Cinecomix 2007: a ver qué onda

Aunque estoy un poco cansado de hablar del tema, es algo que ya pasó, quiero darle un cierre a todo. Pablo hizo un lindo balance en su blog, que posteó por todas partes, así que también recomiendo su visión, aunque coincidamos en algunos temas.

Yo pienso hablar, en todo caso, de eso que no dije antes, cuando era meramente un cronista y no un comentarista. Así que ahora pienso ser más crítico, más, cómo decirlo, comprensivo que solamente descriptivo, ya que pasaron los días y vi todo tipo de reacciones sobre el evento.

La gente no quedó contenta. No hace falta leer todo lo del foro de Rosario Anime ni hacer una entrevista. Para muchos, 12 pesos era demasiado; otros lo pagaron porque podían, pero igualmente hubieran querido tener más por ese precio.

Creo que la sensación general es de descontento y lástima, como un sentimiento de pérdida. Ciertamente, Sierpes del Sur no perdió nada: mostramos lo nuestro, mandamos tarjetas a mucha gente, difundimos sanamente el rol, la pasamos bien (salvo por las enfermedades y el terrible frío)... Pero muchos expositores no quedaron conformes, particularmente los que venden y pusieron plata, que son los que sustentan toda convención de este tipo.

Los clubs de aficionados creo que sí salen ganando, dependiendo de sus enfoques. Rosario Anime puso un stand regroso, y su gente en general la pasó muy bien, pero no sé cómo les habrá ido en tema difusión, ya que no hubo demasiado público. Se veía en sus pilas de folletos sin entregar que aquello podría haber sido mucho mejor. Y la gente de la Asociación Argentina de Wargames, grandes amigos nuestros ya, aunque no tuvieron su stand, creo que podrían haber tenido más espacio o representación. A lo mejor fue en parte cosa de ellos, pero creo también que la organización del evento podría haber comprendido mejor sus necesidades.

Cinecomix tuvo muchas cosas "raras" en el medio. Antes de celebrarse, acá nadie sabía nada de las previas, más allá de las de 2005 que se mencionaba en algunos foros (irónicamente, las tarjetas de expositores que teníamos eran de esa fecha). Y después, cuando estaban en pie, yo encontré en un anuncio en un foro que mucha gente contestaba diciendo cosas como "uy, otra vez curran con esto" o "pero si son una porquería, otra vez con lo mismo"... Comentarios varios, repetidos de cuando se hicieron en Buenos Aires y, creo, en Mar del Plata.

Sinceramente, podría contar muchas pequeñas cosas, desprolijidades y errores de los organizadores... pero no sería justo. Uno podrá pensar que son chantas, otros que son improvisados, otros que son gente que no aprende. Yo no sé, no voy a dar una opinión así de una porque no los conozco. Pero sí, lamentablemente CineComix fue un huevo medio crudo, medio cocido.

Falló la publicidad estrepitosamente, lo cual atentó contra la cantidad de público, lo cual nos aburrió a los clubs y les quitó ventas a los expositores que vendían. Fallaron varias cosas de la organización, como los anuncios de los eventos de cada día, la disposición de algunos stands, pequeños detalles y otros no tan grandes.

Estaría bueno que eso sirviera de ejemplo, que uno pudiera ver Cinecomix el año que viene y pudiera decir "bueno, la pifiaron pero pueden mejorar mucho, por ahí despega". Lamentablemente, creo que no será así. No sé cuántos y cuales expositores querrán volver, y si bien Rosario es una ciudad grande, tampoco hay que exagerar: no hay muchos negocios "del ramo".

Como decía, a nosotros nos sirvió, pero nos podría haber servido mucho, mucho más. Como dice Pablo en su blog, es una lástima que haya que esperar que gente de Baires traiga de afuera un modelo de convención determinado, cuando acá podemos hacer las cosas de otra manera, a pulmón, como lo demostramos nosotros en 2005 y como ya lo ha intentado Rosario Anime, con diferentes niveles de éxito y propuestas, en este tiempo.

Yo me quedo convencido de que la solución no es esperar que CineComix vuelva y mejore, sino hacer nosotros mismos un esfuerzo para que tengamos un espacio propio y convenciones más nuestras, más rosarinas, como son Leyendas, que salen poco y ofrecen mucho, y mucho de todo. Yo sé que se puede; ahora solamente hay que jugarse.