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Episodio VII y VIII y el presente de Star Wars

2 comentarios

Después de mucho meditarlo, de pensar muchas cosas y ordenar otras, decidí que tenía que escribir esta entrada para hablar sobre las dos últimas películas de Star Wars. Además de ser un gran entusiasta de la franquicia en cine, también soy lector de sus comics (estoy completando la colección de Planeta de Agostini) y coleccionista (principalmente de las figuras de 3,75 pulgadas). Así que todo esto me toca de cerca, y con la llegada de Episodio VIII a fines del año pasado se precipitaron muchas cosas.

No quiero que esto sea un rant típico de muchos fanáticos enojados, que dicen ciertas verdades pero caen en insultos y en cuestiones a mi gusto exageradas sobre cuestiones de género y supuesta corrección política. Así que iré al punto.

Todo lo que viene a partir de aquí tiene gruesos spoilers de las últimas películas de SW (así como de ciertos comics y algo de Star Trek), así que si no las vieron, no sigan a menos que no les interese enterarse de cosas importantes.

Primer punto: las dos películas son cuestionables a nivel historia y narrativa
Confieso que vi dos veces Episodio VI, más por emoción que porque realmente me hubiera gustado. El final con tanto suspenso creo que tuvo que ver. Sin embargo, como ya se dijo muchas veces, la historia es sí es un refrito muy básico y tonto de Episodio IV, prácticamente un calco y una copia, no un homenaje ni nada similar.

Por un lado, hay intereses comerciales muy tontos en querer borrar toda una continuidad asentada en comics, novelas y videojuegos muy interesantes y bien armados. Siempre di por asumido que si se hacía una tercera trilogía, había muchísimo material para utilizar, desde la trilogía de Timothy Zahn hasta comics como Imperio Oscuro I y II, que plantean ideas muy interesantes y orgánicas con las dos trilogías anteriores. El hecho de que el Emperador tuviera el poder de volver de la muerte e implantar su esencia en un clon era imbatible. Se podría haber adaptado la historia haciendo, por ejemplo, que Luke volviera cambiado del Lado Oscuro a entrenar nuevos jedis para tener que vencer de nuevo al enemigo suyo y de su padre. La presencia (en diferentes roles) de Darth Sidious en las tres trilogías (que finalizarían con su destrucción definitiva) le hubiera dado una entidad tremenda a las nueve películas. Al final tendríamos nuevos jedis que resucitarían a la Orden Jedi y permitirían generar nuevas películas sin tener que depender de actores y personajes icónicos.

Que conste aquí que no pretendía que copiaran ninguna novela o comic al pie de la letra, sino que solo tomaran influencias, ideas, personajes, etc., algunos de los cuales son realmente geniales. El que acabo de comentar era un futuro posible que yo deseé por mucho tiempo y que lamento que no se haya hecho, pero había muchas otras opciones interesantes.

Pero los intereses comerciales, mal manejados, generaron un montón de decisiones creativas equivocadas. El que Dark Horse perdiera los derechos de los comics, el que Disney comprara Lucasfilms y todo lo relacionado a la franquicia, y que todo ese canon anterior fuera reclasificado como un “universo alternativo” tuvo como función generar una tabula rasa sobre la cual inventar todo de nuevo y no tener que depender de nadie más. Algo que en sí no tiene nada de malo, pero que justamente limita las opciones, si en lo pasado había muchas cosas buenas para elegir.

¿A quién eligieron para arrancar esta nueva trilogía? A J. J. Abrams. Nadie sabía qué haría. En un comentario muy gracioso de Michael French que aparece en este video (el comentario empieza en el minuto 7, pero es muy recomendable verlo todo, ya comentaré más sobre los que hablan en él), este periodista y fan a muerte de SW comenta que, para ver qué podía llegar a hacer este guionista y director, se enfocó en sus películas anteriores. En el relanzamiento de Star Trek, la historia es la siguiente: un tipo quiere volar un planeta con una nave-arma gigante. En la segunda película algo similar sucede, cuando uno de los personajes utiliza una supernave para tratar de comenzar una guerra. Michael French “profetizó” en una entrevista que la siguiente película de SW tendría este elemento central, la de un tipo queriendo destruir un planeta con una nave-arma gigante. Y acertó, como él dice, no porque sea profeta, sino porque solo bastaba con mirar a la carrera de un guionista-director-productor para ver qué podía ofrecernos.

No me hubiera molestado la tabula rasa si fuera buena. No me “molestó” la muerte de Han Solo; en el contexto creo que tenía algo de sentido. No me “molestó” que pusieran un actor negro y que la nueva protagonista fuera mujer. Sí me molestó, en todo caso, que la historia arranque en medio de la nada, que tanto el Imperio como la Rebelión hayan sido eliminados como quien tiene amnesia y ahora es lo mismo pero con otro nombre; la Primera Orden y la Resistencia. Y la nueva Estrella de la Muerte tiene sombrero nuevo, pero no la compro (en los comics había un arma similar, pero la historia alrededor de la misma y su destrucción es diferente, lo que no la califica como refrito).

En los detalles, sin embargo, Episodio VII tenía algunas cosas positivas. Kylo Ren parecía algo infantil pero lo compré como adorador y posible sucesor de Vader, sobre todo con la máscara. La franquicia “nos debía” una Jedi mujer protagonista (algo que lamento MUCHO que no se haya podido hacer con Leia, como sí sucedió en los comics), y creo que el personaje de Rey hasta ese momento resultó interesante, sobre todo su presentación. Finalmente, Poe Dameron tomaba un poco la pelota del personaje piloto que antes había tenido Luke, y me pareció interesante que Finn fuera un desertor, un objetor de conciencia del Imperio, perdón, de la Primera Orden, que se daba cuenta de que estaba en el lugar equivocado. Ah, y un posible jedi, más adelante, sugerido por la facilidad con que manejaba el sable de luz. Y toda la onda nazi-recargada, para mostrar a un enemigo bien malo, creo que sumó también un poco.

Sin embargo, como digo, esas partes estaban soldadas a una historia reiterativa, copiada de manera demasiado directa. Recuerdo que compré muchas figuras de la película en una promoción, pero luego no sabía qué hacer con ellas. No solo tenían muy pocas articulaciones (algo que no me gusta) sino que, bueno... no me transmitían nada. Terminé vendiéndolas a todas, de a poco. Simplemente no había nada más en esa película que no estuviera en Episodio IV. Para eso veo la original; no era más que una remake innecesaria como muchas otras de estos últimos años.

En el fondo, Abrams hizo lo mismo que con el relanzamiento de Star Trek. Empezó a contar todo de cero, sin preocuparse por lo anterior, para luego unirlo. En ST usó el recurso del universo paralelo y los viajes en el tiempo, que daban una explicación sencilla y efectiva (en ese caso, sin ser fan de ST, a mí al menos me pareció interesante; las tres películas en este nuevo universo me gustaron, sobre todo la última). Aquí no hubo explicación. Simplemente los malos son tan tontos que hacen lo mismo que sus predecesores: cuando ya están ganando ponen todas las fichas en una super arma exageradamente potente. Con la diferencia de que en Episodio IV estaba mejor planteado: la Rebelión no estaba tan debilitada y era necesario destruir sus bases y debilitar el apoyo que tenía de ciertos gobiernos (demoliendo finalmente la fachada de la República). En Episodio VI el Imperio todavía no los había podido eliminar y era una movida más estudiada. En Episodio VII no tiene ningún sentido, porque como se nos plantea desde el inicio, la Rebelión, digo, la Resistencia, está ya casi vencida por medios convencionales, ¿para qué gastar tanto esfuerzo con algo nuevo si con los mismos métodos se podía lograr lo mismo?

En resumen, una trama vacía, repetida y sin nada valga la pena volver a ver, como mucho alguna que otra escena de combate.

Entre Episodio VII y VIII vimos Rogue One, que me pareció mucho mucho mejor, una apuesta arriesgada para una franquicia que nunca había planteado un final tan demoledor, triste, y que empalmaba genialmente con esa idea del subtítulo de Episodio IV: Una nueva esperanza. Sin embargo, aunque no me despertó esperanza con respecto a Episodio VIII, sí la disfruté y dije “bueno, tal vez aprendieron algo”.

Y no. Episodio VIII es todavía peor que Episodio VII, porque todo lo bueno que se podía extraer de este mal arranque es desechado.

