Con profesores así...


...cualquiera puede alcanzar el éxito:
E. V. Gordon compartía el sentido del humor de Tolkien. Ambos ayudaron a crear un Viking Club entre los estudiantes, que se reunían allí para beber grandes cantidades de cerveza, leer sagas y entonar canciones humorísticas. Éstas eran en su mayoría escritas por Tolkien y Gordon, quienes componían toscos poemas acerca de los estudiantes, traducían versos infantiles al anglosajón y cantaban canciones de bebedores en noruego antiguo. [...] El Viking Club hizo populares como profesores a Tolkien y a Gordon, y esto, unido a la excelencia de su enseñanza, atrajo cada vez más alumnos a la sección de lenguaje del Departamento de Inglés [de la Universidad de Leeds]. En 1925 había veinte especialistas en lingüística entre los estudiantes, más de un tercio del total del Departamento, y una proporción mucho mayor de la que seguía, en Oxford, el curso equivalente.
Humphrey Carpenter, en J. R. R. Tolkien, una biografía,
Minotauro, febrero de 2008, página 122

Vemos que había un extraña dicotomía: por un lado, Tolkien era muy afecto a los clubes, a quedarse hasta cualquier hora tomando cerveza y fumando pipa, mientras charlaba de poesía, lenguas muertas y otras cosas, usualmente frente a una chimenea. Esto perjudicó los primeros años de su andadura universitaria, pero una vez corregidos los excesos, se dedicó en cuerpo y alma a lo que le apasionaba: la filología y la literatura medieval. Sin dejar de lado lo que tanto le gustaba: parrandear con los amigos (universitarios como él, dispuestos a debatir en latín o ponerse a charlar en lenguas muertas sobre cerveza), pero también investigar y enseñar filología.

En 1924, Tolkien se convertía en el profesor de Lengua Inglesa más joven de Inglaterra, con 32 años. Algo totalmente inaudito para la época, habida cuenta de todas las credenciales que uno tenía que apilar para lograr esos puestos. Por lo que puedo leer en su biografía, a él le sobraban.

Y no fue solo eso. Un año más tarde fue elegido por Oxford para su cátedra de Anglosajón, dejando atrás a su antiguo tutor, Keneth Sisam.

Cada vez que leo sobre este hombre, más se me antoja como un verdadero ejemplo de constancia a través de la adversidad, de luchar por lo que uno ama hacer. No por nada está primero en mi lista de "Personas con las cuales lamento nunca haber tenido una noche de conversación".

1 comentario:

oenlao dijo...

páse por aca. espero no me extrañe mucho.