Super Dimension Cavalry Southern Cross


Desde que me enteré que Robotech no era más que una amalgama, un frankenstein de otras tres series de anime, he querido verlas por separado para comprender mejor sus historias, descubrir todo lo borrado por la reescritura del guión y encontrar las obras originales enterradas debajo.

Pero también, porque me traía recuerdos muy gratos de una buena infancia llena de animación excelente. Tengan en cuenta que yo tenía seis o siete años cuando comencé a ver Robotech y me cambió la vida. Creo que me inspiró a buscar otro tipo de cosas para ver en la televisión, series de ficción elaboradas y complejas para leer, ver y después, escribir.

Ahora, gracias a la magia de Internet, que resucita muchas cosas, he podido conseguir las tres series japonesas originales. Todavía no he podido sentarme a ver Super Dimensional Fortress Macross (o tal vez la estoy dejando inconscientemente para el final). Por el contrario, comencé por la segunda saga de Robotech, que hemos conocido como Los Maestros de la Robotecnia.

Así que ahí va mi reseña, para el que pueda interesarle. Mi idea es reseñar también las otras dos, para todos aquellos que quieran enterarse de más detalles. Trataré de no poner spoilers, pero de todas maneras supondré que los lectores vieron Robotech y recordarán la mayoría de las cosas que allí pasaron, aunque no siempre fueron las mismas que pasaron en cada serie original.


Odiosas comparaciones
En primer lugar debo comentar que, según creo, al 95% de los aficionados de Robotech esta saga les pareció fea, o tonta, o vacía, o lenta, o algo negativo. Creo que todos o casi todos la consideramos, lejos, la más floja de las tres, así como la mayoría disfrutó más de la saga Macross. De hecho, una de las razones que tenía para verla era, justamente, ver si esta mediocridad era por causa de la reescritura del guión (no es divertido quedar en la mitad de un sandwich argumental tan complejo) o si ya de por sí la serie venía siendo del montón.

Una de las cosas que me llamó la atención de la serie es la
enorme cantidad de mechas y armaduras personales de las
que hacen gala los glorianos. Cuesta trabajo diseñar estas
cosas, y sin embargo en una serie sin mucho presupuesto,
vemos un gigantesco despliegue de ellos.
Tenía algunos recuerdos de haber visto la saga en televisión y de las impresiones que me había causado; de hecho, recordé pocos episodios, y no sé si es porque la vi pocas veces, porque no me gustó y entonces no los recordé, o porque la reescritura fue tan salvaje que no puedo asociar dos cosas entre sí.

De todas maneras, al poco tiempo se me hizo evidente que la segunda opción era la correcta: la serie fue una más, desde el principio, y ni de lejos tenía lo que hacía falta para acercarse a Macross. Si bien los diseños técnicos son buenos, la animación y el dibujo no destacan, y de hecho cada tanto se ve alguna escena mal dibujada. Investigando, descubrí que la etiqueta "Super Dimensional" que comparte con Macross no es casualidad. La productora japonesa creó tres series con esta etiqueta: Super Dimensional Fortress Macross, Super Dimensional Century Orguss y finalmente Super Dimensional Cavalry Southern Cross. La primera fue super exitosa, desperdigando todo tipo de secuelas y precuelas; la segunda fue más o menos exitosa, terminando en su espacio acordado de 35 episodios. La tercera, que es la que nos ocupa ahora, fue un fracaso: el rating era tan malo que se decidió acortarla drásticamente, de unos 36 capítulos (como Macross) a unos meros 23. Lo cual explica el final algo abrupto, uno de los mayores puntos flojos de la serie.

¿Pero cuál es la historia? Al ver Robotech, las incongruencias eran enormes, y las confusiones estaban a la orden del día. Aquí eso no está, y por eso la serie termina siendo mejor que el recuerdo, a pesar de sus limitaciones.

Todo comienza en el planeta Glorie, una colonia humana en crecimiento, comandada por un gobierno militar. Por eso los personajes, principalmente Jeanne Francaix, quien en Robotech nos querían hacer pasar por hija de Max y Miriya, son militares. La mayoría son parte del 15º escuadrón del Cuerpo Acorazado Táctico, que utiliza los vistosos Spartas en combate.