No es la primera vez que una trilogía de SW arranca mal. Recuerdo que fui al cine a ver Episodio I, con amigos, muy muy emocionados, y salimos algo confundidos. Primera vez que una película de SW era mala: Jar Jar, escenas totalmente exageradas e innecesarias como ese viaje por el centro líquido de Naboo con criaturas absurdas, lo de los midiclorianos que destruía totalmente el concepto de la Fuerza como algo místico, la carrera de pods para justificar que Anakin era piloto de niño, lo de su concepción similar a la de Jesús (sin ninguna necesidad narrativa)... Un montón de elementos malos que empañaron y destruyeron lo poco de bueno que tenía, como el dúo de jedis, el concepto de la Federación de Comercio queriendo meter cizaña en la República, Darth Maul y la existencia de dos Sith en las sombras...

Sin embargo la trilogía remontó con Episodio II, que es mucho más disfrutable, y finalmente con Episodio III, que tiene algunos detalles pero que redimía totalmente esa nueva serie de películas. Muchos fans coinciden en esto: se arrancó muy mal pero de ahí todo mejoró, en parte porque se tomaron en cuenta las críticas de los fans (sobre todo las justificadas) y se eliminaron esos elementos: principalmente, Jar Jar y los midiclorianos.

Lamentablemente, no pasó lo mismo con Episodio VIII. Ya mucho se ha dicho sobre esta película en este aspecto, pero vale la pena repasarlos y añadir algunas cosas personales.

En este video se comenta algo que no puedo corroborar porque no tengo acceso a los discos extras del blue-ray, pero que no me sorprendería. Básicamente el autor dice que, luego de ver todos los contenidos extras, queda claro que no había ninguna idea detrás de las tramas de las películas. Los productores y creadores solo hablan de los efectos especiales, de anécdotas de filmación y cosas así. Nunca de donde salieron las ideas, por qué pensaron hacer esto o aquello con determinado personaje, etc. Creo que eso dice mucho sobre la preparación que tuvo la película; más sobre eso al final.

Para cerrar. La película se divide en tres tramas, siguiendo lo que le pasa a Rey con Luke, Finn (con Rose viajando a Canto Bight) y Poe en la flota. Ahora bien, el montaje y la edición empeoran la sensación de que Rey, mágicamente, aprende de la nada los secretos de la Fuerza (termina siendo una Mary Sue, como se comenta en este video). La flota es destruida en unas 16 horas, sino recuerdo mal; Finn tiene ese tiempo para ir y volver de su misión. Sin embargo, aunque es evidente que Rey pasa varios días con Luke, esto no está suficientemente reforzado y pareciera que todo lo que sucede en esa parte de la trama también sucede en esas 16 horas.


Segundo Punto: los personajes no son interesantes y/o fueron mal escritos
En lo personal, creo que la mejor escena de la película es la del inicio. Sí, salvando la parte del humor (que luego comentaré). Cuando Poe Dameron inicia su ataque y luego los bombarderos intentan llegar a su objetivo, aunque la credibilidad de la escena me hizo ruido (nunca vimos en SW naves tan lentas!!!!), se me estrujaba el corazón esperando que Paige sobreviviera (tenía una figura de acción, no?) y deseando que se lograra el objetivo con una buena cantidad de naves sobrevivientes. El final de la escena es tremenda, y marcó mucho al personaje de Poe.

Teniendo en cuenta esto, me pareció muy interesante lo que hicieron con él, planteando la cuestión de que uno no siempre puede ser el “hot shot” perfecto, que a veces hay que saber ser astuto y “quedarse en el molde” como decimos en Argentina. Que no todo es esperanza y lanzarse a pelear de frente, sobre todo cuando uno tiene demasiado para arriesgar y conviene escapar para pelear otro día.

Que su enojo con la Almirante Holdo haya sido explicada como un exagerado caso de “mansplaining” que sale mal (dejando una lección para la audiencia masculina) me parece una forma retorcida de verlo por parte de los que le cuelgan la culpa de la mala factura de la película a los SJW (Social Justice Warriors). La película y los personajes son malos porque son huecos, porque no hubo amor verdadero ahí, sino ganas de hacer dinero. Simple y sencillamente.

Ya que está podemos pasar a la Almirante Holdo, personaje totalmente prescindible e innecesario. Primero: si querían hacerla un personaje femenino fuerte, no tenían por qué vestirla con un traje de gala (¿la resistencia no es una organización militar, por qué todos tienen uniformes menos ella?) y ponerle pelo rosa-violeta. Leia tenía ya décadas pateando traseros imperiales y su madre Amidala se cargó cientos de droides separatistas sin tener que ponerse vestidos raros ni maquillarse. Segundo, hubiera estado bueno que hiciera ALGO antes de sacrificarse: se nota demasiado que su única función ahí es morir luego de explicar su punto. Como dije antes, es demasiado evidente que la trama del escape de las últimas naves de la Resistencia está pésimamente armada, las cosas pasan porque no se les ocurrió nada mejor. Y el inventarse de la nada un personaje relevante en la estructura de la Resistencia, que no haga nada importante y luego muera no tiene mucho sentido tampoco. La escena de su sacrificio fue impactante, pero podría haber sido mil veces más impactante si le hubieran dado contenido al personaje, en lugar de esconderla hasta el final.

Ni hablar de la muerte de Ackbar. Se nota demasiado que no solo no sabían qué hacer con el personaje, sino que sufre una muerte injusta y absurda solo para justificar que Holdo tome el mando. ¿Por qué no fue Ackbar el que hizo todo lo que hizo Holdo? No creo que haya sido corrección política, sino simple estupidez.

Y hablando de corrección política... no sabían que hacer con el personaje de color y lo arruinaron en lugar de hacerlo más interesante. Lo que hicieron con Finn me deja claro que no hubo intención seria de integrar minorías a la película; si lo hicieron fue de manera chapucera e improvisada.

Al final de Episodio VII Finn es un héroe: no solo desertó de la Primer Orden sino que ayudó activamente a los héroes a destruir la amenaza central, aprendió a pelear con un sable de luz de la nada, se batió incluso con el mismo Kylo Ren, dejando en suspenso si podía llegar a ser jedi o no, y finalmente quedó en coma... a mí me resultó un personaje más que interesante, que prometía mucho.

Todo eso se convierte en nada a los pocos minutos de la siguiente película. De entre cientos o miles de soldados leales, él, uno de los más fuertes y corajudos, de pronto se acobarda como el peor y quiere escapar ridículamente. No solo eso sino que encima de que nunca vuelve a tomar un sable de luz, se pone a crear una pésima manera de solucionar el problema central de la flota.

Es tremendamente evidente que no tenían ni la más mínima idea de qué hacer con Finn. Rey está buscando su destino con Luke (más sobre eso luego), así que solucionado. Poe ya tiene ese problema grave de no confiar en sus superiores y de creerse el más inteligente y audaz, solucionado. Pero Finn... a Finn lo mandan a cualquier parte para sacárselo de encima, generando una de las peores escenas de la película, una que es evidentemente innecesaria y que le suma 40 minutos más a una película ya de por sí larga. Estamos hablando de todo lo relacionado al casino de Canto Bight, que no tiene absolutamente NADA que ver con la película.

Me enfocaré más en esto en otro punto, pero quiero cerrar lo de Finn ahora. De nuevo tengo que mencionar excelentes personajes de los comics, de los cuales se podrían haber sacado elementos para solucionar este problema motivacional para Finn. La que se me viene a la mente es Deena Shan (¡quiero su figura en mi colección!). Deena es una chica que alegremente se suma a la Rebelión buscando escapar de su pasado y buscando aventuras fáciles y que rápidamente tiene que enfrentarse a un grave problema: está rodeada de héroes y ella tiene miedo de fallar, es algo torpe cumpliendo misiones, es insegura y tiene baja autoestima. Es un personaje hermoso porque vemos cómo le tiene miedo a todo pero sigue avanzando como puede; en varias miniseries vamos descubriéndola, viendo cómo enfrenta sus miedos a fallar y hacer que maten a todos y se deja llevar por lo que viene, haciendo las cosas lo mejor que puede y eventualmente ganando seguridad en sí misma.

¿No podían haber hecho esto con Finn? Claro que sí. Podrían haberlo dejado inseguro después de su batalla con Kylo; podrían haberle creado algún problema mucho más interesante y sobre todo más propio del personaje, que en la primera es muy decidido y aquí arranca siendo un cobarde del montón. Por otra parte el problema viene con la trama: no podía pasar nada interesante en una flota que huye indefinidamente hasta que es aniquilada absurdamente. Había que dispersar a los personajes para hacer la trama artificialmente compleja porque no saben contar una buena historia. Entonces Poe se quedaba con la flota, Rey con Luke y a Finn le toca bailar con... Rose.

