Más sobre el CNHRF2010

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Lo iba a hacer, pero siempre me olvidaba o me retrasaba por algo. Ahora que veo que Fernando ya lo hizo, no voy a repetirme: simplemente los envío a su blog para que vean las páginas con las que ganamos una mención del concurso y algunas fotos más.

Y ya que están ahí, miren lo que el muchacho está haciendo últimamente, que vale mucho la pena.

Cosas de la economía

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Para los que no sepan, tengo un sitio sobre historia y tecnología militar: Casus Belli.

Sí, desde el año 2000 lo he ido construyendo, con altas y bajas, a veces con años enteros sin actualizaciones (como fue en 2010, sin ir muy lejos). A veces con una febril actividad que me permitía subir dos o tres artículos mensuales.

Gracias a la publicidad de Google, recibo algún dinero cada tres o cuatro meses, con lo cual redondeo algún ahorro o compra. Por lo general, no son más que unos dólares al mes, y la suma sube o baja de a poco (últimamente fue a la alta).

Ahora me veo, a fines de marzo, con una cifra muy superior, superando lo que esperaba para el mes. ¿Coincidencia? ¿O más gente buscando datos sobre lo que sucede en Libia?

La verdad, me resulta difícil separar ambas cosas y pensar en una casualidad. Y entonces pienso en todos los T-55 y T-62 que la "Coalición" (en realidad, un grupo de amigos que se largó cada uno por su cuenta) está machacando a lo largo de la costa mediterránea del país. Y también en los MiGs obsoletos que ya habrán derribado o que habrán destruido en el suelo.

Hay un flujo en la economía que es siniestro, pero no podemos evitar. Cuando las cosas "regresen a la normalidad" (como pasó en Irak), habrá que reconstruir y volver a comprar todos esos tanques y todos esos aviones. Los franceses ya podrán decir que sus Rafales están "probados en combate", lo cual les facilitará venderlos en otros países (cosa que se les complicó, salvo con los brasileros). Los estadounidenses y los británicos tendrán que comprar los como 200 Tomahawks que llevan tirados hasta ahora (decenas más, decenas menos), al costo de entre 1 y 1,5 millones de dólares por unidad. Y los libios, claro, tendrán que empezar a pensar en comprar "algo", ya sean Mirage-2000 franceses (los Rafale son apenitas un poco más caros, y como pasa con la PS2, cuando sale la 3, los precios se desploman).

Lo mismo sucedió en Irak, en donde EEUU pudo colocar montones de Abrams, Humvees y armas automáticas. Y que conste que no digo que estos países hacen la guerra para después colocar sus cosas, sino que algo de esto hay y es inevitable, incluso aunque existan razones muy buenas y "humanitarias" para comenzar un conflicto.

Solamente me hace pensar que termino siendo, sin quererlo, una sucursal del asunto, a una escala infinitamente menor. ¿Qué se le va a hacer?

All Star Superman (2011)

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A Dawyne McDuffie,
el silencioso hombre
detrás de las palabras.

La décima entrega del Universo DC de Películas de animación viene con varias particularidades. Es la primera que es tiene una calificación PG (Apta para todo público) en lugar de PG-13 (para mayores de 13 años), y también es uno de los desafíos de adaptación más grandes, al tomar un comic de 20 números escrito por el genial Grant Morrison y dibujado por Frank Quitely (al cual podremos conocer personalmente en Rosario próximamente gracias a Crack Bang Boom 2).

Esta historia, que debía realmente ocupar sólo 12 números, fue editada en el subsello "All Star": una idea de DC para revisitar el concepto de elseworlds, pero ahora con un matiz diferente. Tal como sucedió con la primera obra del subsello, All Star Batman and Robin, la idea era crear obras fuera de la continuidad, pero que tomaran los elementos atemporales, fundamentales de dichos personajes, poniéndolos bajo una nueva luz, renovándolos y actualizándolos sin revolver demasiado la mezcla (como sucedía justamente con los elseworlds anteriores).

El resultado es un argumento sólido, que cualquier persona ajena al mundo de los comics de superhéroes puede leer y con el cual sentirse identificado. Sobre todo porque plantea a un Superman irónicamente más humano de lo que suele verse. Este es el verdadero eje de la película: la humanidad de Superman.


