Puf... qué días...


Bueno, más de una semana sin escribir acá. Y sin hacer muchas otras cosas, también.

En realidad, fueron días muy complicados (si no lo creen, que lo digan mis amigos que leen esta entrada, a los que tuve que posponerle varias veces reuniones, mails y demases).

Acabo de terminar casi todo lo que me faltaba hacer, tengo unos minutos antes de medianoche, así que...

¿Qué estuve haciendo? Principalmente ordenando mi casa, después de la mudanza de mi hermano. No fue difícil, pero sí largo y divertido. Creo que recién ayer todo terminó de encajar. Después de Nochebuena y Navidad, no descansé mucho. De hecho todo el fin de semana fue un ir y venir de cajas, libros, papeles, carpetas, esto y lo otro. Día, tarde y noche. El sábado me acosté a la medianoche, pero como no tenía sueño aproveché para pasar hora y media dando vuelta un grupo de cajas que todavía estaban en la lista de espera. Frenético es una palabra que se queda corta.

Sería largo y tedioso contar todas las peripecias, pero quedemos en las siguientes estadísticas:
  • 30 cajas vacías de CDs y 15 sobres. Afortunadamente para el medioambiente, mi mamá hace manualidades con el contenido.
  • Una estantería liberada de cajas en su parte superior.
  • Tres "nuevos" posters en mi pieza, que estaban en la otra. Más posters en mi habitación que siempre quise colgar. No había espacio.
  • Una mesa que ahora tiene contenido útil y seriamente ordenado en cajas de buena calidad. Otra mesa en mi pieza con diversos elementos útiles como lápices, cutters, gomas elásticas y un largo y mcgiveriano etc.
  • Un escritorio en el que sí se puede escribir.
  • Cerca de medio metro cúbico de cajas vacías, cosas de mi hermano y cosas que tenemos que ubicar en otras partes pero que sirven.
  • Varias cajas que ahora sí tienen contenido relevante, puestas en lugares donde no estorban.
  • Varios kilos de papel en la basura o en pilas de borradores.
  • Más carpetas organizadas como siempre quise.
  • Un cajón personal semivacío y "ordenado".
Creo que no olvido nada... Todo esto claro dio lugar a numerosos descubrimientos de todo tipo:
  • Yo coleccionaba calendarios, y encontré un montón en mi cajón. También encontré las viejísimas figuritas de bandas de rock que tenía guardadas de cuando estaba en la secundaria. Las repetidas a lo mejor las comparto :D.
  • Una colección de estampillas que eran de mi hermano pero que calculo que yo ayudé a engrosar. Antes mi madre trabajaba en una empresa que recibía correo de muchas partes, particularmente de España e Italia. No las quiero tirar. No sé qué hacer, pero no ocupan mucho lugar.
  • Una carpeta llena de cards de Robotech, Sailor Moon y Star Wars. Un amigo me regaló muchas de Star Wars para mi cumpleaños; de hecho casi todas las de El Regreso del Jedi. Así que ahora tengo muuuchas. Son de Topps, si no me equivoco, y son muy lindas. El tema es que tengo que averiguar precios para folios y calculo que no son baratos. También tengo que darle hogar a muchas cards de Pepsi cuando sacaron una serie de personajes de DC. Tengo bastantes de esas también.
  • También descubrí muchas figuritas repetidas, algunas de Los Simpsons y de Jurassic Park, y una parva de Sailor Moon. Puedo empapelar la casa con todo eso y algunas otras cosas.
  • Fotos de personas y eventos que ni recordaba, negativos, en fin, un montón de material que recién ahora empecé a ordenar.
  • Muchos Cds de utilidades arcaicas que fueron recicladas, como utilidades para tarjetas VGA, para hablar por teléfono con el modem, para contectarse con Sinectis, y miles de cosas absolutamente ridículas en la actualidad de Internet.
  • Cajas y latas vacías que no quiero tirar pero que todavía no han encontrado utilidad.
  • Dos joyas. Yo que creía que no tenía ningún recuerdo del Negro Fontanarrosa... Cuando iba a Leyendas se armaba un revuelo tal que era imposible pedirle un autógrafo, había que esperar horas (y él los firmaba a todos). Pues bien, parece ser que sí le pedí un autógrafo, pero en una muestra humorística de 1999. Tengo un Mendieta con mi nombre, y un Clemente también, de parte de Caloi. Si no fuera porque hay una tarjeta postal con todos los datos, a modo de invitación, ni recordaría haber ido. Ahora le encontré un lugar más acorde.
Bueno, ya se volvió pesado. Para mí eso resultó muy divertido, sobre todo porque me ocupó un fin de semana completo. Ya veo por qué alguien puede creer que soy aburrido.

¿Qué me llevó a este frenesí de organización? La verdad es que no tenía ganas de sentarme a responder mails, escribir cosas que tengo atrasadas o leer cosas para reescribir. Mi idea era hacer eso en enero, mes en el que me tomo vacaciones de varias obligaciones. Pero para eso necesitaba rearmar mi vida física, iniciar una nueva etapa digital y personal sobre la base de algo diferente en todo sentido. Reacondicionar el espacio para que fuera más cómodo visualmente, prácticamente. Darme algunos gustos en decoración friki, como tres posters de Star Wars en la misma pared, o una proyectada pared temática de El Señor de los Anillos. No tener Cds sobre el scanner ni la mesa de la computadora abarrotada de papeles sin hogar. En fin, ya me comprenden. Sin eso no hubiera podido seguir con lo demás.

Así que ahora estoy más tranquilo. Las cosas que quedan las haré en estos días, según haya dinero para algunas compras y algún rato para hacerlas cómodamente. Pero el 80% de todo lo que quería cambiar ya está. Ahora es cuesta abajo y más tranquilo.

Ya saben entonces en qué pasé esta semana. Y voy a seguir ocupado, pero en otras cosas.

1 comentario:

Damián dijo...

Por ahí dijeran los que creen en el Feng-Shui que cuando uno ordena y re-ordena su espacio, la energía fluye. Y eso hace que uno se sienta renovado y muy animado.

En definitiva puedo entender por qué te ha divertido tanto todo el proceso.