Salgo más temprano por el cambio de horario, aunque no tan temprano como me gustaría. De nuevo llego con poco tiempo a la comiquería. Tengo que comprar algo muy importante.

Corto Maltés. Recopilatorio en italiano, gran tamaño, tabla blanda con letras y detalles en dorado, excelente estado. Buena calidad de papel. $59 pesos. Según me avisan, en castellano material similar está tres veces ese precio. La contratapa explica que es un suplemento opcional del diario La Reppublica, que costaba 6,90 euros. Más o menos la mitad del libro ya lo tengo en la edición de tapa dura que sacó la revista Ñ, pero en formato económico y de páginas pequeñas y delgadas. La otra mitad es la legendaria Mu, la ciudad perdida, que no tengo. La yapa del formato: puedo seguir practicando mi oxidado italiano con material nuevo (basta de revistas sobre aeronáutica militar de los 70's!!).
Me voy a entrenar con una felicidad enorme. Por si fuera poco, la clase me resulta genial, sin un sólo punto bajo. Ejercicios de combate a un paso, formales, y también algo de combate. Finalizamos con media hora de formas de cinturones negros, desgranando yo solito Choong Jang. Me gusta mucho la forma, y terminé agotado porque no me tomé ningún descanso. Por suerte pude agregar varios movimientos a los que ya tenía de antes.
Día perfecto, se podría decir. Casi tenía miedo de regresar a casa y tener alguna mala noticia. Pero no.
PD: recientemente, ordenando cosas, descubrí el libro de Umberto Eco que dedica un capítulo a Corto Maltés. Haré el intento con el original en italiano; también encontré un boceto adelantado de la traducción, así que veremos.
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