En la partida anterior, los personajes habían entrado al hiperespacio en camino a Karima, el siguiente planeta en el circuito de carreras. Deuz, corredor y jedi en secreto, iba escoltado por sus dos guardaespaldas, mientras el piloto hacía lo que podía con su cacharro.
Aquí había surgido un problema. El jugador que lleva a Cassius parecía que no iba a poder venir más. Eso me dejaba un poco boyando argumentalmente. De todas maneras eso se podía arreglar.
Por otra parte, Ibex me había comentado que como su partida de D&D de antes se había desarmado, había un amigo en común que estaba libre, así que lo invité.
Otra cosa es que faltaron dos jugadores, el piloto y el forajido. Así que de todas maneras nos tuvimos que apañar con lo que había.
Hacía tiempo estaba pensando en agregar algo antes de que llegaran a Karima, pero como estaban ya en viaje, tuve que recurrir a algo pequeño. Súbitamente el transporte sale del hiperespacio y están en un campo de asteroides. Todo indica que ha aparecido recientemente y que el sistema de seguridad del hiperimpulsor lo cortó para evitar un choque. Mientras navegan descubren que hay una pequeña batalla espacial, entre una nave de transporte pequeña y dos o tres cazas. Luego ven que otro caza los persigue, así que se arma una pequeña batallita.
Lamentablemente su nave es una carcacha y eventualmente el único cañón tiene se traba por un fallo. Ninguno de ellos tiene mucho en Artillería naval, así que no han hecho mucho daño. Como no llegan a nada, y la otra nave se ha rendido y sus cazas ya los persiguen, deciden "hacerse los muertos" y simulan un impacto grave, apagando la energía de la nave.
El otro transporte es llevado por una pequeña nave con rayo tractor hacia un asteoide base. Al poco tiemop les hacen lo mismo. Aquí ellos ya preparan el caballo de Troya: han reparado el cañón y se emboscan en la puerta. Para su sorpresa aparecen dos droides B1 que son el escuadrón de abordaje.
Mientras tanto, en la nave de transporte estaba el personaje de Diego, un forajido. El transporte de refugiados está lleno de todo tipo de razas alienígenas, siendo él el único humano. Luego de ser abordados, los refugiados, sin ofrecer resistencia dado que no tienen armas, son llevados a los calabozos. Sin embargo nuestro forajido se ha escondido en los ductos de ventilación, y espera algo para poder salir.
La emboscada funciona. Abren la puerta y entra uno de los droides, que se distrae con Deuz. Dorkam le dispara por detrás, con tan mala suerte de que lo daña, pero también activa la puerta, encerrándolo en la nave. Deuz termina el trabajo, descabezándolo con su blaster oculto. Mientras el droide que quedó fuera trata de entrar, el cañón se activa y barre a dos que estaban haciendo guardia más lejos.
Con bastante sangre fría y cinismo, Dorkam abre la puerta, sabiendo que fuera hay un droide, y antes de que pueda hacer nada le descarga el blaster a quemarropa, haciéndole un agujero considerable. El problema ahora es que hay varios droides más disparándoles desde fuera, y han notado que montan un cañón pesado en un ángulo que ellos no pueden alcanzar. Luego de unos segundos de advertencias para que se rindan, un disparo errado a propósito los convencen de que es mejor rendirse.
Mientras tanto el forajido escapado se ha infiltrado en las cajas que hay en la plataforma de despegue, pero no ha podido hacer nada debido también al ángulo de disparo. Así que decide quedarse allí oculto.
El grupo es torpemente revisado, luego de que tiran algunas armas para simular que se rinden. En realidad Dorkam tiene sus cuchillos y un blaster, y Deuz además de su sable tiene un blaster de bolsillo oculto. Aparecen aquí los piratas, quienes los llevan a un lugar provisorio, donde ven que están los prisioneros del transporte. Luego de discutir en un idioma que no comprenden, un droide y un pirata los llevan a una celda especial, ya que los ven como peligrosos.
La captura del transporte ha saturado la capacidad de las celdas de la base, y sin embargo en el camino ven que una celda está ocupada solamente por un hombre y una niña. El hombre habla con el pirata, el cual le ordena al droide que deje a Deuz en esa celda. El resto es encarcelado más adelante, con los pasajeros más peligrosos. Al nuestro grupo le suman un wookie y un devanoriano, en una celda de 4x4.
