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Adiós a los concursos

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Se terminó. O al menos eso es lo que decido, con alguna excepción. No más concursos de comics. Ya fue.

Creo que pasa algo, en algún momento, que divide a escritores e historietistas, entre los que todavía participan y los que no. Muchos dejan de participar luego de varios fracasos, frustrados, incluso enojados, o porque estos resultados negativos los predisponen mal y comienzan a creer que aquello no es lo suyo.

Otros dejan de participar porque consideran que es una fase. Algunos de estos han comenzado a publicar y pueden creer que es poco justo competir con alguien que todavía no lo hace, ya que sería quitarle un espacio de crecimiento importante.

Otros simplemente dejan de participar. Punto.

Yo me ubico en esta última categoría, por razones ajenas a las anteriores. En primer lugar, como he comentado antes, he escrito ya varias novelas y guiones dirigidos a concursos nacionales e internacionales. No he ganado ninguno (solamente he conseguido una mención), y eso no me ha hecho dudar de mi capacidad como escritor, ni me ha hecho pensar que los jurados son unos idiotas por no haber visto "mi grandeza". Sé que no siempre uno escribe lo que otros quieren leer, y sé también que siempre puedo mejorar lo que hago.

Con respecto a los concursos de comics, he participado con casi todos los dibujantes que conozco personalmente, y de hecho, el mismo hecho de participar ha permitido que yo afianzara lazos creativos y de amistad con dibujantes que antes no me eran muy familiares. Por esa parte, todo ha sido muy positivo.

Entonces, ¿por qué lo dejo? Ciertamente, no porque crea que le robo espacio a alguien más. Publico algunos de mis guiones en Términus, pero esta actividad no es remunerada. La revista está despegando (con los motores a pleno, ciertamente) y es una buena vidriera, un escaparate en donde espero que otros vean mi trabajo y me convoquen. Pero nada está garantizado. Mi carrera como guionista profesional todavía se está arrancando.

¿Un concurso puede "salvarte"? Creo que no, pero muchos intentamos hacer que sea un punto de despegue. No todos lo logramos. Hay muchas puertas para entrar en la profesión y algunos tenemos que usar otras. Casi con seguridad, ese será mi caso.

¿Dejo de concursar por los resultados negativos? No. ¿Por cansancio? Tampoco. Dejo de concursar, en gran medida, porque los concursos de comics en los que he participado están llenos de desprolijidades, falta de seriedad y todo tipo de errores y borrones.

Ya he hablado mucho del tema en años anteriores: particularmente aquí, aquí y aquí. Algún desubicado podrá relacionar mi disgusto con el hecho de que no gané en ellos. Pero también recuerden que no gané en ninguno de los concursos de Crack Bang Boom en los que participé, y en todos ellos no he encontrado nada malo que decir. Las bases eran perfectas, a prueba de balas, y la organización se comportó perfectamente. Perdí. Sí, y a mucha honra.

Pero hay una sensación de no querer exponerte a situaciones desprolijas. Cuento lo que sucedió hacia fin de año. Tenía frente a mí dos concursos: el del blog Cuadritos, algo exigente en cuanto al material a presentar, y el de LARP Editores.

El primero no era remunerado, pero pedía una gran cantidad de material (mínimo de 50 páginas, a dibujar y entregar si uno ganaba) para permitir su publicación semanal durante un año. Algunos de los dibujantes a los que les propuse participar consideraron esto un mal negocio: era mucho trabajo sin nada de dinero. Yo le vi el lado vidriado, de escaparate, ya que los dos comics allí serializados habían tenido buena repercusión y estaban siendo publicados. Pero comprendí que otros no lo vieran así.

El segundo era un concurso mucho más tradicional: pedía pocas páginas como mínimo, pero daba una supuesta remuneración monetaria (no aclarada, nuevamente, en las bases) y hacía que dicho comic fuera publicado en un libro recopilatorio, que la editorial prometía lanzar en la Feria del Libro de 2013. Dinero y escaparate: el premio perfecto. Para colmo la temática era libre, lo que me permitía elegir dibujantes según las ideas que tuviera.

Con una mejor zanahoria conseguí dibujante, un amigo mío que ya ha participado conmigo en otras aventuras de diverso tipo. Reformé la historia en la que estábamos trabajando simplemente por gusto, la mejoré y él redibujó algunas partes. Hizo en pocos días un trabajo tremendo, sobre todo teniendo en cuenta que debía continuar con su vida de estudiante. Sentí realmente que le estaba pidiendo mucho: siempre me siento algo mal con mis dibujantes porque tienen un trabajo más intensivo que el guionista, y por eso trato de poner algo de mi esfuerzo ayudándolo al menos con el letreado.

Para resumir, durante la última semana trabajamos como locos, corrigiendo, reescribiendo diálogos que había cagado, volviendo a corregir errores tontos de mi parte, etc. etc. Mandamos el resultado sobre el filo del plazo, y nos fuimos a descansar, contentos al haber dado lo mejor de cada uno.

Y no pasó nada. Nunca nos avisaron si habíamos perdido, ganado o empatado. No hubo avisos de ningún tipo, en ningún medio. Por el blog Cuadritos me enteré que en abril se lanzó el libro recopilatorio, Ymir 2013, pero nada se dice de los ganadores.

En lo personal no me molesta perder, pero siento que es una falta de respeto hacia mi dibujante y hacia todos los que participaron el no avisar. Hasta el día de hoy, cuando el libro ya salió a la venta, ni siquiera en la propia página de LARP se publicó la lista de ganadores. De hecho, ¡siguen publicadas las reglas del concurso pasado! También a ellos se les falta el respeto al no dar a conocer su trabajo y sus cualidades.

De manera que el sabor agrio no lo tengo por no haber ganado, sino por haber sido nuevamente ignorado, sobre todo en algo tan sencillo y básico. Lo que hicimos se publicará en alguna otra parte, al menos digitalmente, ya lo veremos. Pero lo que sé es que, a partir de ahora, le diré adiós a los concursos que no sean serios y no estén bien organizados. Eso seguramente me limitará, pero no tiene nada de malo. Mientras se siga manteniendo el nivel que tiene el de Crack Bang Boom (en el que ya planeo participar, claro), por lo menos tendré una opción al año.

Mejor, no

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Un ejemplo de Tetris.

Había decidido, hace semanas, participar en un concurso de cuentos bastante particular. Faltaba poco tiempo pero lo postergué por temas de estudio.

