...el viento lleva y trae
nuevos intentos, nuevas historias...
Así dice una vieja canción de una banda en la que alguna vez mi padrino tocó el bajo.
Pues sí, es así. Pasan los días, casi dos semanas, desde la última entrada. Las estadísticas del blog muestran que ya no tengo tantas visitas; no sé si porque dejé de reseñar películas (la etiqueta más buscada) o porque simplemente dejé de escribir con la asiduidad de siempre.
Lo cierto es estoy tapado de trabajo y proyectos. Pierdo muchas mañanas en trámites y cuestiones relacionadas al trabajo. Hace tiempo que no veo a algunos amigos, con quienes me comunico por teléfono. Apenas estoy leyendo algo, y ni hablar de ir al cine.
Mientras escribo y corrijo guiones para Términus, por eso de que hay que tener material adelantado para evitar problemas, sustos y demoras, tengo que equilibrar con algo de trabajo manual. No recuerdo si lo comenté aquí, pero heredé un mueble antiguo de un pariente que se mudó, y tengo que quitarle parte del enchapado en mal estado (de hecho, casi todo el enchapado) para luego reemplazarlo por uno nuevo. ¿Por qué yo? Porque costaría caro mandarlo a hacer, y porque desde el taller de la primaria me enamoraré de la carpintería, aunque no sea una luminaria en ese campo ni tenga los elementos más adecuados.
Además de esto, tengo que mantener varios blogs adicionales y un sitio; también me puse de lleno con mi proyecto de juego de rol basado en el Solar System. Se llama Aerith, y en estos días he podido colgar varias entradas de su nuevo diario de diseño.
Obviamente las cuestiones diarias también se toman su tiempo: la restauración implica tener que limpiar, la escritura, lectura e investigación para ciertos proyectos ponen la pieza de cabeza y hay que volverla a su lugar, etc.
Tengo que admitir, también, que la llegada del otoño y sus bajas temperaturas me están quitando algunos minutos de trabajo al ponerme frente a la tentación de quedarme un rato más en la cama. Tendré que poner un celular más como alarma (y ya serían tres).
Estoy pensando en que tengo que dejar de lado algunas cosas. Pierdo mucho tiempo en pequeñas cosas que no puedo evitar, pero también creo que tengo que enfocarme más en pocas cosas. Lamentablemente estoy dejando de lado uno o dos proyectos que sinceramente no puedo encarar ni mantener en el tiempo. Más adelante los retomaré, pero al menos hasta mitad de año no creo que los recomience.
De todas maneras, como siempre, haré lo mejor para no dejarlos aquí abandonados. Y si se aburren, pasen por mis otros blogs, que hay para todos los gustos. Ahí es más probable que me encuentren.
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