Salvando al mundo... por última vez
Lex Luthor como el mal encarnado y Superman como el bien encarnado. Esta es la visión que muchos tienen de los dos personajes. All Star Superman tiende a mostrarnos que en realidad hay una razón detrás de sus motivaciones, y que estas son bastante buenas.

En la historia, el principal objetivo de Luthor es matar a Superman: no sólo porque le hace sombra, sino porque evita que cualquier ser humano se destaque. No es tanto un obstáculo para conquistar el mundo; más bien es alguien que nos impide ser completamente humanos, ya que él es superhumano.

En uno de sus planes maestros, Luthor logra su objetivo: hace que Superman quede al borde de la muerte. Al salvar a los ocupantes de una cápsula espacial que investigaba el sol, recibe tanta radiación (recordemos que los poderes de Superman surgen de la absorsión de los rayos solares) que sus células no pueden absorver. Como consecuencia sus poderes son todavía mayores, pero eventualmente morirá al convertirse en energía pura.

Consciente de que no debe revelarse esta noticia, pero sabiendo que tiene poco tiempo para hacer todo lo que le falta, Superman comienza a dejar todo listo para su partida, en el caso de que no consiga encontrar una cura para su condición. En el camino encontrará todo tipo de situaciones, algunas más inesperadas que otras... y al final podremos ver por qué siempre ha estado allí para ayudar a todo el mundo.


Un argumento encorsetado por el formato
Tal vez el mayor problema de la película, no totalmente resuelto por los realizadores, es que la obra resulta demasiado grande para encajar en poco más de una hora. Un problema habitual en este tipo de iniciativas, como ya pudimos ver en Superman/Batman: Enemigos Públicos. Si en este caso se adaptaban seis números, y el resultado no era muy bueno, aquí el resultado es infinitamente mejor, sobre todo teniendo en cuenta el desafío de adaptar una saga de 20 números escritos por uno de los guionistas más psicodélicos (si cabe la palabra) del mundo superheróico actual: Grant Morrison.

En conjunto, la adaptación resulta bastante buena, aunque a fuerza de recortar personajes y situaciones, ciertas cuestiones quedan demasiado en el aire.


Todo lo demás, muy bien
Afortunadamente, esta vez el dibujante sobre el cual se basó el diseño de personajes es uno bueno (para no repetir el fiasco que fue Superman/Batman: Enemigos Públicos). Sus expresiones, rasgos y movimientos son creíbles, y la animación tiene el grado de excelencia de todas las del Universo Animado de DC.

Igualmente, al seguir Andrea Romano al frente de las voces, estas siguen siendo buenas, y la elección de los actores eficaz, aunque no contamos con voces famosas como ha sido en proyectos anteriores.


Dwayne McDuffie
Como lamentable nota anecdótica, se dio la triste coincidencia de que el aclamado guionista de la película, Dwayne McDuffie, falleció el día anterior al lanzamiento de la misma (y justo un día después de cumplir 49 años). Su deceso se produjo por una operación de corazón a la que tuvieron que someterlo.

¿Quién era? Lamentablemente mucha gente no recuerda su nombre, a pesar de todo lo que logró. Hacia la década de 1990, fundó Milestone Comics, un sello editorial distribuido por DC, el cual presentó a muchos superhéroes de minorías, particularmente negros (como su autor). Tal vez el más conocido sea Static, el cual gozó de una serie de animación al poco tiempo. Su objetivo era presentar personajes que fueran realmente personajes, y no "gente de color". Lo mismo hizo al crear personajes de orígenes latinos o asiáticos para diversas series de este sello, el cual dirigía. Su lucha contra los estereotipos fue apoyada y aplaudida por artistas de toda la industria.

Pero si esta tarea creativa con matices ideológicos fuera poco, también se metió con la gallina de los huevos de oro en la animación superheróica. Luego de escribir 11 capítulos de Static Shock, y varios capítulos de Teen Titans y otras series, escribió para Justice League. Posteriormente lo elevaron a productor y editor de historias de la serie, cuando esta alcanzó el éxito definitivo y pasó a ser Justice League Unlimited.