Hace poquitos días lo recordé, y en un rato saqué una buena idea para comenzar a trabajar al día siguiente. Para entonces tenía menos de una semana antes de que se venciera el plazo de entrega. Decidí intentarlo. Pero cuando lo comencé a escribir, no parecía lo correcto. El cuento no me llamaba, y de hecho lo único interesant acerca del concurso eran los premios: no estaba enfocado en ningún género, algo que siempre me motiva. Con mesas de examen muy cerca, iba a tener que sacarle tiempo al estudio y presionarme por un concurso.

Escribí cuatro novelas y un par de cuentos pensando en concursos.

Decidí que eso era suficiente, así que no voy a participar. Tengo ganas y una idea para un cuento, pero un cuento mío, que tendrá mi sello, y no será una obligación que me pongo para tratar de ganar dinero. Si el día de mañana esto sucede, si tengo que escribir sobre cualquier cosa por dinero, sé que lo haré, lo hice en algún momento, pero no será sin ningún marco sino por algo específico que me soliciten.

Agua bajo el puente

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Como siempre que me demoro en crear una entrada, es porque estuve muy ocupado, y entonces tengo que compensar haciendo una entrada más grande.


Hace dos semanas rendí Antropología Filosófica, que costó bastante porque la metodología no fue exactamente la esperada. Supongo que aprobé, pero todavía no sé por cuanto. Igualmente, ya no es algo para preocuparse.

Este miércoles 29 rindo Teología y Doctrina Social de la Iglesia, materia que en sí no es larga pero sí bastante complicada porque tiene muchos vericuetos históricos. La verdad, me gustaría haber rendido anteayer, estoy ansioso, quiero sacármela de encima porque es la última que me queda del año pasado, aunque agradezco haber tenido tiempo para estudiarla. De nuevo encontré textos que no había leído, una de las peores sorpresas que uno puede tener en estos momentos, cuando se supone que solamente queda repasar lo leído.

Otro de los motivos es que termina febrero y ya al empezar marzo tengo algo lindo para compartir, que es la convención Santa Fe Dibuja. El 4 de marzo estaré en la capital de la provincia ofreciendo los fanzines de Cuna de Héroes y varias ilustraciones de los artistas que pasaron por el blog, como Mery Allison Thompson, Juan Fioramonti y Fernando Kern. Así que tengo que preparar un poco de todo (acabo de acordarme de algo que había olvidado!!!).

Lo bueno es que todo ha coincidido sin siquiera planearlo, después de la convención tengo otra semana de vacaciones que puedo usar para todo un poco. Mientras tanto, a escribir guiones, a troche y moche. Tanto para el concurso de Crack Bang Boom 3 como para algunos proyectos más.

Así que ya saben, si demoro es por varias buenas causas.

CNHRF2010: A un año

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Bueno, no un año exacto. Pero recapitulando experiencias, ajustando proyectos y viendo cómo va la mano, me cae ahora el grato recuerdo de la mención lograda en el Concurso Nacional de Historieta Roberto Fontanarrosa 2010, el cual conseguimos con Fernando Kern.

Lamentablemente no he podido repetir la experiencia ya que este año el concurso no se realizó. Estos no abundan; para colmo este año no tuve suerte y pude participar en muy pocos. Se ha pinchado recientemente otra oportunidad muy buena y no sé cómo viene el año que viene. Pero donde no crece nada, se siembra. 2012 viene ya plagado de todo tipo de proyectos personales, algunos de los cuales, esperamos, den mucho de qué hablar.

Recordando también que las páginas del comic no han sido colgadas aquí, y no dañando a nadie su publicación, me atrevo a subirlas. Por lo que me han contado, el tomo recopilatorio con esta historia, los tres premios y las demás menciones se sigue consiguiendo en los locales de Sport 78, sponsor del concurso, así que el que busque, encontrará. Vale la pena ya que todas son obras recomendables.



Un año de concursos de comics

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Hace algo así como un año, veía una proliferación, saludable, de concursos de comics. Sin embargo, la experiencia de muchos marcó que la cosa no estaba madura: yo aplaudí el entusiasmo, pero también pedí más compromiso.

Un año después, veo un escenario igual de preocupante. Pero veamos qué agua ha pasado bajo el puente.

El primero fue el de la Revista Fierro, que reseñé aquí. Un paso en falso que se recuperó con relativa facilidad. Como siempre, más allá de los resultados artísticos (que muchas personas que conozco condenaron), lo que se puso en duda era la seriedad a la hora de sentarse a plantear las bases para un concurso lanzado, ni más ni menos, por la revista de comics con más historia y tradición de las que sobreviven.

El segundo fue el de la revista Comic.ar. Lo reseñé en una nota al pie de esta entrada. Básicamente, se trató de un aviso en falso, lleno de ausencias y errores en las bases, que luego de muchos días se solucionó con el lanzamiento de nuevas bases, y que terminó con una serie de pequeñas desprolijidades (como una prórroga repentina, a último momento y no avisada, de la fecha de entrega) que si bien no fueron groseras, me predispusieron muy mal, tal vez por la experiencia previa con la Fierro.

Sin embargo, como está reseñada en la entrada anterior y en esta, participé en el Concurso Nacional de Historietas Roberto Fontanarrosa 2010 (donde gané una mención junto a Fernando Kern) y en el concurso de historieta de Crack Bang Boom 2, al cual envié dos comics (hechos por dos dibujantes diferentes). En este caso tanto antes, durante como después, tuve la seguridad de que la cosa estaba bien armada, porque las bases eran sólidas, bien redactadas, no daban margen al error o la mala interpretación, y se cumplieron todos los plazos y prescripciones mencionados. Un honor "perder", un honor "ganar".

Luego, algo de silencio. Y ahora, otra oleada; tal vez más pequeña, pero también plagada de contradicciones.