Como Finn, Rose también es un personaje débil, en el sentido narrativo, porque no tiene ninguna función y no hace nada interesante. Existe solamente, creo, porque Finn tenía que irse fuera de la flota en alguna estúpida misión, y no quedaba bien que fuera solo. Entonces le adosan un personaje, que debe ser femenino por contraste (¿por qué no un alienígena interesante? ¿Por qué no una mujer twilek? Hay pocos alienígenas interesantes e icónicos en estas últimas películas). Lo único que tiene Rose para mover la historia es su medio medallón, que se completaba con el de su hermana Paige. Eso solo sirve en una parte puntual de la historia y luego ya no tiene sentido ni el objeto ni el personaje (que tampoco tuvo sentido antes). Está, en definitiva, para hacer cosas específicas como descubrir a Finn o tener el susodicho collar, pero no decide nada, ni piensa nada, ni hace nada IMPORTANTE.

Kylo sigue siendo interesante, aunque menos sin la máscara, y su diálogo errático con Rey me pareció llamativo. Sin embargo, toda esa cosa sobre el origen de Rey... es cierto que mucho se habló de la supuesta paternidad de Luke, o de Leia, de quién sabe quién... pero toda esa cosa de que sus padres eran “nadie” está tan forzado como la supuesta inmaculada concepción de Anakin. Podrían perfectamente haberles dado nombre, no hubiera cambiado nada. Se quería presentar a Rey como la antítesis del “heredero”, al no ser Skywalker. Bien, un paso totalmente diferente al de los comics, en donde el apellido Skywalker sigue resonando fuerte siglos después. Pero no era necesario forzarlo tanto y de manera tan evidente.

Poco más puedo decir sobre Luke... dentro de la película tiene lógica todo lo que hace, pero la historia que inventaron sobre su casi asesinato de Ben... Ya lo dijo Mark Hamill, a quien le agradezco mucho la intensidad que le puso al personaje y el profesionalismo con el que manejó la incomodidad que tenía al NO interpretar el personaje que debió ser, siendo que ya no tendrá otra oportunidad. Me pareció muy bueno su sacrificio final, de nuevo, pusieron con calzador a un personaje que no correspondía. Ni hablar de todas esas cosas extrañas de la isla... Pero ya hablaremos del exceso de humor más adelante.

Snoke. Snoke, que podría haber sido perfectamente un Darth Sidious o incluso un Darth Plagueis... Y si bien la escena de la lucha en el trono me gustó, fue emocionante y no la vi como una copia de Episodio VI (que tal vez la resonancia era demasiado fuerte)... lamento mucho que muera un personaje del que no se dijo NADA sobre su origen, al igual que no sabemos nada del origen de la Primer Orden. Sí, supongo que está en las novelas, pero es información que yo quiero en la película. Se centraron tanto en Finn y otros personajes inútiles pero no me dicen nada del villano, que en esta película manipuló de manera muy especial a dos protagonistas.

No puedo decir nada de Leia. Por suerte, más allá de la (¿discutible?) escena de vuelo espacial, por suerte a la difunta Carrie creo que le tocó un buen papel. La escena en la que Kylo duda sobre si disparar o no también me pareció muy buena y me dijo algo interesante de este villano.

Como para cerrar, queda hablar algo sobre los SJW (Social Justice Warriors). Para el que no lo sepa (yo lo descubrí hace no mucho), estas siglas identifican a personas, supuestamente progresistas y de izquierda, que con la bandera de la corrección política realizan todo tipo de campañas y acciones para promover visiones y acciones más progresistas (como el feminismo, por ejemplo), pero que lo hacen más por quedar bien y elevar su ego que por tener una convicción profunda y sincera sobre esos temas. Gente que quiere verse bien, en pocas palabras. Es un término que antes era positivo (aparentemente, los anteriores SJW eran personas bien intencionadas, que luchaban por las libertades civiles pero de buenas maneras) pero que se convirtió en peyorativo, según Wikipedia. Según esta definición los SJW usan cualquier método para aparentar ser progresistas, incluyendo, en las redes sociales, atacar a otros con acusaciones falsas o argumentos insólitos, a veces con los mismos métodos violentos de los racistas y machistas.

Según muchos de los que ODIAN esta nueva saga, los SJW arruinaron Star Wars. Claman que los principales desarrolladores, como Kathleen Kennedy, J. J. Abrams y Ryan Johnson, exageraron artificialmente su corrección política y metieron personajes de minorías raciales sin ningún sentido, creando todo tipo de problemas en la trama, haciéndolo solo para quedar bien y vender “espejitos de colores” a una nueva audiencia que busca valores como igualdad de género, terminar con el racismo, etc.

Yo no sé si esto es tan cierto; aunque estoy abierto al debate, no sé cómo anda este asunto allá en EEUU (es un tema sensible y no tengo una opinión autorizada). Lo cierto es que TODOS los personajes nuevos, con alguna que otra excepción discutible, tienen graves problemas de construcción, sin importar el color de la piel del actor o actriz que lo o la interpreta. La mayoría simplemente son malos personajes, y seguirían siendo malos aunque las actuaciones fueran excelentes. (Este video, réplica de Jessie Milestone a un comentario con argumentos poco convincentes, me resultó interesante)

Repito lo de antes: en la trilogía original teníamos a una mujer tremendamente fuerte e interesante como Leia, a un personaje de color muy cool y capaz como Lando, teníamos a Chewbaca... En las precuelas teníamos a Amidala, a Mace Windu como un tremendo Maestro Jedi, a muchos jedis alienígenas... No era necesario inventar la rueda. Si, por una cuestión de diversidad del casting, querían sumar algunos actores y actrices de minorías étnicas, no costaba nada hacerles personajes interesantes como los ya mencionados. Rose y Finn hubieran sido malos personajes aunque los hubieran interpretado actores blancos y más conocidos.

Ah, y ahora que me acuerdo: me quedé esperando más personajes alienígenas importantes. En Rogue One hay alguno secundario y tenemos un excelente K-2SO. En esta nueva saga TODOS los protagonistas son humanos, con la única excepción de Chewie. ¿Tanto costaba poner a una twilek, a un bith o a un zabrak?

Esta debilidad en los personajes ha causado un problema que toca otro elemento de la franquicia: el merchandising. Muchos sitios webs y youtubers reportan que el absurdo exceso en la producción de figuras de acción, disfraces y otros elementos de personajes como Rey, Finn y Rose han demolido el valor comercial de la marca Star Wars. Por todo EEUU las figuras de las últimas películas se venden con fuertes descuentos, en parte porque los personajes no inspiran ningún cariño o afecto, pero también, creo, porque se hicieron demasiadas copias, esperando que fueran superventas. La gente ve las películas (aunque aparentemente no tanto como las originales o las precuelas) pero no quiere comprar nada que tenga a esos personajes en las cajas.


Tercer punto: malas escenas y mal uso del humor
Ya comentamos que a Finn lo envían fuera de la flota porque no saben qué hacer con él y porque la trama de la flota es totalmente absurda. Y de paso le ponen como yapa a Rose, que tampoco hace nada (esa obligación de poner parejitas de personajes varón/mujer...). Los dos personajes van a dar tumbos en una de las escenas señaladas como de las peores de la película: la del casino de Canto Bight.

Tenían que inventar una side-quest, un sub plot, bien. El problema es que no pusieron nada de empeño en él. En primer lugar, la misión es absurda; además de totalmente imposible. Mágicamente (he visto evidencia online) pueden escapar de los imperiales y llegar a un planeta que está en el otro lado de la Galaxia en pocas horas: los mapas estelares que crearon para la película dicen que Canto Bight está lejísimo de donde la flota estaba en ese momento.

El sitio está totalmente exagerado; de nuevo vemos la mala constumbre de introducir mil razas espaciales nuevas, apenas sí se ven alguna de las de las trilogías anteriores. No hay dos “bichos” iguales y eso quita verosimilitud. Finalmente no solo no encuentran a quien buscaban, sino que rechazan la ayuda del que, razonablemente, era su única esperanza. Y luego de un escape innecesariamente exagerado, terminan aceptando su ayuda y luego resulta que los traiciona y empeora todo. No puede haber dos héroes más idiotas, ¿no?

Ahora bien, veremos en el punto siguiente que las películas no tienen ningún tema; esta escena, llamativamente, sí. No sé si porque los dos actores son miembros de minorías étnicas (en el universo de SW no parece que haya mucho racismo, al menos no en las películas). De hecho es uno de los pocos lugares en donde vemos algo del pasado de Rose, insertado a la fuerza porque no quedaba otra opción. De pronto una película que no tiene sustancia se convierte en un historia panfletaria contra el capitalismo extremo y la esclavitud.

