Acabo de volver de la casa del señor Barocelli, quien se está encargando de ilustrar (=iluminar) la continuación oficial del Eternauta.
Si antes me había dado impresión sostener y hojear el guión de la obra, ¿qué puedo decir sobre observar una docena de páginas terminadas?
Claro, primero tuve que ser aceptado por su "perrito", quien me bautizó a lenguetazos según la ocasión. Menos mal que no me molestan los animales cariñosos, aunque lo mío sean los gatos :D
Charla va, charla viene, pude ver cómo iba terminando dos hojas!!! Hmmm... parezco re-cholulo. Se me fue al caño la seriedad y este post no tiene nada de vivencial, de poético, de sublime...
Pero no, a ver si sale algo...
El otro día pensaba sobre esta dicotomía que te dan ciertas experiencias. Porque por un lado, Carlos es un verdadero profesional que, desde un campo distinto al mío, me está permitiendo ver muchas cosas que me hacen falta a la hora de encarar mi profesión. Es una mano amiga, alguien que da consejos sin que los pida, y te llegan "desde arriba" (siendo el arriba los años de experiencia y no los años de vanidad).
Pero si hay personas que como él son grandes profesionales en lo que hacen, y parecen semidioses frente a novatos como yo, la otra parte de la dicotomía es verlos como personas comunes y corrientes, cercanas y, como le comentaba a él hoy, buenas, cordiales, amables. Ya he comentado el caso de Horacio Lalia y Carlos Trillo y la impresión muy favorable que me dio conocerlos en Leyendas 2008.
Es decir, por un lado ves a un grande, pero en la otra mitad no ves a un agrandado. Sino por lo contrario, a un tipo que se sienta enfrente tuyo a tomar gaseosa mientras llena un pedazo de papel con trazos de estilógrafo y tinta chica aguada. (Técnica que, por otra parte, no había visto nunca en acción.)
Hasta ahora sigo revalidando la conclusión de que los dibujantes (y supongo que los guionistas) suelen ser buena gente. Pero me da algo de miedo ver si pasa lo mismo con los editores :D
Finalmente, sobre lo que vi en las hojas, ante todo mucho cariño por el detalle. Ver las viñetas sin texto es siempre un desafío para los creadores, y creo que tanto el guión como lo que hizo Carlos han contribuido a crear una narración muy buena, que no salta en ninguna parte y cuenta un buen pedazo de la historia incluso sin tener los globos.
Y no escribo más porque no sé qué decir :D
Un abrazo al artista que es un orgullo de Rosario, y que espero sea pronto descubierto por la gente de acá, entendida o no en el tema de los comics y la ilustración. Y otro abrazo al tipo que me sacó al perro de encima, me convidó gaseosa y me abrió las puertas de su casa de par en par.
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