Comenzamos nada más ni nada menos con el Concurso de Historieta de la Revista Ñ, de Clarín. Se había dado un preaviso del mismo, y me enteré de las bases por esta entrada del blog Cuadritos, en donde se armó un gran revuelo. ¿La razón? Las bases no tenían ni pies ni cabeza, ya que planteaban:
  • Un único premio, irrisorio, de 5.000 pesos, por una obra de entre 60 páginas y 72 páginas. Tengamos en cuenta que es apenas el doble, o menos, del sueldo de muchos argentinos. Para poner en contexto: Clarín es el multimedio más grande de Argentina, y en su concurso de novela da premios por muchas veces esa cifra. La Municipalidad de Rosario y el sponsor del CNHRF2010, Sport 78, habían premiado con $5.000 al primer puesto del concurso, $3.000 al segundo y repartido otros $5.000 entre las 10 menciones. Por si fuera poco: al premio de Clarín había que retirarlo personalmente y la organización no se hacía cargo del traslado de los ganadores. Un pasaje de Rosario a Buenos Aires sale más de $100 pesos, y si vives en Tierra del Fuego... ni te cuento.
  • Un plazo de terminación de la obra de apenas 3 meses. Los tres finalistas debían completar la obra (sólo se presentaban 12 páginas de muestra) en ese tiempo. Si perdías, pues a suicidarte. Si hacemos las cuentas, vemos que hay que guionar y dibujar entre 48 y 60 páginas en 90 días, algo que escapa a la capacidad de la mayoría, que estudia, trabaja, tiene familia, etc.
  • El autor y su obra quedaba atado a la editorial. La obra prácticamente pasaba a ser propiedad de Clarín, y el autor estaba obligado a cederle los derechos de las dos siguientes. Este formato, copiado de muchos contratos de novela, es realmente absurdo y explotador, e indignó a todos, que ya de por sí estaban indignados por lo anterior.
A esto se le sumaban algunos otros detalles que no vienen al caso. En resumen, una bomba que esperábamos con ansia pero que explotó hacia otro lado. Luego de putear y maldecir, creo que muchos, al igual que yo, nos olvidamos del tema y seguimos adelante.

Surgió entonces otra posibilidad, la del concurso de la editorial LARP. De nuevo me encontré con unas bases sólidas, sencillas, creíbles. El único punto gris es que no se explicita la remuneración económica, pero se dice que es monetaria y con eso me alcanza. No participo para hacerme rico, sino para hacerme conocido, ganar unos pesos y comenzar a andar una carrera. En eso estoy ahora, de nuevo con Fernando.

De pronto, la bomba explota de nuevo. Me vuelvo a enterar por Cuadritos (gracias Andrés, por los servicios prestados!!) que, frente a las enardecidas críticas por parte de decenas y decenas de historietistas interesados, varias partes de las bases fueron cambiadas (pueden verse aquí) (*):
  • el premio es de $15.000 pesos, tres veces el monto anterior
  • se modificará el contrato para el ganador, para asemejarlo al de otras editoriales que publican comics y hacerlo por lo tanto "menos explotador"
Es sin duda, algo positivo que un medio tan grande escuche a sus lectores y se de cuenta de un error tan garrafal. Es bueno también ver que la gente se queja con razón, no como en el concurso de la Fierro. Aquí había cuestiones de peso para gritar, y de hecho, han volado palabras como "Judas", "hijo de puta", "cagador", "traidor" y otras de ese calibre para uno de los organizadores, que es periodista de historietas.

Lamentablemente cuando se derrama la leche no se la puede poner de nuevo en su lugar. Creo que muchos, al igual que yo, pasarán de este concurso ya que no se ha corrido la fecha de entrega y no tenemos tiempo ni para escribir ni para dibujar las 12 páginas necesarias antes de 1º de octubre.

Por si fuera poco, aunque se ha alargado el plazo para terminar la obra (pasando de 90 a 150 días), siguen exigiendo que los tres finalistas completen la misma, para luego definir al ganador (en lugar de definir al ganador y pedirle solamente a ese este requisito). Lo cual deja también un punto bastante oscuro en el medio.

¿Qué marca todo esto? Dos cosas. Primero, lo que todos sabían: que allá afuera hay muchos artistas pugnando por encontrar un lugar en el reducidísimo mercado comiquero nacional. Independientemente de su calidad y trayectoria, estas personas (que seguramente también buscan espacio en el mercado internacional) no sólo consumen lo producido localmente sino que quieren formar parte y saben hacer escuchar su voz. Algo similar, pero a escala mucho mayor, sucedió en el caso del concurso de Comic.ar, cuando los comentarios y preguntas sobre las bases se apilaron en el blog de la revista.

Segundo, que las personas que tienen la llave para incluir a estos autores nóveles, que se apoyan principalmente en concursos, no están haciendo bien las cosas. Esto es preocupante, particularmente en el caso de una empresa tan grande como Clarín, en la cual, según manifestó uno de los organizadores, el problema fue que se copiaron casi literalmente las bases para el concurso de novela. Esto plantea un enorme desconocimiento de las reglas editoriales del mundo del comic, así como de la simple organización de un evento de ese calibre.

Curiosamente, lo que funcionó bien quedó en el silencio. Los dos concursos antes mencionados, el CNHRF y el de Crack Bang Boom 2, surgieron de la articulación del Estado Municipal de Rosario y organizadores o empresas privadas. Si ellos pudieron plantear reglas claras y llevar a cabo sendos concursos intachables, ¿por qué le cuesta tanto a la industria editorial?


(*) EDITADO 30/08/11: hay lectores de Cuadritos que consideran que las reglas actuales adelantaron la fecha original que era en diciembre. Por lo que yo recuerdo la fecha original siempre fue octubre, pero no tengo forma de comprobarlo más que mi memoria.

Por otra parte, en un comentario vertido en esta entrada de dicho blog, uno de los organizadores expresa que el espíritu de las bases plantea que solamente el ganador tenga que terminar la obra completa, y que las menciones quedan como plan B, en caso de que el ganador no cumpla con lo establecido. De todas maneras esta persona acepta que esta cuestión no quedó clara en las bases y que tratará de que las revisen. Llueve sobre mojado; más incoherencias y confusiones sobre un concurso que arrancó malparido.

Dicen que soy famoso

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Según me cuenta mi amigo y compañero de oficina, Sebastián, esto sucedió hace unos días.

Él ingresó a un local de Sport 78, conocida cadena de ropa deportiva, con motivo de comprar un regalo. En la caja, descubrió que había disponibles una buena cantidad del libro que resultó del Concurso Nacional de Historieta Roberto Fontanarrosa 2010. Recordemos que esta firma fue el sponsor principal del concurso.

Como yo se lo había mostrado apenas regresé de la ceremonia de premiación, conocía el mismo y no dudó en tomar una copia. Hizo un comentario sobre que conocía a uno de los autores involucrados, y recibió la pregunta de uno de los empleados. ¿Cuál? El que escribió la historia que se llama Victoria, le respondió, a lo cual el empleado afirmó: Ah, sí, la de boxeo, esa es la mejor.

Palabras más, palabras menos.

Más que ser conocido, me alegra mucho que todavía haya muchas copias del libro en los locales de la cadena, para que mucha gente que conozco que todavía no pudo tener su copia, se acerque y la obtenga. Realmente valen la pena, así que ya saben. ¡¡Y no tienen que comprar nada!!

Si no es esta, será la otra...

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El otro día, de casualidad, me enteraba que no había ganado (habíamos ganado, mejor dicho) en el concurso de comic de Crack Bang Boom 2. Me sorprendió bastante que se decidiera tan temprano en el mes, sabiendo que había tantos comics dando vuelta y que tenían, según el reglamento, todo el mes para decidirse.