En Star Wars siempre estuvo presente el tema de la esclavitud, aunque a veces solo como algo que se menciona (tal vez donde más aparece es en las precuelas, referido a Anakin y su madre; en los comics es mucho más presente, donde tenemos a varios personajes tratando de liberar a sus familiares, por ejemplo). Por un momento me sorprendió que en una película de una megacorporación como es Disney se haga una crítica tan fuerte de la especulación, de la explotación y de la venta de armas. Sin embargo, lo que pasa en Canto Bight queda en Canto Bight. Como si esas escenas hubieran sido escritas por otro guionista, esos temas no vuelven a aparecer, desbalanceando mucho la película. Las escenas de acción sin sentido terminan en el escape de los animales explotados; los personajes se alegran pero, ¿no se da cuenta de que volverán a ser recapturados en poco tiempo? ¿Y ni se preocupan por los niños esclavos? Es como si un montón de anticapitalistas fueran a una reunión de banqueros, tiraran al piso algunas mesas y se fueran contentos pensando en cómo están destruyendo el sistema. Vendrá alguien, lo limpiará, y todo seguirá igual. No puede haber dos héroes más idiotas, ¿no?

El humor está por todas partes y por lo tanto muy mal distribuido. No quiero exagerar: SW es space opera, acción y aventura. Hay escenas de risas, hay escenas en donde sacas una sonrisa, no todo es serio y triste. Hay diálogos y situaciones graciosas en toda la trilogía original, pero también hay escenas tristes. Sonreímos cuando Han trata de conquistar a Leia y ella lo rechaza, por ejemplo, pero nos ponemos mal cuando comprenden que se aman y Han es congelado en carbonita. Nos reímos con lo que dice C-3PO pero no nos gusta verlo ser raptado y desguazado en Bespin.

Ahí está la clave: el humor está en algunas escenas y no en otras. No hay humor en Bespin, por ejemplo, porque ya desde que C-3PO desaparece sabemos que algo anda mal, y termina peor. Y si bien en Episodio I este fue justamente un error grave, el exceso de Jar Jar, en general en las precuelas tampoco está este problema: hay momentos tontos como el de Episodio II en donde a C-3PO le ponen una cabeza de droide de combate, pero no son tantos y están contrapesados por momentos más épicos y duros, como la batalla de Geonosis, en donde vemos morir a algunos jedis.

Mencioné antes la escena de inicio, muy trágica y épica, en la que las tripulaciones de muchos bombarderos de la Resistencia se sacrifican junto con sus naves para destruir a un enorme destructor imperial. Está precedida por una de las peores muestras de humor de la saga, con un Poe Dameron haciendo de payaso y un General Hux haciendo de idiota por varios minutos. Lo único peor hubiera sido un chiste de pedos. Ya sabemos que la mayonesa y la mermelada no se mezclan.

Lo mismo pasa en la residencia de Luke. Ya de por sí tenemos una escena totalmente anticlimática, cuando él tira su sable de luz. Luego todo eso de las criaturas que ordeña y varias escenas más (hay hasta una borrada, en donde le gasta una broma muy fea a Rey, haciéndole creer que están incendiando la aldea)... Los porgs lo hacen peor todavía; si no podían espantar a las aves de la isla y tenían que taparlas con esas criaturas mediante CGI, perfectamente podrían haberlas integrado al paisaje y no poner esas escenas estúpidas en donde interactúan con el pobre Chewie, que está peor utilizado que en ninguna película (sin Han, aparentemente, no sirve para nada).

En fin, un exceso de humor absurdo, muy lejos de las sutilezas que tenían personajes como Han, por ejemplo. Humor físico, gags, y no el humor fino que se da entre personajes bien escritos. Esto rompe la película en algunas escenas, debilitando algunas que, como dije antes, son muy duras e interesantes.


Cuarto punto: las películas no tienen foco ni cumplen con ninguna expectativa
No hay ningún “tema” que las unifique como otro arco de la saga o las identifique como actos individuales. Las trilogías tenían como eje la transformación de la República en Imperio, enfocado en Anakin y los jedis por un lado y la cuestión política por el otro. La trilogía original tenía como foco el ascenso de un nuevo jedi, de una nueva esperanza (primera película), mientras la Rebelión intentaba sobrevivir y cumplir su propósito (que se cumple en la tercera).

Hasta ahora no se ve ningún tema recurrente en Episodio VII y VIII. ¿La supervivencia de la Resistencia? Sí, puede ser, pero es un tema muy vacío. No representa nada fuerte que coincida con las sagas anteriores, que trataban del honor, de la traición, de la lealtad, del poder absoluto que corrompe, de cómo las decisiones personales pueden cambiarlo todo, etc. A veces hay chispazos, como la decisión de Finn en Episodio VII, pero nada más. Los personajes reaccionan a cosas raras que pasan, nada más. Mucho espejos y humo, pero nada de sustancia narrativa.

Se acusó a estas dos últimas películas de tener “agenda feminista”. Kathleen Kennedy, jefaza de LucasFilms, tuvo varias opiniones aparentemente negativas hacia los hombres, como declarar que la franquicia siempre estuvo apuntada a ellos y que ahora eso iba a ser diferente. ¡Como si los fans de SW fueran solo hombres! Jessie Milestone (ver este video) lo deja bien claro: la saga tuvo tanto éxito internacional porque tenía buenos personajes que ejercían roles interesantes, personajes con los que tanto hombres como mujeres podían relacionarse y sentirse identificados. Aquí, como ya vimos, se puso a un montón de personajes femeninos sin necesidad, como Holdo, o no tienen personalidad, como Rose, que es una “fan girl” de Finn y lo sigue como perrito faldero. A Rey todo se le da mágicamente, casi sin entrenamiento puede enfrentar a Kylo Ren y está constantemente pidiéndole a los demás que le ayuden a encontrar el sentido de su vida, en lugar de buscarlo por su cuenta. Milestone tiene razón al exponer algo fundamental: si los fans hicieron que la franquicia fuera tan grande, ¿por qué ahora darles algo diferente? ¿Por qué solo apuntar a las fans mujeres y no a los hombres? Separar el cumplimiento de expectativas por género no es muy positivo, sobre todo porque es una forma de encasillamiento: cada segmento de público masculino y femenino, puede querer cosas diferentes. Seguimos dándole de comer a lo binario.

He leído también opiniones muy valederas acerca de que muchos fans y espectadores ocasionales NO quieren contenido político en sus films de aventuras y acción espacial. Hablando de expectativas: no es algo que uno espere en una película “escapista” y si está mal hecho, como en este caso, no es bienvenido. Que una causa sea justa no implica hablar de ella constantemente, en todas partes y de cualquier manera; yo por lo pronto no estoy en contra del feminismo sino bien a favor, pero como bien dice Milestone, lo que allí se mostró fue mal feminismo: los personajes femeninos parecen ser buenos per se (poniendo a la mujer por encima del hombre en lugar de un lugar de igualdad), y solo pueden demostrarlo al lado de personajes masculinos que siempre arruinan todo (Finn cuando quiere escapar, Poe cuando no confía en Holdo, Kylo cuando decide reemplazar a Snoke en lugar de seguir a Rey).

Otra cuestión, de la que se ha hablado en videos y que es algo básico si uno lo mira bien, son las expectativas. Mucha, mucha gente creció viendo películas de Star Wars en cines, ya sean solamente las precuelas o todas. Ni hablar en la televisión. Mucha gente ama la franquicia, los comics, los videojuegos, etc. Hubo siempre una calidad mínima muy alta en todos los productos, al menos mientras George Lucas estuvo al mando. Puedo comprar los comics de Dark Horse con los ojos cerrados sabiendo que si algún guión renguea un poco, por lo menos el arte es bueno o muy bueno, y generalmente los guiones también lo son.

Ahora bien, dejemos de lado al estereotipo del fan hardcore que siempre se queja, que pide cosas imposibles o que separa la Humanidad entre los herejes que nunca vieron las películas, los fans y los verdaderos fans como él. Pensemos en el fan promedio, que quiere ver una buena película de acción/aventura/ciencia ficción que siga la línea de las demás, las cuales como ya dijimos tenían temas interesantes a nivel narrativo.

Ese fan, que va a ver una, o las dos películas, buscando sustancia, se ve perjudicado dos veces. Por un lado, no la encuentra. Por otro lado, se encuentra con algo que no alcanza sus expectativas. Y aunque esto no tiene por qué ser algo malo, lo es en este caso.

