Up (2009)


La película empieza mal, porque empieza triste. ¿Es una de Disney que empieza triste? No, es una de Pixar.

Up es una muestra más de la diferencia radical entre ambas cosas. Up es algo que Disney, lamentablemente, no podría hacer ni en mil años. Tal vez porque no se pueden hacer muñecos ni franquicias con Up (de hecho, esto lo han reconocido los responsables).

¿Qué más es Up? Una película para el niño que llevamos dentro, y el viejo que llevaremos algún día. Una película verdaderamente para toda la familia. Una más que va para el Oscar como mejor película y mejor película animada (honor que, curiosamente, comparte solamente con The Beauty & The Beast).

Es una suerte enorme que Disney no se haya gagocitado a Pixar, y la haya dejado vivir por su cuenta, dentro de su estómago de ballena.


Una historia de vida
No diré más de lo que dicen otros sitios. El protagonista es un anciano que ha perdido a su esposa recientemente. Antes de que pasen 15 minutos, estás llorando, o eres un insensible. Después pasas la película alternando lágrimas y risas, lágrimas y risas. Con su esposa muerta y aparentemente sin ningún otro motivo para vivir, Karl se dispone a cumplir el sueño que ambos compartieron por décadas, lamentablemente sin éxito: visitar las cataratas Paraíso, localizada en algún lugar de Sudamérica. Nada mejor que hacerlo sin salir de su casa, montando una tonelada de globos cargados con helio. El problema, claro, comenzará cuando descubra que tiene a un polizón, que hará que sus planes se descalabren un poco más de la cuenta.

Esta y otras escenas mágicas me acompañaran por el resto de mi vida, porque esta se trata de una cinta mágica. Sin duda alguna, un clásico de la animación, que destaca por una mezcla hermosa de humor de todo tipo, personajes tan queribles como tiernos y graciosos, y situaciones que, aunque a veces predecibles, nos dejan con una sonrisa por varios minutos.


¡Y en 3D!
Up fue una de las primeras películas, sino la primera, que fue lanzada en formato 3D, y así llegó a Rosario. Lamentablemente no pude verla entonces; teniendo en cuenta la experiencia de Avatar, me hubiera gustado. De todas maneras, en sí creo que no se pierde mucho, porque en ella lo fundamental son otras cosas. A diferencia de la película de Cameron, no puede acusarse a lo visual de querer comerse el guión, que brilla con luz propia.

Por otra parte, lo visual está tan cuidado que no hace más que agregar y agregar. El uso de cuidados diseños de personajes y de una animación tan luminosa y detallista hace innecesarios ciertos diálogos. Casi habría que darles Oscars por la actuación a los animadores. El hecho de que ninguno de estos personaje sobre, o sea un alivio cómico, o cualquier otra cosa negativa, nos ayuda a relacionarnos con el lado humano, creíble, de la historia, que en sí no es más que una gran metáfora de la vida, con sus alegrías y sinsabores.

No es raro que esta película haya sido nominada dos veces. Reúne todo lo necesario para estar en la categoría, que este año, para colmo, está llena de grandes, enormes desfasajes de presupuesto, género, estilos de guión, técnicas de filmación, etc. etc. Sin lugar a dudas, es una de esas películas que te devuelven la fe en el cine, cuando te cansas de ver refritos, películas basadas en comics, libros o series del montón, y todo ese etc. tan vacío que amenaza con comerse al séptimo arte.

Creo que más no puedo decir. Hay que verla.


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