Thor (2011)


Si hacía falta demostrar nuevamente que una película de superhéroes podía ser mucho más que pochoclo y efectos especiales, aquí va una más.

Con una combinación de buenos personajes, trama ingeniosa, efectiva y llena de acción, actuaciones muy logradas y buena dirección, Thor cierra por todas partes.


Un breve resumen
La cinta relata la historia trágica de Thor, hijo de Odín, rey de un mundo (para los humanos) legendario. Inmortales y cargados de poder aparentemente mágico, esta civilización ha pasado por varios siglos de paz y prosperidad, gracias a las grandes victorias militares de Odín (interpretado por Anthony Hopkins) y a su gran sabiduría, que ha reemplazado desde entonces a su lanza.

Sin embargo, en ese período los dos hijos del rey, Thor y Loki, se enfrentan cordialmente en búsqueda de la sucesión al trono. Thor es el vencedor, lo cual lo hace acreedor al futuro trono y a un elemento particularmente poderoso: el martillo Mjolnir, capaz de vencer a cualquier enemigo.

Pero el problema es que el verdadero enemigo de Thor es él mismo. Arrogante, altanero, guerrero sin más objetivo que la victoria, no comprende los consejos paternos, lo cual lo lleva a enfrentarse con él. A partir de allí, la historia trágica, propia de un drama clásico de Shakespeare (pero con toneladas de magia) se convierte en una historia tan amplia como el universo mismo.




Una historia coral
A pesar del título, rápidamente nos damos cuenta de que la historia tiene muchos protagonistas, que en cada parte le dan un toque especial.

Como sucede en muchos dramas shakespireanos (si me permiten retornar a este punto), los personajes secundarios tienen más que una breve línea. Una y otra vez regresan para ayudar a que la historia avance, agregando elementos de todo tipo. De esta manera, nuevamente, las actuaciones de este enorme elenco, que incluye a viejas leyendas (Hopkins, Natalie Portman, Reneé Russo) y recién llegados (Chris Hemsworth, el protagonista, y Tom Hiddleston, quien interpreta a Loki), es aprovechado al máximo.

Así, mientras Portman se luce (ya es habitual en ella) como interés romántico del personaje, también lo hace como mujer resuelta a conseguir sus objetivos, a veces ingenua, a veces combativa. Mientras tanto, Odín es un padre estricto pero que se mantiene en la línea de lo razonable, y que hace todo con un propósito mayor, aunque sus decisiones puedan parecer absurdas. Pero tal vez el que más se luzca, una y otra vez, es Hiddleston, quien tiene el papel perfecto para cualquier actor ambicioso: el personaje que uno no sabe nunca si es bueno o malo, si es traidor o traicionado, si es inocente o titiritero.


Con Strakzynski y Branagh nada puede fallar
Gracias a su larga estadía en Marvel, JMS se convirtió en uno de los guionistas que más redefinió y reubicó ciertos personajes, entre ellos Spiderman y Thor. Si bien su paso por la colección de este último fue más breve, interrumpido por sus desaveniencias con el editor de turno, el estudio fue sabio al mantenerlo como co-autor del guión y no darle una nueva capa de reescritura, que muy probablemente lo hubiera arruinado.

JMS sabe cómo plantear la trama de manera sutil cuando hace falta, sin desmedro de la acción. A esto se le suma la experiencia de Kenneth Branagh, evidentemente no elegido al azar. Su paso por varias películas shakespireanas lo han dotado de un aura que ha sabido utilizar en este caso. El drama no está nada alejado de los temas usados por el gran escritor (otro de mis favoritos): las traiciones en la corte, la lucha entre hermanos destinados al trono, el buen rey y el mal príncipe, etc. Con todos estos elementos superpuestos como escamas de una armadura, la película cobra una solidez realmente buena.

Si a esto le sumamos efectos especiales muy buenos pero no exagerados, y una serie de elementos técnicos bien ubicados, tenemos como resultado una película más que recomendable.



Los pequeños detalles que llevan a The Avengers
Tranquilos, tranquilos, no voy a revelar nada de lo que se vea en la película. En todo caso es particularmente interesante y aplaudible el excelente trabajo que está haciendo Marvel al mantener los aspectos más gruesos y más finos de la continuidad que están formando para esta película. Los que hayan visto Ironman 2 hasta el final recordarán que agentes de Shield encontraban el legendario martillo de Thor antes que él; pues bien, aquí hacia el final ya vemos otro adelanto más, extremadamente interesante, ya sobre lo que vendrá tanto en Avengers como en Capitán América. Si a eso le sumamos la aparición, una segura y otra aparente, de otro miembro de los Avengers y de un conocido personaje de Marvel (tal vez no respectivamente) pues estamos en el acabóse.

Esperemos que todo siga saliendo perfectamente y que pronto podamos disfrutar de las películas que faltan. Y que haya más y más.

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