Pensaba justamente en eso cuando por casualidad encontré este video. Ahora bien, no estoy nada de acuerdo con ciertos comentarios ofensivos del autor del canal (de eso hablo en la sección del final), particularmente de cuando se burla de la anatomía de algunas actrices de la película. Dejando eso de lado, la cuestión es esta: no se podía cumplir con las expectativas de todos, eso es cierto. Hay una película para millones de expectativas. ¿Darle mucho espacio a los personajes tradicionales o a los nuevos? ¿Continuar con los mismos temas, las mismas estructuras, o hacer otras diferentes? Estas y otras preguntas tienen respuestas diversas que seguramente hubieran dejado inconformes a muchos. Con estas dos películas lo cierto es que se las respondieron con las peores respuestas posibles. ¿Personajes nuevos o viejos? Matan a los viejos y dejan otros que no tienen personalidad, ni historia, ni nada. ¿Nuevos o viejos temas? Ningún tema, las películas no hablan de nada. Y, como dice el video, la gente queda disconforme y luego muchos defensores de las películas (¡incluso sus creadores!) les dicen que la culpa es suya, y no de la película. Ciertamente la culpa es de la película y es de sus creadores, porque no tomaron las decisiones correctas a la hora de decidir a qué público apuntar, si al nuevo o al “viejo”, y apuntaron a la nada misma. Lo mismo sucedió con los juguetes y el merchandising: sacaron toneladas de cosas que no tienen sentido, y la mayoría terminó en liquidación y ni así lo compran (visitar el canal WCB mencionado arriba es más que reiterativo).

Tal vez el núcleo del hartazgo fue la decisión de hacer que Luke no quisiera entrenar a Rey y refundar la Orden Jedi. Hablemos de expectativas. Episodio VII se centra en encontrar a Luke: sólo él puede entrenar nuevos jedis y ayudar a la Resistencia a sobrevivir. La película termina en un momento cúlmine: Rey le devuelve su sable luz... y tenemos que esperar dos años.

Es obvio que en esos dos años se tejerán mil teorías, millones de espectadores tendrán millones de expectativas. Y creo que en la gran mayoría de ellas, que serán muy razonables (apelemos de nuevo al fan razonable, no al hardcore) Luke aceptaba, tal vez a regañadientes (más o menos como tuvo que hacerlo Obi-Wan) que Rey fuera su padawan.

Pero no. Recuerdo con horror cómo Luke lanzaba el sable por encima de su hombro. Y luego volvemos al punto 3: cuando la galaxia está en peligro nos dan un tour por una isla llena de personajes raros y vacas mutantes, en la cual Rey persigue a Luke como si fuera un sketch de algún programa de comedia, tratando de convencerlo, y él siempre dice no de manera graciosa. ¿Quién había anticipado eso? ¡Nadie! “Ah, es que tenían malas expectativas”, será la frase defensora... pero tal como dice el video citado, uno espera que cuando está hablando con alguien, no le tiren un puñetazo a la cara. Uno puede ir al cine y ser sorprendido de manera grata o ingrata; aquí la sorpresa fue más que ingrata, sobre todo porque estaba mal filmada, tomando en broma una de las decisiones más difíciles de Luke. Si Luke hubiera devuelto el sable, o no lo hubiera aceptado, ¡cuanta más tensión hubiera tenido ese momento!

Creo que ese es el centro de las expectativas mal cumplidas. Creo, en lo personal, que incluso con escenas sobrantes, malos personajes y todo lo demás, la película sería mucho mejor. El “entrenamiento” de Rey es totalmente inverosímil; en Episodio IV Luke claramente no es un jedi, ni siquiera usa el sable de luz en combate, y los hechos de Episodio V se hacen coherentes luego del breve entrenamiento con Yoda (quien tampoco quiere entrenarlo, pero rápidamente acepta, acertadamente; de otra manera la película no hubiera tenido sentido). Así que la pelea con los guardias pretorianos de Snoke y Kylo, aunque visualmente muy linda e interesante, no tiene ninguna coherencia (a diferencia de la del final de Episodio VII).

De alguna manera siento, entonces, que la cuestión se desbarranca aquí. El que Luke no quiera entrenar a Rey es aceptable (incluso es otro eco de Episodio V, y siguen las “referencias”, ejem, copias); el problema en lo narrativo es que a) demora mucho en cambiar de decisión y explicar por qué la tomó (demora que no es necesaria para la trama) y b) está tratado de manera muy liviana y hasta graciosa. De haber hecho lo correcto, de todas maneras no se hubieran cumplido muchas expectativas, pero la película sí le cumpliría al fan razonable. Habría muchas escenas más coherentes y un resultado mejor en general (incluso con todas las demás malas decisiones). Las declaraciones de Mark Hamill al respecto de que “ese no era su Luke”, sino el del director, deja bien a las claras que fue una decisión muy mala: un director que tiene que “forzar” a un actor a hacer un guión, sobre todo cuando ese actor ya hizo tres películas de la saga y conoce lo que quieren los fans, no tiene mucho que ofrecerle a esos mismos fans. No sabe lo que quieren, y solo está rellenando horas de metraje con lo primero que se le viene a la cabeza.


Sobre lo que sentí cuando vi las películas
Fui a ver dos veces Episodio VII. Creo que fue el hype, simple y duro; también compré media docena de figuras porque estaban a la venta con grandes descuentos en una cadena local de supermercados y bueno, aquello fue un paquete. Hace poco terminé de vender las figuras y me despegué totalmente de la película.

En general, lo que más me molestó es que es una copia de Episodio IV. Como dije antes, no tenía tantos errores de personajes: BB-8 era divertido, Finn era interesante, Rey parecía también buen personaje, quise que hubiera más espacio para Poe, etc. Aunque Kylo me pareció exagerado, me interesó lo de la máscara y su búsqueda de ser el nuevo Vader. Pensé que era una película mediocre, como fue mediocre Episodio I. Pensé que la segunda remontaría, al igual que en su momento pasó con Episodio II.

Pero Episodio VIII fue algo totalmente diferente. Como ya dije la escena de Luke y Rey me dejó helado, y no en buen sentido. Quise que la película fuera hacia otra parte rápidamente. Había escenas muy buenas y otras tremendamente flojas, y estas eran la mayoría. Los escapes milagrosos y las pifias tremendas de los personajes no ayudaron, como así tampoco los “homenajes” (como la batalla final en Hoth, digo, en Krayt). Así ya encaminados, teniendo en cuenta todos los fallos anteriores, el final me pareció buen, lógico: Luke sacrificándose por todos finalmente, dando una lección de lo que implica ser un Maestro Jedi y la fuga de los pocos rebeldes.

Volví shockeado. Muy confundido. Me gustó mucho la escena final, y volví como si eso fuera todo. Había muerto Luke. Sentí como si hubiera muerto Star Wars en sí; había muerto Han en la anterior y en la vida real había muerto Carrie Fisher. Ya no había más. Me dio mucha pena porque la franquicia me había acompañado en mi infancia y adolescencia, no en el cine pero sí en la televisión y en los comics. Por unos segundos pensé en vender todas mis figuras de acción. En serio. Quise deshacerme de todo durante algo así como uno o dos minutos de reloj. No sé cuanto fue, fue terrible el sentimiento de vacío.

Lo peor es que quise ir a verla de nuevo, pero esta vez no pude porque ninguna de mis amistades podía. La cuestión dividió a muchos en ese momento y la mayoría la destrozó. En un primer momento me gustó en general (menos lo ya marcado). Sin embargo, terminó siendo una de esas películas que cada vez que la recordas te agradan menos, porque cada vez encuentras más fallos.

Para muchos, incluyéndome, Episodio VIII arruinó lo poco de bueno que tenía Episodio VII. Personajes como Finn desperdiciados y arruinados, Phasma muere sin conocerla más (algo que muchos pedían; ¡tanto se la promocionó como un personaje femenino relevante!), Snoke es revelado y muere sin saber nada de él, casi todo lo referente a Luke... En realidad empeoró las cosas. Según comenta Daisy Ridley (sus palabras son comentadas en este video), J. J. Abrams escribió un boceto de guión de Episodio VIII y IX, el cual fue totalmente ignorado para Episodio VIII por Ryan Johnson. Esta falta total de criterio creativo, de visión a largo plazo, puede ser la explicación real de por qué se perdió todo eso que prometía tanto. Aparentemente Abrams va a “retconear” episodio IX, es decir, tratar de obviar lo más posible lo hecho en el VIII y volver a encaminar la historia hacia algo más coherente consigo misma.


Sobre los sitios que inspiraron esta reseña
Hace tiempo miro con asiduidad los videos de Michael French en Retroblasting, canal de Youtube que recomiendo tremendamente si son coleccionistas pero también si gustan de recordar viejas series animadas y aspectos de la cultura pop. Michael no habla mucho de cine pero sí expresó, de manera bastante clara y abierta, su disgusto por la nueva saga, enfocándose en aspectos muy interesantes y sin caer en “es mala porque sí” o “es mala porque tiene agenda feminista” y opiniones vacías como esas.

