El día anterior hubo buenas y malas. Una de cal y otra de arena.
Sigo incomunicado, pero ya pasará. Confío más en la paciencia que en el grito.
La paciencia cultiva también los pequeños logros. De a poco, paso a paso, se llega a alguna parte.
De pequeños pasos se arma mi carrera, que carretea en la pista. Las alas siguen ahí, y ya tengo buenos vientos.
A la tarde veo un amigo; él también tiene una de cal y una de arena. Nos complementamos, de alguna manera.
Más tarde la jornada es larga y se demora, pero da muchos frutos, algunos nunca antes cosechados. No puedo menos que sonreír y pensar en repetir.
Charla con amigos casi olvidados, amigos del alma, de esos que no se pierden. Buenas sorpresas espero escuchar mañana.
Cierro el día perfecto con el disco perfecto. Tango, Piazzola, Rivero, letras de Borges.
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