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Genesis Climber MOSPEADA (1983)

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Hace unos días terminé de ver Genesis Climber Mospeada, lo que en su época se llamó la Tercera Generación de Robotech. Es decir, la tercera serie que fue adaptada para crear aquél memorable frankenstein de mi infancia.

A diferencia de lo que pasó con la segunda parte, Super Dimensional Cavalry Southern Cross, que a muchos no nos había gustado, esta parte final de la trilogía despertaba mucha más nostalgia, era recordada con más alegría y detalle, y por lo tanto era para mí más codiciada.

El hecho de verla nuevamente unos 30 años después de su creación, y unos 27 después de cuando yo la vi por primera vez (si no recuerdo mal, Robotech empezó a verse en Argentina por el 86/87) era un hecho agregado, y tengo que decir que la serie no me disgustó para nada. Afortunadamente, en esa época, encajaba bien tanto en argumento como en elementos visuales con lo que proponía Robotech: como veremos luego, la historia era prácticamente igual, y los diseños de Tatsunoko eran muy similares a los de Super Dimensional Fortress Macross, por lo que no causaba la sensación extraña que sí daba Southern Cross.

Afortunadamente, digo, pasé un buen momento, porque la serie original, sin los retoques de los productores de Robotech, era bastante buena. Con ese material base comprendo bien por qué Robotech cerró tan bien en la época, y es una doble excusa para redescubrir esta pequeña pieza de culto muchos años después de su realización.


Una historia sencilla
Sin muchos cambios con respecto a lo visto en Robotech (los veremos más adelante), MOSPEADA cuenta en su primer episodio la casi destrucción de la Humanidad por una misteriosa raza extraterrestre, los Inbit, que se apoderaron del planeta Tierra y resistieron todo intento de los humanos por recuperarla. Es así que las colonias (Marte, principalmente) enviaron ya dos Fuerzas Expedicionarias a la Tierra, las cuales fueron completamente aniquiladas.

En una de las naves de la segunda oleada viene Stick Bernard, un joven suboficial que está por casarse con su novia, militar también, que va en su misma nave. Lamentablemente los Inbit tienen armas muy poderosas y varias sorpresas, lo que hace que todos los esfuerzos de Stick por protegerla son inútiles.

Stick termina como el único sobreviviente de la nave y queda resentido y lleno de ira y venganza, a lo cual se suma la orden de emergencia que obliga a los supervivientes a reunirse nuevamente para atacar el Punto Reflex, centro de control principal de los Inbit en la Tierra.

Es así como capítulo a capítulo se va armando una road series, una historia centrada en los viajes, generalmente por tierra, que involucra a Stick en su cruzada, pero a la que se van sumando otros personajes.

A diferencia de Southern Cross, que resulta algo lenta en ciertas partes, aquí todo comienza rápidamente: en un puñado de episodios ya tenemos a casi todo el elenco, sumándose Ray, un joven algo torpe pero bien intencionado y lleno de trucos ingeniosos; Mint, una niña obsesionada con casarse con un muchacho rico y atractivo; Houquet, una joven muy atractiva con un pasado violento y conflictivo; Jim, un mecánico sobreviviente de la Primera Fuerza Expedicionaria, tironeado por su cobardía pasada y sus deseos de enmendarse, y Yellow, otro sobreviviente de la anterior oleada de liberación, que se hace pasar por mujer para evitar ser detectado por el Inbit.

Obviamente, mientras estos personas se unen al grupo, cada uno con sus razones, estos van aportando o ayudan a encontrar diverso equipo militar, que los convierten en más peligrosos, pero también en más llamativos. Los Inbit pueden detectar las baterías HBT que utilizan estos vehículos militares y sus armas, por lo que el grupo debe desarrollar todo tipo de tácticas para no ser encontrado y evitar emboscadas.

Tal vez el vehículo central de la serie es el que está en su título, el MOSPEADA, una motocicleta que puede convertirse en armadura (llena de misiles y cañones), lo cual le permite al usuario volar cortas distancias, dar grandes saltos y todo lo demás. Pero tampoco podemos olvidarnos de los Legioss, bastante similares a los Valkirye de Super Dimensional Fortress Macross (recordemos que estas series de Tatsunoko fueron pensadas por las mismas personas, y mucho del trabajo de diseño era compartido).

Como dijimos antes, la serie tiene mucho de viajes, porque Stick aterrizó en América del Sur y debe llegar a América del Norte, donde se encuentra el centro de los Inbit. Tal vez es por eso que la serie tiene mucho de western, ya que la Tierra está devastada y las escasas poblaciones humanas han regresado a un estado de vida miserable. El grupo no sólo se enfrenta a los Inbit y a su misterioso origen, sino a todo tipo de traiciones por parte de personas que venderían a su madre para sobrevivir un día más.

Este tono melancólico, dramático y a veces patético le queda perfectamente a la serie, si bien, como analizaremos más adelante, a veces es desperdiciado en episodios demasiado aislados del desarrollo de la serie, y que podrían estar en cualquier parte de la misma sin modificar nada (o no estar, sencillamente).

Gran parte del feeling general de la serie ha permanecido intacto en Robotech, porque como dijimos antes, casi casi todo encaja y no han hecho cambios innecesarios. Sin embargo, existe una cuestión interesante que la serie gana al vérsela sin depender del resto de Robotech, y es el origen y objetivos de los Inbit. Así como lo vimos de niños, no hay nada para contar ni explicar; sin embargo, en Mospeada todo lo referente al Inbit se va desgranando de manera bastante lenta (aunque a veces hay saltos, momentos algo torpes del guión), hasta que hay final, si bien se sabe poco, todo lo que se revela tiene sentido y resulta ser bastante interesante y original.


Algunos comentarios finales
Si bien, como hemos dicho recién, el argumento de la serie en general es interesante, la misma adolece de un pequeño defecto que, por otra parte, no tenía Southern Cross. Muchos episodios son demasiado unitarios, es decir, son historias que se cierran y se abren, sin que dejen marcas en ningún personaje ni en la trama en general. Simples anécdotas, aventuras y comentarios de una travesía a lo largo de América por lograr un objetivo.

Si bien podríamos decir que esto no tiene nada de malo, lo cierto es que este tipo de episodios abundan bastante, demasiado para mi gusto. Hay varios que nos sirven para explorar el pasado de los personajes, sus problemas y dilemas; estos son algunos de los más llamativos de la serie. Sin embargo, la mayoría, como he dicho, son simples anécdotas de variable interés, llegando a casos de episodios que casi vale la pena saltearse por completo (como el 9, una rocambolesca persecusión con dinosaurios, o el 13, una pesadilla delirante de un personaje, con dragones, princesas y guerreros dispuestos a salvarla). Estos dos episodios son ejemplos perfectos de argumentos exagerados que agregan poco y nada a la serie, y que podrían haber sido reemplazados por otros más acordes.

Debido a la presencia de estos episodios tan débiles en lo argumental, que son simple relleno, la serie pierde algo de integridad, ya que queda la sensación de haber sido alargada artificialmente. Sin embargo, el resultado final sigue siendo muy positivo.


La adaptación a Robotech (spoiler alert)
Como siempre, los fanáticos se preguntarán qué es lo que se perdió o alteró con respecto a la versión que vimos en TV, hace muuuuchos años. Lo cierto es que poco se modificó.

Como primer paso, cambiaron los nombres, tanto de personajes como de mechas, etc. Los Invid en realidad eran Inbits, los Alphas eran Legioss, los Beta eran TLEADs, etc. Creo que los cambios más fuertes en todo caso vinieron de algunos diálogos y ediciones menores. Por ejemplos, aquí Stick (Scott) no se la pasa recordando a su novia muerta, Marlene; de hecho lo hace muy pocas veces. Por otra parte, la Inbit que se suma al grupo con forma humana, que en Robotech era bautizada como Marlene (de manera algo confusa) así es llamada Aisha.

El grupo pierde rápidamente el interés cuando se entera que Yellow se disfraza de mujer para cantar; en la época, y siendo yo un niño, fue un comentario muy grueso durante años. No sé si la serie de Robotech lo exageró o éramos nosotros, poco acostumbrados a esto, pero queda bien en claro que Yellow lo hizo una vez para escapar del Inbit, ya que era soldado, y luego lo siguió haciendo como un trabajo y para mantenerse oculto frente a posibles represalias. No es para nada un travesti o un homosexual.

Algunos personajes me parecen a mí menos exagerados, como por ejemplo Mint (Annie), a quien yo recordaba más histérica.

Por lo demás, todo está igual, salvo que esta segunda Fuerza Expedicionaria de Marte (a la que pertenece Stick) espera a la Tercera Fuerza Expedicionaria, no al Almirante Rick Hunter. La idea sigue siendo destruir al Inbit, pero no hay, obviamente, ninguna referencia a la Protocultura ni nada similar. De hecho, no se sabe realmente qué es el Inbit y su objetivo en la Tierra hasta los capítulos finales.

Tal vez la única edición fuerte que ha tenido la serie es un episodio en donde hay varios desnudos femeninos, algunos bastante llamativos, que obviamente deben haber sido cortados o modificados por los productores estadounidenses de Robotech.


Como cierre
Lo único que me resta decir es que la serie, en general, me gustó mucho, y me permitió recordar muchos de esos momentos y capítulos que me parecieron memorables en mi infancia. Creo que vale la pena verla, sobre todo si eras/eres aficionado a Robotech; si no, de todas maneras pasarás un buen rato, dejando de lado algunas cuestiones menores ya mencionadas.

Como comentario, si te gustó la serie, existe una especie de capítulo final/resumen (algo que a los japoneses les encanta), llamando MOSPEADA: Love Live Alive, el cual básicamente es la misma historia pero contada desde el punto de vista de Yellow Belmont (Yellow Lancer en Robotech), durante uno de sus recitales. Con algunos minutos nuevos de animación y el uso narrativo del recuerdo para las escenas ya vistas, es una alternativa para ver algo más de lo que salió en Japón, y que de hecho fue utilizado para algo similar con Robotech.

Super Dimension Cavalry Southern Cross

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Desde que me enteré que Robotech no era más que una amalgama, un frankenstein de otras tres series de anime, he querido verlas por separado para comprender mejor sus historias, descubrir todo lo borrado por la reescritura del guión y encontrar las obras originales enterradas debajo.

