X-men: First Class (2011)


La falta de tiempo me impiden escribir la larga reseña que me gustaría, y que esta película merece; posiblemente aumentaré esta entrada más adelante. Pero no quiero dejar de dar mi opinión ahora que la película sigue en cartelera, y ojalá sea así por un buen rato.

El consejo, en pocas palabras: vayan a verla.

Una excelente base, excelentemente llevada a cabo
Hace años, al ver la primera X-men, me resultó soberbia la primera escena: un joven Erik Lensher, en los campos de concentración, siendo separado de su madre, aferrándose a una reja de metal que estaba a varios metros de distancia.

Con un enorme acierto, esta película nos retrotrae a ese momento tan dramático, y comienza a agregarle más y más. Por un lado, vemos a Erik, judío y mutante, siendo bienvenido a los campos por un malévolo personaje, caracterizado por un perfecto Kevin Bacon. Su camino será totalmente opuesto al de Charles Xavier, un niño de familia rica que vive en las afueras de Nueva York, en una mansión gigantesca, poseedor de un don radicalmente diferente pero igualmente poderoso.

Ninguno lo sabe, pero las acciones que definen sus primeros años serán la base de una serie de acontecimientos que transformará radicalmente al mundo, haciéndolos primero amigos y colaboradores, y luego enemigos despiadados.



Se dice por ahí que esta cinta tomó lo mejor del cancelado filme Origins de Magneto. Es muy posible que esto sea cierto, en lo cual radicaría un enorme acierto. La película, si bien trata sobre la génesis del grupo y de su principal antagonista, es más una historia acerca de dos ideologías enfrentadas, dos formas de pensar el mundo en las mentes de dos individuos que, debido a una serie de situaciones, concentran un enorme poder. El cómo y para qué lo usarán será el motor de toda la cinta. Si a esto le agregamos que el villano no planea nada bonito, tenemos ya un triángulo de situaciones tan interesantes como llenas de acción.


Personajes y actores
La cinta presenta una serie de personajes conocidos y otros inventados o rescatados por razones diversas: Beast, Emma Frost, Moira Mcthagert (en un papel muy especial, a veces algo cómico, pero muy cuidado), Mistique, Havoc, Banshe... Pero lejos de ser una galería de gente con poderes, los importantes tienen el espacio que merecen, y los demás son funcionales al guión.

En realidad, poco hay que decir sobre las actuaciones y la elección del elenco, más que aplaudir. Como ya dijimos, Bacon hace un perfecto Sebastian Shaw: amoral, cínico, frío. Mientras tanto, Michael Fassbender plantea un interesante Erik Lensher, con la mente torturada por lo que ha visto y hecho y el alma consumida por el deseo de venganza, oscuro y sin esperanza. Cerrando el trío, la sutil sabiduría, disfrazada a veces de ingenuidad, que plantea James McAvoy en el papel de Xavier, es lo que le da a la historia, y a los personajes, esa misma esperanza.

Si a esto le agregamos que estos personajes tienen escenas enteras habladas en ruso, alemán o francés (el cual suena bien, aunque no hablo ninguno de estos idiomas), suma varios puntos extras a la credibilidad de su actuación.

El resto de los actores y actrices hacen muy bien su papel, incluso si este es muy menor, lo cual ayuda a sostener el trabajo de los ya mencionados. Y atención a un cameo muy, pero muy especial...



Sobre la representación audiovisual
Como ya hemos dicho, el motor de la cinta es una historia, y no una sucesión de poderes y personajes llamativos: cómo se enfrentan dos formas radicalmente diferentes de ver el mundo, encarnadas en dos personas que a su vez arrastran a otras para crear algo más grande que ellos mismos.

Situada en los años 60s, en plena crisis de los misiles cubanos, la cinta plantea una estética muy cuidada, propia de la versión Ultimate. No vemos trajes estrambóticos, ni poderes demasiado exagerados. Muchas escenas beben de un buen espíritu a lo James Bond, particularmente todo lo referente a Sebastian Shaw y su conspiración para "destruir el mundo" (por así decirlo); Emma Frost es el epítome de este espíritu, la gran femme fatale de la historia.

Sin embargo esto no desentona para nada: ver al Blackbird en su época originaria es un gusto. Por si fuera poco, los efectos en sí no sobresalen: están para ayudar a contar la historia. La mayoría son "simples" gráficos generados por computadora, como cuando Magneto hace volar cosas, etc. Agradezco mucho que la cinta no fuera hecha en 3D, ya que hubiera agregado poco y nada, y tal vez hasta habría arruinado alguna que otra cosa.

Como pequeño detalle, solamente queda mencionar que hay una escena en donde se hace mención a una parte de la geografía argentina que está mal, radicalmente mal... Pero como detalle gracioso, es el único.

Lo dicho, vayan a verla.

4 comentarios:

ARIEL AVILEZ dijo...

MUY BUENA CRÍTICA. APARTE DE ESTO, COINCIDO CASI TOTALMENTE CON USTED.

Ariel dijo...

Ahijado querido, muy acertado su comentario, y coincido plenamente en su apreciasion. Sali del cine plenamente satisfecho y disfrute mucho los aplausos que dio la gente cuando termino. La recomiendo 100%. Abrazos

Sebastian dijo...

muy buena. mucho mejor q wolverine al menos.
algún ñoño le puede disgustar pero en general muy lograda

Sebastian dijo...

muy buena. la disfruté mucho.
mucho mejor q wolverine al menos.
a algún ñoño le puede disgustar pero está muy lograda a mi parecer