Pero el principal sitio de Youtube que inspiró todo esto fue World Class Bullshiters. Aclaré antes un tema importante pero lo hago aquí justamente porque es importante. El sujeto que hace los videos, creo, es un hater casi profesional (y tal vez algo machista, creo, aunque es debatible). Suena pedante (aunque no sé si lo es, a veces admite que puede estar equivocado), tiene una obsesión negativa y tóxica con personajes como Rose, ha hecho comentarios inadecuados sobre Daisy Ridley y tiene una compulsión por ir a las tiendas y filmar, una y mil veces, cómo el material de las últimas películas no se vende incluso con enormes descuentos (he visto fácilmente una media docena, más o menos todos iguales; miren uno solo y ya es suficiente, yo estaba MUY aburrido). Se ensaña con atacar las nuevas películas hasta el punto de que a veces sus videos se convierten en rants y se reiteran de uno a otro (por eso dejé de verlos, salvo que planteen algo interesante en los primeros segundos).

Sin embargo, a pesar de todas esas cosas negativas, este sujeto plantea algunas cuestiones interesantes y que creo, son ciertas. Matemos al mensajero, en este caso, pero no al mensaje. Aunque se ensañe con ciertos temas hasta el hartazgo (Rose Tyco), muchas veces sus argumentos son lógicos y, sorprendentemente, coincidieron con los míos cuando ya había escrito ciertas cosas y veía sus videos.
También vi alguno que otro video para tener otras opiniones, pero encontré que muchos eran de fans hardore que tenían opiniones demasiado exageradas, con mensajes de odio y que no me inspiraron la “confianza” que sí me dio WCB (algo de todo lo que dice es razonable). En este punto ya los títulos del canal de “Diversity in Comics” me espantaron, junto con su mala fama al respecto.

El único videoque me gustó sobre el tema SJW fue este, hecho por una mujer no estadounidense.
Hay cientos, si no miles, de videos sobre el tema. La mala calidad de las películas ha generado todo tipo de reacciones, no solo entre los fans harcore sino también entre los razonables e incluso los que no son fans. Creo que los que las critican y las destrozan son mayoría... pero es interesante ver sus argumentos y encontrar qué hay detrás. Algunos son razonables, otros están en la frontera con los hardcore y otros directamente lo son. Lamentablemente hay muchos que aunque tienen argumentos buenos, también los mezclan con restos de machismo, antifeminismo y críticas sobre los SJW que se salen de lo razonable, por lo que recomiendo que si se van a meter, lo hagan con cuidado y algo de estómago, porque vi muchos que arrancan siendo razonables y terminan derrapando. Si tienen tiempo y están aburridos... atásquense.

Estuve jugando rol (I)

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Sí, y no dije nada.

Desde hace unas semanas estuve jugando D&D 3.5, de la mano de Plober, compañero de club pero casi nunca de mesa.

¿Qué decir? No mucho, más allá de que la paso bien, que es todo lo que iba a buscar. La verdad es que esto más que un actual play es un raconto de cosas; no tengo interés en contar todas las partidas (hasta ahora van dos) ni en dialogar sobre el sistema. Pero como esto es casi un diario, lo tengo que dejar anotado en alguna parte, porque pasa a formar parte de una nueva etapa rolera para mí.

Ahora mismo quería hablar de mi personaje. Charmaine Willowleaf, una joven halfling hechicera nivel 2 (ahora mismo), quien junto con sus amigos de la infancia (un druida, un bárbaro y otra hechicera), se ven obligados a recorrer un mundo que no conocen buscando la solución al misterio de quién, cómo y por qué su isla ha sido convertida en piedra (con todas sus familias) y, obviamente, una solución al problema.

Como he contado ya varias veces, nunca pude jugar con personajes femeninos porque mis grupos anteriores de juego no lo permitían (a menos que uno estuviera dispuesto a soportar chiste tras chiste, lo cual resultaba ser bastante traumático para alguien que quiere jugar en serio). Acá no sólo me di el gusto, sino también el de jugar con un personaje totalmente mágico, además de iniciarme en un juego en el que nunca me había adentrado. En resumen, toda una maravilla.

Me detengo en la última partida, larga, divertida e interesante. Si bien creo que todavía tenemos que profundizar el roleo (entendiendo roleo por la conversación in character, la introducción de elementos no tácticos y todo eso), vamos avanzando en el tema. Charmaine es tremendamente curiosa, lo cual la llevó a avanzar primera por un dungeon, portando una antorcha y estando acompañada solamente por la mitad del grupo (el bárbaro y un elfo rogue, que es de una nueva jugadora que se unió más tarde). Quedé en -3 HP, y sí, sabía que no debía hacer eso, pero no podía evitarlo.

A partir de ahí vino el combate más divertido que recuerdo en mucho tiempo; emocionante debería decir. Si bien nunca jugué D&D, sé de qué se trata, y había estudiado y creado mi personaje teniendo eso en mente. Así que el maldito zombi que casi mató a mi personaje de un jabalinazo sufrió tres ataques de grasa, los cuales lo hicieron caerse y perder un arma, perdiendo precioso tiempo en el cual mis compañeros le tiraban todo lo que había disponible. ¿Hay que decir algo más? Ah, sí. Me llevé los 250 GP que había en esa habitación...

Pifié al elegir algunos spells, pero bueno, son cosas que pasan. Si llego a nivel 4 olvidaré alguno... Mientras tanto, tengo que profundizar un poco más el personaje. Me gusta cómo quedó, en cuanto a temperamento, pero todavía no tuve tiempo para hacer otras cosas. Por ahora me conformo con hacerla aniñada, porque nuestros personajes son muy jóvenes, y porque me divierte que sea una niña grande, pero es evidente que tendrá que madurar. Hasta ahora sólo nos enfrentamos a ratas, zombis y alguna que otra cosa en dungeons, por supervivencia. ¿Qué vendrá después? Habrá que ver cómo reacciona, y hasta donde la lleva la curiosidad, que tal vez se vaya apagando un poco con el tiempo y las quemaduras.

Estos encuentros han sido patrocinados, hay que decirlo, por la Gripe A, que dejó a la mayoría del grupo sin escuela ni universidad. Espero que, ya que sigue el frío, sigan las partidas largas y todo lo demás.

Nuevo espacio

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Hace unas semanas abrí un nuevo sitio: Las costas de Avalon (sí, pero en sitio).

Ahora lo estoy moviendo a otro servidor, porque el que elegí entonces es todavía peor de lo que había visto.

Así que la dirección es esta: www.lascostasdeavalon.zendfree.com

Se agradecen comentarios, críticas y sobre todo problemas con links rotos o cosas que no se vean. Por las dudas.

Hay algunos artículos que he sacado de este blog, algo aumentados o cambiados, pero también material nuevo que me gustaría ver más en un sitio. Y la estética justa que yo quería.

Analía Pedrazzi

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Hace tiempo, después de que Maldición de Sangre se estabilizó conceptual y mecánicamente hablando, empecé a pensar "ey, voy a tener que jugar esto; mejor que haga un buen personaje que aproveche todo lo que quiero predicar con el juego".

Y como ya me cansé de hacer personajes femeninos que nunca uso... bueno, en realidad no me cansé.

Analía se llama así (recién le puse nombre para esta entrada) por una conductora de TV que me inspiró su imagen física. El apellido lo saqué de otro lado.

La señorita en cuestión tiene 35 años, alta, rubia y muy linda. Algo atacada por la crisis de los 30s, sigue siendo una mujer muy hermosa, y sobre todo, profesional. Allí está uno de los puntos fuertes del personaje. Analía es una periodista de televisión que ha recorrido un largo camino, siendo discriminada tanto por ser mujer como por ser linda (y supuestamente tonta). Ha pasado por la radio y por la prensa gráfica, en las cuales su imagen pública no importaba, pero sus compañeros y compañeras siempre tenían algo no tan agradable que decir. Los hombres, porque era mujer; las mujeres, por celos generalmente injustificados.

A pesar de todo esto, su pasión por el trabajo la ha llevado a la cima, y ahora es conductora en uno de los principales programas de TV de la ciudad.

Decidida, profesional, ha dejado de lado su vida personal. Su familia es pequeña y no se ha casado nunca; tampoco se le conocen relaciones. Y es allí donde aparece su secreto, porque la única relación seria que ha mantenido puede destruir su carrera.

