Macross Frontier (2008)


Hace tiempo que me debía esta serie, ya que soy fanático de Macross en general y he visto casi todo (con excepción de Macross 7, que no me gustaron sus primeros episodios y después perdí la oportunidad de volver a ver). Como aficionado, para mí siempre es una gran expectativa ver algo nuevo, porque estas obras suelen mostrar todo lo que el anime tiene de bueno, en varios aspectos.

Cultural y económicamente, Macross es a Japón lo mismo que Star Wars es a Occidente: una enorme franquicia que casi todos conocen, y que por lo tanto todo el mundo espera ver de nuevo en cine o TV. En el caso japonés, es una excusa para contar todo tipo de historias en una rara mezcla de ciencia ficción militar con romance y adolescentes, un género que sólo podríamos llamar Macross.

El resultado general, sin embargo, es de lejos mucho más equilibrado para Macross que pasa SW. Con la excepción de Macross II (fallida continuación que fue borrada de la continuidad de la serie original), ha dado productos de gran fama y excelente crítica (como es el caso de Macros Plus, una de mis películas favoritas).

Macros Frontier fue, de hecho, lanzada para conmemorar el 25º aniversario de la serie original, la cual creó uno de los universos más sabiamente explotados de la ciencia ficción y la animación a nivel mundial. La oportunidad era imperdible, e incluso estuvo el detalle de dejar en 25 episodios la serie, como algo simbólico. Este tipo de casos, poco comunes, marca a las claras el nivel de compromiso y cariño que los realizadores tienen con este tipo de proyectos, que son esperados ansiosamente por fanáticos de todo el mundo.

En este sentido, Macross Frontier no defrauda ni un pedacito. No sólo tiene todos los típicos ingredientes de la fórmula Macross: un triángulo amoroso, guerra espacial, música y mechas que tiran miles de misiles, sino que sigue dando cátedra sobre cómo volver a ensamblarlos de manera original, creativa e impactante.

Repasemos parte por parte esta fórmula que sigue manteniendo elevado el ya exigente nivel del anime del bueno, y no de las series del montón. Series que, aunque sean famosas y hagan mucho dinero, a veces no son más que refritos de sí mismas y no aportan nada al género ni al arte de la animación en general.


La historia
Al igual que Macross 7, la serie transcurre en una flota de gigantescas naves espaciales, habitadas tanto por humanos como por zentran y meltran (hombres y mujeres zentraedi), y por sus híbridos, en viaje de colonización hacia regiones inexploradas de la galaxia.

Así, el interior de la Macross Frontier es un enorme microcosmos con islas, ciudades, etc. (e incluso shoppings para zentraedis no micronizados, que en tamaño natural miden como 30 metros). Básicamente, un pedazo de la tierra pero viajando por el espacio, al igual que otras flotas (como la Macross Galaxy, de donde proviene una de las protagonistas).

En el día a día de los personajes, las relaciones se van entrelazando debido a una serie de misteriosos ataques de una extraña raza: los Vajra, cuyos mechas de aspecto biológico son muy difíciles de vencer. Ante esta amenaza, las autoridades civiles y militares no tienen más recurso que confiar en los nuevos VF-25, que están siento testeados por una empresa civil, la SMS, en la cual irán confluyendo muchos de los protagonistas (después de todo, es ciencia ficción militar).




El triángulo
Como ya dijimos antes, parte importante de la Fórmula Macross es el triángulo amoroso, en el cual siempre hay un piloto y una estrella de la música.

En este caso, el primero es Alto Saotome, un adolescente heredero de una prestigiosa familia de teatro kabuki que abandona un futuro asegurado en el negocio familiar por meterse en la secundaria e ingresar a un programa de piloto acrobático. Callado y más bien introvertido, sus amigos lo llaman "princesa" porque ha construido famosas interpretaciones de princesas legendarias en el teatro, algo que él intenta esconder (no por vergüenza, sino porque quiere despegarse de su pasado de actor, ya que está peleado con su padre, líder de la familia). Aunque Alto es un excelente piloto, está conflictuado al comienzo de la serie porque el cielo de la Frontier sólo llega a los 2.000 metros, lo cual lo limita demasiado sus posibilidades. La oportunidad de ingresar en la SMS le permite pensar en un futuro en donde será un piloto "de verdad".