Pero también, porque me traía recuerdos muy gratos de una buena infancia llena de animación excelente. Tengan en cuenta que yo tenía seis o siete años cuando comencé a ver Robotech y me cambió la vida. Creo que me inspiró a buscar otro tipo de cosas para ver en la televisión, series de ficción elaboradas y complejas para leer, ver y después, escribir.

Ahora, gracias a la magia de Internet, que resucita muchas cosas, he podido conseguir las tres series japonesas originales. Todavía no he podido sentarme a ver Super Dimensional Fortress Macross (o tal vez la estoy dejando inconscientemente para el final). Por el contrario, comencé por la segunda saga de Robotech, que hemos conocido como Los Maestros de la Robotecnia.

Así que ahí va mi reseña, para el que pueda interesarle. Mi idea es reseñar también las otras dos, para todos aquellos que quieran enterarse de más detalles. Trataré de no poner spoilers, pero de todas maneras supondré que los lectores vieron Robotech y recordarán la mayoría de las cosas que allí pasaron, aunque no siempre fueron las mismas que pasaron en cada serie original.


Odiosas comparaciones
En primer lugar debo comentar que, según creo, al 95% de los aficionados de Robotech esta saga les pareció fea, o tonta, o vacía, o lenta, o algo negativo. Creo que todos o casi todos la consideramos, lejos, la más floja de las tres, así como la mayoría disfrutó más de la saga Macross. De hecho, una de las razones que tenía para verla era, justamente, ver si esta mediocridad era por causa de la reescritura del guión (no es divertido quedar en la mitad de un sandwich argumental tan complejo) o si ya de por sí la serie venía siendo del montón.

Una de las cosas que me llamó la atención de la serie es la
enorme cantidad de mechas y armaduras personales de las
que hacen gala los glorianos. Cuesta trabajo diseñar estas
cosas, y sin embargo en una serie sin mucho presupuesto,
vemos un gigantesco despliegue de ellos.
Tenía algunos recuerdos de haber visto la saga en televisión y de las impresiones que me había causado; de hecho, recordé pocos episodios, y no sé si es porque la vi pocas veces, porque no me gustó y entonces no los recordé, o porque la reescritura fue tan salvaje que no puedo asociar dos cosas entre sí.

De todas maneras, al poco tiempo se me hizo evidente que la segunda opción era la correcta: la serie fue una más, desde el principio, y ni de lejos tenía lo que hacía falta para acercarse a Macross. Si bien los diseños técnicos son buenos, la animación y el dibujo no destacan, y de hecho cada tanto se ve alguna escena mal dibujada. Investigando, descubrí que la etiqueta "Super Dimensional" que comparte con Macross no es casualidad. La productora japonesa creó tres series con esta etiqueta: Super Dimensional Fortress Macross, Super Dimensional Century Orguss y finalmente Super Dimensional Cavalry Southern Cross. La primera fue super exitosa, desperdigando todo tipo de secuelas y precuelas; la segunda fue más o menos exitosa, terminando en su espacio acordado de 35 episodios. La tercera, que es la que nos ocupa ahora, fue un fracaso: el rating era tan malo que se decidió acortarla drásticamente, de unos 36 capítulos (como Macross) a unos meros 23. Lo cual explica el final algo abrupto, uno de los mayores puntos flojos de la serie.

¿Pero cuál es la historia? Al ver Robotech, las incongruencias eran enormes, y las confusiones estaban a la orden del día. Aquí eso no está, y por eso la serie termina siendo mejor que el recuerdo, a pesar de sus limitaciones.

Todo comienza en el planeta Glorie, una colonia humana en crecimiento, comandada por un gobierno militar. Por eso los personajes, principalmente Jeanne Francaix, quien en Robotech nos querían hacer pasar por hija de Max y Miriya, son militares. La mayoría son parte del 15º escuadrón del Cuerpo Acorazado Táctico, que utiliza los vistosos Spartas en combate.

Spartas vs. bioroids. Me encantaban los primeros como
tanques, pero me gustaban más los segundos por su diseño
globular.
Lamentablemente, aparecen los Zor, una extraña raza alienígena que busca conquistar Glorie y destruir o esclavizar a los humanos. Poseedores de una tecnología más avanzada, la flota de naves se ancla en la órbita del planeta y ataca constantemente, por lo que a los pocos episodios tenemos instalada una guerra de desgaste entre ambas fuerzas, ninguna de las cuales quiere ceder.

Así, mientras vemos volar algunos tópicos interesantes, como el soldado que no quiere serlo (Bowie, hijo de un general muy particular, que quiere ser músico a pesar de la tradición familiar), el líder "vamos a matarlos a todos" versus el militar que busca la paz y la diplomacia antes que la guerra, y las rencillas personales de algunos de los protagonistas y secundarios (ya que Jeanne es un simple chica de 17 años, aunque sea teniente, y es muy indisciplinada), van pasando los episodios.

La serie tiene un ritmo lento, más o menos justificado por esta "guerra de prueba", en la que los contendientes van testeándose de a poco uno al otro. Sin embargo hacia la mitad de la serie el ritmo avanza, cuando la guerra va escalando hacia posiciones ya totalmente irreconciliables.

Aquí aparece otro elemento que en Robotech estaba algo confuso: Zor, que es en realidad Seifreit. Los guionistas estadounidenses no tuvieron mejor idea que usar el nombre real de la raza para ponérsela a uno de los protagonistas, que de hecho no pertenecía a la misma. En fin, Siefreit es un Zor capturado, del que se termina descubriendo que es un espía, sin que él lo sepa. Uno de los tópicos interesantes de la serie es que los Zor capturan humanos para manipularlos a su gusto, haciendo que obedezcan sus órdenes y registren lo que ven, sirviendo tanto como pilotos de sus bioroids como también espías inconscientes.

Saifurito, como pronuncian Seifreit en japonés. Aprendes
a odiar el nombre cuando lo escuchas una docena de
veces por episodio, generalmente siendo gritado
varias veces seguidas por una protagonista algo histérica.
Aquí la trama tiene un punto fuerte, cuando parte de los militares quiere hacer público el descubrimiento, pero sus superiores quieren borrar toda huella para evitar la desmoralización general.

¿Recuerdan que en Robotech de pronto la Protocultura aparecía como una flor, y estaba relacionada con los restos de la SDF-1? Nada de eso, aquí tenemos una explicación bien clara y precisa de qué diablos estaba en esos tres montículos regulares que misteriosamente nadie se había puesto a investigar. No spoileo por si alguien quiere ver la serie, ya que, a diferencia de lo que sucedía en Robotech, acá tenemos una explicación interesante, muy ligada a la naturaleza de los Zor.

Otra de las comparaciones con las que sale bien parada la serie original con el enchastre de Robotech es la ausencia de la voz en off. Ciertos personajes tienen momentos muy especiales, y la serie plantea sutilmente los sentimientos (principalmente los amorosos) de los personajes: a veces con miradas o actitudes, sin siquiera una línea de diálogo, vamos viendo qué le pasa a cada personaje principal. A veces supones que un personaje gusta de otro, pero no ves ninguna señal de que esto sea así, y entras en la duda, y como hay poco o nulo espacio para la introspección, vas descubriendo con los hechos qué es lo que cada uno piensa o desea.

Esto es algo que me gustó, porque recuerdo lo burdo y repetitivo que era tener una voz en off que constantemente nos recordaba o explicaba lo que era evidente al final de cada capítulo.


En frío
Como dijimos antes, la serie tiene varios puntos fuertes al ser comparada con su adaptamutación protoculturosa. Principalmente, se entiende mejor: al no necesitar ser masacrada para soportar una locomotora y un vagón de cola, se defiende por sí misma y descubrimos varios puntos fuertes del guión. A diferencia de muchas series japonesas, que cuando terminan uno sigue sin entenderlas, quedan claros los puntos centrales de la trama: quienes son los Zor, por qué actúan como lo hacen, las motivaciones de los protagonistas, etc.

Sin embargo, a pesar de que la serie tiene varios de estos puntos interesantes, lamentablemente naufraga por su lentitud. Dije antes que hacia la mitad, se acelera, pero no demasiado, y sólo lo hace para repetir frenéticamente ciertos temas. Yo creo que la reescritura a la que se vio expuesta la serie la afectó, pero no se entiende cómo, teniendo menos tiempo, de hecho pareciera que los guionistas estuvieran estirando la trama como chicle. ¿Qué hubieran contado de haber tenido una docena más de episodios? En este sentido, los descubrimientos de muchas cuestiones relacionadas a los Zor siguen siendo "descubiertas", una y otra vez, por los personajes, incluso varios episodios después de haber sido develadas de manera bastante evidente, como si los guionistas pensaran que somos idiotas y vamos a olvidarlo.

Creo recordar que ciertos personajes nos eran vendidos en Robotech más exagerados de lo que aquí aparecen; no puedo decir si esto es así. Lo cierto es que Jeanne como protagonista no tiene mucha fuerza, es el típico chico/a que sigue su corazón y de milagro todo sale bien. A pesar de la trama fuertemente militar no hay nada de desarrollo técnico de los mechas, nada de estrategia. Cada uno de los contendientes prepara ataques supermasivos en apenas horas (o eso pareciera, porque no queda claro el tiempo que pasa entre episodio y episodio, creo que toda la serie podría suceder en menos de un mes o en un año). Hay muchos tiros y lo de siempre, a los protagonistas nunca los toca nadie, y todos los demás son carne de cañón.

¿Qué más puedo decir? La serie aprueba, no es mala, pero creo que sólo la disfrutarás si eres un maniático de Robotech como yo y quieras ir a la fuente y hacer algo como lo que hice yo, comparar impresiones de la infancia o adolescencia. Por lo demás, creo que no tiene mucho sentido verla.

Aliados (2013), lo peor de la TV argentina

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Y sí, tengo que decirlo. Con apenas medio episodio que vi con mi novia para reirnos de sus errores, ya tengo suficiente.

"Aliados" es un típico producto de Cris Morena: facilón, armado con dos pesos, con actores malos pero jóvenes y lindos para captar el público más fácil, cero guión, ideas rebuscadas mezcladas con batidora y mucho, mucho chetaje.