En otra celda, el hombre se presenta a Deuz como Mirek, y a la niña como Tiana. La niña tiene como 10 años y los pelos en la cara, de manera que no se le ven los ojos. Mirek habla con Deuz como si supiera que es un jedi, y le dice que solamente pudo "convencer" al pirata de que lo dejara allí a él. Eventualmente Deuz confía en el hombre y se revela como Jedim, contándole su historia. Mirek, de unos 40 años, le cuenta que él trabajaba como Jedi Arqueólogo, buscando secretos perdidos de las antiguas órdenes, cuando lo atrapó la Orden 66. Escapó y se ocultó, pero sigue persiguiendo su sueño de acumular conocimiento perdido de los Jedi. Está convencido de que algún día la Orden resurgirá y esos conocimientos serán necesarios.
En su camino se ha encontrado con Tiana, quien vio a sus padres ser asesinados por Inquisidores. Desde hace un año la protege y la lleva con él, pero desea dejarla con alguien ya que quiere seguir investigando y no puede hacerlo tranquilo ya que ella es apenas una niña. Ahora se dirije a Karima para dejarla bajo los cuidados de una amiga.
Mirek, recordando por las holonoticias a Deuz, le dice que para alguien como él es peligroso ser famoso, ya que los Inquisidores tienen ojos en todas partes.
Mientras los dos grupos planean el escape, el forajido ha visto que la actividad en la cubierta era escasa. Solamente hay dos droides, cada uno guardando una puerta. Improvisa una trampa, arriesgada pero efectiva. Cargando una caja y ocultando una barra de metal, se acerca a una de las puertas. Ante el pedido de identificación del droide, él lo engaña diciendo que trae un paquete. Cuando el droide se descuida, la barra de metal hace el resto. Como resultado secundario del droide descabezado, la barra rompió el interruptor de la puerta, haciendo que esta suba y baje lentamente. El forajido descubre que la habitación es la armería, y pasa un tiempo buscando armas de mano y explosivos, aunque solo encuentra un par de granadas.
En la celda de Deuz, la solución para el escape es sencilla: sable laser y chau barras. En la celda del resto, al mismo tiempo se da una estratagema totalmente distinta. De común acuerdo con el wookie y el devanoriano, se empieza una supuesta pelea racista, en la que Dorkam habla pestes de las razas no humanas. Las otras celdas escuchan y comienzan a gritar y tirar cosas. El escándalo es tan grande que llegan dos droides a tratar de asustar con sus armas, pero no logran mucho. Eventualmente el wookie se enoja y toma a un droide, lo despedaza y tira la mitad contra el otro droide, que es destruido del todo por la gente que pasa sus manos por las barras. Dorkam se arriesga y de un disparo de blaster consigue abrir las celdas.
Para cuando llega Deuz, todo se ha convertido en una batahola, mientras el devaroniano trata de convencer a la gente que todo era en broma. Se organiza rápidamente una vía de escape, preocupándose Mirek por la suerte de los civiles que no tienen armas. Mientras los PJs que no tienen jugador guardan la retaguardia, los PJs más el wookie y el devaroniano se adelantan.
Afortunadamente ya han destruido gran parte de los droides. Mientras tanto, la posición del forajido se ve comprometida. El droide de la otra puerta ha dado la alarma con respecto a la situación de la puerta que está tildada. Al poco tiempo aparece uno de los piratas y empieza a interrogar al droide. Desde una posición encubierta, el forajido dispara y destruye al droide, dándole al pirata la orden de tirarse al piso y desarmarse. La idea es buena, pero en ese momento llega el grupo de refugiados y en la distracción, el pirata escapa. Disparando tiene una suerte endiablada y hiere al forajido, quien erra el blanco. La alarma se ha activado.
Mientras los refugiados suben a su nave, el grupo se tirotea con dos droides que quedaban y los vencen. Sin embargo, Mirek les dice que hay más personas secuestradas en otra parte. Antes de que puedan hacer o pensar algo, los tres piratas salen y empiezan a disparar. El forajido erra su granada, pero de todas maneras la explosión los derriba. El wookie, enfadado, corre hasta allí y los noquea antes de que puedan levantarse. Todos corren de nuevo a sus posiciones.
Finalmente las dos naves escapan con toda su tripulación y pasajeros, sin haber perdido a nadie. Antes de despedirse, Mirek le da a Deuz datos para encontrarse en Karima.
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