D&D y yo


En estos días, debido a una serie de debates y lecturas, vuelvo a indagar sobre la relación que tengo con ese jueguito tan famoso.

Nunca jugué D&D, digo a veces, lo cual es netamente cierto. No recuerdo haber jugado, aunque...

Hace mucho, mucho tiempo, en un bar lejano, casi jugué D&D. Fui a uno de los primeros clubes de rol de Rosario y pasé toda una tarde escuchando la historia de la Dragonlance y llenando 4 carillas (cuatro carillas, por el amor de Dios!!!!!) de datos de todo tipo sobre mi personaje. Terminó el tiempo y me fui. El club cerró y yo perdí mis cuatro carillas de personaje, el cual creo que no desarollé mucho porque ni recuerdo.

Creo que eso fue todo por un largo, largo rato.

Suena irónico. En 2004 empecé a involucrarme con el club de rol y el primer evento en el que participé fue el Game Day del 30 aniversario. Todavía tengo el dado, la miniatura, el lápiz conmemorativo (que no funciona a pesar de que lo cuidé y apenas lo usé). Tengo la hoja de personaje a color de mi clérigo enano... pero no recuerdo haber jugado. Quiero decir, estoy en las fotos, sé que jugué. Pero no sé qué jugué. Cero, en blanco.

Después organicé con Pablo (Ibex) varios Game Days más. Pero nunca jugué; por lo general él dirige y yo hago lo demás.

Hace poco en una jornada me gané una "miniatura épica". Muy contento, muy contento en serio porque hace tiempo que no ganaba nada en una jornada de rol, o si gano algo es por derecho adquirido (cuando dirijo en Leyendas). Acá fue puro azar, como me gusta.

Así que es una historia de silencios y desencuentros. Nunca he jugado, de hecho, nada con el sistema D20, tampoco. Eso me da una extraña sensación ahora que leo y pruebo cosas de Star Wars: Saga Edition, porque experimento por primera vez ciertas cosas. Ya veremos en el futuro.

1 comentario:

Drake dijo...

Bueno, quizás un bautismo de fuego te arroje una experiencia interesante, y con esto no me refiero a que el juego propiamente dicho te resulte interesante.

Digo, es como ir a ver animales al zoológico sin las rejas de por medio (no estoy tratando de bestia a nadie, ojo), me refiero a que es, como cualquier otra experiencia social, diferente al vivirla desde "adentro". Uno puede apreciar otro tipo de cosas, otra estética si vale la palabra.

Repito, no por eso más agradable, pero, quizas si, más interesante. A mi siempre me pasó algo así con el fútbol.