La premisa es tan sencilla como absurda: seres extraterrestres que recuerdan a ángeles (de hecho son incorpóreos y se pueden meter en la gente, controlándolos) deciden ayudar a la Humanidad y por eso eligen a ciertas personas que están descarrilando sus vidas, para que las mejoren. Obviamente, todos son adolescentes o jóvenes idiotas que se están matando a base de vicios, obsesiones y cosas así: está el casanova con una vida vacía que no quiere reconocer un hijo, la hija abusadora que es abusada a su vez, etc. etc.

Más allá del transfondo místico, new age y sincretista, que mezcla ángeles con extraterrestres y elementos de varias religiones (algo ya de por sí negativo, para mí), tenemos todo tipo de fallos, a nivel guión, concepto, edición, actuación... Puf, no me alcanzan los dedos para tipear.

Comencemos por el concepto. Si estos seres buscan ayudar realmente a los humanos de los cuales son "aliados", ¿para qué se meten en sus cuerpos y los hacen ejecutar acciones que ellos nunca harían? Tirando por la borda el concepto de libre albedrío, cada vez que alguno va a cometer un error garrafal, en lugar de mostrarle sus consecuencias y dejarlos decidir, o cualquier otra cosa, simplemente toman el control y lo evitan, poniendo a su vez al humano en una situación exagerada de la que no saben cómo salir. Tiran de sus hilos de una manera bastante burda, y uno podría pensar "bueno, después de todo son humanos y no tienen los mismos conceptos de moralidad". Pero el guión nunca llega tan profundo como para presentar un debate de este tipo, y los humanos que deben ser salvados terminan siendo simples monigotes.

Lo cual no es tan raro si tenemos en cuenta que los actores y actrices son de madera. Algunos coincidirán con mi novia: el perro es, tal vez, el mejor de todos. Destaca solamente el hijo de Guillermo Francella, que uno distingue por ser casi idéntico al cómico y actor, y porque no entona las palabras como si las leyera en ese momento. Con tantos buenos actores y actrices jóvenes que hay por ahí...

El guión va de la mano, también, con la edición. En una escena, durante cinco minutos se nos martilló con el mismo concepto, repitiendo una frase de manera casi textual: "los humanos sólo piden ayuda cuando el agua les llega al cuello". Repetición exagerada y totalmente inútil porque el concepto se reiteraba, visualmente, en varios personajes que enfrentaban situaciones límite y oh sorpresa, estaban por pedir ayuda a alguien. Sentí que los realizadores pensaban que era retrasado mental; algo que deben pensar, creo, de su joven audiencia.

Mientras tanto, la edición martilla con diversos errores. Uno de ellos es el paso del tiempo, que simplemente no existe. Esto da efectos doblemente absursos porque no existen escenas que indiquen el caminar del reloj, como un cielo donde pasan las nubes, el tránsito en las calles, lo que sea. Y es que ¡todo parece filmado en un teatro! No existen escenas en exteriores (son prácticamente inexistentes, sin movimientos ni zoom), por lo que tampoco hay diálogos ni momentos de transición entre escenas y escenas. Todo sucede en el mismo momento: en un minuto dos personas hablan y discuten, una arrastra a la otra fuera de su departamento. Al segundo siguiente entran en la casa a la que se dirigían. Como consecuencia, calculo que lo narrado en esa media hora debe haber sucedido en cinco minutos de tiempo de ficción.

Obviamente esto hace que la acción sea mareante, porque no existe momento en el que el espectador pueda pensar "bueno, A y B fueron acá, C está allá, ahora veremos qué hace D". Todos se mueven al mismo tiempo. Para colmo, hay tantos personajes que no tenemos tiempo de aprender nombres. Es como si tuviéramos que bebernos una sopa caliente mientras ésta se mezcla en una licuadora encendida.

El momento más alto de la mala edición fue la escena en la que un niño llora, en el fondo de un pozo, mientras llueve a cántaros. Una pareja lo observa desde arriba, espantándose por el cuadro pero sin hacer nada... ¡y es un día de sol, al anochecer! Se ve que la única escena de exteriores se rodó apresuradamente, y el error era tan obvio que por eso duró un segundo en pantalla.

Después de esto, tengo que comprender a las personas que le pidieron a mi novia que vieran la serie con ellos para que se las explique. De alguna manera hay que recomponer el rompecabezas, y es más fácil de a dos o de a tres.

Como dato final, el "chetaje". Todos los personajes tienen a mano, constantemente, tablets o teléfonos celulares último modelo. Incluso un personaje ladrón y mendigo tenía una ropa en tan buen estado que parecía recién robada... quiero decir, comprada. En el mundo de Cris Morena, incluso los pobres son lindos y aseados, y todos tienen a mano cosas caras y bonitas. Muy tierno... e irreal.

En resumen, sólo queda repetir lo dicho: Aliados es una muestra de lo peor que puede dar la televisión argentina. Una producción apresurada, sin filmación decente, con recursos limitados por el intelecto pero no por el dinero, un guión e idea pobres, y que usa todas las ideas disponibles para atraer al público menos exigente, al que tratan como idiotas.

Macross 7: Encore (1995) y extras

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Lo prometido es deuda, y siendo que me estoy comiendo todo lo hecho sobre esta serie, no quiero desperdiciar nada.

Macross 7: Encore es, como su nombre bien lo dice, un "bis" que tiene la serie principal. Tres capítulos extras, de media hora de duración, con historias autocontenidas que se sitúan teóricamente entre los últimos capítulos de la serie.

La calidad de la animación, formato y todo lo demás es, por lo tanto, idéntico a la de Macross 7, así que no espere nada más.

Sin embargo, el contenido argumental de los tres episodios mantiene la calidad de los últimos episodios de la serie, mientras reincorpora el humor de los primeros. Es decir que tenemos lo mejor de las dos partes de la serie.


El primer episodio, que considero el más flojo, nos cuenta la historia de cómo se formó Fire Bomber, con la excusa de un programa de televisión que reconstruye la misma, a veces tomándose algunas licencias.

El segundo episodio, bastante hilarante, plantea cómo Miriya, madre de Mylene y alcaldesa de la nave civil de la flota, piensa que va a morir debido a una enfermedad que desconoce. Contando los momentos que pasan, decide imponer su manía para ordenar las vidas de los demás "como debe ser", es decir, planteando matrimonios arreglados a diestra y siniestra. Se trata de una pequeña pieza de comedia romántica muy bien armada, que nos hace sonreir y reir durante todo el episodio.

Finalmente, el tercer capítulo, el que más me interesó, plantea la súbita aparición de un nuevo y peligroso enemigo: una gigantesca flotilla de naves meltrandi, la mitad femenina de los zentraedi. Para los que no recuerden la serie original, o no la hayan visto, recordemos que ambas razas fueron creadas por una misteriosa cultura, siendo pensadas totalmente para el combate y separadas en hombres y mujeres, reproduciéndose por clonación.

Las meltrandi, al igual que los zentraedi, no comprenden cómo los humanos pueden vivir en sociedades mixtas de hombres y mujeres, los consideran débiles por su tamaño y buscan destruir a la flota de Macross 7. Para colmo, la líder de esta flota es Chloe, una as de combate rival de Miriya. Los humanos parecen tener todas las de perder, pero de nuevo la aparición de Basara y los miembros de Fire Bomber desequilibrarán la balanza. Este es un episodio especialmente dedicado para los nostálgicos de la serie original, por lo que para mí resultó particularmente atractivo, contando con una gran calidad general y una perfecta mezcla de humor y acción.

Finalmente, tengo que recomendar también la adquisición del material extra que se ha realizado para la serie. Obviamente todo esto sólo se consigue ahora con gran esfuerzo en Internet, buscando en torrents, fansubs y demás, pero creo que valen la pena. Existen varios videoclips de los temas más conocidos de la serie, así como microepisodios de apenas 2 minutos que cuentan el pasado de varios de los personajes principales, como Gamlin, Guvava, lo que realmente sucedió entre Ray y Akiko, etc. Con la misma calidad de animación de la serie (deben haber sido creados durante la misma, posiblemente emitidos como bonus en ciertos episodios), la única pena es que no estuvieran incorporados a la serie en sí, ya que hubieran elevado el nivel de ciertos episodios y hubieran dado además una mejor comprensión de los personajes.

Macross Dinamite 7 (1997)

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Casi todo lo que he puesto de malo al hablar de su hermana mayor, Macross 7, tengo que darlo vuelta en este caso.

Claro que hay cuestiones incomparables. Macross Dinamite 7 (o Macross 7 Dinamite, como a veces también aparece mencionada) es una OVA de 4 episodios, de aproximadamente media hora de duración cada uno, que cuenta una historia posterior a la serie principal. Es así que no podemos comparar la calidad de animación, que es excelente para la época e incluso para la actualidad.

Sí podemos, en cambio, comparar la precisión narrativa. Todo lo que Macross 7 tiene de lentitud, de engorro y de capítulos que no agregan nada, Dinamite lo tiene de explosión, de sorpresa y rapidez. Podría parecer injusto comparar en este sentido una serie de 49 episodios con una miniserie de 4, pero si tenemos en cuenta que la historia de Macross 7 podría haberse contado en 35 episodios, mientras que en Dinamite no sobra ni un segundo, hay que reconocer el mérito.

En esta OVA los personajes crecen un poco más, aunque siguen siendo más o menos los mismos. El protagonismo se enfoca más fuertemente en la banda de rock Fire Bomber, desapareciendo por otra parte ciertos personajes que no podían entrar en la trama. Esto hace que, a pesar de ser una pequeña continuación, no haga falta haber visto la serie anterior. De hecho, mi recomendación es que si no han quedado conformes con ella después de leer mi crítica, se la salten o vean los últimos veinte episodios, para luego ver esta pequeña y algo olvidada joyita.

Ciertamente hacía tiempo que no veía un OVA de una serie, y aunque le tenía algo de desconfianza, las Ovas anteriores (Macross 7 Encore, que reseñaré en unos días) me dejaron bastante satisfechos, y a los pocos minutos supe que esta me iba a gustar.

