Revisé las condiciones del concurso, realmente sin mucho ánimo. El año pasado me había llevado un sabor agridulce. Por un lado, el gran desafío y un buen resultado. Por otro lado, la falta casi total de feedback, apoyo, ánimo y todo eso, y un malestar particular que recién en estos meses termino de comprender.
¿Para qué participar? Tengo muchos proyectos en el camino. Sí, es un mes, pero en ese mes me tendría que exigir de la misma manera que en la Semana de Hierro. Repaso archivos y veo que escribí más para Maldición de Sangre (concurso de una semana) que para Dioses del Fuego Místico (el anterior Derol, que duró un mes): casi el doble. No sé porqué será, si más ganas, más inspiración, más apoyo de otros (al menos en deseos)... o tal vez simplemente más experiencia en el tema, más soltura, y una visión más clara y precisa de lo que quería alcanzar.
¿Para qué participar? Una de las reglas que más me preocupan del concurso es la que dice:
c) Todos los juegos presentados deberían poder ser fácilmente considerados "Juegos de Rol". Si un juego se aleja demasiado de las definiciones habituales podría resultar penalizado por el jurado.Cuando la leí el año pasado, me rechinó un poco. Estaba ya empezando a ver otros tipos de juegos de rol, leyendo acá y allá. Nada demasiado profundo, pero sí para ver que había otras verdades allá afuera, debajo del techito seguro de las "definiciones habituales". Y de hecho, mientras participaba y mi juego se alejaba de esa supuesta "definición habitual", sentía que iba a "perder" (o mejor dicho, a no-ganar ese concurso). Y sin embargo lo seguí adelante porque así me lo pedía el corazón.
El resultado fue muy bueno. Sí, no gané, pero obtuve un juego que me hizo crecer mucho como diseñador. Incluía varias de las cosas que yo siempre quise experimentar en un juego de rol, como la exploración profunda y hasta psicológica de los PJs. El crecimiento más allá de los simples números, la narración como negociación y como libertad para divertirse.
¿Para qué participar? Sí, el premio aumentó considerablemente. Y sí, me gustaría tener minis de todo tipo. Pero, ¿qué más puedo ganar? De todos los juegos ideados el año pasado, creo que ninguno ha salido de ese capullo. Creo que uno sí, pero tampoco he escuchado algo en firme. Nada. ¿Para qué participar, si mi plantita tiene que crecer hasta cierta altura y después morirse?
La cosa, en definitiva, no es ganar plata o minis, sino poder crear. Y con una cláusula tan restrictiva como esa, se me dificulta. Para mí, es como escribir una novela en una tarjeta personal. Es como si el resto estuviera armando automóviles custom mientras yo pienso en armar caballos androides para engancharlos a una carroza (sí, vi demasiadas veces Vampire Hunter D). Las dos cosas funcionarán, pero te llevarán a diferentes lugares de maneras muy distintas. Y yo ya me cansé un poco de la carretera marcada, como la que usan los porteños para irse TODOS LOS PUTOS AÑOS a Mar del Plata :D
Como a veces pasa, las cosas que uno no usa igual sirven. Elegir las batallas que uno va a pelear también lo definen por las que se descartan.
Todo esto me hizo recordar que DFM sigue ahí, terminado pero sin revisión, sin mucho más nada. Así que esta tarde voy a imprimirme una copia junto con la de MdS, para poder releerlo y destriparlo cariñosamente. Después de todo, es el siguiente proyecto en la línea, y mientras no tengo nada para escribir sobre MdS, tal vez no vengan mal algunas correcciones y ampliaciones.
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