Más allá de eso, poco para comentar. Estudio fuerte para los parciales de este mes, lo que me quita mucho tiempo libre para escribir y todo eso. Sin embargo, sigo adelante con alguna que otra cosa. Espero las vacaciones como hacía mucho que no lo hacía.

Hoy me escapé para ver Thor, pero de eso seguiré hablando la semana que viene, con algo más de tiempo libre, espero.

Se vienen más comics... muchos más comics, de hecho. Pero para eso, parece que falta un poco más.

Qué hacer el resto del año

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El viernes pasado, con el cierre de la convocatoria para el concurso de historieta de Crack Bang Boom 2, se me terminaron las excusas.

Ahora ya no sé qué hacer.

O más bien, sí sé qué hacer, pero no tengo formado un plan específico. Por ahora, lo principal es seguir estudiando. Tengo los primeros parciales a principio de mayo, y ya planeo dejar una o dos materias para rendir a fin de año (no sé si decantarme por Antropología Filosófica, Psicología de la Educación o las dos).

En lo que hace a la escritura, oficialmente estoy de vacaciones.

En realidad, nunca voy a poder irme de manera tajante, porque pasa un día en el que me despierto con una idea y la tengo que escribir. El otro día hice eso en mi nuevo celular; como no tenía computadora a mano, anoté algunos bocetos como pude. Y si bien no tengo tiempo material para ordenarlo, y a veces las ganas no van acompañadas de inspiración, es difícil que deje las teclas por mucho tiempo.

Eso sí, no tengo planes fijos para nada. Fernando me pidió que siguiéramos con Dagon Comics, algo que me gustaría mucho. Pero todavía no tengo ideas adecuadas para el tono de ese blog. A mí me gustaría volver a crear un buffer de guiones de diferente cantidad de páginas y temáticas, ya que agoté el que tenía con el concurso y varios envíos y solicitudes, pero no encuentro tiempo para organizarme.

Me gustaría, también participar en la iniciativa que me dio a conocer Trewaster, pero no tengo tiempo de nada. Tal vez más adelante. El rol me tira, sobre todo cuando no puedo jugar; me gustaría revisar mi libro y/o comenzar uno nuevo, una ambientación que corre por mis cabeza desde hace como tres años. Es uno de esos proyectos eternos que nunca puedo comenzar, aunque tenga cosas anotadas acá y allá. Pero no será este año, tampoco...

También tengo la idea de participar en alguno de esos portales que dan dinero a base de escribir artículos, lo cual es la iniciativa que más estoy considerando. Tal vez cuando termine de rendir y tenga unos días...

Después, en junio, vendrá Crack Bang Boom 2. Para lo cual, gane o no gane el concurso, tengo que prepararme. Dos de mis dibujantes me pidieron presentar material actualmente en proceso, para ver si enganchamos a alguna editorial o interesado. Esto sin embargo no sería gran cosa, ya que los guiones ya están escritos y en proceso de dibujo; yo me encargaría más de revisarlos y terminarlos hacia el final. También tengo fanzines que vender y marketinear, posiblemente creando material visual nuevo e impactante. Por suerte todo indica que tendré espacio para ello.

¿Y más adelante? El vacío. Vendrá otro semestre y otras materias (ahora por suerte serán solamente cinco, en lugar de seis). Supongo que en CBB2 haré nuevos contactos y afianzaré los que ya tengo; espero que eso me traiga finalmente posibilidades de trabajos serios, aunque no sean firmes, aunque no traigan dinero de manera inmediata. Ya varios dibujantes que conozco y admiro están dando sus primeros pasos para vivir de lo suyo; yo considero que no debo estar taaan lejos.

Pero como digo, especulo ya sobre algo que no conozco. Lo cierto es que seguramente será un viaje muy entretenido, y eso es más que suficiente. A ver qué hago.

Y se va la cuarta...

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...participación en un concurso de comics.

Y también la quinta, ya que participé con dos guiones.

El objetivo ahora es el concurso de historieta de Crack Bang Boom 2. El cual es, por lejos, el mejor organizado de todos los que concursé, con la notoria excepción del CNHRF2010 (el cual al ser organizado por una entidad estatal, tenía una gran obligación en cuanto a prolijidad * ).

Realmente me atrajo lo bien redactadas que estaban las reglas, quedando pocas dudas sobre cómo participar.

En mi caso, pude hacerlo con un compatriota rosarino y una artista de la ciudad de Córdoba, sobre los cuales no diré más por ahora.

En el primer caso llegamos con más tiempo; en el último, más sobre la hora. Y hubo un tercer guión que fue más intento que otra cosa, ya que el dibujante, con la mejor de las intenciones pero no en el mejor momento, no tuvo tiempo de hacer mucho (se ofreció con los días contados; sabíamos que era muy difícil).

En fin, un paso más en mis objetivos del año. Con participar me quedo tranquilo, al menos por el momento; obvio que quiero ganar. Los premios no son en metálico, sino la difusión de la obra en un comic recopilatorio especialmente editado para la convención.


(*) Me queda hablar del otro concurso en el que participé recientemente: el de la revista Comic.ar. Lamentablemente pasó algo similar a lo que sucedió con el concurso de la revista Fierro, pero peor en cierto punto.

La desprolijidad campando a sus anchas. En primer lugar publicaron reglas confusas e incompletas, sin siquiera el email a donde debían ser enviadas las obras. No respondieron los comentarios que los aspirantes pusieron en el blog. Luego publicaron nuevas reglas, ahora sí mucho más completas y detalladas.

Pero eso no fue nada. Pusieron una fecha de entrega, en los primeros días del año. El dibujante que trabajaba conmigo, Sebastián Zalazar, responsable como pocos, se quedó despierto hasta las 4 de la madrugada del día anterior (y tenía que ir a trabajar!!!) para entregarme la página que faltaba con tiempo suficiente para que yo le pusiera los diálogos. Envío el archivo a las apuradas, corrigiendo detalles como pude a último momento. Entonces me entero, de pura casualidad, ya pasado el límite, que por pedido de muchos llorones, se había extendido el plazo de entrega, a último momento. Me pareció una falta de respeto total; sobre todo teniendo en cuenta que yo había entregado el proyecto y ni me habían confirmado la recepción ni notificado de lo anterior.

Un poco enojado, y teniendo más tiempo, corregí los errores encontrados con más cuidado y volví a enviar mi proyecto, explicando lo que había pasado, para ver si tenían en cuenta la nueva versión. Supongo que sí, no sé; no me respondieron más que automáticamente.

