El martes, aprovechando que no tenía clases de taekwondo, llegué con lo justo a Milenario Comics. Mi idea era comprar un comic que hacía MESES que veía de reojo: Cisplatino. El hecho de que su autor iba a estar en Crack Bang Boom me había hecho decidir, además de su escaso precio de 10 pesos. Con lo justo, llegué a dicha comiquería ya que tuve que quedarme hasta más tarde en el trabajo.
Como debía ser, el comic no estaba, ni ninguno de los demás que yo recordaba haber visto junto a él. En su lugar encontré una gran cantidad de material batmaniano usado, a precios inigualables y en buenas condiciones. Sin pensarlo mucho, y con plata en el bolsillo, me compré tres tomos de Batman que ni siquiera conocía (bueno, uno sí).

En segundo lugar, otro Elseworld: Catwoman Guardián de Ciudad Gótica. Una interesante mezcla de dibujo muy bueno (un aplauso para el dibujante, que logra que Catwoman muestre tetas y/o culo en cada viñeta, sin forzar las poses). Aunque la tenía como una historia del montón y la compré más por los dibujos que por otra cosa, entretiene y es interesante al mostrar a un Batman que no duda en apelar a la fuerza letal para obtener lo que busca: justicia. Recién comencé a leerla.

Y eso fue solamente el martes. El jueves fue todavía mejor. O bueno, al menos tan bueno como el martes. Pero para contar eso necesito otro día!
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