Spartas vs. bioroids. Me encantaban los primeros como
tanques, pero me gustaban más los segundos por su diseño
globular.
Lamentablemente, aparecen los Zor, una extraña raza alienígena que busca conquistar Glorie y destruir o esclavizar a los humanos. Poseedores de una tecnología más avanzada, la flota de naves se ancla en la órbita del planeta y ataca constantemente, por lo que a los pocos episodios tenemos instalada una guerra de desgaste entre ambas fuerzas, ninguna de las cuales quiere ceder.

Así, mientras vemos volar algunos tópicos interesantes, como el soldado que no quiere serlo (Bowie, hijo de un general muy particular, que quiere ser músico a pesar de la tradición familiar), el líder "vamos a matarlos a todos" versus el militar que busca la paz y la diplomacia antes que la guerra, y las rencillas personales de algunos de los protagonistas y secundarios (ya que Jeanne es un simple chica de 17 años, aunque sea teniente, y es muy indisciplinada), van pasando los episodios.

La serie tiene un ritmo lento, más o menos justificado por esta "guerra de prueba", en la que los contendientes van testeándose de a poco uno al otro. Sin embargo hacia la mitad de la serie el ritmo avanza, cuando la guerra va escalando hacia posiciones ya totalmente irreconciliables.

Aquí aparece otro elemento que en Robotech estaba algo confuso: Zor, que es en realidad Seifreit. Los guionistas estadounidenses no tuvieron mejor idea que usar el nombre real de la raza para ponérsela a uno de los protagonistas, que de hecho no pertenecía a la misma. En fin, Siefreit es un Zor capturado, del que se termina descubriendo que es un espía, sin que él lo sepa. Uno de los tópicos interesantes de la serie es que los Zor capturan humanos para manipularlos a su gusto, haciendo que obedezcan sus órdenes y registren lo que ven, sirviendo tanto como pilotos de sus bioroids como también espías inconscientes.

Saifurito, como pronuncian Seifreit en japonés. Aprendes
a odiar el nombre cuando lo escuchas una docena de
veces por episodio, generalmente siendo gritado
varias veces seguidas por una protagonista algo histérica.
Aquí la trama tiene un punto fuerte, cuando parte de los militares quiere hacer público el descubrimiento, pero sus superiores quieren borrar toda huella para evitar la desmoralización general.

¿Recuerdan que en Robotech de pronto la Protocultura aparecía como una flor, y estaba relacionada con los restos de la SDF-1? Nada de eso, aquí tenemos una explicación bien clara y precisa de qué diablos estaba en esos tres montículos regulares que misteriosamente nadie se había puesto a investigar. No spoileo por si alguien quiere ver la serie, ya que, a diferencia de lo que sucedía en Robotech, acá tenemos una explicación interesante, muy ligada a la naturaleza de los Zor.

Otra de las comparaciones con las que sale bien parada la serie original con el enchastre de Robotech es la ausencia de la voz en off. Ciertos personajes tienen momentos muy especiales, y la serie plantea sutilmente los sentimientos (principalmente los amorosos) de los personajes: a veces con miradas o actitudes, sin siquiera una línea de diálogo, vamos viendo qué le pasa a cada personaje principal. A veces supones que un personaje gusta de otro, pero no ves ninguna señal de que esto sea así, y entras en la duda, y como hay poco o nulo espacio para la introspección, vas descubriendo con los hechos qué es lo que cada uno piensa o desea.

Esto es algo que me gustó, porque recuerdo lo burdo y repetitivo que era tener una voz en off que constantemente nos recordaba o explicaba lo que era evidente al final de cada capítulo.


En frío
Como dijimos antes, la serie tiene varios puntos fuertes al ser comparada con su adaptamutación protoculturosa. Principalmente, se entiende mejor: al no necesitar ser masacrada para soportar una locomotora y un vagón de cola, se defiende por sí misma y descubrimos varios puntos fuertes del guión. A diferencia de muchas series japonesas, que cuando terminan uno sigue sin entenderlas, quedan claros los puntos centrales de la trama: quienes son los Zor, por qué actúan como lo hacen, las motivaciones de los protagonistas, etc.