Cuando todavía era locutora de radio, conoció en una reunión profesional al dueño del canal en donde ahora trabaja. Julio Pedro Galarza es uno de los empresarios de medios más grandes de la región, una rara mezcla de periodista premiado y hombre de negocios. A pesar de que él tenía veinte años más que ella, lo encontró fascinante. Él había enviudado recientemente y como ella no quería parecer una trepadora, ambos decidieron mantener en secreto su relación, que se tornó muy seria al poco tiempo.

Luego de dos años, y viendo que su familia estaba sospechando, él decidió romper la relación, para no entrar en conflicto con sus hijos. Analía, lamentablemente, estuvo de acuerdo ya que eso la hubiera perjudicado igualmente. Así que con gran dolor los dos se separaron.

Un año después él murió de un ataque cardíaco. Al poco tiempo ella consiguió su trabajo en la televisora. Aunque está confiada en que fue por su talento y esfuerzo, a veces duda sobre si él habrá influenciado a los que tomaron la decisión. Sin embargo, ha decidido no preocuparse y seguir adelante.

Para ella, consagrada al trabajo, dos cosas la preocupan. Por una parte su edad, ya que se ha vuelto un poco vana y demasiado coqueta, exagerando las cuestiones normales. Sabe que en la TV la imagen es mucho más importante que en sus trabajos anteriores y teme haber llegado "demasiado tarde". Por otra parte, es esa duda que la persigue: que alguien haya sabido algo de su relación y que pueda dañarla de esa manera.

Así que ya les presenté a Analía. La maldición no la pensé, si algún día jugamos trataré de consensuarla con el resto. Tal vez agregue algo más, como otro secreto o algo así, habría que verlo.

Nur Jaina Krazvel-Shadowstar

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Hija de dos personas bastante diferentes, es una rara mezcla de costumbres heredadas de sus padres, los cuales ha perdido recientemente en el vasto espacio de la Galaxia.

Su madre, Traia Krazvel, era oficial imperial. De carácter fuerte y muy pocas pulgas, estaba en constante conflicto con su trabajo. Había sido relegada a un sector de poca importancia, en donde todo se hacía de mala gana y generalmente todo el mundo estaba corrupto. Sus ideales de orden y servicio estaban, entonces, bastante resquebrajados. Ella, que siempre se había tomado muy en serio su trabajo, era constantemente dejada de lado debido a que era mujer, en una organización sumamente machista, y al hecho de que no era corrupta como el resto.

Su padre era Jon Shadowstar. Como muchos corellianos, se había puesto a vagar por la galaxia, por el solo gusto de pilotear. Era un contrabandista más, al cual no le interesaban los honores militares ni nada similar. Un típico viajero espacial, apostador, al borde de lo legal, un poco mujeriego y poco apegado a los compromisos. Aunque tenía amiguitas aquí y allá, no tenía ninguna relación seria. Hasta que en la ciudad vertical de Nar Shadda conoció a Traia Krazvel.

El romance entre ambos fue instantáneo. Tal vez por eso Jon no intentó sobornarla y aceptó la multa que Traia le impuso. Jon estiró su estadía en el sector todo lo que pudo, insistiendo en conocerla más. Finalmente ambos comenzaron a salir, ella dejó su trabajo y siguió viaje con él. Luego de unos meses se casaron. Se asentaron en la luna haciendo todo tipo de trabajos, hasta que Nur tuvo edad suficiente como para ir con ellos en la nave. A partir de ese momento continuaron viajando por la galaxia, viviendo del trabajo de transportistas (y obviamente contrabandeando cosas aquí y allá) en la vieja nave de su padre, la “Estrella Roja”.

Nur (esconde su segundo nombre y no le gusta que lo usen) creció en ese ambiente duro, siempre viajando y casi sin amistades. Su madre, fuertemente influenciada por sus experiencias en el Ejército Imperial, no quiso que creciera siendo una mujer débil y sumisa, y le exigió siempre una gran firmeza de carácter. Además, le enseñó todo lo que sabía sobre combate, pensando en fortalecer igualmente su cuerpo. Su padre, quien en realidad deseaba un hijo, le enseñó todo lo que sabía sobre pilotear.

Los tiempos no fueron buenos, a veces, particularmente porque apenas les alcanzaba para vivir. Con el tiempo eso hizo cada vez más frecuentes los trabajos de contrabando, en los cuales Jaina terminaba ayudando a su padre a manejar la nave mientras su madre se tiroteaba con alguien.

Al llegar a la adolescencia decidió pensar en un futuro por su cuenta, independizándose de cierta manera. Comenzó a ahorrar dinero al hacer pequeños trabajos aquí y allá, apostando, etc. Al hacerse más independiente fue conociendo y haciendo algunas amistades en ciertos planetas. Sus padres estimularon esto en parte, y ella siguió adelante con su mayor proyecto: ahorrar dinero para comprar su propia nave y ayudarlos a ellos en el negocio.

Los cada vez más frecuentes roces con la ley y los trabajos de contrabando requerían más manos en la nave. Eventualmente, Jon y Traia tomaron un socio, Kunras Nel, un Bothan que ya los había sacado de apuros en otras ocasiones. Con muchos contactos en ciertas aduanas, las inspecciones eran menos profundas, y a veces ni les miraban los papeles. Era una persona de gran vivacidad y alegría, en el cual muchos creían instintivamente. Para los padres de Nur, se trataba de alguien totalmente confiable, pero Nur no lo veía así. A ella, nunca supo porqué, le parecía un tipo falso, hipócrita y manipulador, y justamente por eso, muy peligroso en ciertas oportunidades. Nunca lo aceptó como parte de la tripulación, no solamente porque rompía el aire de familia que tenía el negocio. A pesar de todas sus protestas y propuestas, sus padres no quisieron dejarlo de lado. Para ellos sus sospechas de traición o fraude eran infundadas, porque ella no tenía más pruebas que sos propios sentimientos hacia él.

Nur sabía también que ellos habían tomado un socio para protegerla, pues frecuentemente la dejaban en un planeta mientras iban con Kunras para ocuparse de cargas contrabandeadas o en sectores poco seguros, aprovechando sus contactos. Sus padres tomaban cada vez más este tipo de misiones, que eran las mejor pagadas, porque las deudas se acumulaban. Nur también creía que Kurnas podía traerles problemas ya que a veces exageraba sus habilidades, que podían llegar a fallar en el peor momento.

Para Nur, sus peores sospechas se confirmaron un día. Sus padres partieron en busca de una carga misteriosa, que ellos no habían querido describir. La dejaron mientras partían con Kunras, quien supuestamente iba a negociar el paso por ciertas dependencias imperiales. Esto, una vez más, la enfrentó con su madre, pero ella le aseguró que todo estaría bien.

A los pocos días, Nur los estaba esperando de regreso cuando se enteró que su nave había salido del hiperespacio muy averiada, y estrellándose en la superficie del planeta poco después. Al llegar al lugar del desastre, encontró la nave vacía, sin la carga, y con marcas de una fiera lucha espacial. Sus padres no estaban por ninguna parte, y Kunras también había desaparecido. Los intentos de búsqueda espacial fueron infructuosos; las cápsulas de escape no estaban en la nave, y Nur sospecha que sus padres tuvieron que eyectarse antes de poder completar los cálculos del salto al hiperespacio. Todo aquello le sonó a piratas, y sus sospechas fueron inmediatamente dirigidas a Kurnas. Ella está convencida de que el Bothan debe haber vendido a sus padres a los Imperiales o a algún grupo de piratas, pero no tiene testigos ni ninguna clase de pistas que soporten sus sospechas.

Sin más dinero que sus ahorros y sin saber que hacer, ni tener a nadie a quien recurrir, tuvo que tomar la dura decisión de vender los restos de la nave de sus padres, que era irreparable, más lo poco de la carga que se había salvado. Esta consistía en partes usadas de todo tipo de naves; una cobertura, seguramente, para la otra carga misteriosa de la cual nunca supo nada. Con estos créditos más los que tenía ahorrados, negoció la compra de una nave para ella misma, ya que no se veía atada a ningún planeta y sabía que el único trabajo que sabía realizar era el de transporte y contrabando.

Nur es una mujer muy particular, al igual que su madre. De carácter firme, está bastante bien entrenada en combate cuerpo a cuerpo. Alta, fornida y de pelo corto, su físico y su actitud, unido al hecho de que su primer nombre es poco habitual en una mujer, hacen que muchos que la conocen por primera vez no se percaten de que es “ella”. A veces aprovecha esto, sobre todo cuando sabe que el cliente puede ser algo misógino o demasiado afecto a las mujeres, pero tampoco le gusta que le pongan apodos o se burlen del hecho.

