Fábrica de chorizos


Con Borderline, por ejemplo, había que hacer toneladas de páginas. Hubo historias en las que inventamos, con (Carlos) Trillo, una editorial que publicaba historietas de un superhéroe dentro de la misma historia, entonces esas páginas las hacían otros dibujantes. Es una vorágine que no tiene nada que ver con lo que uno pretende hacer. Si uno busca no ensuciar este arte, no podés meterte en esa fábrica de chorizos porque nada bueno va a salir. Llegó un momento en donde dije “esto no me sirve” y me fui. Fue exactamente lo mismo que me pasó en Editorial Columba, donde me venía preguntando por qué se habían ido tipos como Horacio Altuna o José Muñoz. Es entonces cuando hay que buscar a alguien que valore mejor tu trabajo.

Eduardo Risso, en una entrevista a Página/12 hablando de su experiencia en Italia.

Curiosamente, en Dibujantes compré el tomo nº4 de Cybersix (de Trillo y Carlos Meglia) en la cual Risso dibuja varias páginas con la excusa de que la protagonista lee un comic basado en su propia historia... por lo que estuve leyendo, Meglia tuvo el mismo problema que Risso: la editorial italiana le pedía una cantidad ingente de páginas (en este caso, 12 por semana!!!) y tenía que recurrir a todo tipo de trucos. Este era uno de los más usados, aparentemente... la pregunta que me surge es a quién se le ocurrió primero. ¿Cosa del guionista solamente?

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