Sin embargo, a pesar de que la serie tiene varios de estos puntos interesantes, lamentablemente naufraga por su lentitud. Dije antes que hacia la mitad, se acelera, pero no demasiado, y sólo lo hace para repetir frenéticamente ciertos temas. Yo creo que la reescritura a la que se vio expuesta la serie la afectó, pero no se entiende cómo, teniendo menos tiempo, de hecho pareciera que los guionistas estuvieran estirando la trama como chicle. ¿Qué hubieran contado de haber tenido una docena más de episodios? En este sentido, los descubrimientos de muchas cuestiones relacionadas a los Zor siguen siendo "descubiertas", una y otra vez, por los personajes, incluso varios episodios después de haber sido develadas de manera bastante evidente, como si los guionistas pensaran que somos idiotas y vamos a olvidarlo.

Creo recordar que ciertos personajes nos eran vendidos en Robotech más exagerados de lo que aquí aparecen; no puedo decir si esto es así. Lo cierto es que Jeanne como protagonista no tiene mucha fuerza, es el típico chico/a que sigue su corazón y de milagro todo sale bien. A pesar de la trama fuertemente militar no hay nada de desarrollo técnico de los mechas, nada de estrategia. Cada uno de los contendientes prepara ataques supermasivos en apenas horas (o eso pareciera, porque no queda claro el tiempo que pasa entre episodio y episodio, creo que toda la serie podría suceder en menos de un mes o en un año). Hay muchos tiros y lo de siempre, a los protagonistas nunca los toca nadie, y todos los demás son carne de cañón.

¿Qué más puedo decir? La serie aprueba, no es mala, pero creo que sólo la disfrutarás si eres un maniático de Robotech como yo y quieras ir a la fuente y hacer algo como lo que hice yo, comparar impresiones de la infancia o adolescencia. Por lo demás, creo que no tiene mucho sentido verla.

5 comentarios:

Ursu Vel dijo...

De Robotech, esta es la parte que menos me gusto, me caía mal Dana Sterling (Jeanne), pero a pesar de todo igual la vi entera.
La versión original japonesa no la he visto, pero me entra una curiosidad: por que los zor eran trillizos?, triunviratos como se llamaban en robotech. Ojalá me lo puedas aclarar.
Saludos!

GNF dijo...

Pues la verdad, no lo aclaran. Leí algo por ahí sobre que cada uno tenía una misión diferente dentro del trío, pero no se dice nada específico. Además, hay algunos tríos en los que hay personajes diferentes, no son todos iguales. No queda claro el por qué; creo que porque simplemente la raza es así y punto.

Con respecto a los personajes, creo que la inclusión en Robotech los hizo más chatos. A Dana yo la recuerdo como insufrible, pero aquí no era tan aniñada ni tan histérica. Igualmente recuerdo que en Robotech Bowie y Musica eran una parte central de la trama y aquí eran importantes pero nada más.

Creo que esto se debe mucho a la voz en off, porque creo que no hubo demasiada edición en la adaptación, aunque sí sé que cortaron algunas partes porque Glorie tiene dos lunas (y por lo tanto no podía ser la Tierra).

SC tiene muchos personajes importantes, y creo que en definitiva Robotech los acható para darle más protagonismo a algunos. Pero toco de oído porque es lo que recuerdo de la serie.

Ursu Vel dijo...

Si puede deberse a la voz en off, el romance de Música y Bowie me parecía bonito, yo creo que le dieron más relevancia a él porque supuestamente era hermano de Claudia (para atar cabos con la primera generación).
Si y puede ser que la raza aliénigena haya sido así con trillizos y punto y que no tenga mayor explicación.
(Disculpa por contestarte hasta ahora pero tengo un bebé recién nacido)
Saludos!


Bárbara Cerqueira Araujo dijo...

Gracias por la reseña!!!! Creo que fui una de las pocas personas que conozco que le gustó esta parte de robotech. Pero yo tenía 12 y supongo que me sentía con ganas de ser una Dana Sterling jajaja comandante, "siempre para adelante" aunque fuera un mamarracho sentimental.. A los 12 uno se imaginaba lo que no entendía en la historia. Qué bueno! Me dio ganas de ver la original, a ver si por fin se aclara todo ese halo casi místico de la flor de la vida.. ya ni me acuerdo.

Juan fernando dijo...

Hola buen dia