El peso que tenía dentro de DC, y el respeto de la industria, le permitió realizar una hazaña poco frecuente entre los creadores de superhéroes. Cuando Milestone cerró sus puertas, él, que había ideado a la mayoría de sus personajes, fue el encargado de escribir las historias finales, en las que el universo de dicha editorial se fusionaba con la continuidad DC debido a un cataclismo cósmico. Es decir, fue el Alfa y el Omega de sus propios personajes.

Finalmente fue contratado para impulsar más el tren llamado Ben 10, escribiendo varios capítulos de Alien Force.

La adaptación de All Star Superman a película animada fue su último trabajo. Y si arriba digo que tuvo sus detalles, la verdad es que realizó una verdadera hazaña. Y todo lo que hizo en las dos series de la JL borraría cualquier cosa mala que hubieras hecho. Te vamos a extrañar.

The King's Speech (2010)

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Con doce nominaciones a los premios Oscar, de los cuales ganó cuatro (Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor para Colin Firth y Mejor Guión), catorce nomimaciones para los BAFTA (de las cuales ganó siete, dos de ellos para Helena Bonham Carter y Geoffrey Rush), y siete nominaciones a los Globos de Oro (ganó una para Firth), uno tiende a pensar que la película tiene que ser buena. Incluso con antecedentes de películas también muy premiadas que no lo fueron.

Lo cierto es que El Discurso del Rey llena todas las expectativas que se depositan en ella, particularmente en lo referente a la actuación de los tres grandes ya mencionados. Colin Firth, por primera vez, aparece en un primer rol muy elaborado, que hace juego con su capacidad actoral. Y pensar que Geoffrey Rush hizo de pirata maldito, de Marqués de Sade, de cuántas cosas más... al igual que Helena Bonham Carter, que ya hizo de bruja y de cuantas cosas más, ahora pasa a ser una reina "en serio" y no de cartas.

Pero si las actuaciones se han llevado la palma y han sido la principal fuente de alabanzas para la película, no se puede dejar de lado un buen y sólido guión, que hace creíbles a los que pueden ser los personajes más alejados de la vida cotidiana: una familia real. Sus flaquezas, pifias y errores, prejuicios y aciertos son la clave de toda la trama, particularmente la traba que da razón al título: la tartamudez del príncipe que muchos preveen será el futuro rey.


Algo de historia
El guión está basado en una historia más que real, la cual de alguna manera cambió al mundo. Hacia mitad de la década de 1920 y comienzos de la de 1930, el Rey George V reina sobre un enorme imperio que incluye Canadá, Australia, India, las Islas Británicas e innumerables colonias a lo largo del mundo. Está cerrando un reinado lleno de esplendor, pero el mundo no ha tenido tiempo de cerrar las heridas de la Primera Guerra Mundial cuando un nuevo terror asoma en el horizonte: la Alemania Nazi de Hitler.

Por si esto fuera poco, los avances tecnológicos alcanzados por esa época forman un nuevo mundo: la radio hace que la voz del rey llegue a todos sus súbditos casi instantáneamente, unificando más un Imperio que ocupa gran parte del planeta.

Lo cual no sería tan grave, si no fuera porque el segundo hijo del rey, Albert, es tartamudo. Su hermano mayor y heredero al trono, por otra parte, no parece ser la mejor opción para suceder a un padre severo y duro como pocos, que ha mantenido unido al imperio en los peores momentos. Pero si Albert no puede decir tres palabras seguidas, ¿cómo podrá ser el rey en la época en donde los gobernantes llegan a la casa de todos sus gobernados gracias a la magia de la radio?

La respuesta yace en la experiencia de un ignoto experto en problemas de dicción, interpretado por un genial Geoffrey Rush. Mientras él y su paciente luchan contra los prejuicios de la época y los traumas del pasado, el mundo se sumerge cada vez más en las profundas aguas de la guerra, haciendo cada vez más necesario que el tímido príncipe, que no se considera capaz de ser rey, de un paso adelante para tomar ese puesto.

Aquí es donde la película gana fuerza en otras aristas, particularmente la excelente adaptación de la época que nos ofrece. Siendo una producción inglesa, si uno está informado puede notar muchos detalles como palabras que ya no se usan, pronunciaciones o prejuicios de la época, y un montón de cosas más que, muy posiblemente, en una producción estadounidense se hubieran pedido. Ni hablar de la posibilidad de filmar en las locaciones donde muchos eventos tuvieron lugar realmente (o pudieron haberlo tenido).