Como en varios episodios de la serie, todo comienza cuando Basara desaparece, dejando a la banda sin su vocalista principal en mitad de una gira. Así, mientras los otros tres miembros se las arreglan para hacer frente a sus compromisos de la manera más profesional posible, Basara se dedica a buscar inspiración nuevamente, vagando por la galaxia.

Así llega al planeta Zola, un curioso lugar que más parece un pueblo semiabandonado que un planeta en sí. Zola está habitado por una especie humanoide con orejas de elfos, más pelo en el cuerpo y aparentemente marsupial, como el resto de las razas animales. Este sociedad, aparentemente atrasado en costumbres y tradiciones, tiene tecnología bastante avanzada, así como una patrulla espacial bien equipada con valkyries y naves espaciales de origen autóctono o modificaciones de modelos humanos, con las cuales pueden defenderse bastante bien.

Obviamente, ya nada más llegar, Basara se mete en problemas por su actitud extremadamente relajada e idealista, intentando abortar un robo simplemente cantando. A partir de ahí es acompañado por algunos habitantes de Zola, junto a las cuales correrá todo tipo de aventuras relacionadas con unas misteriosas criaturas espaciales que frecuentan el planeta, y que son atacadas por cazadores tan ambiciosos como astutos.

Esta historia, sencilla y mágica, pone a los personajes a descubrir las intenciones verdaderas de los demás y a aprender a sobrellevar algunas situaciones dolorosas. Está muy bien armada, resulta creíble dentro del marco de la serie (ya he dicho que ciertos elementos de Macross 7 me parecieron siempre tirados de los pelos, no terminan de encajar en ese universo) y para colmo tiene un buen balance entre diálogos y momentos tranquilos, algunas canciones y mucha, mucha acción.

Estamos frente a una especie de roadmovie sin movimiento: después de todo se trata de Basara persiguiendo de nuevo ese algo que lo motiva a cantar en todo momento, mientras otros personajes también buscan algo en particular, que a veces no saben definir.

Por otra parte, los personajes presentados en ella son realmente entrañables. Los villanos son creíbles, pero lo principal son los habitantes de Zola, que mezclan una vida relajada y muy pueblerina (los altavoces callejeros que transmiten radioteatros son para caerse de culo) con tecnología retro de los años treinta o cuarenta, naves espaciales con leyendas ancestrales y casas de madera. La sinceridad de los protagonistas de Zola, el carácter que les han impuesto le da un ambiente muy humano e interesante a toda la historia.


La factura técnica de estos OVAs se cruza con este apartado. No sólo la animación es tremendamente superior la serie principal, sino que además se ha invertido un gran esfuerzo en el rediseño de muchos vehículos. Los pocos que se repiten desde Macross 7 están tan detallados que parecen otros, y existen muchos que son totalmente novedosos e interesantes. La tecnología de Zola es diferente, aunque evidentemente muy influenciada por los diseños humanos de las flotas Macross, mientras que los villanos tienen también material distinto a todo lo visto. Esto hace que la calidad se eleve todavía más, mostrando que se puso toda la carne sobre el asador en una serie que ya de por sí tiene muchos puntos de excelencia.

En resumen, estamos frente a una pequeña joya, lamentablemente no demasiado conocida. Una historia colorida, entrañable, con el nivel justo de acción, una impresionante travesía visual (no sólo por las batallas espaciales, tener en cuenta el dato), personajes muy queribles y varios giros sorpresivos que le dan más sabor al conjunto. Algo para ver y rever.

De yapa, los dejo con el opening de la serie, que ya les dice mucho de la misma:


Macross 7 (1994-95)

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Hace ya varios años, gracias a una muy curiosa coincidencia, tuve la oportunidad de ver dos o tres episodios de este anime, que data de 1994. Fue un shock. Era un producto Macross, y sin embargo, no me gustó para nada. Decidí no intentar ver la serie (que se conseguía entonces por VHS, obviamente pirateado), sepulté aquellos recuerdos y seguí adelante.

Sin embargo, hace unos años, tuve la oportunidad de descargar todos los capítulos, OVAs y película. Falto de tiempo, no hice nada más que tenerlos en el disco rígido. Luego de más o menos dos años, empecé a verlos para ver si aquella primera mala impresión cambiaba.

Lamento tener que decir que no.

Una apuesta narrativa muy desigual
Si bien no resulta una mala serie, la encuentro bastante irregular. Fueron necesarios cinco o seis capítulos para que le encontrara algo de interés; constantemente tenía ganas de dejar de verla para no perder más tiempo. Incluso así, cuando luego de esa cantidad este interés se mantuvo y aumentó levemente, frecuentemente encontraba capítulos intrascendentes o desparejos, con partes muy buenas y otras del montón.

Por si fuera poco, los primeros quince o veinte episodios están armados con la clásica fórmula: "hoy el enemigo ataca aquí, mañana allá, oh casualidad, siempre donde están los personajes principales por alguna razón aleatoria". Esta reiteración constante baja mucho el nivel de estos capítulos, que por otras razones tienen momentos muy buenos.

Recién hacia la mitad de la serie (que tiene un total de 49 episodios) la calidad aumenta lo suficiente como para querer ver más. Uno se queda preguntando por qué tardaron tanto en lograr una trama más emocionante, una acción más trepidante y rápida. Queda la impresión de que podrían haberse ahorrado al menos diez capítulos a base de cortar las partes leeeentas y empalmar mejor historias, quitando las reiteraciones constantes y las situaciones repetidas

Lamentablemente, no tenemos esa típica excusa del anime basado en manga, en la cual los realizadores deben alargar las tramas y poner episodios de relleno mientras dan tiempo a los mangakas a hacer avanzar la serie. Macross 7 no está basado en ningún manga, y pudo haber sido desarrollado de manera más sólida, contundente, impactante. Lo malo es justamente lo ya mencionado: no hay episodios "relleno" que puedan ser salteados, sino que a veces se arruinan episodios que empezaron muy bien, y a veces los que empiezan mal logran repuntar, pero no lo suficiente.

Actualmente estoy terminando la treintena de capítulos, y de nuevo me siento desilusionado. Hacia la mitad de la serie se notó una gran mejoría: los capítulos eran más sólidos, con personajes más serios, riesgos mortales ciertos, escenas dramáticas, buenos combates espaciales y menos música innecesaria. He de suponer que en su momento, en Japón, la serie habrá bajado de rating por todos los puntos negativos ya mencionados y se habrán profundizados los cambios que lentamente se veían venir, principalmente definiendo una historia ya muy imaginada por el espectador pero que la serie se obstinaba en alargar y alargar sin motivo.

En hora buena, pensé, porque casi había perdido toda esperanza. Lamentablemente, empezó una tanda de episodios, que todavía sigue, en la cual los enemigos parecen sacados de los peores episodios de los Power Rangers. Cayeron en la clásica fórmula de crear "generales enemigos" que van a pelear con los buenos, con diseños totalmente estrambóticos, sin nada que ver con la estética de la serie, que episodio tras episodio tienen el arma definitiva para vencer (obviamente, nunca lo logran porque los buenos son los buenos, no porque hagan algo mejor). La reiteración de esquemas vuelve a destruir todo lo ganado en esa tanda buena de episodios, que deberían ser la mayoría de la serie.

A unos quince episodios del final, ya no sé si debo esperar el retorno a lo bueno o una nueva tanda de episodios narrativamente repetitivos e ineficaces para hacer avanzar la trama.


Un argumento clásico, pero con más rock

El argumento de la serie sigue fielmente la lógica clásica de Macross. Una flota colonizadora se dirige a nuevos mundos, comandada por el as y ahora comandante Max Genius (do you remember Macross?). Curiosamente, la alcaldesa de la nave de colonización civil es nada más ni nada menos que Miriya, la piloto zentraedi que en su momento trató de matarlo, pero luego se enamoró de él. Pues bien, se han casado y tenido una hermosa hija, Mylene.

Pero la cosa no ha terminado bien, y el problema es doble: la pareja se ha divorciado en secreto (para evitar repercusiones en su vida profesional) y Mylene ha resultado una chiquilla con tanto carácter como ellos. Se ha escapado de casa para vivir por su cuenta (a pesar de ser menor), ha dejado la escuela y se ha metido en una banda de rock. ¡La pesadilla de cualquier padre!

La música es parte central de Macross 7, lo cual puede resultar muy pesado. Los primeros quince episodios repiten tantas veces las mismas canciones que uno desea lanzarse por una ventana. Evidentemente, esto ha sido parte del éxito de la serie en Japón: no por nada la banda ficticia en la que Mylene toca y canta ha vendido tantos discos.

Pues resulta que Mylene toca en Fire Bomber, una banda de rock liderada por Nekki Basara, un personaje de lo más curioso. Pacifista extremo, su idea de la vida es hacer lo que le gusta sin prestar atención al dinero, la fama y todo lo demás. Su principal objetivo es demostrar que su música puede cambiar el mundo, aunque esto implique arriesgar la vida. Completan la banda un misterioso militar retirado y una mujer zentraedi que apenas habla en uno o dos episodios y se la pasa practicando solos de batería sobre cualquier superficie rígida.

Obviamente también tiene que estar el trío romántico y los enemigos a muerte. El primero se establece, muuuuuuuuuy lentamente, entre Mylene, Basara y Gamlin, un as de combate muy bueno en su profesión, pero totalmente nulo en todo lo que implique relaciones personales.

El segundo aparece con la irrupción de una misteriosa flota de seres humanoides que buscan robar una desconocida energía humana, la spiritia, que necesitan para sobrevivir. Además de destruir lo que haya a su paso, estos alienígenas atacan regularmente a la flota para recolectar esta energía. Los que resultan privados de su spiritia quedan en estado catatónico y por eso los militares de la Macross Seven deben tratar de destruirlos a toda costa.


Fallos y aciertos
Como decía previamente, todo se desenrolla de manera muy lenta, a veces torpe e irregular. Los personajes no son explotados profundamente, de manera que no terminamos de saber porqué hacen lo que hacen, ni sabemos realmente lo que piensan y sienten. Esto sucede incluso los principales, como Gamlin, Mylene y otros, y nos deja la sensación de que son personajes planos, sin controversias o conflictos internos: sin la riqueza necesaria para hacer bien su trabajo.