La estrella del pop es Sheryl Nome, una especie de Britney Spears con cerebro, carisma y dignidad (pensándolo bien, olvídense de la comparación, es más bien un opuesto). Segura de lo que quiere y con mucha experiencia en el show business, está lejos de ser la clásica diva histérica y egoísta. Sin embargo, sabe manejar muy bien el grado de atención que recibe y no deja de expresar lo que piensa y siente de maneras algo extravagantes o inesperadas, incluyendo el uso de su enorme sex-appeal.

El otro vértice lo compone Ranka Lee, una joven adolescente, fan a muerte de Sheryl que conoce accidentalmente a Alto y luego también a su ído. Más adelante tratará de lograr su sueño de ser una idol, para lo cual contará con la ayuda de la misma Sheryl. Ranka no es ingenua, al igual que su mentora no es inmadura. Pero la adolescencia y los problemas típicos de su edad le plantean dudas sobre qué hacer; aunque tiene mucha voluntad, hay cosas que la superan, como la competencia que tiene con su ídola por el afecto de Alto-kun.


En resumen, tres personajes muy ricos e interesantes, que componen la parte central de la serie y no defraudan. Un detalle muy interesante es que la canción del opening se llama justamente Triangular, y plantea desde el vamos la gran incógnita de la serie "¿A quién vas a besar, a esa chica o a mí?".


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Y eso nos lleva a otra razón de la enorme calidad de la serie: la música. Porque si hay una mujer que canta en toda serie Macross (generalmente una idol), la banda de sonido (casi siempre en manos de Yoko Kanno) te tiene que tirar al piso.




La música
Las series con gran presupuesto, como todas las de Macross, pero en general las que tienen gente con capacidad, muestran siempre pequeños detalles cambian episodios a episodio. Macross Frontier tiene dos openings (el segundo es Lion). Sin embargo, en ciertos episodios hay canciones insertas en el medio y openings y endings diferentes (a veces para un solo capítulo), no sólo en animación sino en el tema, que cambia por uno más apropiado para la historia que se acaba de contar. De esta manera los singles de las protagonistas en la ficción también pueden salir al mercado real.

Esto también es aprovechar bien el material, porque en esta serie las dos protagonistas son cantantes, de manera que no sólo nos deleitamos con los visualmente impresionantes conciertos de Sheryl, sino también con la voz más íntima de Ranka, que tiene temas más personales y sin mucha parafernalia instrumental, ya que su repertorio es más de canciones a capella.

Sobre los conciertos de Sheryl, sólo me queda agregar que son una explotación muy particular del universo Macross y de la tecnología visual que se muestra en todas las series. Muchos recordarán a Sharon Apple, de Macros Plus, quien como virtual idol podía cambiar de estilo completamente, mientras realizaba conciertos al aire libre que más bien eran videoclips en vivo. Nuevamente este recurso, bien aprovechado, permite disfrutar doblemente de una banda sonora excelente.

Por si fuera poco, en un episodio en particular aparecen algunas canciones de Fire Bomber, el grupo de rock que aparece en Macross 7, además de mencionarse a su líder Basara como un recordado genio musical. Un homenaje más al Universo Macross que tanto queremos.


Los detalles que hacen a la obra
Macross casi siempre ha tenido buenos resultados en gran medida porque ha mantenido la exigencia. Siempre (excepto en Macross II) se han contratado a los mejores en cada campo, como por ejemplo a Yoko Kanno en la banda sonora y a Shoji Kawamori en el diseño de mechas.

Y los expertos hacen las cosas a conciencia. En este sentido, Macross Frontier es una muestra del cuidado en todos los campos, tanto visuales como sonoros y argumentales.