Libertades narrativas
A pesar de todos estos detalles históricos tan cuidados, la película no siempre es tan fiel. En realidad, la recuperación más grande del príncipe no se dio en cuestión de años, sino de meses, comenzando mucho antes de la Segunda Guerra Mundial, a mediados de los '20s. Otra cuestión a tomar en cuenta es la interpretación de Winston Churchill, quien en realidad estaba en contra de la abdicación del hermano del futuro rey George VI, y con quien nunca se llevaron bien. Otros pueden acotar, también, que no deja nada bien parado a este rey de breve reinado (nunca coronado), ya que lo hace parecer como un pelele y no tanto como la figura romántica que deja a su reino por la mujer que ama. Habrá que ver, no soy experto en su figura como para decir si están o no equivocados.

Sin embargo, y a diferencia de toneladas de películas de Hollywood, estos "detalles" no son cuestiones al azar, errores de los guionistas, etc. Se nota que están ahí para contar mejor la historia, hacerla más dramática y emotiva. Si bien podemos no acordar en algunas exageraciones (como la escena final), la película en definitiva es eso, una historia de ficción. Y no pretende ser más.


Conclusión
A pesar de que mucho se ha hablado de cómo la película influyó a hablar más de la tartamudez, ya no como un tabú, no se me ocurre pensarla como una película con moraleja. Evidentemente tiene un mensaje de autosuperación, pero no se queda en eso y muestra la vida de sus personajes sin que todo esté teñido por el mismo.

El hecho de que el guionista de la cinta haya sido tartamudo, nos dice en todo caso que fue un proyecto muy importante para él, tal vez para mostrar al mundo esta autosuperación, tal vez para develar algo que, dentro de la Familia Real Inglesa, seguía estando prohibido.

Es por eso que El discurso del Rey es tan buena: no cae en moralinas y muestra una época tal cual era, llena de luces pero también de sombras.

Black Swan (2010)

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Obsesión, pérdida de la noción de la realidad, locura y búsqueda de algo imposible de alcanzar. Temas que el genial Darren Aronofsky ha tocado ya varias veces, siempre de manera original, siempre con perfecta del detalle, de lo sutil, de lo que se esconde a la vista pero llega al cerebro.

Black Swan, protagonizada por Natalie Portman y Mila Kunis, es una muestra de que este director, aunque esté haciendo una pochoclera continuación de Wolverine, no le ha vendido el alma a Hollywood (todavía... y esperemos que nunca).


Un argumento impecable
Una joven inocente y un anhelo que parece normal, pero no lo es. Un coreógrafo arriesgado, pero también algo perverso. Y una tercera en discordia que tal vez no sea lo que aparenta... ni lo que la protagonista cree.

Aronofsky desgrana un presente cambiante, que lentamente nos permite ver a una mujer atrapada en la búsqueda de una perfección que siempre se le escapa. Lo que descubrimos es que constantemente hay más capas para pelar, y que no podemos estar seguros de nada. La sorpresa está siempre a la vuelta de la esquina, pero sin trucos baratos ni vueltas de tuerca forzadas o poco originales.

Una vez más el director demuestra que es capaz de hilar historias con un tremendo nivel de detalle, sin que por eso parezcan obvias, pesadas o complicadas.


Buenas actuaciones, el combustible de la historia
Pocas veces he visto actuaciones tan sólidas, tan expresivas, tan sorprendentes. Sólo podía esperarse algo así de Portman, quien nos sorprendió también en papeles duros como el que le tocó en V for Vendetta. Su obsesión, que parece inocente e inofensiva al principio, está perfectamente reflejada en un crescendo que lleva a un final tan fantástico como creíble.

La actriz lleva siempre su compromiso actoral al límite, y eso es seguramente lo que la diferencia del resto. Black Swan sirve para mostrarlos no solamente el lado oscuro de un personaje, sino también de una profesión por fuera muy algodonosa y vistosa, pero por dentro llena de traiciones y sacrificios que a veces no valen la pena. En este caso, la elección de Natalie Portman es particularmente precisa: ella fue bailarina de balet durante años, pero dejó de practicar cuando eligió la actuación como carrera. Esto le permitió darle una cuota mucho más grande de credibilidad al personaje, desafío que Portman asumió retomando la práctica durante un año, antes y durante la filmación.