Finalmente, ni siquiera avisaron de los ganadores por email; enviaron a los participantes una nota diciendo cuándo era la ceremonia y todo eso, pero recién me pude enterar cuando colgaron un video de la misma. Ni siquiera tuvieron la "decencia" de poner los resultados escritos en su página.

La verdad, toda esta serie de desprolijidades me tuvo a mal traer; ya sabía que no había ganado, pero no puedo entender todavía la causa de estos errores tan groseros. Como mínimo hay que cuidar la transparencia y tener reglas claras, visibles para todos.

Más sobre el CNHRF2010

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Lo iba a hacer, pero siempre me olvidaba o me retrasaba por algo. Ahora que veo que Fernando ya lo hizo, no voy a repetirme: simplemente los envío a su blog para que vean las páginas con las que ganamos una mención del concurso y algunas fotos más.

Y ya que están ahí, miren lo que el muchacho está haciendo últimamente, que vale mucho la pena.

Concurso Nacional de Historieta Roberto Fontanarrosa 2010

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The best is yet to come.

Prizefighter, The Science of things, Bush (1999)


Como les había contado previamente, quedaba pendiente la presentación de los premios del Concurso Nacional de Historieta Roberto Fontanarrosa 2010. La ceremonia se llevó a cabo este viernes 4 de marzo, en el local de Sport 78 del Shopping del Siglo.

Afortunadamente, gracias a la ayuda de Sebastián, mi compañero de oficina, pude asistir reorganizando mi horario laboral. Con bastante previsión, llegué una media hora antes, que aproveché para comer y beber algo y esperar en la puerta para ver qué pasaba.

Durante la semana había avisado a la mayoría de mis amigos, lamentablemente muchos viven lejos de Rosario o trabajan en horarios fijos. Una gran cantidad me envió mensajes de saludos y disculpas, las cuales agradezco. El único que se pudo acercar fue Diego, a quien le agradezco también el tiempo que se hizo para el evento.

Un poco más tarde de las 11, que era el horario acordado, Oscar Taborda, de la Editorial Municipal, salió para recibirnos con algunas copias del libro que incluía todas las obras premiadas. Sinceramente, fue hermoso abrir el libro a la mitad y encontrarme con nuestra historia, Victoria, justo en las páginas 30 y 31. Compartimos el momento con Fernando Kern, quien también por suerte pudo venir, acompañado de su novia, a quien le agradezco muchas fotos y el haber cuidado de mi mochila (que no era nada liviana).

Una vez dentro nos pusimos a conversar con el ganador del primer premio, el sanlorenzino Gabriel Keppl, y con otros miembros de la ADL que se colaron en el local. La iniciativa fue interesante; aunque era un horario de poco público, varios de los compradores ocasionales notaron que sucedía algo diferente y se hicieron con copias del libro.

Con un poco más de tiempo para charlar, mientras se terminaban de ultimar los detalles, conversamos sobre la buena calidad del producto. Con 60 páginas a todo color, en formato 21x27.5 cm y tapas blandas de buen gramaje, el libro está ilustrado en su portada por el mismo Fontanarrosa.

El volumen incluye 14 historias premiadas (1º y 2º premio, Mejor Obra de Autor Rosarino, y 11 menciones), de entre 2 y 6 páginas de extensión, en técnica y formato libre, por lo que se nota una gran diferencia de estilos.

En esta oportunidad, a diferencia de lo ocurrido en 2008, el concurso era temático, enfocándose en los deportes. Si bien esto se debía en gran medida al rubro de la empresa que lo sponsoreaba, no podemos negar que los lazos que ligan a "El Negro" con el deporte, tanto en el comic como en la literatura, son muchos y muy fuertes.

Con Fernando quedamos muy conformes con la calidad de la impresión, que hizo justicia a los colores digitales que le imprimió a nuestras dos páginas. Tal vez el único detalle a tener en cuenta es que la cartulina de las tapas es un poco sensible a los roces; vi algunas copias con raspaduras y algunos cortes un poco toscos. Sin embargo el formato es bueno y a pesar de estar encolado, soporta bien la apertura en más de 90º. Mi copia del libro editado en 2008, que ha sido leída varias veces, es testigo de su robustez. Nada que empañe el resultado final.

Luego de un buen rato de conversar con Fernando, Gabriel y otros compañeros de la ADL como Mercedes y Esteban Tolj, nos avisaron los organizadores que el evento estaba por comenzar. Nos juntamos en la esquina del local en donde se había instalado el retroproyector y los micrófonos, identificando con la mirada a los otros dos ganadores presentes, Silvina Juárez y Gonzalo Ruggieri.

Comenzó hablando Oscar Taborda, responsable del concurso por parte de la Editorial Municipal. El mismo destacó la importancia de retomar la iniciativa luego del parate que significó el año 2009, y la gran alegría que tenían al poder darle un "hermano" al libro de 2008. Coincidentemente con esto comentó la necesidad de seguir realizando el concurso anualmente, para que este se afiance y encuentre su lugar en el mundo. En este sentido, agradeció mucho la ayuda brindada por la empresa Sport 78, la cual, según tengo entendido, aportó una gran parte, posiblemente todo, lo que el concurso requería en materia monetaria. Una muestra más de lo que los funcionarios socialistas locales han conseguido durante años, sumando lo privado a lo público.

Posteriormente habló Horacio Ríos, Secretario de Cultura de la Municipalidad. Nuevamente agradeció el aporte de los dueños de la empresa, y enfatizó las ganas que tienen de continuar con el concurso. Agradeció igualmente a la prensa por la atención que le habían dado al evento (yo vi un periodista de televisión local pero no vi que hiciera reportajes; igualmente había cámaras y un canal de cable local). Finalmente, resaltó la importancia cultural del deporte, comentando que el libro incluía muchas historias de estética y temática muy diferente, dando como resultado un ejemplo de las muchas aristas a explorar.

Sobre la difusión de la obra, Ríos comentó que, además de poder retirarse gratuitamente en locales de Sport 78 y en los Centros Municipales de Distrito, se haría un esfuerzo por ubicar copias en bibliotecas populares y en escuelas públicas. Con una tirada de 3.000 ejemplares, se buscará siempre llegar al público más interesado en el tema para no desperdiciar el trabajo realizado.

Luego de los discursos nos sacamos fotos, los ganadores con los ya mencionados funcionarios. Aquí pueden ver algunas.


En la foto: Horario Ríos, el dueño de Sport 78, Gonzalo Ruggieri,
Silvina Juárez, Gabriel Keppl, Fernando Kern y yo.


Observando el fruto de nuestras horas sin sueño.

Gabriel y yo conversando con Oscar Taborda.

