La vida es así, flujo y reflujo, como las mareas. Ya volverá, ya pasará de nuevo, y también, ya vendrá eso que nunca estuvo y tanto ansiamos.
Pero una cosa es repetirlo como un mantra, y otra es experimentarlo.
Después de mucho, mucho, mucho tiempo esperándolo, sucedió. Y todo en apenas unos días.
En menos de un mes, todo quedó relegado, al menos por ahora: los guiones, las páginas, los blogs, la lectura, la escritura... Todo el tiempo se convirtió en eso que tanto se necesitaba: trabajo.
Si a esto le sumamos las otras cosas que fueron sucediendo en estas fechas, la ecuación se completa.
La ecuación de una vida.
Siempre hay batallas para luchar, siempre hay territorio para no ceder y territorio para ganar. Pero es diferente hacerlo desde el otro lado de la cabeza de playa.
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