No nos reímos, ni nos asombramos, ni nada de nada en extremo. Macross 7 no tiene ningún punto fuerte o sobresaliente, salvo la monotonía, el cansancio y la repetición de esquemas. Ni siquiera es un buen anime de peleas espaciales: los combates son planos, sin ningún tipo de estrategias, suspenso o escenas arriesgadas en las que los personajes se juegan el todo por el todo. La acción es poco contundente y el suspenso es nulo. Si bien el diseño de los mechas es bueno, no sé si la animación le hace justicia: se repiten mucho las escenas de transformación y persecusiones, pero vemos siempre lo mismo.

En resumen, cuesta creer que sea un producto Macross, algo que solamente identificamos por los personajes heredados de la serie anterior, y por los esquemas típicos, que esta vez están desaprovechados. Lamentablemente, a pocos episodios del final, resulta imposible escalar todos esos fallos. Me deja un mal sabor de boca, y definitivamente no será una serie que me quede en la memoria.

X-Men (2011)

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Esta es la última de las series Marvel en versión anime que pude ver, y tengo que decir que me encontré con una experiencia bastante interesante.

Infinitamente superior a la muy mediocre Wolverine, y más en la línea de Iron Man, esta versión de los X-Men tiene una estructura argumental similar. Algo atrae a los protagonistas a cierta zona de Japón, en donde se ven involucrados en una serie de eventos extraños, que involucran a su vez a otros mutantes o humanos de origen japonés, enganche para la serie en tierras niponas. Esto, sumado a alguna que otra invención dentro del universo ficticio, con respecto al comic, aunque siempre de naturaleza menor, para no entrar en conflicto con él.

Esta serie tiene doble ventaja y doble talón de Aquiles. Por un lado, puede servir de introducción del anime a fanáticos de Marvel, mientras a su vez puede servir de introducción a Marvel a los fanáticos del anime. Es decir, tiene el potencial para difundir y expandir una afición con respecto a personas que no conocen ciertos géneros o estilos.

Lamentablemente, a los puristas esto posiblemente les resulte una aberración, pues no es ni chicha ni limonada. Algunos verán los vicios del anime y los vicios del comic, reunidos, o simplemente considerarán que la unión de ambas cosas no funcionan (como la conocida metáfora de la mayonesa y la mermelada). Esto en todo caso es cosa de gustos, aunque yo no comparto estas opiniones.

Lo cierto es que, como digo, resulta una experiencia interesante, que queda abierta para una segunda vuelta y de hecho, pide por más.

A los más habituales al anime, hay que avisarles que nos encontramos ante una estética bastante más "realista" que la que acostumbra el género, justamente como reflejo de un comic de origen estadounidense. La animación y diseño de personaje son impecables, y nos encontramos con los personajes exactos que podemos ver en cualquier comic, o incluso en las películas actuadas (las cuales, de hecho, son inspiración en muchos puntos).

Pero esta coincidencia no es solamente visual.
A los más habituales al cómic de superhéroes, hay que avisarles que la historia y personalidad de los protagonistas es bastante fiel a lo que están acostumbrados. La historia comienza en un momento crítico y bien conocido: Jean Grey siendo consumida por Fenix. Esto ayuda a explotar las consecuencias que tiene su pérdida en el grupo. Además, Wolverine es el tipo retacón y musculoso de siempre, y no el estilizado y alto de la pifia que constituyó su serie en solitario. Ni hablar de su carácter encantador de siempre. Por otra parte, Ciclops está más en la línea del comic actual, en el cual es un líder nato (aunque tenga graves problemas de conciencia a causa de la pérdida de su amada), y no como en la película, en la que era un idiota de aquellos.


En cuanto a selección de personajes, tenemos una interesante gama: Ciclops, Wolverine, Storm, Beast, Professor X y una bien aprovechada Emma Frost, que intenta unirse al grupo a pesar de haber estado del otro lado en muchas ocasiones. ¿Será de confiar? A su vez, la historia plantea la incorporación de una nueva recluta, la adolescente Hisako Ichiki. Mi desconocimiento del comic me hizo pensar que se trataba del típico personaje japonés agregado para sumar público nipón y para colmo, adolescente, pero rápidamente me di cuenta de que era bien usado y está lejos de ser la típica colegiala idiota que solamente trae problemas. Esto tal vez se da porque, justamente, el personaje sí existe en los comics y por lo tanto se pudo tomar su personalidad para la historia, al igual que con sus compañeros de mayor edad.

De hecho, hay que admitir que la serie, si bien es anime, no tiene casi ninguno de los cliché típicos de este estilo, ni en lo visual ni en lo argumental. Por lo tanto, sería bueno que los puristas la tuvieran en cuenta sin prejuicios. No hay estilizaciones exageradas, ni fondos parpadeantes llenos de rayos ni nada similar. No hay repeticiones de frases para explicar lo evidente ni situaciones tiradas de los pelos. A lo sumo, podemos considerar la voluptuosa anatomía de todas las mujeres del grupo como algo reiterativo, pero no creo que eso provoque desagrado en la mitad del público potencial.

De manera que nos encontramos frente a una serie entretenida, que tal vez no sea brillante pero cumple su objetivo de sorprendernos razonablemente, darnos respuestas lógicas en la trama (no como esos anime que hay que ver tres veces para captar algo) y presentar conflictos y personajes atractivos e interesantes, sin caer en estereotipos ni exageraciones. Doce episodios que valen la pena.


¿Qué digo?

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Me quedo corto con las palabras. Pasó una semana y no pude agregar una letra a este blog. Casi con culpa escribo esto.

Si bien hoy fue un buen día, con algo más de tiempo, mañana comienzo de nuevo el ciclo de inexistencia, de acá para allá.

Debo varias reseñas de películas, como Avengers, y de series, como Ghost in the Shell: Stand Alone Complex. Para cuando las haga.... bueno, no sé. Ya tuve que descartar repetir la primera, algo que me encantaría...

Por lo demás, luego de algunos baches, todo funciona sobre ruedas. Nos vemos. A ver si el fin de semana largo me da algo más de tiempo para colar algún comentario nuevo.

Ironman (2011) versión anime

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Anime y comics de superhéroes americanos... una mezcla que, como ya vimos, no siempre sale bien. No siempre. La versión japonesa de Ironman es la prueba de que se puede.

Ya de por sí, la gran experiencia que tienen animadores, diseñadores y guionistas en manejar las peleas de mechas anticipaba al menos un buen espectáculo. Lo bueno de esta serie de doce capítulos es que, justamente, además de buenas peleas, tenemos personajes bien desarrollados, sorpresas constantes y un guión que sabe ponernos en la mitad de lo que pasa sin caer en clishes, personajes ridículos, explicaciones absurdas ni complicaciones innecesarias.

Ironman es, en definitiva, una excelente forma de asomarse al anime, si eres un aficionado del personaje o de los superhéroes yankis. A más de uno, seguro que le saca algún prejuicio.


La historia
Filmada en pleno auge de las dos películas live action que preceden a The Avenger, la serie toma directamente el origen de ese Ironman, y lo resume sucintamente en la presentación y en varios episodios como flashbak. Tony Stark, un afamado ingeniero fabricante de armas, crea la armadura que le dará nuevo nombre para escapar de unos secuestradores, los cuales matan a su compañero de celda y nuevo amigo. Frente a él, Tony promete no volver a usar su inteligencia y recursos para crear armas de guerra, sino todo lo contrario: traer la paz al mundo.

Todavía cumpliendo esa promesa, Tony viaja a Japón, para supervisar la construcción de su mayor ingenio: una instalación de generación de energía que utiliza el mismo principio que el corazón de Ironman. La Arc Station promete ser la solución para que Japón deje de lado totalmente la energía nuclear: una solución segura, limpia y casi ilimitada.

Pero Stark tiene otra agenda. Probar un prototipo de Ironman, Ironman Dio, diseñado para reemplazarlo a él y a la primera armadura cuando decida retirarse como paladín de la justicia y defensor de los débiles.

Todo comienza a salir mal cuando en las pruebas de pilotos la armadura empieza a actuar por su cuenta y es robada. Más tarde, la Arc Station es blanco constante de extraños ataques. Para descubrir quién está detrás de estas maniobras, Tony contará con la ayuda de Nanani Ota, una entrometida y simpática periodista, y la doctora Chika Tanaka, encargada de la Arc Station y una de las pocas mentes en el mundo que puede seguirle el paso en cuanto a ciencia se refiere.

A partir de ahí nos espera una lluvia de sorpresas. Lejos de ser una serie en la cual Ironman combate un monstruo diferente en cada episodio (aunque al principio pueda parecerlo), el guión resulta sorprendente y efectivo, además de sencillo de seguir (algo de lo cual no pueden presumir muchas series japonesas). En mi caso, dejé de seguirla dos veces, por diferentes cuestiones personales, y siempre que volví a seguirla, pude hacerlo sin perderme de nada ni tener que rebobinar.


La conexión japonesa
Lejos, muy lejos de lo sucedido con Wolverine, la serie si bien está ambientada en Japón, lo hace en uno mucho más cercano a la realidad, tanto que es posible identificarlo rápidamente. Al ser un personaje con gran anclaje tecnológico/científico/político, Ironman aprovecha para explotar la experiencia japonesa con las bombas atómicas, la relación con las fuerzas armadas estadounidenses en bases japonesas, la relación ambigua que tienen con el mundo occidental y otros muchos matices. Esto hace que sea mucho más creíble y ayuda a darle peso y coherencia a la serie.

La prensa y la el público en general tienden a desconfiar de Tony Stark, por ser un antiguo comerciante de armas, mientras los políticos no quieren que un millonario estadounidense se meta en los asuntos de seguridad nacional. Esto es aprovechado por sus enemigos, quienes buscan desacreditarlo. Por otra parte, Tony está ciego a todo con tal de cumplir su promesa de traer la paz al mundo, una visión a veces algo ingenua, pero que él hace posible en sus palabras, inspirando a los que lo rodean.

