Altas y bajas


Ayer fue un día inesperado.

Por primera vez tuve que ir a trabajar un sábado a la mañana, cosa que no resultó tan molesta, siendo que solamente es un turno de 3 horas y no hay tanto para hacer, ni el ritmo es tan acelerado. Lo sorpresivo en todo caso fue arreglar una salida con mis compañeros de oficina para ir a tomar algo a la costa. El río estaba extremadamente alto, apenas había playa, pero sí un sol hermoso. Los días de frío habían dejado paso a un fin de semana de veranito. Fue tan inesperado que ni había llevado dinero y tuvieron que pagar ellos... pero bueno, ya se los compensaré.

Estaba algo cansado ya que estos días estoy durmiendo un poco mal, pero la pasamos bastante bien. En todo caso, lo malo fue que: a) regresé un poco más tarde de lo esperado, y b) al llegar me entero de que había reunión de la ADL... avisaron muy sobre la hora (el mismo sábado a la mañana, y era a las 13 horas...) a una casilla que no abro desde el trabajo. Pero bueno, no se puede todo.

Se suponía que iba a dormir algo, comer algo y bañarme. Dormir apenas pude, porque el idiota del vecino, que está vaciando su tienda, hizo algo que no hace desde hace meses: poner rock pesado en el sistema de audio de su camioneta justo debajo de mi ventana. JUSTO cuando acababa de acostarme. Menos mal que se está mudando...

Después comí algo, pero no alcancé a bañarme, ya no tenía muchas ganas de nada. Salí a comprar algo de ropa y otras cosas necesarias y cuando quise darme cuenta, ya era de noche. Renegué bastante con el Scribus, que se colgaba y seguía tardando mucho en hacer caso cualquier cosa, a pesar de que ahora mi computadora tiene mucha más capacidad (no le cambié el micro, ¿pero tengo que tener una Cray para correr ese programa como Dios manda?). En fin, después de un rato le encontré la vuelta y me dediqué a eso por una hora o algo así.

Luego de comer decidí mirar algunos capítulos de Batman: The Animated Series, que compré en un paquete hace unos días. No me gustó para nada el contenido: los capítulos están desordenados, el audio es 2.0 y la calidad del video varía en ciertas tomas... pero bueno, es que soy exquisito, si compro un DVD quiero buena calidad.

Lo peor fue, en todo caso, que a la mitad del primer episodio la experiencia se fue al diablo. Primero pensé que era problema del disco, que habría venido fallado, pero no, era problema del aparato, porque al quitar el disco la pantalla de presentación también estaba distorsionada. Tengo que probar de nuevo con otro disco y ver si el problema persiste, en ese caso... no tengo DVD por unos días.

Seguí viendo otros capítulos en el DVD de la computadora, y el programa sigue pidiéndome confirmaciones de zonas. Maldito invento estúpido ese de las zonas, al final tengo miedo de que mi computadora quede fijada en una sola y no poder usarla para otras.

Y después... era la medianoche y decidí aprovechar mi nueva placa de video, así que instalé el Battle for Middle-Earth, videojuego que vino de regalo con mi suscripción a la Biblioteca Tolkien hace ya varios años. Me dije que iba a hacer la primera misión, luego la segunda, luego la tercera... en fin, que cuando corté eran las 2 de la madrugada. Así que fue un éxito, y no tuve problemas. Ahora, a instalar otros... me encantan los juegos de estrategia, comencé con el Dune II, el primero que era en tiempo real, y ahora regresaré al ruedo, aunque sea con juegos no tan nuevos.

¿Desperdicio de día? Sí, no escribí, pero pensé mucho en cómo organizar el resto del año. Y adelanté en ciertos temas. Por algunos momentos sí me parecía un día desperdiciado, y cuando estábamos almorzando pizzas junto a la arena y bajándonos unas birras, las ansias por sentarme frente a la compu a maquetar y escribir eran muy fuertes, quería irme de ahí. Pero no, no fue un desperdicio. Hay un poco de todo en la vida. Hoy sí, hoy sí a escribir y maquetar todo el día, aunque el sol sea el mismo y el día sea hermoso como el de ayer.

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