Escarchado


Ola polar no es una expresión que escuchemos muy seguido. Sin embargo, luego de la ceniza del volcán Puyehue, sobre Argentina se avalanzó un gigante blanco.

Los que hayan visto partidos de la Copa América desde otros países pueden creer que el país estaba un poco más al sur de que lo que parecía, y que finalmente Buenos Aires no es la capital del soleado Brasil. Pues no. Ciertamente es invierno aquí, pero desde hacía varios años no habíamos tenido uno tan crudo, en donde nevara en la Costa Atlántica de la provincia de Buenos Aires.

Los aficionados habrán visto a estos sufridos atletas jugar con dos remeras (¡las dos largas!) y guantes. Eso resultaba peor teniendo en cuenta que, por cuestiones de televisación, se juega a altas horas de la noche: a las 21 no sólo es noche cerrada sino que hace tanto frío como a la madrugada. En el partido inaugural, jugado en un estadio cubierto, hasta hubo algo de niebla... Cómo deben haber sufrido las selecciones de países ecuatoriales.

A nivel personal esto implicó todo tipo de pequeños detalles. Reflotar, por ejemplo, el viejo ejercicio de la adolescencia de vestirse dentro de la cama para no morir de pulmonía, o el de buscar cartón para rellenar los zapatos y evitar la amputación de dedos como si estuviéramos en una trinchera europea en 1916.

Se nos estaba pasando la reparación del split frío/calor, retrasándola para verano. Sin embargo, mi habitación, que está alejada del calefactor a gas por varios metros y separada por dos puertas, era una heladera donde bien se podían guardar leche y huevos. Así que a solucionar el problema y prenderlo dos o tres horas por la noche, antes de irme a dormir. De otra manera, era difícil pegarle a las teclas adecuadas.

Para ir al trabajo, no sólo rescaté la bufanda, sino que cambié mi campera nueva por el sobretodo, que por suerte se la bancó. Recientemente compré guantes y medias térmicas, aunque parece que todo el tema está volviendo a cauces normales.

Al menos, eso espero. Por suerte trabajo dentro de una oficina calefaccionada, pero ir y venir es un verdadero problema.

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