Muchas de las cosas que aprendió de su madre le han permitido hacer otros trabajos eventuales, como cazar delincuentes menores con recompensas en sistemas locales. Este tipo de trabajo, lamentablemente, son cada vez más frecuentes. Con sus ahorros y las piezas que vendió no pudo comprar una nave muy grande ni muy buena, de manera que solamente puede transportar cierto tipo de carga y a veces personas, pero nada demasiado beneficioso. La falta de un copiloto la mantiene, además, en una complicada posición. Esto la obliga cada vez más al contrabando de carga y a la caza de delincuentes. Aunque no es lo que le gusta, está pensando seriamente en cambiarse a cazarrecompensas, por motivos de conveniencia económica.

Aunque superó la pérdida de sus padres (los cuales busca, con pocas esperanzas, cada vez que puede), no se ha recuperado totalmente del golpe financiero. Siempre vive con lo justo, y eso le molesta mucho. Había planeado un futuro mejor con sus padres, y ahora debe aceptar malos trabajos para simplemente mantener andando su nave, casi sin dinero para ahorrar en mantenimiento o en mejoras.

Nur es una sobreviviente, al igual que sus padres. Aunque tiene muchos códigos profesionales muy firmes (como el cumplir la palabra empeñada), así como posturas morales (no está a favor de la esclavitud, por ejemplo), sabe que está sola en la galaxia. Si tiene que hacer algo ilegal, casi seguramente lo hará si le da algo conveniente a cambio.

Descripción física: Nur tiene 22 años. Es una mujer alta y delgada, de 1,9 metros, bastante desarrollada físicamente a causa de su entrenamiento. De cabello negro, corto, y ojos igualmente negros, va vestida generalmente con ropas holgadas negras, y pantalones. Su forma de actuar y hablar, al ser bastante ruda, va de la mano con su aspecto a veces demasiado varonil (usado a propósito casi siempre).

Frases típicas: “Cuando digo que soy cabeza dura, lo digo literalmente”. “Mi padre quería un hijo, y mi madre quería una soldado. ¿Qué esperabas?”

Amistades y contactos: pocos. Conoce gente de muchas razas aquí y allá, pero no muchos son realmente amistades. Está pensando en viajar a Nar Shadda para reencontrarse con amistades y contactos de sus padres, establecerse en un solo lugar por un tiempo y tratar de conseguir trabajos con personas “confiables” (ella no confía mucho en nadie, pero confiaría en personas en las que sus padres confiaron, siempre y cuando pasen por un buen escrutinio suyo).

Posesiones: Su principal posesión es una nave de carga pequeña, la “Fuera del camino”, que combina su nombre poco amigable con una decoración igualmente agresiva. Este carguero ligero TL-1800.

Además de esto, posee algunas cosas recuperadas de la nave de sus padres. Como forma de defensa posee una pistola pesada DL-44 y un vibrocuchillo. Para casos especiales posee una granada de fragmentación; además su madre, al cumplir 20 años le regaló una hermosa pistola Westar 34, la cual es una de sus posesiones más preciadas debido a su valor sentimental. También conserva ropa y otros efectos de sus padres, los cuales no pudo vender por motivos personales. El único dinero que tiene son unos 1.000 créditos que usa para sus gastos diarios.


Nur fue mi segundo intento de personaje femenino para una partida por foro de SW d6. Lamentablemente la partida se cayó. Sin embargo le
tengo también afecto al personaje y espero poder usarlo en algún momento. Incluso, si pudiera jugar con dos personajes, me gustaría combinarla con Tjaia'nalan. Serían un curioso dúo, un poco a lo GunSmith Cats o algo así. La típica pareja dispareja que se unen por necesidad pero luego se hacen amigas.

Nur puede aparecer como una contrabandista o cazarrecompensas contratada por los personajes o que se enfrenta a ellos, tal vez sin saber si lo que hace es realmente peligroso o no para otros. No es inocente, pero tampoco sanguinaria o violenta, de manera que puede desistir de su presa o carga si ve que le piden algo muy peligroso o inmoral. Lo legal le tiene poco cuidado, pero no lo ético. Para ella su orgullo tiene valor.

Tjaia'nalan

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Tjaia'nalan es una joven twi'lek, nacida en el planeta Ryloth. Sin embargo, debido a la alta probabilidad de que tanto ella como su hermana fueran tomadas como esclavas, su familia decidió invertir casi todo su dinero en transladarse de planeta en planeta. Fue así que ella creció en varios lugares e incluso viajando en varias naves espaciales de todo tipo.

Su familia no estuvo nunca en buenas condiciones económicas, y esa es otra razón por la cual debían trasladarse mucho. Cuando el trabajo escaseaba en un planeta, tomaban una nave para ir a la siguiente “tierra prometida”. Su padre trabaja reparando naves, y es una verdadera enciclopedia de conocimiento técnico. Sin embargo Tjaia se apasionó siempre por las danzas nativas de Ryloth. Fue así como aprendió a bailar como muchas otras jóvenes de su raza, y su madre fue la que más le enseñó a ella y a su hermana.

Pasó el tiempo y Tjaia creció como una alta y hermosa joven. Mide 2,10 metros y tiene una piel de coloración verdosa azulada, que varía sutilmente de colores. Sus dos lekkus suelen estar graciosamente arreglados con una serie de cintas de colores.

Siendo ella adulta, su familia decidió mudarse a Coruscant y a pesar de las políticas raciales del Imperio consiguieron establecerse allí por un buen tiempo. Muchos alienígenas de la ciudad suelen contratar especialistas también alienígenas como una forma de colaborar entre sí, ya que en ciertos lugares son desplazados por humanos menos calificados. En este espacio, la familia de Tjaia consiguió un poco más de estabilidad, aunque no pueden desperdiciar dinero.

Sin embargo, ella tomó un camino diferente al de su hermana. Quería ser bailarina, y pasó tiempo ganándose algo de fama y consiguiendo un buen lugar, decente, respetable y seguro, donde actuar. Eventualmente encontró trabajo en un bar llamado Nubia, en donde un primo de ella toca el piano. Si bien es un lugar un poco peligroso, como todos los bares de Coruscant, allí la tratan bastante bien, y se siente protegida por la presencia de su primo.

Su familia vive en el otro lado del planeta, de manera que Tjaia se ha alejado un poco de ellos. Además, está cansada de tantos años de convivencia, a veces forzada. Ama su nueva libertad económica y personal. Pero sin embargo, luego de un año y medio de trabajo, le están empezando a picar las puntas de los dedos. Se está cansando de bailar para vivir, y aunque es buena, sabe que de Ryloth salen constantemente, de manera legal o ilegal, muchas otras chicas que pueden llegar a reemplazarla. Y al aburrimiento y la duda sobre su trabajo, se le suma un poco la soledad y el darse cuenta de que no ha hecho casi nada más en toda su vida. Tiene ganas de hacer algo nuevo, aunque no sabe realmente qué.

Tjaia no tiene amistades, y allí ella está reconociendo un error en su vida. Todos los contactos y conocidos del bar son personas de poca confiabilidad. Ve que hay cosas muy por fuera de todo lo que presenta su vida cotidiana. Descubre en los ojos de viajeros, contrabandistas y aventureros un brillo muy diferente al del resto de las personas. Algo le dice que tiene que conseguir ese brillo, pero no sabe cómo conseguirlo.

Tjaia ha acumulado una cantidad interesante de ahorros, pero gasta demasiado dinero en ropas y vestidos de danza. Es muy profesional y lo considera como algo necesario para su trabajo. Recientemente ha comprado un pequeño blaster deportivo, ya que no le gusta el ambiente que hay fuera del bar. Vive en una habitación sobre el mismo, cuyo alquiler los dueños descuentan de su sueldo. Nubia es su microcosmos, donde todo el mundo la conoce y la trata bien, por regla general, pero en sus recuerdos, de noche, ella recuerda las estrellas (invisibles en el cielo de Coruscant) y las naves dentro de las cuales cruzó sistemas estelares cuando era pequeña.

Tjaia’nalan es un personaje que creé para una partida por foro que apenas tuvo un par de turnos. Fue el primer personaje que hice para SWd6, además de mi primer personaje femenino en años. Lamentablemente debido a la cancelación de la partida apenas pudo hacer algo, y me quedé con las ganas de hacer otro personaje femenino para otra partida de SW…

La idea es que, si usamos a Tjaia'nalan como PNJ, pueda ser la compañera de aventuras de alguien. Ella está esperando algo que la saque de su encierro, de su aburrimiento. No sabe qué es, pero puede ser un aventurero que le salve la vida, alguien de quien pueda enamorarse, un familiar que le traiga malas noticias, etc. Está ahí, como personaje, esperando a ser detonado por alguna circunstancia fuera de lo común.