Batman: Year One (2011)


Hace tiempo, hubo una revolución en los comics de superhéroes. Sobre todo de aquellos que no tenían superpoderes, o los que tenían no eran tan glamorosos como volar y disparar cosas por los ojos. Esta revolución, encarada principalmente por el controvertido (ahora casi facista), pero genial Frank Miller, puso a personajes como Batman y Daredevil lejos de las historias aparatosas e irreales, y las metió en el corazón de las tinieblas del alma humana. Enfrentados a la corrupción policial, los problemas sociales de ciudades enterradas en la peor de las crisis, a los vicios y defectos del espíritu humano, estos personajes renacieron con una nueva luz.

Batman: Año Uno fue tal vez la mayor de estas historias. Retratando el primer año de Bruce Wayne como Batman, Miller, ayudado por la pluma de David Mazzucchelli, nos llevó a una Gotham aparentemente imposible de redención, en la cual aparecen dos personajes que cambiarán todo: un cínico pero incorruptible James Gordon, que carga con pecados y demonios del pasado, y un huérfano multimillonario que tiene un objetivo, pero no encuentra todavía los métodos ni el enfoque para alcanzarlo.


El estilo visual
Con una animación impecable, fluida y detallada, la película sigue en la línea de las producciones de este tipo a la que nos acostumbra DC, aunque podríamos decir que le han puesto más dinero y esfuerzo que a otras películas, dando un resultado todavía mejor. Los gestos, movimientos y posturas de los personajes son totalmente creíbles, y se nota algo de trabajo en 3D muy bien integrado al 2D.

Sin embargo, el único punto en el que algunos podrán sentirse algo defraudados es que el diseño de personajes se aleja bastante de lo planteado por Mazzucchelli en el comic. Esto es lamentable pero también necesario, ya que no siempre se puede adoptar el mismo estilo exacto, generalmente por razones técnicas. En este caso, creo que su forma de dibujar a veces casi esquemática, con líneas de contorno que no se cierran y más centrado en la acción que en el detalle, no eran las más adecuadas para una realización audiovisual.

Otro apartado para el color, pero en este caso, como ganancia. Batman: Year One se publicó originalmente como arco argumental de cuatro números dentro de la serie regular de Batman (nº 404 al 407). En esa época (1987), los comic books (es decir las revistas de comics) se imprimían en un papel no demasiado bueno, que impedía utilizar demasiados colores.

Esto dio como resultado una paleta de apenas seis colores. Se suma a esto el hecho de que al tratarse de papel para edición económica, no tenían nada de brillo y eran muy opacos, deslucidos. A pesar de ser recoloreadas las páginas por Richmond Lewis al editarse en una edición integral, más cara y con mejor papel, por una cuestión técnica y de costos, esta obra, sin desmerecer los méritos artísticos, está marcada por su época.

En la versión animada, aparecen todos los colores que en su momento le fueron negados a la acción, que transcurre de día y de noche, cubriendo un año de la vida política, criminal y social de una Gotham llena de lugares y personas de interés.

Otra de las virtudes de la cinta es que, además de seguir la historia al pie de la letra, hace lo mismo con la parte visual, calcando prácticamente todas las viñetas y agregando solamente lo poco que queda por rellenar en medio.


 
El resultado
Se trata sin duda de una adaptación impecable en todo sentido. Esperada por muchos, tal vez pueda pasar desapercibida para el fanático que ya conoce de memoria la historia, la cual, recordemos, influyó directamente en las últimas cintas de Batman realizadas por Christofer Nolan gracias a su enorme cuota de realismo y violencia bien enfocada. Sin embargo, aunque pase rápidamente (el comic tampoco es muy largo), no deja de ser una excelente forma de introducir a los no aficionados en lo mejor de las historias de Caballero Oscuro.


La edición argentina
Nuevamente, lamentablemente, nos encontramos ante una gran pifia, bastante tonta si tenemos en cuenta lo obvio. Por lo que pude averiguar, la edición local de la película NO viene con subtítulos al castellano, lo cual nos obliga a ver la edición doblada, sobre todo si queremos mostrarle la película a alguien que no sabe inglés.

Es una muy buena noticia que, desde hace ya cierto tiempo, las películas animadas de DC salen a la venta en DVD gracias a la única empresa sobreviviente del rubro, AVH. Antes había tres o cuatro empresas, que supieron reconvertirse del VHS a los medios digitales. El secto se queja de la piratería, pero ¿hace bien la tarea al elaborar y promocionar bien los productos? Dejando de lado el puritanismo comiquero que odia los doblajes, resulta bastante tonto tener que discutir por este tema siendo que es algo obvio que el DVD está ahí para aprovechar todas sus opciones en cuanto a diferentes canales de sonido y subtítulos.

Esperemos que lo corrijan definitivamente para la próxima, porque ya van como media docena de películas de este tipo que salen sin subtítulos. De todas maneras, va directo a mi videoteca, apenas la vea en algún negocio del ramo.

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