Pero si de Portman podíamos esperar esto, la sorpresa en todo caso la da su contrapartida, Mila Kunis. Lanzada al estrellato televisivo por la comedia That 70's Show, hasta ahora es, por lejos, la que ha demostrado una mayor capacidad actoral, en gran medida gracias a esta película. En un papel completamente opuesto al de Portman, logra justamente lo mismo: hacerlo creíble hasta en los menores detalles.

Lo curioso es que Natalie Portman fue la que metió a Mila Kunis en el proyecto. Ambas son amigas y Portman, al enterarse casualmente de que Kunis también había practicado ballet, se la sugirió al director, quien estuvo de acuerdo. Esto tuvo un efecto inesperado, ya que comprometió algunas escenas fuertes de la película. Según Portman, les resultó difícil separar su amistad de su actuación; sin duda alguna salieron ganando del desafío, demostrando ambas de lo que son capaces.

Como nota personal, fui a ver la película el 27 de febrero de 2011, justamente el día de entrega de los Oscars. Al día siguiente tuve que aplaudir la decisión de la Academia al premiar a Natalie Portman, que con sus recientes 30 años demostró saber más de actuación que muchos actores que llevan esos 30 (y muchos más) pero de carrera.


Una original forma de filmar
Aronofsky no le teme a nada. Lo vemos apenas empezar, cuando, cámara en mano, vemos como la protagonista va hacia sus ensayos. Cada toma está hecha para impactarnos o para relajarnos, según lo que la historia pida. En este sentido, visualmente, la narración es simplemente perfecta.

La dualidad blanco/negro está por todas partes, siendo la primera y más obvia el vestuario. Pero también está la dualidad de la protagonista, dividida cada vez más por su propia obsesión. El constante uso reflejos en vidrios distorsiona la realidad, mientras que los espejos la parten en muchos pedazos. El director hace un interesantísimo uso de los mismos para evitar los planos y contraplanos, permitiéndonos ver tanto al observador como al observado desde diferentes puntos de vista.

Estos y otros elementos, si bien son evidentes, están instalados de manera lo suficientemente sutil y casual como para no resultar forzados.

Otro aplauso va para los efectos visuales, que a costa de ser extremadamente sutiles sólo nos dicen lo que podemos ver.




Un punto de vista personal
Black Swan es una de esas películas que alcanzan un nivel tan cercano a la perfección que uno teme volver a verlas y encontrar algo que no encaja. Por su estructura argumental, por el nivel de sus actuaciones y por la dirección de Aronofsky (el único que podría haberle puesto la firma), es una cinta inolvidable. Un poco menos cruda que Requiem for a dream, pero igualmente comprometida en sus críticas sociales y dura en lo psicológico, vale la pena invitar a ciertas personas que pueden tardar en aceptar pero que luego nos darán la razón al ver la calidad de la historia.

La película comparte ciertos elementos argumentales con la genial Perfect Blue, del recientemente fallecido Satoshi Kon. Tal vez por eso muchas de las escenas me sorprendieron menos, o no tuvieron tanto impacto, ya que yo, conociendo a Aronofsky, preveía ciertos tópicos. Lejos estoy de decir que ambas películas son similares, o una remake de la otra; en todo caso, lo que puede verse es que la pérdida gradual del sentido de la realidad está igualmente tratada de una manera genial. Mientras en Perfect Blue esto se logra a base de sueños y despertares, en Black Swan la historia continúa avanzando sin repeticiones ni retrocesos, y son los detalles, a veces bastante macabros, los que nos dicen qué es lo que realmente está pasando (o no).

Concurso Nacional de Historieta Roberto Fontanarrosa 2010

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The best is yet to come.

Prizefighter, The Science of things, Bush (1999)


Como les había contado previamente, quedaba pendiente la presentación de los premios del Concurso Nacional de Historieta Roberto Fontanarrosa 2010. La ceremonia se llevó a cabo este viernes 4 de marzo, en el local de Sport 78 del Shopping del Siglo.