Con respecto al estilo de la animación y diseño de personajes, tampoco nos podemos quejar. Los personajes no tienen rasgos exagerados y de hecho se parecen mucho a los reales. No tenemos ninguno de los clishes del anime como las peleas en lugares infinitos ni escenas llenas de fondos con rayas en movimiento.

¿Detalles? Algunos pueden criticar el hecho de que Tony Stark sea un personaje mucho más serio, en el hecho de que, por ejemplo, no se la pasa coqueteando con toda mujer hermosa que se le aparece enfrente (aunque hay algunos sabios toques de comedia). Pero en realidad estamos frente a una serie que, tomando la continuidad principal de la primera película, hace una reinterpretación exitosa del personaje para enfocarlo en solamente uno de sus demonios: su pasado como comerciante de armas. Ciertamente el personaje da muchas cosas y tal vez lo único que se pueda lamentar es que sean sólo doce capítulos de pura acción e intriga.







Bonus track
Aquí abajo está un supuesto teaser trailer de la serie, que yo vi hace ya tiempo. Lo había olvidado y lo encontré buscando material para esta reseña. Ciertamente no tiene nada que ver con lo que salió luego, pero me parece excelente y, al igual que la serie, está muy, pero muy lejos de lo que hicieron con Wolverine. Que lo disfruten.

Wolverine (2011) versión anime

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Las adaptaciones rara vez conforman a todos. Y por rara vez, mejor sería decir nunca. Esta serie de animación japonesa resulta el claro ejemplo de cómo se puede tomar un personaje muy popular para destrozarlo, según los criterios de las mismas personas que lo hicieron populares (a.k.a. el público de comics).

Tomemos a Wolverine, un personaje de contextura más bien petisa, muy musculoso, con pocas pulgas y ningún pelo en la lengua, cabrón pero también un sobreviviente y un luchador nato. Pasémoslo a estética anime, haciéndolo carilindo, alto, delgado, con poco músculo. Dejémosle sus patillas pero con un peinado a lo Elvis, borremos su cigarro y hagamos que su mala actitud sea una rebeldía a lo James Dean. Hagamos que sea como muchos otros personajes de anime: impulsivo, pendenciero sin remedio, nada de cerebro y totalmente frontal.

Y tenemos la versión de anime de un personaje que luego no tiene nada que ver con el original.

¿Y qué es lo peor? Que la serie mejoró MUCHO con respecto a este trailer que vi mucho tiempo antes, el cual me revolvió el estómago:





Luego de ver los 12 episodios que conforman esa serie, si bien el resultado es mucho mejor de lo esperado, resulta ser una serie más, de relleno, que no es demasiado recomendable ni para fanáticos ni para los que pocos saben de comics.

Más allá de lo estético, que es una cuestión de gustos, tenemos una historia por momentos interesante, por momentos plana y predecible, generalmente repetitiva. Lo mejor son los primeros capítulos, que arrancan con una conspiración y terminan en la aparición del mayor superenemigo clásico de Wolverine: Omega Rojo. Sinceramente, de lo mejor que he visto en cuanto a peleas de superhéroes en animación, estirándose por varios episodios pero no de manera innecesaria, sino bastante coherente con la trama.

El verdadero punto flojo de toda la serie, que se basa en Logan tratando de rescatar a su amada Mariko de las garras del lider de una organización mafiosa internacional,  es la repetición de esquemas. La serie exagera tremendamente la acción, utilizando los típicos clishes de cientos de miles de objetos disparados al mismo tiempo, los espacios inconmensurables que nunca terminan, las escenas físicamente imposibles o ridículas, etc.

Esto puede gustar o no, pero lo cierto es que el personaje resulta algo maltratado. Incluso se le recortan los poderes, ya que de pronto sus garras de adamantium no cortan casi nada. Sus oponentes y las situaciones que enfrentan son todas del tipo físico, el personaje simplemente actúa, nunca reflexiona. Cierto, Logan tampoco se caracteriza por ser alguien meditativo, pero es una persona que  tiene experiencia luchando y lanzarse ciegamente contra el enemigo en TODAS las oportunidades, sin buscar alternativas tácticas, no es algo que vaya con él. Tal vez sea porque es un Wolverine algo inexperto, pero en realidad nunca se lo pone en contexto como para hacer esta afirmación.

Por otra parte tengo que reconocer que ciertas vueltas de tuerca de la historia no quedan mal y que el final no es nada malo, acorde con lo que puede verse en ciertas historias del personaje. De todas maneras, queda muy lejos de las otras dos series de Marvel hechas anime (Ironman y X-Men), las cuales estoy viendo y reseñaré próximamente.

Young Justice (2011)

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A veces hay series que te sorprenden, no sólo porque te enteras de que existen, sino por la enorme calidad que demuestran. Young Justice es, tal vez, un ejemplo perfecto de estas dos cosas.

No es secreto para cualquiera que lea este blog que soy más seguidor de DC que de Marvel, y que la serie de la Liga de la Justicia Ilimitada es algo sacrosanto para mí. ¿Sorprende entonces que me guste tanto algo que enfoca a la Liga desde un lugar tan poco común, tan nuevo? Sí y no. Ciertamente el resultado es tan bueno como el de la serie ya mencionada, aunque haya diferencias estéticas, de temática y otras. Justamente la sorpresa viene por el hecho de que no pensé encontrar algo tan bueno.

Cosa de adolescentes en serio
La historia arranca cuando Robin, Kid Flash, Speedy y Aqualad son llevados por sus mentores dentro de la Liga de la Justicia (Batman, Flash, Green Arrow y Aquaman) a sus nuevas instalaciones. Se trata de su incorporación dentro de la organización, pero pronto se dan cuenta de que siguen siendo poco más que ayudantes, y que el puesto es poco más que cosmético: no son miembros con todos los derechos. Mostrando una rebeldía típicamente adolescente, se enfadan bastante por el timo; el hecho es que están cansados de ser considerados sidekicks y quieren jugar, a toda costa, en las ligas mayores.

De manera que no tienen mejor idea que aceptar una misión supuestamente sencilla, pero deciden saltarse los límites impuestos por los adultos y desde ahí todo se descarrila, para encarrilarse de nuevo. Viendo su potencial, al ser enfrentados con una realidad (ellos harán lo que quieran de todas maneras), los miembros fundadores de la Liga no tienen más remedio que ofrecerles una solución intermedia: reunirlos como grupo de operaciones encubiertas y reconocimiento. Con la ayuda de Red Tornado, quien se ofrece como su mentor, y con la asistencia de Batman, quien les otorga las misiones, el grupo debe aprender no sólo a comportarse sin sus mentores individuales, sino a luchar en conjunto, superando rencillas particulares, situaciones hormonales, problemas de identidad y mil otras cuestiones adolescentes.

El grupo luego se completa con Superboy (a quien deben ayudar a salir de un problema bastante particular en el primer episodio) y con Artemisa, protegida de Green Arrow que reemplaza al díscolo Speedy (quien se separa de la Liga apenas empezado el primer capítulo y se independiza tomando el nombre de Red Arrow). Mención aparte merece Ms. Martian, sobrina de Martian Manhunter, quien a pesar de su marcianidad intenta de mil maneras ser la mejor adolescente humana que pueda tener la serie.

¿Show para niños? Bueno, lo pasan por Cartoon Networks, pero no se dejen engañar. Tenemos personajes maduros e inmaduros, personajes que cometen errores bastante serios y deben enfrentar sus consecuencias. Tenemos todo tipo de inconvenientes románticos y también algo de gore y peleas bastante duras. Tenemos un uso muy inteligente de personajes de DC poco o muy poco conocidos. Tenemos una animación casi perfecta, excelentes voces y un diseño de personajes realmente interesante, influenciado obviamente por el estilo Bruce Timm pero mucho más detallado sin perder fluidez (heredero de varias de las películas animadas de DC, para algo está la experiencia)

En los ocho capítulos que llevo vistos (gracias sean dadas, tengo DirecTV y puedo ponerlos en inglés!!), no he parado de saltar de la silla, reír a carcajada pelada, ser sorprendido por giros de tuerca de todo tipo y aplaudir mentalmente frente a resoluciones magistrales. Es una de las series más completas y detallistas que he visto en mucho tiempo, y le deseo una larga, larga vida en la televisión, tanto como ha tenido la LJU. Es, por si fuera poco, una excelente manera de meter a los no conocedores en el universo DC, ya que los personajes son ya de por sí poco conocidos, pero se dan a conocer de una manera rápida, sencilla y muy humana, con sus defectos y sus virtudes, sus fortalezas y defectos típicos de su edad.

¿Mi personaje favorito? Robin, y su risita diabólica, un excelente detalle batmaniano. Pero Ms Martian es la que mantiene unido al grupo, y tiene parte de mi corazón ahí. ¡Hello, Megan! :D

Lo dicho, una recomendación fuerte para ver, sí o sí, lo antes posible. Yo seguiré saltando de la silla con cada episodio que vea.

Babylon 5 (1993-1998)

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Mucho, mucho tiempo ha pasado desde que quise, por primera vez, escribir esta reseña. Ahora que la he visto de nuevo (casi entera), finalmente la terminé.

Todavía hoy, sigue siendo mi serie de ciencia ficción preferida, junto con la excelente Battlestar Galactica. Para alguien que busque una serie más convencional, menos a lo Lost, pero con personajes muy logrados, excelentes argumentos, temas comprometidos y muchos detalles cuidados en la trama, B5 es una propuesta perfecta. Incluso si no eres de ver series de ciencia ficción espacial, es muy posible que esta te interese y termine gustándote.


La historia y su autor
El principal realizador de B5, J. Michael Straczynski, no era ningún principiante, ni tampoco un improvisado. Con estudios universitarios en filosofía, psicología, sociología y literatura, es uno de esos tipos que no pueden parar de escribir y pensar. Previamente había guionado varios episodios de series tan dispares como He-man, She-ra, Los Cazafantasmas, Walker Texas Ranger, The New Twilight Zone y Murder, She Wrote. Además, había sido productor, editor y varias cosas más de estas y otras series.

