La productividad, al palo


Las cosas se reacomodaron, o mejor dicho, las reacomodé a los golpes, o como pude. Faltan muchas pequeñas cosas de ciertos proyectos personales que no suelo contar aquí en el blog, y eso me sigue quitando algo de tiempo. Septiembre fue y será un mes con muchos días muy ocupados, con reuniones o situaciones fuera de calendario, pero por ahora sigo esquivando las complicaciones e incluso he podido disfrutar el conseguir un nuevo trabajo en una escuela que me parece muy interesante.

Mientras tanto, con todo lo anterior ya acomodado, y con algo de esfuerzo pude hacer más, mucho más. Estoy leyendo más y escribiendo más. Antes solamente leía en la red, había perdido un poco la costumbre de los comics y de los libros. Ahora leo diariamente algún comic, e incluso tengo por ahí dando vuelta un par de libros que espero poder releer pronto.Creo que eso, también, me anima a escribir.

Creo que estoy un poco menos gruñón. Antes me molestaba mucho cuando no podía terminar un guión según lo planeado, o si durante un día no podía escribir nada. Ahora las prisas, y algo que he aprendido, me han quitado esa sensación. Ya no es un torrente, sino un goteo, lo que sale por las manos. Sé que no produzco siempre regularmente lo mismo; sé que tal vez nunca lo haga, sobre todo si así me lo impide el trabajo y otras ocupaciones. Y no está mal. Teniendo dos talleres de guión, por ejemplo, me está sucediendo que no siempre el material que creo para una clase me sirve para la otra, porque los alumnos son diferentes y están en momentos diferentes. Tengo que actualizar los apuntes de hace dos años, o crear otros nuevos que no había pensado escribir. Y eso también le quita tiempo a la escritura, pero ha dejado de ser una carga, es una forma de gozar de esto que para mí es una profesión. Y también, de seguir aprendiendo.

Ahora mismo, a causa de escribir esta entrada y de leer un artículo muy interesante y motivador, estoy perdiendo el poco tiempo que tenía para terminar un guión que se demora. Pero no me preocupa demasiado: ya tengo en la cabeza la solución al dilema que me planteaba. Tarde o temprano lo terminaré. Después de todo, hoy ya terminé otro, y ayer terminé uno más.

Mientras sigan goteando mis manos, no habrá problemas.

Así que ahí estoy. Mientras se dibuja un guión para Términus, escribo dos más; mientras termino otro para la revista Quimera, ya pienso en mejorar y reescribir el que sigue. Queda retomar las novelas para mi editorial digital, Studio Ergo Sum, algo que está ya en la agenda para estos días.

Lo único que lamento un poco es no tener tiempo para jugar rol. Pero eso, supongo, es algo que se puede solucionar con algo más de planificación. Veremos qué sucede.

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