Episodio a episodio, vemos una verdadera exploración de lo que es vivir en una colonia espacial que viaja para colonizar otros mundos. Cuestiones tecnológicas como el uso o no de implantes cibernéticos (algo que está prohibido o permitido según la flota en donde uno viva), la explicación de la mecánica de los fold (que permiten el viaje por el hiperespacio), las pantallas holográficas (que adornan las calles y que sirven también para lograr espectaculares conciertos en donde Sheryl cambia camaleónicamente), son sólo algunos ejemplos. De a poco todo esto se va desgranando y sin, que nadie nos lo explique a la cámara, nos vamos metiendo en un mundo en el cual la información digital se transmite físicamente y los celulares parecen estar vivos, donde los robots te venden comida por la calle y cosas así.

Esto le da mucha solidez a la serie, porque la vida diaria de los personajes es fácilmente entendible y no surgen cosas exageradas o demasiado imprevistas. Alguien que nunca haya visto ninguna parte de Macross, ni la serie ni la película, puede perfectamente empezar a disfrutar la serie ya mismo, porque los detalles necesarios de la continuidad se explican en pequeñas secuencias al iniciar los capítulos: la Primera Guerra Interestelar con los zentraedi, la migración al espacio, la tecnología fold, etc. etc.

Sin embargo, aquél que sea fan de la franquicia verá todo tipo de detalles y homenajes que le sacarán una sonrisa, puestos no como compromiso, sino perfectamente aprovechados a nivel argumental y visual. Escenas famosas reeditadas, nombres de planetas, naves y personajes conocidos y muchas otras cosas van apareciendo, acá y allá, como homenajes narrativamente útiles, afianzando la sensación de vivir dentro de una ficción sólidamente creada y mostrando la capacidad de los realizadores al aprovechar todo para contar la historia.

La cereza del postre: un detalle que no puedo dejar de mencionar es el humor de la serie, que curiosamente a veces tiene momentos bastante echi (es decir, subidos de tono), aprovechando el hecho de las dos protagonistas femeninas, pero principalmente la desfachatez de Sheryl, que cada tanto se descuelga con algún comentario o gesto demasiado sugestivo. A nivel visual y argumental, esto refuerza todavía más el conjunto, porque son gags muy cuidados que nos sacan una sonrisa y a veces terminan estableciendo enredos creíbles entre los personajes. Aunque el fan service puede resultar excesivo para algunos, siendo que hay muchas protagonistas que cada tanto aparecen en ropa interior o conversan mientras se bañan. Nada nuevo, por otra parte, si recordamos el célebre desnudo de Minmei en la película.


En resumen
He leído por ahí que el hecho de haber dejado en 25 episodios la serie fue contraproducente, porque no permitió expandir mejor las historias de los personajes. Sin embargo, en un mundo anime lleno de serie de cientos de episodios, muchas veces repetidos entre sí y hechos para rellenar, encontrar todavía series "cortas" es un poco de aire fresco, que yo agradezco mucho, porque de otra manera se hacen difíciles de seguir.

Macros Frontier es un caso raro, además, porque es la tercera serie Macross (en 25 años), siendo las demás partes de la franquicia OVAs de pocos capítulos o películas. Teniendo en cuenta que la serie original tenía 36 episodios, no me parece desacertada la elección, aunque limitarla a 25 episodios por una cuestión simbólica puede parecer exagerado.

Más allá de estos detalles, la serie es sólida, brillante y muy bien armada. Como casi todo lo que es Macross, ya debería empezar a ser un clásico del anime, aunque no por llevar un sellito y un logo, sino por derecho propio.


2 comentarios:

JMO dijo...

Te encanta esto, ¿eh?
Estrangularnos con reviews kilométricos que nos dejan con ganas de viajar al nucleolo otaku más cercano a ser absorbidos osmóticamente =P
Algún día te voy a afanar estas cosas.

Anónimo dijo...

Pues a mi me gustó bastante la serie, pero me decepcionó ver los mechas animados con CGI. Contrastan mucho con los personajes dibujados en 2D, siento que no combinan bien. No se como explicarlo. Ademas, no me convenció su forma de moverse en el espacio exterior y transformarse. En conclusión, disfrute mucho a los personajes, pero las peleas no me gustaron. Yo hubiera querido ver mechas dibujados de forma tradicional en 2D, como se ven en Gundam 00 (Bastante bien dibujados por cierto).