... encuentro en Star Wars Saga todo lo que quise hacer por mi cuenta en RPM, y no me atreví a pensar posible.
Están las armas con diferentes niveles de alcance, cada uno con diferente dificultad a la hora de acertar a blancos más o menos lejanos.
Están las armas exóticas, a una o dos manos, en este caso con mayor bonificación.
Están las tablas de sustancias y HP por centímetro de espesor.
Están los puntos de Destino.
Están los detallecitos tácticos en todas partes, que se pueden amoldar hermosamente a la historia del personaje.
No digo que esté todo, ni que todo lo que está me guste, pero en fin... muchos años después, realmente descubro la (in)utilidad de haber diseñado RPM. Prueba de laboratorio que duró algo así como 8 años y me enseñó mucho: particularmente, que uno tiene que saber qué es lo que quiere diseñar, antes de sentarse a hacerlo.
Porque en realidad yo quería un juego táctico-narrativo sobre ambientaciones de anime, pero lo narrativo no estaba donde debía estar.
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