Posteriormente los ganadores presentes fuimos entrevistados para el canal de noticias de Cablehogar. Sin que preparáramos nada salió todo muy lindo.

Lo que siguió fue algo más de intercambio entre los ganadores, Oscar Taborda y Carlos Barocelli, hasta que se me hizo el horario de regresar al trabajo.

Sin lugar a dudas fue uno de los más lindo momentos de mi vida. Espero poder seguir sumando entradas como esta al blog.


UPDATE: Un pequeño video del evento, para que puedan ver al lugar y el libro resultante del concurso.


Premio Nacional de Historieta Fontanarrosa 2010 from Gastón Flores on Vimeo.

Esto o lo otro

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El fin de semana pasado tuve una crisis. En un día, todo se movió y quedó borroso.

Pero no hablo de una crisis en donde uno se agarra de los pelos y grita de desesperación. Sino más bien un momento que obliga a la reflexión.

En primer lugar, durante el fin de semana pude adelantar bastante mi trabajo para el concurso literario. Sin embargo, como sucedió ya varias veces, siempre escribo menos tiempo del que realmente quiero usar. Surgen cosas de la casa, problemas de horarios, cansancio, etc. Quiero sumergirme varias horas a hacer eso, pero nunca puedo. Que el resultado final sea bueno, porque produzco bastante, no termina de conformarme. Odio encontrar, constantemente, piedras en el camino.

En segundo lugar, pude hablar largo y tendido con Fernando sobre lo que quiero hacer este año, sobre nuestros objetivos y varias otras cosas más que no vienen al caso. Con buen tino y mejores intensiones, hizo que bajara un poco mis expectativas. Realmente me quedé pensando sobre varias cosas que dijo, yo que soy a veces demasiado optimista.

En tercer lugar, me llegó un mail largamente esperado. La respuesta de Morhain sobre mis guiones, los que le entregué cuando vino a Dibujantes 2010.

Realmente no le había entregado mis mejores textos, sino todo lo que tenía. Los mejores guiones, hasta ahora, son los que produje en lo que va del año (o, al menos, son los que me dejaron más conformes). De todas maneras, si bien la crítica tiene muchos puntos para mejorar, y muchos errores gruesos que yo dejé pasar, es alentadora. Hay que decir que duele un poco escuchar ciertas cosas; sobre todo en el frío característico de la palabra escrita. Sin embargo hay que escuchar a los que saben.

Sin deprimirme ni tirarme abajo, porque como dije, lo que me marcó era cierto y era mejorable, una cuestión comenzó a revolverme las tripas. No tiene nada que ver con los guiones de comics, o tal vez sí.

Actualmente escribo dos o tres páginas de mi novela corta (para el concurso) cada cuatro o cinco días. Ya llegué y pasé las 50 páginas requeridas. Creo que llego a terminarla para el concurso; incluso creo que llego a corregirla, lo cual es otra hazaña.

Sin embargo, ¿estoy haciendo lo mejor que puedo? Posiblemente sí, ya que tengo límites de tiempo muy acotados. ¿Puedo hacer algo mejor? Sí, si no tuviera esos límites impuestos por el concurso en sí.

Escribo rápido y con cierta facilidad, pero la historia avanza a los golpes, y sé que el resultado no será lo mejor que puedo dar. Lo hago como desafío de cantidad, y no de calidad. Lo hago porque considero que el concurso no es muy exigente, que participará mucha gente y que puedo destacar del montón. Lo hago porque quiero sacarme las ganas y porque no quiero perder otra oportunidad que apareció en el camino.

Lo cual hace que se me levante la piel. No me siento cómodo haciendo esto. No me siento cómodo haciendo algo que veo que no será lo mejor.

Participé de los otros concursos literarios con mucho tiempo de anticipación, incluso comenzando un año antes. A este lo agarré de casualidad y en un momento complicado de mi vida.

Entonces me pregunté: ¿vale la pena que siga? Porque implica gastar tres semanas más de mi vida, casi un mes. ¿Cuántos guiones podría escribir en ese lapso, cuántos guiones ya escritos podría mejorar? ¿Cuánto tiempo tendría para descansar, sin la presión de una fecha de entrega?

La solución estaba ahí, aunque la dejé flotando un par de días.

El lunes siguiente, dejé de escribir la novela. Me dediqué a los emails atrasados (y recientes). Oh casualidad, otro dibujante del cual estaba pendiente una respuesta me escribe ese día.

Hola, guiones, estoy de vuelta.

Por qué no concurso en el Rolero de Hierro 2011

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No es por hacerme el famoso, pero bueno, quería contarlo porque alguien seguro que se lo pregunta.

Estuve en los tres RdH que se hicieron, desde que comenzaron en 2008. Llegué en tercer puesto compartido con Maldición de Sangre. Luego en 2009 obtuve dos premios con ¡Es una ganga!: el 3º premio por el Mejor Uso del Ingrediente Principal y el 1º premio al Mejor Feedback. Finalmente, el año pasado, obtuve el Cuchillo de Bronce por la Mejor Presentación Gráfica, con Wardenclyffe.

Más allá de que no me cae nada mal inflar un poco mi ego en febrero de cada año, el cual me encuentra inevitablemente solo, cortar una racha y una buena y sana costumbre me trae algo de conflicto.

Sin embargo, la decisión de no participar me resultó más sencilla de tomar de lo que había pensado en un primer momento.

La principal causa no fue el trabajo, ni el pequeño caos que campa por mi vida en estas fechas, sino una más sencilla: el cansancio de lo mismo y las ganas de cambiar.

2011 es un año de cambios. Y si bien las reglas del concurso cambian todos los años y se busca siempre desafiarse más y mejor, este año no quiero repetirme. Sé que podría hacer algo, y posiblemente algo muy bueno y hasta premiado, pero no tengo ganas. Y lo hice y quiero hacer algo más.

Por otra parte, los tres juegos que han quedado claman por ser desarrollados. No sé cómo ni cuando lo haré, pero lo haré. De todas maneras, si sigo procreando juegos para abandonarlos, nunca voy a llegar a nada. Prefiero tres robles que un campo recién sembrado que llega hasta el horizonte.

El último punto que selló la disputa interna fue el descubrimiento de un concurso literario de escasa monta, pero gran premio monetario, que cierra a mediados de marzo. Tengo que trabajar duro para llegar a esa fecha y no puedo distraerme por nada.

¿Volveré? No sé, tal vez el año que viene. Por ahora, salvo en uno o dos comentarios en Salgan al Sol, preferí dar un paso al costado y dejar que otros se encarguen. No me gusta meter la cuchara y no probar el postre.

