ha esquivado pero que espero pronto sea algo regular. Y por si fuera poco, tengo a disposición de mis obras un autor experimentado y de gran capacidad.

Los dejo con un par de sus obras anteriores, que dan cuenta de lo que digo. Más adelante compartiré otras, y comenzaré a hablarles de las obras que planeo publicar en Studio Ergo Sum.

Para saber más del proyecto, que está arrancando su fase de financiación colectiva, los invito a visitar su página en Panal de Ideas.

Mi propia editorial digital: un proyecto de financiamiento colectivo

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A los asiduos de este y otros de mis blogs, el nombre ya les sonará. Es el que utilicé para mi blog sobre diseño de juegos de rol, y el que tiene mi rinconcito en DrivethuRPG.

Y es que desde hace tiempo vengo perdiendo el miedo a lo digital, y desde que empecé a utilizarlo más y más (entre otras cosas, comprándome una tableta), terminé de ver sus bondades.

Una de las principales es que, aunque como lector que adora los libros impresos siempre querré ver a mis niños en tapa dura con sobrecubierta y papel grueso, comprendo que como autor de varias novelas y muchos cuentos, no tiene sentido ponerme a juntar dinero para autoeditarme cada una de mis obras. Además, está el tema del almacenamiento (y lo digo con varias cajas de Revista Términus en mi casa, del último número principalmente) y del transporte (a este paso en Argentina pronto será ilegal hacer envíos al exterior sin llenar varios formularios impositivos).

¿Cuál fue la idea, entonces? Llevaba tiempo rumiándolo y debía salir del útero-cerebro, como lo hizo Atena en algún momento.

Mi proyecto plantea la creación de un sitio web en el que venderé, en formato digital, mis obras literarias, tanto novelas como cuentos. Para reunir los fondos necesarios, he lanzado este proyecto en el sitio de financiamiento colectivo Panal de Ideas.

No tiene sentido que repita aquí todo los datos del proyecto: los invito a que visiten el enlace y lo miren, lo compartan, pregunten, colaboren, etc. Cualquier ayuda, tanto económica como de apoyo, de comunicación, etc., es bienvenida.

Quedan 45 días. Para mí, será una aventura nueva. Los espero aquí para comentar algunas novedades.


Actualización 27/5/14: Dos entradas para hablar del ilustrador de las portadas para el proyecto, Mauro Mussi (también conocido con Drake): entrada 1 y entrada 2. ¡Faltan 32 días!