El miércoles pasado charlé un poco con JMO, a quien le agradezco como siempre que lea lo que escribo y opine libremente en consecuencia. Y una de las cosas sobre las que hablamos es sobre Ojos de plata, mi novela, que él tan meticulosamente hizo imprimir para leer :D
Si ya tenía una mala noticia ese día, escuchar sus opiniones sobre el texto me alegró mucho. Y me lleva a escribir esto, que ahora también relaciono con Batman: The Dark Knight.
Y es que una de las cosas que a JMO le gustaron fue el detalle de los personajes, como habían sido creados. Me alegró porque creo que es el fuerte más fuerte de la novela, siendo que he tenido que luchar para encontrar situaciones que los desafíen. Siempre supe qué personajes quería, pero también siempre luché porque las situaciones que les imponía me parecían poco creíbles, o forzadas, o poco brillantes, etc. etc.
Me terminé de dar cuenta, en resumen, que prefiero crear personajes antes que situaciones.
En los problemas con mis cuentos que he tenido últimamente también está ese dilema. Cuando se me ocurren las dos cosas a la vez (dos o tres personajes y un escenario/situación, en el caso de un cuento breve), todo va bien. Pero a veces solo se me ocurren los personajes y las situaciones son hidras que debo decapitar una y otra vez (cual Hércules, sí, miren con quien me comparo).
El hecho es que me encanta crear personajes, tallarlos y pulirlos mucho. Y me gusta saber que eso se nota y gusta.
Supongo que será, como dije antes, el mayor fuerte de mi novela, lo cual tal vez le dé más opciones.
¿Y lo de Batman? Pues eso, que Batman es un excelente personaje, y también muchos que lo rodean. Tal vez por eso han podido ser extrapolados a tantos "otros mundos" o puestos en situaciones límites (a veces limitando con lo bizarro) y salir bien parados. Creo que, si me preguntan, es un poco más importante la calidad de los personajes que la trama, o por lo menos así lo veo yo.
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