Ayer fue el primer día de la jornada CeroVeinticinco, en el marco de la cual fuimos invitados a dirigir rol para los asistentes.
En pocas palabras: no fue ni el loro.
No era de extrañarse; yo esperaba muy poca gente por la poca publicidad y por el frío, principalmente. Para los que sean de afuera, aquí ha venido una ola polar y ha nevado en lugares en donde nunca nevó o hacía años que no nevaba (hablo en general de toda Argentina). Es otoño y no se supone que el agua se congele a la madrugada, ni que la temperatura mínima roce los 0º.
Pero incluso así, vino demasiada poca gente. Con Pablo nos pusimos a filosofar, debajo de un reflector que nos daba calor pero nos dejaba ciegos. Hay muchos galpones abiertos con todo tipo de actividades, pero no estaban señalizados y nadie sabía que había rol. Además, muchos jóvenes quieren recorrerlos a todos y no tienen ganas de sentarse dos horas o a jugar D&D o SW. No hubo suficiente publicidad y pocos sabían realmente qué había en esos galpones, porque en realidad hay de todo y de nada. En fin, muchas razones por las cuales la gente no juega rol en una jornada de ese tipo.
No es que tuviéramos muchas personas para invitar, por otra parte. Lo positivo fue que sí hubo gente que se acercaba a preguntar, y despejarmos muchas dudas, particularmente de gente que cuando le decías "rol" respondían MU o Lineage 2. Y había que explicarles que esto era rol en serio, de donde había partido todo lo demás, que podías hacer más cosas...
También se acercaron de otros talleres y descubrimos que algunos talleres didácticos o de narración usaban herramientas similares con niños, por ejemplo usando cartas de Magic para estimular que ellos cuenten una historia o creen personajes. Eso nos gustó mucho porque implica que hay gente que hace cosas muy similares, tal vez con otros objetivos, pero están abiertos a preguntar y saber más. Nos sigue mostrando que el rol tiene muchas caras y usos, además de la diversión.
En un punto me acordé que no había llevado la cámara digital, cosa que quería hacer, pero al toque me di cuenta de que era inútil: aquello era deprimente. Salvo que me quisiera sacar una foto con los periodistas de la tele o la radio, o una con alguno de los concejales que pasó a sacarse la foto de compromiso (obviamente para quedar bien). Si hoy puedo, la llevo y veo que onda.
Estos días estuve mucho tiempo sin Internet y por eso no posteé más seguido; así que no se asusten si desaparezco por un rato.
Ah, y gracias totales a Martín, que se vino de Córdoba para jugar y ayer no pudo porque no teníamos más jugadores. Espero que en estos días pueda hacerlo; la charla que tuvimos ayer creo que le sirvió mucho para aprender sobre el rol, despejar sus dudas y conocer gente. Y a nosotros nos sirvió para no morirnos del aburrimiento, que no es poco, así que gracias en serio.
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