Los tengo abandonados


Mucho tiempo ha pasado. Muchas veces me he sentado pensando que tenía que escribir algo. Y no he podido.

Arrancando, parando y arrancando de nuevo el profesorado. Este semestre se acumularon todo tipo de pequeños inconvenientes, que nos han hecho perder clases o posponerlas, casualidades bastante absurdas y hasta algún que otro entredicho en el aula, entre compañeras. Recién ahora nos estamos organizando... y tuvimos una semana sin la materia estrella, Residencia. De nuevo, huérfanos.

Por lo menos ya hay algo de material para leer, y hacer algo en casa mientras esperamos que nos terminen de explicar lo suficiente como para terminar los trabajos prácticos pedidos.

Básicamente, me pican los dedos de las manos y de los pies. Ahora, por ejemplo, tendría que estar haciendo algo de la facultad, pero no tengo nada que hacer! Y por eso me senté a llenar el hueco. Leí algo de Ética y Deontología Profesional, pero ya cubrí mi cuota diaria, me cansé de leer. Sobre Residencia no tengo mucha idea de qué más hacer, salvo diseñar algunos contenidos que no me vienen a la mente; tengo que esperar a la clase demorada para que nos terminen de explicar cómo sigue todo. Y con respecto a Gestión de las Instituciones Educativas, tenemos que avanzar en un trabajo en grupo del cual yo ya hice mi, hasta ahora, pequeña parte.

Mientras tanto, estuve aquejado de una extraña falta de sueño y algún tipo de alergia, que me dejó bastante herido durante una semana completa. Ahora mismo se me fue, pero el otoño vino con tanta rapidez y crudeza que me tomó algo desprevenido y cultivo un resfriado bastante completo. No sé cómo pasaré el resto de la semana.

¿Qué más? Me publicaron una buena reseña de mi libro digital sobre rol (Cómo crear un mundo de juego), y aproveché para promocionarlo dando un descuento interesante en su compra. Me fue bien, y mientras tanto, de a ratos, trabajo en el siguiente, que no sé cuándo verá la luz. Pero le tengo MUCHAS GANAS a ese libro. MUCHAS GANAS.

También puse a volar una novela corta entre algunos amigos, para que me dieran su opinión: pedí cinco voluntarios y conseguí nueve, así que no me puedo quejar. Aguardo todavía sus dos centavos. Pero hasta ahora es una buena experiencia.

Mientras tanto, la sed por la escritura me devora, y ya releo mi tercera novela, como penúltima revisión antes de su publicación definitiva. Los medios digitales me siguen abriendo espacios.

Pude aprovechar para terminar varios comics y libros de historia militar, y cerrar un montón de pequeños cabos sueltos con guiones de comics y proyectos de diverso tipo, relacionados con estos temas.

También continúo incrementando mi colección de figuras de la Justice League Unlimited, aunque eso no es algo que dé precisamente trabajo. Pero como ven, incluso encerrado y algo enfermo, tengo que entretenerme en algo.

Todo porque no me dan trabajo en la universidad. Haberse visto.

No hay comentarios: