Perfecta mezcla de buena animación y música, cuidada trama (superficialmente basada en una novela de Yoshikazu Takeuchi) y el nivel justo de violencia, gore y exploración visual, Perfect Blue es una perla relativamente desconocida dentro del mundo de la animación japonesa.
La protagonista es Mima Kirigoe, la líder de un trío pop no demasiado conocido, llamado Cham!. Al empezar la película vemos su concierto despedida. En una decisión controversial, no apoyada por sus fans, Mima decide dejar la música para concentrarse en una nueva carrera como actriz. Sus motivos no son demasiado claros, pero están ligados a la creencia de que el grupo no alcanzará nunca la cima de la fama.
Pero lo que parece solamente una mala decisión profesional termina desatando varios acontecimientos indeseados. Una serie de misteriosos asesinatos ligados a su círculo laboral comienzan a minar su enlace con la realidad. ¿Qué es lo que está sucediendo en su vida? ¿Es ella la que toma sus decisiones, o hay otras fuerzas que deciden por ella? Un sitio en Internet cuenta cada día de su vida con detalles que solamente la verdadera Mima puede conocer: ¿es obra de un acosador, o de una parte de ella que no puede controlar? ¿Quién o qué es esa otra Mima que le habla en espejos y vidrios, y la critica por haber traicionado su sueño de ser cantante?
Mientras los asesinatos se suceden, ella debe enfrentar nuevos retos en su carrera como actriz; retos impuestos por la industria, por los productores y sus agentes. En este punto, Perfect Blue se convierte en una película de crítica social, mostrando cómo la televisión explota a las estrellas y las impulsa buscar la atención del público a cualquier precio.
Tampoco deja de criticar al público, que cínicamente le desea, a veces, lo peor a su antiguo objeto de culto. En este sentido, se analiza el seguimiento que la gente hace a las celebridades, y la figura de su posible acosador (que podría, posiblemente, estar enojado con ella a causa de los cambios en su carrera).
Pero, ¿puede Mima ser su propia acosadora? Más profundamente, la película habla de la identidad. Mima es joven e inexperta; a pesar de que parece decidida y no demasiado ambiciosa, no queda del todo claro qué es lo que quiere. A veces su deseo de ser actriz parece realmente voluntaria, pero también podría ser ansia de éxito, creada artificialmente por su inmersión en el mercado del entretenimiento. Constantemente tratará de convencerse de que ha hecho lo correcto, pero también vemos que sólo lo hace para agradar a sus agentes, o para llamar la atención de su público, incluso haciendo cosas con las que no está totalmente de acuerdo.
La tensión entre todos estos elementos la llevan a la duda constante. Su vida, y la realidad misma, se dividen en dos; la ficción de su nuevo trabajo entra en su vida diaria, mientras en su realidad surge una ¿ficción? atada tanto a su pasado como a su futuro y sus deseos. ¿Es ella, o alguien que la imita? ¿Alguien la acosa, o es ella misma la que se persigue por una mala decisión? ¿Cuál es la verdadera Mima: la cantante, la actriz o la supuesta asesina?
En 81 minutos, esta pieza del director Satoshi Kon nos da una lección sobre cómo hacer un thriller psicológico, sin caer en estereotipos ni personajes trillados. Aunque sorprenda la brevedad del largometraje, no se trata de una película apresurada, sino muy estudiada en su ritmo. Agregarle más tiempo hubiera sido algo innecesario que sólo hubiera diluido parte de su gracia, que no está ligada solamente al contenido, sino a un buen montaje y dirección.
Además de ser una buena película en sí misma, Perfect Blue es recomendable para cuando quieres mostrarle a alguien qué es el anime, y desmitificarlo en el proceso. No hay muchas películas de anime (conocidas en Occidente) que no sean de aventuras, ciencia ficción, etc. etc., de manera que a veces muchas personas creen que todas son de robots gigantes o niñas mágicas. Esta película no sólo les tapará la boca ante esa realidad a medias, sino que seguramente les demostrará que no se trata de un género en sí (y uno "poco serio"), sino de un universo de historias de todo tipo como las películas occidentales actuadas.
Sea como sea, es una excelente y recomendable película, que tiene como ventaja no ser muy larga, justo para cuando queremos pasar el rato, pero no queremos quedarnos dormidos.
Vale aclarar que la película sólo es apta para mayores de 18, no sólo debido a su violencia y detalles gore, sino a varias escenas de desnudos, para nada disimulados, que nos hablan nuevamente de una película seria, sin ningún elemento sobrante o restante, cuidada hasta el detalle.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Me vas a tener que pasar esta película urgente Gastón. Tengo la imperiosa necesidad convidar a *una persona* a verla. Creo que entendés.
Todo sea por la educación audiovisual...
Publicar un comentario