Afortunadamente, gracias a la ayuda de Sebastián, mi compañero de oficina, pude asistir reorganizando mi horario laboral. Con bastante previsión, llegué una media hora antes, que aproveché para comer y beber algo y esperar en la puerta para ver qué pasaba.

Durante la semana había avisado a la mayoría de mis amigos, lamentablemente muchos viven lejos de Rosario o trabajan en horarios fijos. Una gran cantidad me envió mensajes de saludos y disculpas, las cuales agradezco. El único que se pudo acercar fue Diego, a quien le agradezco también el tiempo que se hizo para el evento.

Un poco más tarde de las 11, que era el horario acordado, Oscar Taborda, de la Editorial Municipal, salió para recibirnos con algunas copias del libro que incluía todas las obras premiadas. Sinceramente, fue hermoso abrir el libro a la mitad y encontrarme con nuestra historia, Victoria, justo en las páginas 30 y 31. Compartimos el momento con Fernando Kern, quien también por suerte pudo venir, acompañado de su novia, a quien le agradezco muchas fotos y el haber cuidado de mi mochila (que no era nada liviana).

Una vez dentro nos pusimos a conversar con el ganador del primer premio, el sanlorenzino Gabriel Keppl, y con otros miembros de la ADL que se colaron en el local. La iniciativa fue interesante; aunque era un horario de poco público, varios de los compradores ocasionales notaron que sucedía algo diferente y se hicieron con copias del libro.

Con un poco más de tiempo para charlar, mientras se terminaban de ultimar los detalles, conversamos sobre la buena calidad del producto. Con 60 páginas a todo color, en formato 21x27.5 cm y tapas blandas de buen gramaje, el libro está ilustrado en su portada por el mismo Fontanarrosa.

El volumen incluye 14 historias premiadas (1º y 2º premio, Mejor Obra de Autor Rosarino, y 11 menciones), de entre 2 y 6 páginas de extensión, en técnica y formato libre, por lo que se nota una gran diferencia de estilos.

En esta oportunidad, a diferencia de lo ocurrido en 2008, el concurso era temático, enfocándose en los deportes. Si bien esto se debía en gran medida al rubro de la empresa que lo sponsoreaba, no podemos negar que los lazos que ligan a "El Negro" con el deporte, tanto en el comic como en la literatura, son muchos y muy fuertes.

Con Fernando quedamos muy conformes con la calidad de la impresión, que hizo justicia a los colores digitales que le imprimió a nuestras dos páginas. Tal vez el único detalle a tener en cuenta es que la cartulina de las tapas es un poco sensible a los roces; vi algunas copias con raspaduras y algunos cortes un poco toscos. Sin embargo el formato es bueno y a pesar de estar encolado, soporta bien la apertura en más de 90º. Mi copia del libro editado en 2008, que ha sido leída varias veces, es testigo de su robustez. Nada que empañe el resultado final.

Luego de un buen rato de conversar con Fernando, Gabriel y otros compañeros de la ADL como Mercedes y Esteban Tolj, nos avisaron los organizadores que el evento estaba por comenzar. Nos juntamos en la esquina del local en donde se había instalado el retroproyector y los micrófonos, identificando con la mirada a los otros dos ganadores presentes, Silvina Juárez y Gonzalo Ruggieri.

Comenzó hablando Oscar Taborda, responsable del concurso por parte de la Editorial Municipal. El mismo destacó la importancia de retomar la iniciativa luego del parate que significó el año 2009, y la gran alegría que tenían al poder darle un "hermano" al libro de 2008. Coincidentemente con esto comentó la necesidad de seguir realizando el concurso anualmente, para que este se afiance y encuentre su lugar en el mundo. En este sentido, agradeció mucho la ayuda brindada por la empresa Sport 78, la cual, según tengo entendido, aportó una gran parte, posiblemente todo, lo que el concurso requería en materia monetaria. Una muestra más de lo que los funcionarios socialistas locales han conseguido durante años, sumando lo privado a lo público.