Eventualmente tenía que pasar

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Hace unos meses me anoté en una seguidilla de concursos de comics, aprovechando que los dibujantes con los que suelo trabajar estaban libres y los requisitos eran bastante accesibles.

Si bien no nos fue bien con Juan Fioramonti en el concurso de la Revista Fierro (ya comentado aquí), la experiencia dice que si uno golpea, golpea y golpea, los nudillos pueden doler, pero uno se acostumbra y finalmente las puertas se abren (o se rompen, lo que convenga más).

Fue así el caso, entonces, con el siguiente concurso (de hecho el segundo concurso de comic en el que participo). Fernando Kern y yo trabajamos en una historia de dos páginas que ganó una mención en el Concurso Nacional de Historietas "Roberto Fontanarrosa" 2010, organizado por la Municipalidad de Rosario.

Más allá de ver el nombre de uno en la portada de un libro (que pronto sale de la Imprenta Municipal), está la alegría de todo el aprendizaje, de todo el trabajo previo, de todos los guiones malos que por suerte nadie perdió tiempo dibujando, y de todos los que pudieron rescatar al cambiarlos a último momento.

Y además está el compartir un premio con un amigo y colega, y encima, el saber que el premio mayor se lo llevó otro amigo y colega de la ADL, de quien tengo sobradas pruebas de su labor a favor del comic y la ilustración (además de su locura galopante).

¿Qué más puedo decir? ¿Que todavía no caigo? Sin ser agrandado, se me ocurre que era algo que tarde o temprano iba a pasar, de una manera u otra. Teniendo en cuenta que escribo desde los 8 y nunca dejé de garabatear, era simplemente cuestión de probabilidades.

Solamente me queda esperar la presentación del libro que reúne todos los trabajos ganadores, el poder llevarme mi ejemplar y tal vez algunos más para regalar. Ni qué decir que será un momento inolvidable, que ya vivé en el 2008, cuando no participé pero ganó otro conocido mío. El poder estar "del otro lado" será, sin embargo, algo completamente nuevo.

Es un primer paso, enorme e importante, pero sólo el primero. Muchas cosas se construyen para los dos años que vienen. Y algo, eventualmente, saldrá también de ellos.

Ahora sólo falta saber cómo terminará el año. Con el fin de diciembre cierra el plazo de entrega para el concurso de Comic.ar. ¿Quién sabe qué podrá pasar?

¿En serio?

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¿Qué más puedo decir?

Bueno bueno, sacando el sensacionalismo típico de esta presentación a lo Crónica TV. En realidad, Wardenclyffe solamente ganó como Mejor Presentación Gráfica. Pero es algo al menos, ¿no? Sobre todo siendo que soy más bien amateur en el campo, y tuve la idea a último momento. Finalmente, tengo que destacar que algunos de los juegos que pude ver por arriba eran tan bueno o incluso, en mi opinión, mejores en ese apartado.

Los ganadores están en el blog oficial, pero los repito acá:

El Rolero de Hierro es… Sapientia, de Davader


Tenedor de oro (juego más innovador): Aventuras intempestivas


Cuchara de Plata (uso más creativo de los ingredientes): La gran fecundación


Cuchillo de Bronce (mejor presentación gráfica): Wardenclyffe


Sextante de Hierro (a la retroalimentación más valiosa): Tristan (aka Lobo Gris)


Palillo de marfil (mención honorífica): Antidogma


Mi experiencia de este año fue muy variada y para nada habitual. En primer lugar, este año SI que casi no participo, un poco por falta de interés y un poco por desinterés con respecto a los elementos del concurso. Después participé y el resultado, si bien me gustó en general, fue medio apresurado. Finalmente, a los pocos días, conseguí milagrosamente trabajo y no pude votar, de hecho, no llegué a leer ni siquiera uno solo de todos los juegos presentados.

Ahora, después de una típica jornada de trabajo anodino y algo estresante, llego acá y veo los ganadores. Solamente puedo decir, como en el foro, que es una sorpresa enorme y que me sigue sorprendiendo un poco, yo que soy modesto y me martirizo ante cada error cometido (o casi error, o que casi cometo) que siempre se me mencione en algún puesto del RdH, al menos desde que comenzaron hasta la fecha. Al menos, me siguen confirmando que algo debo estar haciendo bien, aunque sea de casualidad.

Lamentablemente, se suma a la pila de cosas que tienen potencial pero que debería mejorar en algún momento... pila que sigue creciendo y no sé donde guardar. Espero que pronto llegue el momento. Gracias a las dos personas que comentaron el juego y a las que lo votaron (en realidad, a TODOS los que votaron, que no fueron muchos), y de seguro que tendré en cuenta lo que opinaron.

Wardenclyffe: mi Rolero de Hierro 2010

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Bueno, después de mucho trajín, entregué ayer mi juego para este concurso de diseño de juegos de rol: Wardenclyffe. Si quieren lo pueden bajar y comentar aquí; también se puede votar, para eso vayan al blog del concurso (link a las bases).

Nada más por ahora.

EDITADO: Bueno, sí, otra cosa. Como un amigo me hizo ver que 30 megas es mucho para menos de 20 páginas, acá está la edición de 5 megas. Es lo mismo pero con los gráficos de fondo reducidos a la mitad, es increíble todo lo que se ahorra.

Rolero de Hierro 2010 (I)

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Creo que fue el martes cuando comencé a anotar cosas para el juego. No, el lunes. Hasta ese día tuve algunos problemas de salud que no me dejaban pensar claramente (y sí, el clima estaba muy pesado).

Algo del resultado está en el thread "oficial" en SAS. Los ingredientes que elegí involucran a Tarantino, George A. Romero y Nikola Tesla. Me encantan las posibilidades narrativas de todo lo que involucre a Tesla (no sólo por los Tesla Coil del Command & Conquer Red Alert II sino principalmente por cierta película que no la quiero deschavar porque es excelente). De Tarantino no vi más que Kill Bill (pero ya sé por donde van las cosas). Y de Romero no sé nada, solamente los zombies. Pero son los que más me atrayeron desde un principio.

Coincidentemente, estaba escribiendo un cuento que involucra zombies y varias cosas más, y la combinación, al menos a primera vista, se me presentaba como perfecta. Creo que lo es, pero no tengo ni mucho tiempo ni muchas ideas como para encarar el concurso todo lo seriamente que me gustaría.

Bueno, quería dejar asentado eso nada más. Ahora voy a seguir otro rato poniendo ideas en el papel virtual. Con suerte, durante el fin de semana tendré tiempo como para terminar algo potable. No tengo tiempo ni para leer lo que están haciendo los demás.

