All Star Superman (2011)


A Dawyne McDuffie,
el silencioso hombre
detrás de las palabras.

La décima entrega del Universo DC de Películas de animación viene con varias particularidades. Es la primera que es tiene una calificación PG (Apta para todo público) en lugar de PG-13 (para mayores de 13 años), y también es uno de los desafíos de adaptación más grandes, al tomar un comic de 20 números escrito por el genial Grant Morrison y dibujado por Frank Quitely (al cual podremos conocer personalmente en Rosario próximamente gracias a Crack Bang Boom 2).

Esta historia, que debía realmente ocupar sólo 12 números, fue editada en el subsello "All Star": una idea de DC para revisitar el concepto de elseworlds, pero ahora con un matiz diferente. Tal como sucedió con la primera obra del subsello, All Star Batman and Robin, la idea era crear obras fuera de la continuidad, pero que tomaran los elementos atemporales, fundamentales de dichos personajes, poniéndolos bajo una nueva luz, renovándolos y actualizándolos sin revolver demasiado la mezcla (como sucedía justamente con los elseworlds anteriores).

El resultado es un argumento sólido, que cualquier persona ajena al mundo de los comics de superhéroes puede leer y con el cual sentirse identificado. Sobre todo porque plantea a un Superman irónicamente más humano de lo que suele verse. Este es el verdadero eje de la película: la humanidad de Superman.


Salvando al mundo... por última vez
Lex Luthor como el mal encarnado y Superman como el bien encarnado. Esta es la visión que muchos tienen de los dos personajes. All Star Superman tiende a mostrarnos que en realidad hay una razón detrás de sus motivaciones, y que estas son bastante buenas.

En la historia, el principal objetivo de Luthor es matar a Superman: no sólo porque le hace sombra, sino porque evita que cualquier ser humano se destaque. No es tanto un obstáculo para conquistar el mundo; más bien es alguien que nos impide ser completamente humanos, ya que él es superhumano.

En uno de sus planes maestros, Luthor logra su objetivo: hace que Superman quede al borde de la muerte. Al salvar a los ocupantes de una cápsula espacial que investigaba el sol, recibe tanta radiación (recordemos que los poderes de Superman surgen de la absorsión de los rayos solares) que sus células no pueden absorver. Como consecuencia sus poderes son todavía mayores, pero eventualmente morirá al convertirse en energía pura.

Consciente de que no debe revelarse esta noticia, pero sabiendo que tiene poco tiempo para hacer todo lo que le falta, Superman comienza a dejar todo listo para su partida, en el caso de que no consiga encontrar una cura para su condición. En el camino encontrará todo tipo de situaciones, algunas más inesperadas que otras... y al final podremos ver por qué siempre ha estado allí para ayudar a todo el mundo.


Un argumento encorsetado por el formato
Tal vez el mayor problema de la película, no totalmente resuelto por los realizadores, es que la obra resulta demasiado grande para encajar en poco más de una hora. Un problema habitual en este tipo de iniciativas, como ya pudimos ver en Superman/Batman: Enemigos Públicos. Si en este caso se adaptaban seis números, y el resultado no era muy bueno, aquí el resultado es infinitamente mejor, sobre todo teniendo en cuenta el desafío de adaptar una saga de 20 números escritos por uno de los guionistas más psicodélicos (si cabe la palabra) del mundo superheróico actual: Grant Morrison.

En conjunto, la adaptación resulta bastante buena, aunque a fuerza de recortar personajes y situaciones, ciertas cuestiones quedan demasiado en el aire.


Todo lo demás, muy bien
Afortunadamente, esta vez el dibujante sobre el cual se basó el diseño de personajes es uno bueno (para no repetir el fiasco que fue Superman/Batman: Enemigos Públicos). Sus expresiones, rasgos y movimientos son creíbles, y la animación tiene el grado de excelencia de todas las del Universo Animado de DC.

Igualmente, al seguir Andrea Romano al frente de las voces, estas siguen siendo buenas, y la elección de los actores eficaz, aunque no contamos con voces famosas como ha sido en proyectos anteriores.


Dwayne McDuffie
Como lamentable nota anecdótica, se dio la triste coincidencia de que el aclamado guionista de la película, Dwayne McDuffie, falleció el día anterior al lanzamiento de la misma (y justo un día después de cumplir 49 años). Su deceso se produjo por una operación de corazón a la que tuvieron que someterlo.

¿Quién era? Lamentablemente mucha gente no recuerda su nombre, a pesar de todo lo que logró. Hacia la década de 1990, fundó Milestone Comics, un sello editorial distribuido por DC, el cual presentó a muchos superhéroes de minorías, particularmente negros (como su autor). Tal vez el más conocido sea Static, el cual gozó de una serie de animación al poco tiempo. Su objetivo era presentar personajes que fueran realmente personajes, y no "gente de color". Lo mismo hizo al crear personajes de orígenes latinos o asiáticos para diversas series de este sello, el cual dirigía. Su lucha contra los estereotipos fue apoyada y aplaudida por artistas de toda la industria.

Pero si esta tarea creativa con matices ideológicos fuera poco, también se metió con la gallina de los huevos de oro en la animación superheróica. Luego de escribir 11 capítulos de Static Shock, y varios capítulos de Teen Titans y otras series, escribió para Justice League. Posteriormente lo elevaron a productor y editor de historias de la serie, cuando esta alcanzó el éxito definitivo y pasó a ser Justice League Unlimited.

El peso que tenía dentro de DC, y el respeto de la industria, le permitió realizar una hazaña poco frecuente entre los creadores de superhéroes. Cuando Milestone cerró sus puertas, él, que había ideado a la mayoría de sus personajes, fue el encargado de escribir las historias finales, en las que el universo de dicha editorial se fusionaba con la continuidad DC debido a un cataclismo cósmico. Es decir, fue el Alfa y el Omega de sus propios personajes.

Finalmente fue contratado para impulsar más el tren llamado Ben 10, escribiendo varios capítulos de Alien Force.

La adaptación de All Star Superman a película animada fue su último trabajo. Y si arriba digo que tuvo sus detalles, la verdad es que realizó una verdadera hazaña. Y todo lo que hizo en las dos series de la JL borraría cualquier cosa mala que hubieras hecho. Te vamos a extrañar.

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