Con toda esta experiencia sobre sus hombros, Straczynski se propuso cinco objetivos al sentarse a pensar en B5. Quería que la serie:
  • fuera buena televisión;
  • fuera buena ciencia ficción (según él, casi nunca las dos cosas se habían mezclado con resultados positivos);
  • hiciera por la ciencia ficción televisiva lo que la serie Hill Street Blues había hecho por el drama policial, al enfocar la historia desde un punto de vista adulto y creíble;
  • tuviera un presupuesto razonable;
  • fuera algo nunca antes visto en TV.
Las dos últimas premisas tenían que ver con la experiencia del escritor en el negocio. Había participado en varias series que quemaron su presupuesto prematuramente, o habían tenido presupuestos bajos para sus pretenciones argumentales. No quería que eso pasara con su obra. Al pensar en una serie de ciencia ficción, con muchas culturas alienígenas y planetas y todo eso, supo que no le alcanzaría el dinero. Si inventaba un planeta diferente cada semana, como en otras series de mayor presupuesto, no podría mantener el ritmo.

Fue así que tuvo otra idea. Muchas de las series de esa época se enfocaban en un lugar: un distrito policial, un hospital, etc. Si la historia transcurría en una base espacial, en vez de en una nave, se podrían contar historias sin tener que crear mundos enteros cada dos o tres episodios.

Lo de "nunca visto en TV" tuvo otras facetas. Straczynski rompió todos los moldes. A diferencia de las demás series, que se escriben mientras se filman, el autor escribió la trama general, completa, antes de que se empezara a filmar el show. De los 110 episodios, Straczynski escribió 92, dejando otros pocos para afamados escritores de ciencia ficción y fantasía como Neil Gaiman, Larry DiTillio o Harlan Ellison (el cual fue consultor creativo de toda la serie).

Ducho ya en la materia, Straczynski también tuvo en cuenta que era muy difícil filmar las cinto temporadas que pretencía conservando a todos los actores originales. A veces estos no quieren renovar contrato, piden más dinero, se pelean con alguien, etc. etc. Como medida de seguridad para conservar la integridad de la serie, escribió alternativas argumentales: puertas por las cuales estos personajes pudieran salir sin problemas en el caso de que alguien se fuera "antes de tiempo".



Todo este cuidado dio sus frutos. Babylon 5 no es una serie común. Tiene una trama perfectamente armada, pensada para las cinco temporadas que dura. Nada de comprimir o estirar. Muchos episodios que parecen de relleno se nos revelan como ejes importantes de futuros acontecimientos. En Babylon 5, a diferencia de otras series, perderse un capítulo es perderse parte del todo. A veces las revelaciones (o las simples sugerencias) vuelven a surgir una o dos temporadas más adelante. Los pequeños detalles que en el episodio de hoy son nimiedades, luego aparecen como la base de todo un arco argumental. Cada personaje está perfectamente entrelazado con los demás y con la historia, de manera que el conjunto es sólido y coherente.

Todo esto hace que la serie pueda ser vista más de una vez sin perder encanto. De hecho, a veces necesita ser revisitada por el espectador, no porque sea compleja, sino porque los matices invitan a investigar y ver si lo que habíamos supuesto era o no cierto. Incluso después de dos o tres veces, verla completa sirve para descubrir más detalles o recordar otros que habíamos olvidado.


Los personajes
Como la estación Babylon 5 es territorio neutral, un lugar fundado para el intercambio comercial y diplomático entre razas, coexisten en ella todo tipo de personajes. La serie se centra en los humanos que gobiernan la estación, pero también en los embajadores de los principales mundos involucrados.

Mientras hay personajes que nunca abandonan la estación, ni la historia central, hay otros que van y vienen, dependiendo de la temporada. Cada tanto, obviamente, hay personajes que mueren o se van, y otros que se incorporan a la misma. Esto da una buena sensación de que nadie es imprescindible, de que la trama equilibra los hechos con sus autores. Ciertas situaciones no serían iguales con diferentes personajes, y viceversa.

Todos tienen una gran profundidad, y los vemos cambiar y definirse durante la serie: ellos mismos se siguen descubriendo. Las consecuencias de sus decisiones en su vida cotidiana, en su carrera, en sus familias y amigos e incluso en sus conciencias están presente día a día. La carga de los errores pasados (y de los que intuyen que cometerán en el futuro) son constantemente explorados y explotados por la trama. Muchas de estas decisiones son tanto políticas como morales, y afectan miles o millones de vidas, lo cual aumenta enormemente el contenido dramático del show. Esto permite también explorar a través de ellos ciertos temas morales y hasta filosóficos.

Un detalle nada menor es que las muchas razas alienígenas existentes son bastante reconocibles, y el trabajo hecho en máscaras y accesorios es excelente. Si bien la mayoría son humanoides, distan mucho de ser "humanos con arrugitas acá y manchas acá". Las elaboradas crestas de los minbari los identifican según su casta. Los narn tienen un toque reptílico pero también muy original. Hay razas con tentáculos en el rostro y algunas que incluso se ven muy poco porque no soportan la atmósfera de la estación y viven en sectores especiales. De esta manera, JMS logró lo que quería: construyó un universo rico en personajes, pero sin tener que construir sus mundos. Los decorados que representan la estación son el hogar de todo tipo de criaturas, algunas tan misteriosas como sorprendentes.


Temas principales de la serie
Decíamos antes que JMS no era ni un improvisado ni un principiante. Pues bien, tampoco era un recién llegado a la fantasía y la ciencia ficción. Es fanático confeso de grandes sagas épicas como Fundación, El Señor de los Anillos, El fin de la infancia y Dune. Si hemos leído estos libros podremos descubrir muchos pequeños detalles que sirven como homenajes, desde el nombre de ciertos personajes hasta paralelismos entre situaciones épicas. Porque eso es lo que Straczynski quería contar: una saga épica de ciencia ficción.

Y lo hace justamente empapando la trama de todo tipo de temas muy pesados, llenos de posibilidades argumentales. Uno de los puntos más fuertes de todas las temporadas es la consistencia al tratar temas recurrentes abordándolos de manera original pero también comprometida. Esta es una de las características que hace que sea buena televisión de ciencia ficción, como quería JMS: la exploración de temas muy humanos, pero vistos desde una óptica de ficción futurista y personajes que a veces no son humanos. Lejos de ser la envoltura de la serie, es su mismo centro.

Algunos personajes encarnan estos temas durante gran parte del show, mientras que otros simplemente están allí y atraviesan muchas historias menores.

En primer lugar, la lucha entre el orden y el caos, entre el autoritarismo y la libertad, cobra muchos sentidos. En este futuro, Marte quiere independizarse del gobierno terrestre, y ciertas razas han ganado recientemente la libertad al librarse de la esclavitud ejercida por otras. Durante varias temporadas, asistimos a muchas guerras de independencia y movimientos sesecionistas o de resistencia contra regímenes totalitarios.

De más está decir que esto lleva a otro tema, que es el de la paz y la guerra. Las cinco temporadas están marcadas por el ansia de lograr un equilibrio, de mantener la paz conseguida con mucho sacrificio. Esfuerzo que muchas veces es inútil, pero que continúa encendiendo el alma de ciertos personajes. La paz está simbolizada, de alguna manera, en la misma estación, pues en ella conviven y colaboran muchas razas extrañas entre sí. La moraleja presentada es que la paz solamente puede conseguirse con la tolerancia mutua. Obviamente, esto no siempre es posible, y es allí en donde la estación espacial se convierte en centro de muchos conflictos armados.



A pesar de ser agnóstico, Straczynski supo introducir muchas tramas relacionadas con las religiones, tanto humanas como extraterrestres. Según él, la influencia religiosa en los asuntos humanos ha sido siempre más o menos fuerte, y seguirá siendo así en el futuro. Asistimos entonces, en cada temporada, a la exploración de las religiones alienígenas y sus conceptos morales. Frecuentemente los personajes quedan atrapados en encrucijadas políticas y éticas, y la forma en que las resuelven nos dicen mucho sobre ellos.

Cuestiones como la reencarnación, la naturaleza del alma y su misma existencia, la expiación de las culpas, qué hay detrás de la muerte, la venganza, el perdón, el sacrificio, la tolerancia y el amor hacia los demás, y muchas otras son analizadas tanto en arcos argumentales como en capítulos separados. En este sentido, la a veces mala relación entre diferentes razas da la excusa perfecta para analizar cómo cada una de ellas es más o menos capaz de perdonar y tolerar a otros.

Esta aparición constante de diferentes religiones está cruzada por el uso de temas sobrenaturales y místicos, incluyendo epifanías, sueños premonitorios y visiones del pasado y del futuro. A veces los personajes encuentran una explicación lógica y racional para estos eventos... Pero no siempre es así, dejándonos a todos especulando sobre lo que puede significar una profesía, una visión o algo que es totalmente imposible, pero ha sucedido.

El tema del destino y la posibilidad de modificarlo también es una constante en ciertos arcos argumentales que recorren la serie. Más de una vez vemos lo que puede suceder, y cuando esto se confirma como cierto, no pierde ni un ápice de sorpresa o de disfrute. La historia está tan bien armada que no sólo disfrutamos viendo un suceso, sino cómo ese suceso tiene lugar y qué caminos han tenido que recorrerse para que pasara.

Si a eso le agregamos que el viaje en el tiempo está presente en un punto de la serie, de una manera extremadamente cuidada y sutil... Mejor nos ponemos a mirar la serie y dejar de hablar de ella.


La visualización de un universo
Uno de los mayores defectos que se le achacan a B5 es que los efectos especiales no son tan buenos, principalmente si se los compara con los que en esa época usaban series mucho más conocidas, como las de la franquicia Star Trek. Esta acusación es cierta en parte, con una buena razón: no había dinero para nada mejor. Su creador lo sabía y fue parte de los condicionamientos que tuvo el show.

Muchos no saben, sin embargo, que B5 fue pionera en el uso de muchas tecnologías visuales. Fue una de las primeras series en la que toda la animación de naves y batallas era hecha en CGI. Mientras las demás seguían usando una combinación de modelos a escala, efectos visuales y de computadora, B5 se arriesgó a esto. Además, fue filmada completamente en formato widescreen (y luego procesada para el formato 4:3 de la televisión analógica). Straczynski estaba muy metido en el negocio y sabía que en unos años todo sería digital. Es decir que JMS prefirió ser pionero en una tierra prometida, a pesar de que los resultados en ese momento no serían tan buenos.

