El niño sonámbulo (en realidad, hombre que recuerda su pasado) se desdobla, al igual que la imagen en el agua-espejo que es la piscina nocturna, mientras corre, sin saberlo, hacia el descubrimiento del hecho que cambiará su vida. Esta imagen, de una película que vi recientemente (no la mencionaré para no matar el suspenso) me puso a pensar en el recorrido muy gratificante que vengo haciendo sobre los estados mentales alterados, y principalmente la dinámica entre realidad, sueño, recuerdo y percepciones únicas.
Lo cual me lleva a Nosferatu, a El Gabinete del Doctor Calegari y el descubrimiento algo tardío del profundo significado del expresionismo, que tuve en los últimos años de la universidad. Ciertamente había leído algo del tema, ya que asistí a un buen secundario y siempre fui de leer de todo. Pero la fuerza de esas imágenes me moldeó el alma artística. Los zigzags, las proporciones desproporcionadas, los fuertes contrastes (no solamente lumínicos), los movimientos bruscos, todo eso me quedó grabado de una manera especial. Aún ahora, tengo ideas de mover todo eso a una serie de historias gráficas. No puedo filmar, apenas puedo pretender hacer guiones de comics. Y me resultaría hermoso experimentar con eso.
Le comentaba a un amigo la escena de la película ya citada, y el goce que me había dado, él me citó otras en donde hay una experimentación similar. Yo recuerdo Donnie Darko y ese ir y venir entre lo que fue y será, lo que es y ya no es. Particularmente en la edición del director, que tiene un final apenas más sutil, justamente por ser más explicado.
I find it kinda funny, I find it kinda sad
The dreams in wich I'm dying are the best I ever had
...dice bien clarito el estribillo de la genial Mad World, que le da un final mágico a esa película. No pocas veces he soñado cosas extrañas que me han relajado más que los sueños placenteros. Sin ir muy lejos, hace poco he soñado (premonitoriamente, sólo si ocurre) con la muerte de un familiar que ahora tiene unos problemas de salud, potencialmente graves. He llorado, he hecho duelo y varias cosas más en unas pocas horas de sueño. Y me parece lo más normal del mundo, como si viajara al futuro.
Los últimos días, fríos y oscuros días de invierno, estuve leyendo frenéticamente Mort Cinder, de la genial dupla Oesterheld/Breccia. Un dejo de la prosa del Eternauta más un descubrimiento, también tardío, del genial artista del comic en blanco y negro. Breccia presenta una realidad borrosa, y a veces los textos de Oesterheld parecieran estar ahí para explicar que esa mancha es un manojo de manos, o que el zigzag negro es una sombra ominosa. Y es que el protagonista recién los ha visto, y su mente no termina de comprender qué es, y cómo puede estar allí algo tan terrible, tan innombrable. Recuerdo las viñetas de las adaptaciones de Lovecraft que hizo Breccia, y comprendo totalmente lo que menciona Saccomano en la introducción al libro que leo. Mientras Lalia (a saber, discípulo de Breccia, y próximo homenajeado de nuestra Dibujantes 2011) nos presenta una adaptación más decimonónica, con grandes decorados destruidos por el tiempo y la ruina y rostros igualmente deformados por la locura y el espanto sin edad, su maestro, con una visión más expresionista, onírica y surrealista, nos pinta la falla de la percepción racional que los protagonistas sufren al ver algo que no tiene nombre. Saccomano, en el prólogo, cita a Massota: "el horror no está aquí representado directamente, sino que representa el modo de representarlo".
De tanto leer Mort Cinder, de tanto descifrar las manchas de sus viñetas, el otro día soñé que quedaba perdido en una región extraña de mi ciudad, conocida pero al mismo tiempo irreconocible. Edificios en decadencia y largas matas de hierbas poblaban el lugar. Me había confiado al creer poder orientarme, pero todo era diferente al doblar la esquina. Me desperté algo asustado. Después recordé que el lugar sí me era conocido. Era el mismo, pero era otro.
No puedo menos que cerrar con una pequeña parte de Come Back, una de mis canciones favoritas de Pearl Jam. Si Black me acuchillaba el alma, en una época en donde una desilución amorosa muy fuerte me impedía escucharla, esta me reclama los recuerdos de mujeres que nunca he conocido.
If I don't fall apart, will the memories stay clear?
So you had to go, and I had to remain here
[...]
And the days, they linger on
And every night, what I'm waiting for
Is the real possibility I may meet you in my dream
And sometimes you're there
And you're talking back to me
Come the morning I could swear you're next to me
And it's okay.
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1 comentario:
Pero, coño, que lindo escribes... que lindo es leerte
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