Posteriormente habló Horacio Ríos, Secretario de Cultura de la Municipalidad. Nuevamente agradeció el aporte de los dueños de la empresa, y enfatizó las ganas que tienen de continuar con el concurso. Agradeció igualmente a la prensa por la atención que le habían dado al evento (yo vi un periodista de televisión local pero no vi que hiciera reportajes; igualmente había cámaras y un canal de cable local). Finalmente, resaltó la importancia cultural del deporte, comentando que el libro incluía muchas historias de estética y temática muy diferente, dando como resultado un ejemplo de las muchas aristas a explorar.

Sobre la difusión de la obra, Ríos comentó que, además de poder retirarse gratuitamente en locales de Sport 78 y en los Centros Municipales de Distrito, se haría un esfuerzo por ubicar copias en bibliotecas populares y en escuelas públicas. Con una tirada de 3.000 ejemplares, se buscará siempre llegar al público más interesado en el tema para no desperdiciar el trabajo realizado.

Luego de los discursos nos sacamos fotos, los ganadores con los ya mencionados funcionarios. Aquí pueden ver algunas.


En la foto: Horario Ríos, el dueño de Sport 78, Gonzalo Ruggieri,
Silvina Juárez, Gabriel Keppl, Fernando Kern y yo.


Observando el fruto de nuestras horas sin sueño.

Gabriel y yo conversando con Oscar Taborda.

Posteriormente los ganadores presentes fuimos entrevistados para el canal de noticias de Cablehogar. Sin que preparáramos nada salió todo muy lindo.

Lo que siguió fue algo más de intercambio entre los ganadores, Oscar Taborda y Carlos Barocelli, hasta que se me hizo el horario de regresar al trabajo.

Sin lugar a dudas fue uno de los más lindo momentos de mi vida. Espero poder seguir sumando entradas como esta al blog.


UPDATE: Un pequeño video del evento, para que puedan ver al lugar y el libro resultante del concurso.


Premio Nacional de Historieta Fontanarrosa 2010 from Gastón Flores on Vimeo.

Más vale miniatura en mano... (y II)

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Se preguntarán por qué compro miniaturas de Star Wars si está visto que nunca puedo jugar o dirigir dicho juego.

El motivo es sencillo: un poco de coleccionismo rolero. Me gusta mucho la saga de películas, más que nada las primeras, y tengo varios comics. Me atraen los diseños técnicos y ciertos aspectos y personajes. No compraría miniaturas a mansalva, sino solamente las que me gusten, como el citado caso del Viper Droid.

Las miniaturas más grandes están exhibidas en las bibliotecas. Las más pequeñas están guardadas en cajas de bombones, de plástico transparente, muy cómodas para llevarlas dentro de una mochila cuando hay que rolear. Las tarjetas van aparte, ya que casi no me sirven (no las uso para el juego de miniaturas).

Las del nuevo montón están en una caja aparte que conseguí específicamente para ellas. Este sábado voy a ir al club de rol solamente para presumirlas un poco (bueno, también para hacer sociales; hace dos o tres semanas que no voy).

Mirándolas con más detenimiento en estos días, he quedado muy conforme con la calidad de todas. Están impecablemente pintadas, con muy buenos detalles. La pureza de los colores, algunos muy llamativos, les agrega mucha vida. Además no veo ninguna que haya llegado torcida: el plástico que usaron es más sólido. A diferencia de algunas minis de otras expansiones, en los que los droides de combate B1 están todos doblados, estas minis no tienen ninguno de esos detalles, e incluso hay un droide B1 que es mucho más fino que los que tengo y es mucho más sólido.

Bueno, me voy a jugar un rato con las minis. Todavía no pierdo las esperanzas de usarlas, algún día, para ambientar una excelente campaña de Star Wars Saga. A ver si se da.

Más vale miniatura en mano... (I)

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Esta historia tiene muchas partes y comienza el 16 de diciembre.

Desde un mes antes estaba pensando en la posibilidad de gastar cierto saldo de PayPal, que no puedo retirar en dinero contante y sonante, en una compra por Internet. De hecho ya había comprado un paquete de PDFs de juegos de rol muy interesantes, que incluían Apocalypse World, Dogs in the Vineyard y otros. Pero quería algo diferente.

Eso me hizo comenzar a pensar en comprar miniaturas, de Star Wars preferentemente. Sin muchas referencias encontré un sitio que me satisfizo: Popular Collectors. Apresurado por las fiestas y por un descuento promocional, me senté a hacer una lista de 30 miniaturas, que terminaron sumando unos 14 dólares (con el descuento incluido). Lamentablemente a último momento me di cuenta de que el envío básico de 10 dólares no era suficiente (supuse que me había excedido de peso), así que tuve que abonar unos 20 dólares. Dolió, pero me quedé conforme.