Y los Roleros de Hierro 2009 son para...

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... mí!!! Bueno, 2 de las 4 categorías que existían.

Sí sí, ¡Es una ganga! ganó en Mejor uso de los ingredientes y Mejor feedback.

La primera categoría establece qué juego hizo mejor uso de los ingredientes principales, es decir las limitaciones que uno aceptaba: en mi caso fue que el juego fuera en solitario (1 solo jugador) y sin dados.

La segunda categoría plantea qué juego recibió mejor atención en cuanto a comentarios, críticas, propuestas, ideas, etc., así que yo digo que es compartido porque el feedback no es del autor sino del que le da de comer.

También están mis impresiones personales y las de los demás compañeros del foro, a quien resta agradecer todo, desde los votos hasta el feedback y todo lo demás. Con más tiempo haré un paneo general de todo el concurso, teniendo en cuenta cosas que ya dije y las que no.

Aunque esperaba una buena cosa no esto; el año pasado salí tercero con Maldición de Sangre, pero no calculé nada más. En mejor uso de los ingredientes, pensé que podía ser, pero el feedback me pareció que todos habían sido más o menos igual de buenos, y de hecho no voté por ninguno a causa de esta opinión.

Sí, creo que el juego es bueno y tuve suerte con la idea, porque me permitió hacer algo sencillo, bien redondeado, sin aristas que sobran y luego hay que pulir. Incluso lo envié, por error, varias horas antes del cierre del concurso, así que podría haber estado un poco mejor. Varias cosas las hice muy apurado y quedaron desprolijas.

Sé que antes del concurso dije que no tenía ganas de hacer nada, que casi no participo y que no quería hacer un juego que tuviera que "continuar" y desarrollar mucho, porque tengo demasiadas cosas en el aire. Pero sí participé y ahora tengo un juego mucho más acotado, ya cerrado, que solo falta ordenar mejor y testear, testear, testear. Lo cual es divertido!!!

Estoy pensando ya en dejar a un costado la parte para jugar en solitario, ordenar y mejorar lo que tiene que ver con la parte multijugador. Es decir, por un lado sacar una limitación (que era solo para el concurso, y a decir verdad, no sé por qué la mantuve sino por un capricho de hacerme el loco), y agregar cosas que no tuve tiempo de poner.

Y sí, pienso editarlo de alguna manera. El año pasado no pude, pero este año lo intento de nuevo y seguro que sale.

¡Es una ganga!, así que lo baja, lo leen y me dicen que les parece.


Entrada nº 250, mira qué casualidad.

Del tiempo y la productividad

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"¿Pero dura una semana?"; "el concurso tendría que durar dos semanas, o un mes, incluso"; "no, es muy poco, no llegamos a nada"; "el concurso ese es una mierda, en una semana no podés tener ni una idea decente".

Algunas de las versiones de la misma pregunta/cuestión de siempre. Pobres almas enfermas que creen que el Rolero de Hierro es un concurso "fallido" porque dura una semana.

En esta edición se han entregado 11 juegos, y creo que hubo 15 o 16 proyectos iniciados. Obviamente, como sucede siempre, hay algunos que no llegan. Si fuéramos algo más exquisitos, deberíamos hablar de 13 juegos en total: Mantalath no llegó a entregarlo por 11 minutos y Arturo se moría por participar pero estaba de viaje durante esa semana (y yo sé que algo hubiera entregado).

Lo cual me lleva a la típica moraleja de que cuando hay gente que quiere, se puede. Podemos quejarnos mucho desde afuera, pero son opiniones poco valederas si ignoran esta realidad. Me siento contento de tener nuevos compañeros en el foro, gente que ha demostrado una gran creatividad (y no creatividad fumada, "jipi", sino cosas hermosas como Hijos de Gaia, que acabo de leer y reseñar). Espero verlos seguido por el foro y seguir demostrando que las cosas en serio se pueden, aunque haya gente que no sabe nada y critica desde afuera.

¡Es una ganga! para el Rolero de Hierro 2009

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Antes de tiempo, pero sin mucho que pudiera hacer en ese espacio restante, entregué mi juego para el Rolero de Hierro 2009. Ayer decidí que se llamaría ¡Es una ganga!

Este año fue rara la competencia para mí. Como ya marqué, las palabras no me inspiraron y las limitaciones no fueron tan limitantes, locas y limadas como esperaba, lo cual me terminó limitando por la falta de ideas.

Así que todo lo que se me ocurrió fue esto, que, sin embargo, en conjunto terminó siendo algo bastante entretenido. Me gustó el resultado, aunque no el proceso de creación.

Este año la semana de creación del juego se me planteó complicada por los horarios. El miércoles estuve ocupado toda la tarde, y a la mañana tampoco pude hacer nada. El sábado por la tarde tampoco pude hacer mucho. Dejé de lado otras cosas no urgentes, pero cuando tenía que sentarme a escribir, no tenía ganas.

Al principio la idea del juego se me presentó demasiado nebulosa y por eso perdí tiempo y ganas peleando con algo que no sabía que era. Para el miércoles/jueves, creo, ya tenía una idea más firme, y si hubiera tenido más tiempo y ganas hubiera podido entregar algo más completo y sólido. (Pueden ver cómo progresó el concepto acá. Me siento muy contento por la cantidad de feedback, ahora que lo veo todo junto me doy cuenta de la dimensión que tuvo. A veces era casi un chat.)

Para colmo, ayer tuve cena familiar y hoy asado, lo cual me dejó con sueño y dolor de panza por tanta comida. Cuando me levanté, todavía algo aturdido, me di cuenta de que el límite del concurso eran las 24 GMT y no las 24 de Argentina. Había hecho mal mis cálculos porque toda la semana pensé que tendría libre la tarde del domingo. Así que rejunté lo poco que tenía en la cabeza, lo metí y bueno, lo mandé. (Aquí pueden verlo entre la lista de juegos entregados.)

¿Qué quedó? Un juego de rol para un solo jugador, que no usa dados, en donde el jugador tiene como personaje al dueño de una tienda de un mercado callejero de medieval. Sea lo que sea que vende, debe competir con otros tenderos que venden lo mismo dentro del mercado, para hacerse con una posición estratégica que le permita superarlos definitivamente. Para ello debe hacer uso sabio de su dinero, y de las cosas que sus hijos e hijas pueden hacer.

Puede parecer un juego de tablero, pero de hecho no tiene tablero. Descarté la limitación "Sin hoja de personaje" porque la necesitaba para el concepto: hay que llevar la cuenta de varias cosas.

A ver cómo termina todo, pero ya veo que mucha gente que decía que no llegaba finalmente entregó. Algo muy bueno.