Rosario Juega Rol 2010 (I)


Es raro, después de tantos años de comentar convenciones de diverso tipo, hablar desde adentro. Cierto que he venido haciendo lo mismo en cada Game Day organizado por Sierpes del Sur, pero se trataba de eventos más pequeños. Desde 2005 que no organizábamos algo tan grande, y desde 2007 en Cinecomix que no participábamos de un evento tan multitudinario (sin tener en cuenta la baja calidad del mismo, claro).

Pero bueno, después de tanto tiempo, me resulta una obligación hacer esta reseña.

Una génesis
Dar un relato del evento desprovisto de la subjetividad del organizador será demasiado plano. Y ya que voy a ser parcial, aprovecho para contar cosas que solamente nosotros podemos contar.

Rosario Juega Rol tiene una génesis bastante larga. Comienza cuando terminamos nuestro primer gran evento de rol, en 2005, evento que ni siquiera nombre tuvo. Duró un día, en el Centro de Expresiones Contemporáneas, junto al río Paraná. Todavía recuerdo algunos detalles, como el hecho de que tuvimos que alquilar las mesas (porque el Centro no tenía), que pusimos esa y otra plata de nuestro bolsillo (bueno, yo no, porque no tenía, pero es un decir), y de que cobramos una entrada de 1 peso porque queríamos que fuera abierto a todos (y no nos dejaban hacerlo gratis). Recuerdo también que ahí presenté mi primer juego de rol, un sistema multiambiental para manga y anime (el cual abandonaría un par de años después); recuerdo que conocí a mucha gente copada, etc. etc. Recuerdo que gané un amigo que se vino desde Buenos Aires a ayudarnos, de manera completamente desinteresada. Recuerdo la mesa de Cthulhu con velas negras y niños jugando, los sorteos con premios devueltos, el afiche mal fotocopiado...

Ese evento fue también mi entrada formal al grupo. Si bien ya había participado de diversas maneras, fue entonces, con el alejamiento (en buenos términos) de uno de los miembros fundadores, que yo tomé más involucramiento en el club.

Pasó el tiempo y nos dedicamos a otros eventos menores, principalmente a la organización de los D&D Game Days. Pero lentamente nos iban creciendo ganas de volver a hacer algo así, o incluso mayor. Más y más ganas. En un principio, éramos dos, luego tres. Luego fue apareciendo más y más gente en el club que se comprometía con lo pequeño y lo grande. Hubo otros eventos roleros en Rosario, organizados por miembros del club, pero por su cuenta, contando obviamente con la colaboración de los miembros fundadores (que estamos lejos de ser "jefes", hay que decirlo: nuestra mentalidad es más que nada democrática y horizontal).

Esto no hizo más que alimentar la semilla, que se convirtió en tallo y plantita. Rosario Juega Rol tenía fecha en 2009, pero una serie de cuestiones fueron dilatando nuestros esfuerzos. El CEC ya no se conseguía tan fácil, había gente que tenía grandes cambios en sus vidas (por suerte, buenos). Las ocupaciones diarias nos hicieron perder las últimas oportunidades de realizarlo en ese año.

Pero las gotas seguían cayendo y alimentando a la plantita. A fines de 2009, cuatro miembros del club fuimos a Buenos Aires, a participar del DADO (Día Alegre del Ogro). Allí nos encontramos con muchas ganas de colaborar por parte de los organizadores, de venir si hacíamos otro evento grande. Pero también nos encontramos con nosotros mismos, porque todavía no nos conocíamos demasiado en lo personal. El rol me ha permitido ganar a muchos amigos, y ese viaje en particular tendrá siempre el sabor de la amistad, porque nuevamente gané uno, y de los buenos!

Fue así que todas las piezas se juntaron. Había ganas, había varias personas comprometidas que podía ayudar a hacer que el evento fuera más grande. Había también recursos: descubrimos el Centro Municipal de Distrito Sur durante Dibujantes 2009. Había contactos, había de todo.

Así comenzamos el año 2010 con más que un sueño: un proyecto.

Detallar todo lo que consumió organizarlo sería un poco largo, pero implicó coordinar muchas cosas. Por cuestiones laborales y geográficas, se nos complicaba mucho coexistir en el mismo tiempo y lugar: es decir que las reuniones fueron más que escasas (yo asistí a dos solamente, ambas en las últimas dos semanas). ¿Solución? Emails a toda hora; a veces hasta 30 por día. Alguna que otra llamada por teléfono. A veces, viajes relámpago en auto (gracias a Dios, dos de los cinco organizadores principales tenían auto!!!). Muchas cosas hechas a pulmón, como más valen y más gustan. También, calculo, alguna peleíta con novias/esposas/familiares, por el tiempo dedicado al tema y la inconveniencia de algún horario.

Todo eso nos llevó al evento en sí. Pero esa ya es otra historia, para más adelante.

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