Esperé, esperé... finalmente reclamé, porque no tenía noticias del envío, y la orden aparecía siempre como pendiente en el link que me dieron. Amablemente me informaron de que habían vendido más miniaturas de las que tenían en stock (recordé ese episodio de Los Simpsons donde sobrevendían un vuelo). Me ofrecieron una disculpa y me informaron que el paquete saldría el día siguiente sin falta, con un bonus de miniaturas para compensar la demora y el problema. Esto fue el día 13 de enero.

De nuevo la demora en recibir el link de contacto con información de envío. Reclamo, siempre de buenas maneras, y me informan que por un error, aparentemente del correo, el paquete todavía no ha salido. Me solicitan de nuevo mi domicilio, para constantar el problema. Como verifican que es algo del correo, hacen el reclamo y no debo pagar nada.

Finalmente el día 4 de febrero recibo el mail que informa del envío y me da datos de seguimiento. Los cuales no sirven de nada porque después del día 5 no muestran cambios.

Dejé correr el tiempo y pensé que el paquete llegaría el día del arquero, o que simplemente se "perdería" en el correo. El domingo 27 de febrero por pura casualidad me encuentro en el cine con un amigo que está mucho más acostumbrado a envíos internacionales, y me informa que hasta dos meses luego del pedido puede ser que lleguen los paquetes, aunque lo normal son entre 20 y 30 días, según su experiencia. Respiro aliviado.

El día siguiente, último de febrero, regreso a casa y encuentro un aviso de visita del correo.

Sumamente contento me dirigí entonces el día siguiente a la sede del mismo, munido del mágico papelito que me reuniría con mis minis. Pero, oh sorpresa, el encargado revisa carpetas, revisa otra carpeta, llama por teléfono reclamando que no está anotado en ninguna parte el envío. Como no le dan mucha bola, comienza a desarmar los armarios llenos de paquetes que están a su espalda. Miro con algo de preocupación los multicolores sobres y cajas que saca y pone; atrás mío se forma cola.

A los diez minutos de espera, regresa con una caja marrón, común y corriente, y me hace entrega de la misma. Cuando le ofrezco el documento para que verifique mi identidad, me dice que no hace falta. Después de todo, no tengo donde firmar, ya que el paquete no está anotado en ninguna parte.

En fin... sufriendo hasta el final. Pero aquí están:

La caja en todo su esplendor :D


Lo que estaba dentro: una bolsa con la mayor parte del pedido, y la estrella de la noche.

Sí sí, un X-1 Viper Droid de Industrial Automadon :D

Lo cual me lleva al pasado, cuando en casa de un amigo vi por primera vez el diseño de este droide de combate, que me encantó. Hace poco pude averiguar qué comic había sido ese, y luego lo compré: Dark Empire. Desde hace tiempo también tenía ganas de comprar esta miniatura, pero siempre estaba corto de dinero y luego no estuvo más en el stock del único lugar en Argentina que venía minis de SW. Así que fue lo primero que ordené y lo que más me preocupaba perder si no llegaba la caja.

Comparen con otras miniaturas... una verdadera bestia!!!


Así quedaba distribuida la compra. El paquete vino impecablemente armado, nada se movía en su interior. Había un listado con las miniaturas incluidas en donde estaban tildadas para verificación, y las tarjetas estaban ordenadas según ese listado (un detalle que me facilitó el control). Una joya.

Otra joya: el Imperial Shuttle (el último que tenían!!!).
Me encantó siempre el diseño de esta nave y por eso la quería en la colección.

El paquete, más ordenadito.

Al final, el saldo es muy positivo. Cada miniatura me salió, incluyendo el envío, algo así como 1,3 dólares (4,73 pesos). Si bien no me enviaron las miniaturas de compensación que me dijeron, estoy conforme con el servicio que me brindaron ya que siempre me respondieron rápidamente y con amabilidad, y me solicionaron el problema del envío.

Este sábado, a presumirlo al club, ya que puedo ir.