El aspecto visual no era menor, teniendo en cuenta que B5 peleaba mano a mano, cada semana, con Star Trek: Deep Space Nine. Con un mayor presupuesto, la serie de Paramount también usaba el concepto de una estación espacial, algo nunca visto en una serie de Star Trek, que había inaugurado, por así decirlo, el concepto de nave espacial que viaja indefinidamente.

Pocos días antes del primer episodio de B5, se estrenó el primero de DSN, birlándole la sorpresa a muchos. Straczynski acusó a la Paramount de haberle robado la idea de una estación espacial. Antes de ir a Warner Bros. (con quien trabajaba ahora), el autor le había dado a la gente de Paramount una gran cantidad de material de B5 para que evaluaran el proyecto y su posible financiación. Lo que JMS les dio era mucho material: diseños e historias detalladas de los personajes principales, los conceptos visuales y argumentales de la serie, etc. El autor hasta había enviado resúmenes de capítulos de toda la primera temporada.

Traicionado en su buena fe, Straczynski estuvo cerca de demandar a la Paramount, pero desistió para no continuar con una controversia inútil. Se sintió satisfecho al lograr el acuerdo con Warner Bros. y por cierto tiempo tuvo que pelear por mantenerse al aire, a pesar de que la serie tenía merecido éxito.

La verdad es que, si bien los efectos especiales de la serie no son perfectos, mejoran con cada temporada, así como aumentan la cantidad de minutos que se dedican a las batallas espaciales y otras escenas similares. Hacia el final de la serie, la calidad es mucho mejor.

Lamentablemente, como si se tratara de una obra maldita, todo lo hecho al preveer la aparición de la televisión digital en widescreen fue en vano. Al remasterizarla para DVD, una combinación de problemas técnicos hizo que se perdiera mucha calidad. Las escenas que combinan CGI y filmación live action se ven borrosas. Estaba previsto que los efectos por computadora se volverían a renderizar cuando la serie saliera en DVD, pero esto no fue posible porque el material se perdió. Todo esto hace que ahora no veamos la serie con mejor calidad, si la comparamos con lo que se pudo ver en EEUU o Inglaterra, o incluso en Latinoamérica cuando el canal Warner Bros. la transmitió originalmente (en formato 4:3 de televisión analógica).


Las películas
Durante la emisión de la serie, se estrenaron cuatro películas para televisión. La primera, The Gathering, no es más que los dos primeros episodios, que funcionaban como piloto. Cuando la serie terminó se lanzó una versión especial que añadía varios minutos y cambiaba algunas partes.

En 1998 se emitieron nada más ni nada menos que tres películas. In the Beginning profundizaba ciertos aspectos de las primeras temporadas, particularmente las guerras que la Tierra había tenido antes del inicio de los acontecimientos narrados. Thirdspace es un episodio largo, que presenta problemas para situarlo dentro de la continuidad de la serie. The River of Souls también cuenta una historia que no interfiere con la trama de la serie y es independiente de la misma.

Estas películas fueron estrenadas mientras la serie llevaba a su fin, exhibiéndose su quinta temporada. La idea era que llenaran el hueco televisivo mientras se filmaba la continuación de Babylon 5...


Muchas, muchas continuaciones
La trama que planteaba B5 y su ambientación tan rica y llena de detalles permitían pensar en una continuación para nada forzada, porque había mucho material para aprovechar. Fue así que en enero de 1999 se estrenaba la quinta película, A Call To Arms. La historia planteaba un final abierto y un enorme problema que debía ser solucionado. Como en la serie anterior, este problema estaba fuertemente enraizado con varios arcos argumentales previos. La idea era que la película dejara el camino abierto para una nueva serie de cinco temporadas.

Esta se llamó Crusade, y cambiaba completamente el enfoque al centrarse en una nave espacial en busca de algo muy importante (no diré qué por obvios motivos). Todo parecía ir viento en popa. La calidad de los efectos especiales había mejorado mucho, y había un montón de subtramas abiertas para explorar. De pronto hubo tensiones con TNT, el cable que estaba pasando la serie y la producía. ¡Los productores querían más sexo y violencia!

Straczynski tuvo que ceder a estos reclamos, aunque no sin resistirse, y luego la presión aflojó, dándole más libertad. Algo que duró poco. Se filmaron 13 episodios, punto en el cual la serie fue cancelada, antes de ser estrenada.
Es decir, desapareció sin que le dieran oportunidad de demostrar su valor. Hay quien dice que los absurdos pedidos de la cadena eran una medida bastante burda para simular una pelea con el creador de la serie. Como ya habían firmado un contrato, abrían una puerta legal al establecer diferencias creativas y asegurar que él no les había dado un producto como ellos pedían. En realidad, parece ser que TNT se dio cuenta de que era la única serie de ciencia ficción que producían: les costaba caro y no estaba dentro de su target.

Sobra decir que este tipo de cosas es la peor estupidez que puede hacer una cadena, y también una de las traiciones más sucias que puede recibir un realizador. El Sci-fi Channel intentó enfriar el asunto y negociar que la serie continuara bajo su sello, pero no tenía suficiente dinero como para hacerlo. Así fue que la última esperanza de continuar Crusade se desvaneció.

Los 13 episodios fueron emitidos en televisión, y tiempo después la serie salió en DVD. Como curiosidad, el orden televisivo y el de los DVDs es diferente, y el autor ha propuesto un tercero. De todas maneras, el resultado es más o menos similar: el final había sido tan abrupto que tomó a Straczynski con la guardia baja. No hay ninguna conclusión a la historia, ni siquiera un final apresurado. Descontento con esto y queriendo contar su historia, Straczynski hizo lo acostumbrado. Publicó online mucho de los guiones no filmados, y dejó caer pistas y datos de lo que tenía pensado en los comentarios de los DVDs, en entrevistas en convenciones y en declaraciones por Internet.

A pesar de este enorme escándalo y el insulto tanto para los espectadores como para los realizadores, la popularidad de la serie original seguía en aumento. La gente se había quedado con las ganas de ver más de este universo, sobre todo después de una cancelación tan burda.

Hubo, entonces, un reinicio de las continuaciones, que terminó con una nueva víctima. Además de una película para cine que nunca se rodó, estuvo la sexta película para TV: To Live And Die In Starlight. Esta era en realidad el piloto de una nueva serie propuesta por JMS, llamada Legends Of The Rangers. Los ataques del 9 de septiembre de 2001 hicieron que la cadena cambiara la fecha del estreno, porque toda la programación se fue al caño.

El 19 de enero de 2002 sucedió el desastre. Como en muchas otras ocasiones, los encargados de la cadena eran idiotas o unos verdaderos hijos de puta: estrenaron la película mientras otro canal pasaba la final de un campeonato de football americano. En la costa este, donde coincidieron los horarios, no la vio nadie. Aunque en la costa oeste fue un éxito, porque la vio más gente de lo esperado, el promedio no fue muy bueno. Por si fuera poco, a los aficionados no les gustó la historia. Fue así que la serie ni siquiera se filmó y quedó en eso: otro intento.

Hay que mencionar también que este tema de pelear o no pelear contra ciertos partidos fue una constante en varias temporadas de la serie. Las cadenas solían cortaron las temporadas para pasar los play-offs de basketball u otra cosa similar. Esto hizo, por ejemplo, que en Inglaterra la emisión "simultánea" del show se adelantara varios episodios en las últimas dos temporadas. Esta cuestión no trajo grandes consecuencias, pero pudo haberlas tenido. Una estupidez más del show-business estadounidense, y van...

Straczynski tuvo una nueva oportunidad varios años más tarde. Con toda la serie y sus películas en DVD, la popularidad de B5 seguía siendo lo suficientemente alta como para plantearse películas o episodios para la venta directa en este formato. A JMS se le propuso en primer lugar hacer una película. Lamentablemente, dos de los actores principales de la serie habían fallecido: Andreas Katsulas, que hacía de G'Kar, y Richard Biggs, que hacía del doctor Franklin. Straczynski no se sentía con ánimo como para encarar una película sin ellos. Entonces decidió filmar historias sueltas para y juntarlas en un DVD. El primero se llamó Lost Tales: Voices In The Dark, y salió al mercado en julio de 2007, conteniendo dos episodios.

Lost Tales fue un éxito de ventas, y Warner le solicitó que fuera pensando en otro DVD. Sin embargo, Straczynski quería que le dieran más dinero para este proyecto. Estaba descontento por lo poco que le habían dado para el primero. Como el estudio se negó, el decidió no continuar. Según declaró, no quería diluir el buen legado de la serie metiendo proyectos que no estuvieran a la altura de las circunstancias. Todavía hoy, muchos aficionados esperamos que algo cambie y estas historias salgan a la luz en los años por venir. Sin embargo, JMS ha dicho ya que B5 es parte de su pasado y que no piensa volver a visitarlo. ¿Será verdad, o como en otros muchos casos, lo veremos resurgir más adelante?



¿Más información?
El universo de B5 no ha parado de expandirse durante mucho tiempo. Además de la serie, existen las seis películas para televisión ya mencionadas. También se han escrito varios comics y una buena cantidad de novelas. JMS tuvo directa influencia en casi todo esto: escribió la historia básica de nueve novelas de B5, además de supervisar la adaptación literaria de tres de las películas y de escribir algunos comics. Sí, porque el autor también es guionista de comics, y trabajó muchos años tanto para Marvel como para DC.

A los que sigan interesados en la serie, no puedo menos que recomendarles este sitio: The Lurker's Guide To Babylon 5. Con una cantidad de información casi obscena, permite a cualquiera que sepa inglés enterarse de cada pequeño detalle de la serie. Tal vez una de las mayores joyas es el seguimiento, capítulo a capítulo, de la misma. Cada reseña contiene un resumen del episodio, preguntas que la trama deja sin respuestas (más algunas sugerencias), relaciones con otros capítulos, datos que desconocíamos, y finaliza con declaraciones del autor sobre cuestiones de argumento, producción, televisación, etc. etc.

Es más que recomendable tomarse unos minutos, después de ver cada capítulo, para leer la entrada correspondiente al mismo y tener una visión todavía más detallada de la serie.