Hija de dos personas bastante diferentes, es una rara mezcla de costumbres heredadas de sus padres, los cuales ha perdido recientemente en el vasto espacio de la Galaxia.
Su madre, Traia Krazvel, era oficial imperial. De carácter fuerte y muy pocas pulgas, estaba en constante conflicto con su trabajo. Había sido relegada a un sector de poca importancia, en donde todo se hacía de mala gana y generalmente todo el mundo estaba corrupto. Sus ideales de orden y servicio estaban, entonces, bastante resquebrajados. Ella, que siempre se había tomado muy en serio su trabajo, era constantemente dejada de lado debido a que era mujer, en una organización sumamente machista, y al hecho de que no era corrupta como el resto.
Su padre era Jon Shadowstar. Como muchos corellianos, se había puesto a vagar por la galaxia, por el solo gusto de pilotear. Era un contrabandista más, al cual no le interesaban los honores militares ni nada similar. Un típico viajero espacial, apostador, al borde de lo legal, un poco mujeriego y poco apegado a los compromisos. Aunque tenía amiguitas aquí y allá, no tenía ninguna relación seria. Hasta que en la ciudad vertical de Nar Shadda conoció a Traia Krazvel.
El romance entre ambos fue instantáneo. Tal vez por eso Jon no intentó sobornarla y aceptó la multa que Traia le impuso. Jon estiró su estadía en el sector todo lo que pudo, insistiendo en conocerla más. Finalmente ambos comenzaron a salir, ella dejó su trabajo y siguió viaje con él. Luego de unos meses se casaron. Se asentaron en la luna haciendo todo tipo de trabajos, hasta que Nur tuvo edad suficiente como para ir con ellos en la nave. A partir de ese momento continuaron viajando por la galaxia, viviendo del trabajo de transportistas (y obviamente contrabandeando cosas aquí y allá) en la vieja nave de su padre, la “Estrella Roja”.
Al llegar a la adolescencia decidió pensar en un futuro por su cuenta, independizándose de cierta manera. Comenzó a ahorrar dinero al hacer pequeños trabajos aquí y allá, apostando, etc. Al hacerse más independiente fue conociendo y haciendo algunas amistades en ciertos planetas. Sus padres estimularon esto en parte, y ella siguió adelante con su mayor proyecto: ahorrar dinero para comprar su propia nave y ayudarlos a ellos en el negocio.
Los cada vez más frecuentes roces con la ley y los trabajos de contrabando requerían más manos en la nave. Eventualmente, Jon y Traia tomaron un socio, Kunras Nel, un Bothan que ya los había sacado de apuros en otras ocasiones. Con muchos contactos en ciertas aduanas, las inspecciones eran menos profundas, y a veces ni les miraban los papeles. Era una persona de gran vivacidad y alegría, en el cual muchos creían instintivamente. Para los padres de Nur, se trataba de alguien totalmente confiable, pero Nur no lo veía así. A ella, nunca supo porqué, le parecía un tipo falso, hipócrita y manipulador, y justamente por eso, muy peligroso en ciertas oportunidades. Nunca lo aceptó como parte de la tripulación, no solamente porque rompía el aire de familia que tenía el negocio. A pesar de todas sus protestas y propuestas, sus padres no quisieron dejarlo de lado. Para ellos sus sospechas de traición o fraude eran infundadas, porque ella no tenía más pruebas que sos propios sentimientos hacia él.
Nur sabía también que ellos habían tomado un socio para protegerla, pues frecuentemente la dejaban en un planeta mientras iban con Kunras para ocuparse de cargas contrabandeadas o en sectores poco seguros, aprovechando sus contactos. Sus padres tomaban cada vez más este tipo de misiones, que eran las mejor pagadas, porque las deudas se acumulaban. Nur también creía que Kurnas podía traerles problemas ya que a veces exageraba sus habilidades, que podían llegar a fallar en el peor momento.
Para Nur, sus peores sospechas se confirmaron un día. Sus padres partieron en busca de una carga misteriosa, que ellos no habían querido describir. La dejaron mientras partían con Kunras, quien supuestamente iba a negociar el paso por ciertas dependencias imperiales. Esto, una vez más, la enfrentó con su madre, pero ella le aseguró que todo estaría bien.
A los pocos días, Nur los estaba esperando de regreso cuando se enteró que su nave había salido del hiperespacio muy averiada, y estrellándose en la superficie del planeta poco después. Al llegar al lugar del desastre, encontró la nave vacía, sin la carga, y con marcas de una fiera lucha espacial. Sus padres no estaban por ninguna parte, y Kunras también había desaparecido. Los intentos de búsqueda espacial fueron infructuosos; las cápsulas de escape no estaban en la nave, y Nur sospecha que sus padres tuvieron que eyectarse antes de poder completar los cálculos del salto al hiperespacio. Todo aquello le sonó a piratas, y sus sospechas fueron inmediatamente dirigidas a Kurnas. Ella está convencida de que el Bothan debe haber vendido a sus padres a los Imperiales o a algún grupo de piratas, pero no tiene testigos ni ninguna clase de pistas que soporten sus sospechas.
