El último de la serie


Creo que debe haber pocas cosas más feas que leer dos libros de una trilogía y no conseguir el del final. Es lo que me pasó, hace tiempo, con la saga del Éxodo de los gnomos de Terry Pratchet.

No he leído nada de él, y comprar los dos primeros libros era una apuesta a enmendar el error. Lamentablemente, no pude conseguir el último. Nunca más.

Ahora un amigo me ha prestado La nave. Empecé a leerlo ayer, y porque me tomé tiempo para releer los otros dos y disfrutar en serio de la historia, sin olvidar nada. Ha valido la pena.

Estoy contento, aunque sé que tendré que devolverlo. Más adelante tal vez pueda conseguirlo, pero mientras tanto podré ver el final.

Lo curioso es que no lo saco de casa. Los otros dos los he devorado en el colectivo, en mis frecuentes viajes. Este no. Cuando alguien me presta algo, no lo saco a pasear, no sea que le suceda algo. Queda en casa hasta que se devuelve.

Lo otro curioso, es que mi amigo, que tiene una biblioteca similar a la mía en alcances y tamaño, pareciera gozar de escribir su nombre y dirección de mail en la tapa y en hojas sueltas. Sí que se pueda perder y todo eso, pero me parece que con una vez, ya es suficiente.

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