Sin más dinero que sus ahorros y sin saber que hacer, ni tener a nadie a quien recurrir, tuvo que tomar la dura decisión de vender los restos de la nave de sus padres, que era irreparable, más lo poco de la carga que se había salvado. Esta consistía en partes usadas de todo tipo de naves; una cobertura, seguramente, para la otra carga misteriosa de la cual nunca supo nada. Con estos créditos más los que tenía ahorrados, negoció la compra de una nave para ella misma, ya que no se veía atada a ningún planeta y sabía que el único trabajo que sabía realizar era el de transporte y contrabando.
Nur es una mujer muy particular, al igual que su madre. De carácter firme, está bastante bien entrenada en combate cuerpo a cuerpo. Alta, fornida y de pelo corto, su físico y su actitud, unido al hecho de que su primer nombre es poco habitual en una mujer, hacen que muchos que la conocen por primera vez no se percaten de que es “ella”. A veces aprovecha esto, sobre todo cuando sabe que el cliente puede ser algo misógino o demasiado afecto a las mujeres, pero tampoco le gusta que le pongan apodos o se burlen del hecho.
Muchas de las cosas que aprendió de su madre le han permitido hacer otros trabajos eventuales, como cazar delincuentes menores con recompensas en sistemas locales. Este tipo de trabajo, lamentablemente, son cada vez más frecuentes. Con sus ahorros y las piezas que vendió no pudo comprar una nave muy grande ni muy buena, de manera que solamente puede transportar cierto tipo de carga y a veces personas, pero nada demasiado beneficioso. La falta de un copiloto la mantiene, además, en una complicada posición. Esto la obliga cada vez más al contrabando de carga y a la caza de delincuentes. Aunque no es lo que le gusta, está pensando seriamente en cambiarse a cazarrecompensas, por motivos de conveniencia económica.
Aunque superó la pérdida de sus padres (los cuales busca, con pocas esperanzas, cada vez que puede), no se ha recuperado totalmente del golpe financiero. Siempre vive con lo justo, y eso le molesta mucho. Había planeado un futuro mejor con sus padres, y ahora debe aceptar malos trabajos para simplemente mantener andando su nave, casi sin dinero para ahorrar en mantenimiento o en mejoras.
Nur es una sobreviviente, al igual que sus padres. Aunque tiene muchos códigos profesionales muy firmes (como el cumplir la palabra empeñada), así como posturas morales (no está a favor de la esclavitud, por ejemplo), sabe que está sola en la galaxia. Si tiene que hacer algo ilegal, casi seguramente lo hará si le da algo conveniente a cambio.
Descripción física: Nur tiene 22 años. Es una mujer alta y delgada, de 1,9 metros, bastante desarrollada físicamente a causa de su entrenamiento. De cabello negro, corto, y ojos igualmente negros, va vestida generalmente con ropas holgadas negras, y pantalones. Su forma de actuar y hablar, al ser bastante ruda, va de la mano con su aspecto a veces demasiado varonil (usado a propósito casi siempre).
Frases típicas: “Cuando digo que soy cabeza dura, lo digo literalmente”. “Mi padre quería un hijo, y mi madre quería una soldado. ¿Qué esperabas?”
Amistades y contactos: pocos. Conoce gente de muchas razas aquí y allá, pero no muchos son realmente amistades. Está pensando en viajar a Nar Shadda para reencontrarse con amistades y contactos de sus padres, establecerse en un solo lugar por un tiempo y tratar de conseguir trabajos con personas “confiables” (ella no confía mucho en nadie, pero confiaría en personas en las que sus padres confiaron, siempre y cuando pasen por un buen escrutinio suyo).
Además de esto, posee algunas cosas recuperadas de la nave de sus padres. Como forma de defensa posee una pistola pesada DL-44 y un vibrocuchillo. Para casos especiales posee una granada de fragmentación; además su madre, al cumplir 20 años le regaló una hermosa pistola Westar 34, la cual es una de sus posesiones más preciadas debido a su valor sentimental. También conserva ropa y otros efectos de sus padres, los cuales no pudo vender por motivos personales. El único dinero que tiene son unos 1.000 créditos que usa para sus gastos diarios.
Nur fue mi segundo intento de personaje femenino para una partida por foro de SW d6. Lamentablemente la partida se cayó. Sin embargo le
Nur puede aparecer como una contrabandista o cazarrecompensas contratada por los personajes o que se enfrenta a ellos, tal vez sin saber si lo que hace es realmente peligroso o no para otros. No es inocente, pero tampoco sanguinaria o violenta, de manera que puede desistir de su presa o carga si ve que le piden algo muy peligroso o inmoral. Lo legal le tiene poco cuidado, pero no lo ético. Para ella su orgullo tiene valor.
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